«Historias del Otro Lado» (1991)

La época de Pilar Miró al frente de la Dirección General de RTVE fue cuanto menos convulsa. No es que fuera algo nuevo con ella, con la llegada al poder del gobierno socialista ocupó en 1982 el cargo de Directora General de Cinematografía, en donde estuvo hasta 1985. Sus iniciativas en ambos puestos la convirtieron en un blanco preferente de la prensa de derechas, sobre todo en su etapa en RTVE, de 1986 a 1989. Bien es cierto que sus cambios en la industria cinematográfica en búsqueda de una mayor calidad tuvieron un efecto negativo en la cantidad y que su estancia en Televisión Española incluyó un aluvión de críticas que acabaría causando su salida de la cadena. Como esto es España las críticas vinieron de AP y, sobre todo, el ABC, pero el origen de las mismas eran los movimientos internos dentro del PSOE, con el sector guerrista de su antecesor, Jose María Calviño, como centro de las fricciones. En apariencia su cercanía al sector Felipista y sus modos no fueron perdonados por la otra familia, pero  eso, incluyendo las quejas por que la cantidad de producción propia española había caído muchas veces tenía más que ver con la ruptura anterior y los problemas propios de desarrollo de esta.

De ahí que varios proyectos iniciados en su época acabaron estrenándose en la siguiente. Y con bronca, por supuesto. Por eso algunos proyectos -que veremos las próximas semanas- acabaron emitiéndose de manera irregular, aunque ninguno tanto como este. Uno de los mayores y, desde luego, más caros proyectos de la televisión en España que comenzó en 1987 con el rodaje de Mnemos, una de las historias que tenía que servir como piloto para ver si se encargaba la serie entera, teniendo en cuenta el presupuesto, solo el de ese capítulo se suponía en unos 60 millones de pesetas, cifra más que respetable incluso sin calcular el incremento que 28 años de inflación supondrían. La emisión logró el éxito suficiente en 1988 como para que se garantizara el resto de capítulos, hasta completar las 13 que estaban previstas, comenzando por unos 600 millones en total para los siguiente 7 capítulos sacando unos 80 por episodio. ¿En qué se había gastado Garci este presupuesto, teniendo en cuenta que él era el primero en decir que se trataba de una serie de misterio, rodada sin efectos especiales.

«El concepto del misterio es muy Amplio. Pueden aparecer cadáveres que se mueven por el depósito, pero también se puede profundizar en el misterio de la vida, el más religioso. Hoy día, en un mundo tan codificado como el nuestro, el misterio tiene una gran fascinación y puede llegar a atrapar», reflexiona Garci.El presupuesto de Historias del otro lado II, de 600 millones, es uno de los más elevados de TVE. El director considera razonable esta cantidad: «Reconozco que TVE ha puesto todos los medios económicos a mi alcance, pero algunas de las historias valen más de cien millones. No creo que sea un presupuesto escándaloso si tenemos en cuenta que están rodadas en cine, duran más de una hora y hemos tenido que recurrir a ayudas externas».

Tras múltiples problemas la serie acabó siendo estrenada en 1991. Con el apoyo a los guiones de Horacio Valcárcel y Juan Miguel Lamet, acompañado por su equipo técnico habitual: Manuel Rojas en fotografía, de operador Miguel Navarrete, montando Miguel González Sinde y actores de entre lo mejor de la escena española como Jesús Puente, Concha Cuetos, Manuel Aleixandre, Victoria Vera, Fernando Fernán-Gómez, Maribel Verdú o Josep María Pou entre otros. De ahí que Garci dijera a cada ocasión que había contado con toda la colaboración posible de TVE. Y hubo muchas, era el gran proyecto de la casa y el director fue dando entrevistas. En una extensa para el Blanco y Negro del ABC hablaba lo mismo del extraño olvido que la crítica dedicaba a los guionistas -algo que se ponía en demostración cuando se titulaba que era «su primer paso fantástico en TVE» obviando que en el mismo texto se hablaba de sus guiones para La cabina o La Gioconda está triste-, alababa la utilidad de la televisión para el espectador e incluso del vídeo, o las bondades de los decorados que tanto apreciaba poder utilizar. O explicando que buscaba algo ajeno al ordenador y comparar este proyecto con la Copa de Europa y el Scalextric. Su concepción y variedad de propuestas trataban de cubrir distintos estilos de lo que él definía como misterio. Por supuesto, dentro de los gustos y conocimientos propios. 

«Se trata de seis películas independientes unidas por la temática del misterio. He tratado de investigar en ellas el misterio de la muerte, el del más allá o el de las relaciones personales a través de la religión o del amor. No son historias de las llamadas del género de terror. Son más bien historias fantásticas, que se salen de los límites de la realidad, pero que probablemente podrían suceder», dice Garci. «Algunas de estas películas las he rodado en tres semanas e incluso en 11 días. Y no ha sido por exigencias de producción, sino simplemente porque me apetecía indagar en este modo. de rodar ultrarrápido, propio de las viejas series B de Hollywood» añade el director. «Para mí», prosigue Garci, «hacer esta serie para televisión ha sido como si me concedieran una beca. Me ha dado la oportunidad de aprender mucho.

La primera parte de la serie incluía episodios como la faustiana El que decide, la mezcla de tiempo y espacio de Delirium, el onírico homenaje a la Dimensión Desconocida de El Sueño, la antes citada Mnemos que prozundizaba en la posibilidad de las dimensiones alternativas, la cercanía con el cine negro estadounidense de El hombre medicina,  la aproximación romántica de El Gran Truco y, por último, el futurismo distópico de lo que Garci llamaba horror tecnológico en Semiosis.

El resultado tuvo buenas críticas aunque ningún premio, de inmediato se puso el director a rodar los últimos seis capítulos, una vez más intentado que estuvieran bien diferenciados hasta parecer de distintos directores,  solo que esta vez los episodios grabados se quedaron en un rincón a la espera de una oportuindad. Es difícil saber qué lo motivó, quizá la falta de un comprador exterior pese a la clara intención de venderla fuera -como el propio Garci reconocía tanto por el número de entregas como al doblar al inglés los títulos- o el coste que suponía más las diversas broncas de la oposición por los gastos de TVE, unidos a la crisis general pasado 1992 y el periodo de inestabilidad política, lo único claro es que los siguientes seis episodios se fueron retrasando. Él los fue moviendo, y llegó incluso a presentarlos en 1994 a la Seminci de Valladolid en donde se emitiría bajo el título de La serie del año, pero seguíamos sin noticias de ellos. En febrero de 1995, aún con gobierno socialista, comenzaba en La 2 la emisión de su programa de cine y debate ¡Qué grande es el cine!, y aún faltaría un año para que, también en La 2 y con mucho menos bombo, se acabara estrenando la segunda parte de la serie.

Sería en enero de 1996, en un ambiente complicado pero que no impidió que el director continuara con sus declaraciones agradeciendo a TVE y comparando medios.

«Para mí ha sido como tener una beca de Harvard, porque TVE me ha permitido experimentar dentro de mi oficio. Además, un trabajo en te levisión llega a más gente que en el cine»

De los seis episodios restantes cinco se emitirían a razón de uno por semana. Luciérnagas sería una nueva incursión en la serie negra, esta vez con ribetes de pulp; Eternamente mezclaría las películas de asesinatos -aunque es muy difícil que nadie llegara a calificarlo como slasher– con un cierto aire europeo de imposible ruptura; Regalo de Navidad que es la más espiritual de sus historias, con dos hermanos, uno cura y otro científico, que parecen intercambiar creencias; Mujer con violetas es no solo la historia de un cuadro maldito que podría remitir a Fritz Lang, también y sobre todo una obra de amor a Ray Bradbury y sus obras de fantástico melancólico; Dual sería una incursión en el suspense psicológico con una persona que no puede fiarse de sus recuerdos. Tras la emisión de esta pasarían un par de meses antes de la emisión del último, en abril ya, con El gabinete del Doctor Armengot, en el que además de su título de resonancias expresionistas está la historia de una persona que escucha una voz anunciando su muerte.

Tras esto, silencio. Quizá por tratarse como sus títulos decían de Una producción de Nickel Odeon para TVE, no se encuentra dentro de las que pueden verse en A la carta. Tampoco ha corrido la suerte de otras producciones de la época de ser editada en DVD, aunque lo que no parece es que esté desaparecida del todo. Diversos canales -sobre todo locales o regionales no oficiales- la emitieron a principios de los dos mil. Le queda a uno la esperanza de que sea parte del amplísimo fondo de catálogo de Enrique Cerezo y algún día alguien la encuentre y decida darle una nueva oportunidad, ponerla de nuevo a disposición del público para comprobar cómo esa producción de Garci intentaba ofrecer distintas propuestas en cada ocasión. Y cómo había sabido aprovechar esa gran oportunidad para el género que acabó convertida en problemas de diversos tipos como los de sus compañeras de las que hablaremos en breve.