¡Pilotos Deathmatch!

No es que yo esperara gran cosa de una serie de animación infantil en Netfils pero este Dog Days Out (USA) ha logrado no solo que me parezca una pérdida de tiempo con distintos modelos que parecen más con algún tipo de merchan en mente que con algo que actúe en realidad -partiendo ya de que la premisa ‘cuando no hay humanos por delante las mascotas Y los juguetes pueden vivir aventuras porque en realidad están ‘vivos’ y hablan’ es un ejemplo de reciclaje de cosas populares de la manera más triste posible- pero que la única manera de hacer que funcione sea con escatología barata… Pues no ayuda, la verdad. Pero supongo que el festival de chistes de mocos del primer medio capítulo estaba para algo. Lamentablemente es lo más destacado de una muy poco destacable y sospechosamente genérica serie.

Hacía tiempo que no veía una serie tan mal actuada como Entre paredes (O) (MX), no me extraña que me haya costado tanto encontrar información sobre ella porque vaya tela. He llegado a pensar que en realidad era algún tipo de piloto que no se había estrenado, pero no, es que les debe de dar vergüenza. Y no es para menos. La actriz principal, que es uno de los motores de la serie, tiene pinta de que ha llegado ahí por ser familiar de algún jefazo, porque no existe motivo alguno. Su relación ‘romántica’ con el coprotagonista tiene la misma química que el agua y el aceite y, en general, las poco sensatas decisiones de la trama logran empeorar a ojos vista. Es una lástima porque aunque el punto de partida sea el de una muy obvia trama romántica sin muchos alicientes y con un cierto pestazo a rancio -tanto por lo viejo de las premisas como por el tufo ideológico- creo que se podría haber salvado para que la cosa quedara por lo menos dentro de lo competente. Pero es que no da ni para que se salve como desastre. Es más una función escolar de colegio pijo con más dinero que cabeza en su producción.

Imagino que esta decisión de emitir Funboys (UK) es algún tipo de reparación, porque lo cierto es que tener a un trío de jóvenes en Irlanda del Norte con sus vidas más o menos cotidianas y no muy graciosas tratadas como si fuera algún tipo de poderoso artefacto de humor… Bueno, para todo tiene que haber un hueco. Incluso los señores blancos sin más que aportar que su localización geográfica.

La gracia de Goldie (USA) está en cómo logra ser la misma serie de infantil de siempre, pero sin serlo. Porque Goldie es… una giganta. Una giganta infantil, claro, pero giganta por lo demás. Así que el mensaje de ‘todos somos diferentes y eso es bueno’ que tan claramente centra la historia aquí permite un giro un poco… diferente, claro. Porque los retos de Goldie muchas veces son a cómo no causar daños simplemente existiendo. No sé hasta qué punto es algo meditado o buscado, pero la autoconsciencia de la joven claramente tiene un punto fundamental en la serie. Es una lástima que, sobre todo, se busquen la historias y discusiones habituales, porque sospecho que podían haber ido en otra dirección para explorar otro tipo de historias. Pero no querían, y eso es algo que entiendo que también tenemos que reconocer y aceptar.

¿Recordáis cuando hará una década o así estaban los medios -iba a decir ‘cortesanos’, pero es que tampoco hay muchos más- haciendo unos espantajos telefilmeros sobre la monarquía española? Pues parece que no es la única monarquía que da para espantajos -aunque no sé cómo les estarán viendo que este año se han preparado varias series sobre el tema- porque los noruegos han sacado Harald og Sonja (O) (NO), que es el mismo tipo de telefilme con la misma estructura estúpida y, sinceramente, una capacidad para la vergüenza ajena no tan alejada. En fin, estoy seguro de que tiene que haber un micronicho que disfrute de este espectáculo, pero estoy muy lejos de poder incluirme dentro.

Hay veces que viendo una serie te haces una idea de su procedencia, pasa muchas veces que uno se encuentra ante algo que adapta un webtoon, y pasa también en obras como Invisible Boys (AU) que en cuanto llevas un rato puedes estar seguro de dos cosas: Que es una adaptación de un libro juvenil, y que lo escribió un hombre. La historia de cuatro jóvenes queer en la Australia rural, con el fondo de la consecución del matrimonio igualitario. Que no significa, ni mucho menos, que ahora estén en una mejor posición. Y precisamente eso es lo que tenemos, cuatro vidas distintas, cuatro contextos diferentes y diferentes maneras de enfrentrase y seguir adelante a situaciones melodramáticas porque si no sufren no son queers. La ausencia de representación de todo lo demás que entra en esa palabra paraguas o la sensación de que van a acabar siendo dos parejas -que quizá no sobrevivan a la serie, pero que muy claramente están buscando ir por ahí- voy a asumir que es por esa decisión juvenil de explotación al estilo de un Heartstopper (ofreciendo una fracción de lo que hacía aquella) y muy lejos de éxitos queer australianos como la gran In Our Blood. Que entiendo que está bien que se haga, y que por lo menos el centro no es un personaje hetero que aprende a superar sus prejuicios para ser el mejor aliado posible. Pero que se queda muy coja en muchas cosas. En fin, supongo que estando como estamos por lo menos podemos alegrarnos de que exista.

Poco interesante para mí lo que esta Mellomubi (O)(CS), o 멜로무비 o Melo Movie o Luces, Cámara, ¡Amor! o…, tienen que contar. Porque no deja de ser la historia de siempre de chico conoce a chica pero con un desaprovechadísimo fondo dentro del negocio de las películas. Excesivamente largo y con muy poca gracia, es una lástima que esto sea lo que nos ofrezca la serie.

Algo mejor ofrece Tong Hua Gu Shi Xia Ji (O)(TW), o 童話故事下集 o I Am Married… BUT o Casada, ¿pero a qué precio? o…, que está más cerca de ser un drama con algún toque de comedia que al contrario. Porque esta historia sobre las presiones que sufren las mujeres para llevar una vida dentro de un ideal concreto -casarse, tener hijos, ser una esposa ejemplar- , con una protagonista que intenta sobre llevarlo pero que acaba casándose también y ahora no tiene claro si la situación ha sido una mejora, muestra con suficiente empatía y claridad su situación como para el resultado pueda llegar a hacer gracia. Desde luego no es el amor lo que más importa aquí, ni lo que parece que se vaya a usar como elemento redentor. Y eso sin necesidad de que el marido sea la clásica definición de un mal tipo. Ni mucho menos. De hecho tiene pinta de que van a buscar un final… no sé si ‘feliz’ pero al menos ‘aceptable’. Así que los problemas que tengo con ella van más de lo poco adecuado que soy como público que de la serie en sí. Supongo que si estáis como para este tipo de historias puede ser justo lo que buscáis.

Curiosa esta Yu Jin Zhi Shang (O)(CH), o 余燼之上 o The Embers o Las Brasas o, en la que se reintroduce a un joven en los detectives juveniles (o sabuesos, si hay que hacerle caso) mientras se nos cuenta una historia del pasado y otra del presente. La del pasado tiene pinta de que será el arco argumental de la temporada, mientras que en el presente él y su hermano comienzan enfrentándose a un caso que ya veremos cuántos capítulos les lleva. Eso y, además, ver cómo desarrollan el giro que propone. Así que creo que me veré mínimo un par de capítulos más a ver por dónde tira.

Parece mentira cómo esta Virdee (UK) se empeña tanto en su inicio en mostrarse como una obra de acción que cuando resulta que lo que de verdad le interesa es el conflicto entre el policía poli protagonista y su familia por el rechazo religioso de su padre -sij- a la persona con la que se ha casado -una mujer musulmana- resulta difícil de conciliar ambas ideas, sobre todo porque todo el tiempo que se apartan del caso -la desapariciones de jóvenes del sudeste asiático- parece cada vez más melodramón. No es que la parte de acción sea una gran cosa -tienden a confundir mover la cámara y ofrecer multitud de planos seguidos con ofrecer algo de acción- pero al menos es menos si van a tirar por lo telenovelesco que no sea en las calidades más genéricas de la novela diaria. En fin, que ojalá me hubiera gustado más, sobre todo porque el conflicto religioso del centro podría haber sido algo más interesante en tiempos de Modi si no hubieran decidido dejar a los hindús fuera de la discusión. Porque son precisamente a ellos a los que el actual clima etnonacionalista del gobierno está colocando por encima de ambos grupos y, como se señala en la serie, en contra de los musulmanes que son tratados como ‘el enemigo’. ¿La trama de investigación? Pues ahí está la pobre, sin tener aspecto de que a nadie le haya importado mucho.

 


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