Reconozco cierta perplejidad ante Anakhot (O)(TA), o อนาตต o Tomorrow and I o El Mañana y Yo o…, porque por un lado propone algún tipo de Outer Limits con un punto de vista algo más moderno, por otro su duración excesiva facilita que se pierda en meandros -o quizá sea al revés- así que acaba teniendo ideas buenas que se quedan perdidas igual que puede acabar desesperando con lo que va moviéndose. Así que me he puesto el segundo capítulo… y me he quedado incluso más desconcertado aún. Sobre todo cuando decide terminar la historia poniendo unos textos en blanco sobre negro en la pantalla, y luego un anuncio falso. Así que, por lo menos, les concedo esas ideas y esa capacidad para descolocarme, aunque no sé si eso es lo mejor que se puede decir de una serie.
Es curioso cómo funciona esto, porque
Black Doves (UK) no deja de ser una serie de espías más. No parece especialmente organizada, ni creíble, ni empatizable, así que al final la diferencia está en lo que opines de sus protagonistas y lo que creas de darle una vuelta a
The Americans. Aquí son
Keira Knightley y
Ben Whishaw los que te tienen que interesa, o la siempre eficiente
Sarah Lancashire si buscas saber quién es su
Martindale. Y hay una trama de intriga con un asesinato por medio, y otro más dentro de la trama
Esto Es Grande, y la relación entre ambos que, por lo menos, se molestan en dejarte claro que no es romántica. Pero ni el piloto se molesta en explicar gran cosa de esa Organización Secreta ni en realidad parece que las escenas conjuntas funcionen especialmente bien. Así que bueno… Es menos una serie a seguir que una serie a decidir si sigues.
Poniendo el
MEH en
Creature Commandos (USA), bueno,
Creature ComMEHndos, eso. La animación no es gran cosa, pero al menos no es tan mala como suelen serlo las de
Netflix. Por lo demás, los guiones son un batiburrillo de cosas que ya habíamos visto antes. Hasta cierto punto es comprensible que eso incluya lo de
Harley Quinn -que es su éxito de animación- o tenga puntos en común con
Escuadrón Suicida -que es de donde venía
Gunn antes de ser jefe- pero al final queda como un subproducto más de aquella, con una continuidad tirando a nebulosa y un humor que, siendo amables, es ‘para un público concreto’. Hasta el punto de parecer una versión más, como el
Suicide Squad Isekai. porque reproduce el esquema de
Waller por ahí,
Rick Flag, un grupo recién formado mandado a un sitio concreto fuera de lo habitual y toda la pesca. No es que el
Isekai fuera gran cosa, pero tenía un pelo más de gracia que esta, que parece confiar en que la gente se pondrá de su lado gracias al humor tabernario o algo. Además de todo esto están aquellos pocos episodios -cortos en realidad- de
David L. Mendel que se intentaron ya hace una década y que… bueno… están sorprendentemente más cerca de estos. Probablemente porque venían de editar series animadas y, bueno, el humor no está tan lejos. Así que vamos a suponer que esto ha sido una ventana de oportunidad que se abrió y que ha acabado convertido en el primer ejemplo del
Nuevo Universo DC y sus cosas. Que muchas veces es el problema de estos intentos de organizar un universo, casi tanto como de convertirlo en un ejemplo de
Personalismo porque que
Gunn aparezca hasta en los títulos de crédito -no su nombre, él dibujado- y que, al final, todo huela a viejo y a medio hacer, sin propuestas distintas o interesantes. Motivo más que de sobra para no haber ‘empezado’ con algo reciclado, pero en fin,
Zaslav sabrá lo que hace. (Risas)
Hay un momento de
Earth Abides (USA) en el que llegué a pensar que no iban a ponerle diálogos. Pero tampoco, tampoco. La verdad es que no me extraña el follón para estrenarla en algún lado -que es parte del motivo por el que ha acabado en
MGM+– porque no hay nada novedoso o interesante en todo el piloto. Resulta que un tipo es picado por una serpiente y mientras está intentando curarse -de la manera más chapucera y estúpida posible en todo momento- pasa una mala noche y al despertar descubre que no ha sido el único y que parece que un Evento Apocalíptico ha acabado con la humanidad. A partir de ahí toda una serie de malas decisiones y lamentable
worldbuilding con este señor deambulando. Sí, como El último hombre en la Tierra pero incluso más aburrido. Y, claro, también está la cosa de saber qué ha pasado y blablabla… que ni es creíble, ni es interesante, ni en realidad parece importar mucho. Un pequeño desastre que solo servirá a quien quiera ver al actor principal sin camiseta -no es mucho más lo que se le ve pese a lo que parezca indicar la historia- durante buena parte del capítulo. En fin, parafilias.
No sé bien qué esperaba de
Jentry Chau vs. The Underworld (USA) pero está claro que era algo más de lo que nos ofrece la serie. No porque esté mal, claro, sino porque se limita a ser correcta y a ofrecer muchas ideas que hemos visto antes en multitud de series animadas, desde el villano-secundario-cómico a la versión de ‘al llegar a esta fecha’ pasando por la mentora-familia y toda otra serie de temas, tipos y presentaciones que se ven venir desde lejos. Pues bueno, como relleno valdrá. Poco más.
Me pregunto a qué está jugando
Jomyeonggage (O) (CS), o
조명가게 o
Light Shop o, porque en general parece que quiere ser un drama sobre la vida -o sobre vivir, o dejar de vivir- pero a ratos parece que intenta jugar al misterio o incluso… ¿al terror?… sin llegar a nada de eso. La verdad es que es otra de esas veces que se nota que hay un
webtoon detrás y poca pericia para adaptarlo delante. Pero bueno, supongo que en su cabeza sabían lo que hacían.
He tenido que ir a mirar si esta
Maweid mae almadi (O)(EG), o
موعد مع الماضي o
Echoes of the Past o
Ecos del Mar Rojo o…, estaba basada en un libro, una película o alguna otra cosa y no. Es una serie de suspense que logra mezclar la investigación policíaco, las dos tramas temporales y la venganza de una sola vez. Que, para mí, tiene bastante mérito, porque la trama está bastante clara desde el principio: Un grupo de amigos pasan un día en un barco, una de las personas allí mueren, su hermano acaba en la cárcel tras un proceso vamos a decir peculiar porque está claro que es la familia -rica- de los dueños del barco la que ha organizado que el protagonista -claramente de menos dinero- acabe en la cárcel. Pero el tiempo pasa, así que quince años más tarde cumple la sentencia y hace lo que cualquiera en su situación: Investigar quién es el auténtico culpable y vengarse de la gente que le llevó a la cárcel. Por supuesto por medio había más cosas, tramas casi telenovelescas que, en realidad, pintan perfectamente en una historia general en la que todo el mundo guarda secretos. Y una sensación general de que aquellos ‘pecados del pasado’ puso en marcha un mecanismo que va a explotar en el presente llevándose por delante a todos, bien al descubrirse los secretos, bien… de manera más literal.
Poca utilidad tiene este piloto de
Star Wars: Skeleton Crew (USA), pasarte 45 minutos mostrándonos la falta de imaginación de los creadores para hacer algo distinto a replicar la vida de los suburbios norteamericanos -que puede ser típica y ‘reconocible’, pero ni es real ni es universal… ni siquiera en USA- para mandar lo que parecen ideas de que estamos ante un
‘stranger things’ de algún tipo –
‘space things’, supongo- y que al final cambie todo al acabar el piloto… para nada. Porque lo que nos han enseñado en el mismo es de dónde vienen los personajes, no cuál es la premisa de la serie ni a dónde va. Y, por el camino, han dejado claro que no tienen muchas ganas de complicarse ni de trabajar en exceso. Algo que logran transmitir, desde luego, porque a mí no me podría importar menos lo que pase en el segundo capítulo. Para la próxima vez espero que algún guionista más competente recuerde que si utilizas todo el piloto como introducción estás demostrando no saber manejar los tiempos. Claro que en eso
Disney es especialista. Las series se ven PESE a los pilotos y no por ellos, como cualquiera que viera
Agatha All Along puede testificar.
Por más que tengan a
Margo Martindale para tratar de tirar de este
The Sticky (USA) al final se le notan más las costuras de lo que alguien podría querer. Dejan claro desde el principio que está basado -muy de lejos- en un tema real, se buscan una excusa argumental que sólo será creíble si más adelante se presenta como algún tipo de plan externo que acaba provocando esto otro. Con un giro burocrático propio de una película de
Lifetime en la que la lógica tiene que dejarse de lado para que la protagonista sufra. Y todo ello para justificar una trama criminal -que en realidad es lo que buscaban desde el principio- que está montada de una manera perezosa y como si ambas cosas, la premisa ‘basada en hechos reales’ y el tener a
Martindale, fueran las únicas ideas que había no solo para vender el proyecto sino incluso después. Me temo que por buena que sea la actriz -que lo es- o por interesante que hubiera sido la idea del ‘robo al gran almacén de jarabe de arce’ -que no lo es- hace falta algo más para una serie. Algo que aquí no tienen.
A veces parece que solo queremos una vuelta a fórmulas antiguas, aunque sea con un presupuesto más que limitado. Porque este
Uonderbois (O)(IT) es difícil -casi imposible- no compararla con
Los Goonies. No tanto porque sea idéntica como porque la idea de que un grupo de chavales vivan aventuras en la… vamos a llamarla ‘
intraciudad‘ detrás de tesoros fabulosos y perseguidos por malvados caricaturescos criminales… es algo que se había hecho antes pero que
Los Goonies acabaron convirtiendo casi en una referencia por defecto. Y eso es lo que tenemos aquí: Un grupo de chavales, uno de ellos más ‘crecidito’ como de otra serie a la que han puesto para que sea el protagonista, un interés romántico -claro-, una villana que parece salida de una telenovela mexicana y muchas pruebas y aventuras que parecen hechas en el trastero de alguien por mucho que se empeñen en decir que nos van a enseñar Nápoles como nunca la vimos antes. Pues bueno, supongo que a la chavalería le valdrá para las vacaciones. Poco más.
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