Es curioso como Another period (USA) se entiende solo dentro del contexto actual. La parodia de los realities se está convirtiendo en un género en si mismo con el paso del falso documental a algo más claro como en The Hotwives of Orlando. En esta ocasión la idea parece más propia de un sketch que ha acabado consiguiendo su propia serie aunque resulte dudoso que pueda estirarse tanto, la idea de lo que hubiera sido un programa de jóvenes ricas y tarambanas pero a inicios del S XX. Probablemente porque no han parado a pensar que en lugar de realities esas historias se contaban entonces en periódicos, libros y revistas. -Musicales o no-

Es difícil saber de dónde salen series como Clipped (USA), ¿tienen algún tipo de escenario rotatorio la TBS para ir dando vueltas a sus series con guiones de hace treinta años? Ahora un bar, luego una oficina y por fin ha llegado el turno de la barbería/ peluquería. Con éxito similar, claro.

Te venden Dark Matter (USA) como la nueva producción de los creadores de Stargate, lo podrían hacer también como una aproximación a las space operas de acción como Fyrefly, salvo que le añaden un componente de misterio porque parece que sin ese punto de partida a nadie le interesaría la vida de un grupo de gente en una nave espacial. La parte buena de todo esto no es tanto que parezca buscar al público de tumblr como que se hayan animado a seguir por los derroteros de una ciencia ficción espacial, algo más que una adaptación del cómic de Dark 59Horse -por lo visto el cómic era su idea de hacer el pitch-  aunque se le supone un grupo ingobernable y al borde de la ley porque ellos lo dicen. La verdad es que es otro de esos ejemplos del SyFy intentándolo duro para que al final el resultado sea lamentablemente menos Blake’s 7 y más Scavengers.

La televisión británica sigue buscando una serie de espías que llene el hueco de las que se han ido, de los éxitos críticos de The Hour o de audiencia de Spooks, de momento con The Interceptor (UK) tiran hacia el último modelo, aunque sea con un éxito moderado.

Cuando Bravo se pone a hacer series sabes que ya está en ello casi todo el mundo, mientras los del The Weather Channel se ponen a ello tenemos Odd Mom Out (USA), una serie basada en hechos biográficos sobre madres ricas y sus entretenimientos. Lo que tiene de cierto y el intento de reunir buenos actores no logran maquillar en exceso el proyecto de vanidad del que se trata.

Esta debía ser la semana de las premisas estúpidas y aún así Proof (USA) se las arregla para ofrecer la que probablemente sea la más estúpida de todas: Una brillante doctora cuya vida se fue al garete tras la muerte de su hijo -incluyendo divorcio y pelea con su hija- es ‘contratada’ por un billonario inventor tecnológico moribundo para que investigue casos con un componente sobrenatural de experiencias cercanas a la muerte, reencarnaciones y fantasmas para que demuestre que La muerte no es el final. El problema es que el resultado es algo así como hacer un Expediente X sobre si las piedras curan, el desarrollo es limitado y los puntos de partida y llegada poco van a ofrecer.

Por lo menos hemos tenido Stonemouth (UK), adaptación de uno de los libros no-fantásticos de Iain Banks, una historia de trasfondo negro con componentes románticos presentada aquí en una mini de dos capítulos. La estructura clásica de un hombre regresando a sus raíces de las que tuvo que huir por un lío de faldas en un pueblo controlado por dos bandas de gangsters rivales no logra capturar la escritura de Banks -por mucho que tire de voz en off– pero hace al menos un esfuerzo por ofrecer de manera simple y resuelta una narración completa. No es lo más brillante del año pero no tiene muchos problemas para serlo de la semana.