Yo estaba esperando la tercera temporada pero me he encontrado con un Vimeo Original. Perdón, no he empezado por donde debería… The Midnight Beast ha sacado un piloto: All killer (UK). Aquí iría esa primera frase mía, y ahora sigo: Es una ficción que reúne a un grupo de estudiantes, un club de canto y una muerte más que sospechosa. Teniendo en cuenta que, en teoría, estaban preparando esa tercera temporada y que esto de aquí no parece tener más continuación que comprobar cuanta gente estaría dispuesta a pagar por verles no tengo muy claro lo que nos están proponiendo. Pero mira, a mí tampoco me desagrada. Cierto es que alguna de las nuevas canciones parecen compartir estilo con alguna de las antiguas -es decir, Spotlight es básicamente Life is a musical con nuevas letras- y que esto de comenzar un misterio a ver si lo explican o qué es una cosa muy de… bueno… de la televisión de toda la vida, la verdad. Así que echadle un ojo por lo menos al trailer y si os gustó su serie lo mismo poner 3€ no es tan descabellado. Luego ya veremos. Pero con el año de asesinatos que llevamos casi mejor esto.
All Killer from
The Midnight Beast on
Vimeo.
Dentro de las cosas que uno nunca puede estar seguro de cuándo se estrenan están muchas series de animación que parecen no importar lo suficiente a las cadenas como para darle una parte de su espacio. Como ha pasado con Atomic Puppet (USA), que se supone que se estrenó en julio pero que yo no he encontrado hasta hoy, y casi de cualquier manera. Parece que esta producción externa a Disney hubiera sido contratada más por rellenar que por auténtico interés. Y la verdad, el nivel medio de la producción no es gran cosa -probablemente porque la misma premisa tiene las patas cortas tanto en sus posibilidades como en su originalidad- pero tampoco acabo de entender yo estos ninguneos. Por hablar un poco de la serie en sí: Un superhéroe acaba reducido a muñeco-calcetín que solo recupera sus superpoderes -compartidos- cuando se lo pone su más mejor fan. Luego ya enemigos del antiguo superhéroe y un antiguo sidekick que parece estar siempre ahí para molestar.
Para mi sorpresa
The Collection (UK) ha aparecido como de ningún lado y me ha llamado la atención. Veamos… Se trata de una coproducción de la
BBC y la
France Télévisions que ha acabado en
Amazon Prime aún no tengo muy claro cómo. Producida por ambas -la
BBC en su versión
BBC WorldWide– junto con
Amazon Studios además de
Federation Entertainment y
Lookout Point (los de su
Guerra y Paz). El resultado de toda esta locura es, para mi sorpresa, más bien positivo. Estamos ante un culebrón de época en el mundo de la alta costura -y aquí se nota que uno de los
showrunners es
Oliver Goldstick, uno de los responsables de
Ugly Betty,
Lipstick Jungle o
Pretty Little Liars– en el París de postguerra. Siendo la guerra la Segunda Guerra Mundial, claro. Solo que la serie no empieza con modelos y pruebas o grandes desfiles sino con un cadáver. El
showrunner, como decía. De modo que mezclando cosas de unos y otros saca a dos hermanos con su empresa y sus problemas, uno artístico y el otro empresarial, monta muchos líos que eso siempre está bien, saca a un par de actores que ponen empeño – especialmente
Mamie Gummer, aunque el que esté
Michelle Gomez por ahí seguro que tampoco sobra- todo ello mientras contrapone la época gris con las intenciones estilísticas del mundo de la moda ,y al final acaba siendo un poco como aquello a lo que parece tantas veces que aspiran las series nacionales. Queda por ver por dónde tirará, pero al menos deja con ganas de más.
La
BBC está en medio de un caos propio. La lucha con/tra los
tories por el control o destrucción de las televisiones está en unos niveles que desde
Margaret Thatcher no se veían. Y mientras en la cadena intenta recuperar el prestigio tocando el arpa o, en este caso, reclamar su posición en las telecomedias. El plan, que ya iré explicando en los varios pilotos suyos de esta semana, incluye la presentación de nuevas comedias. De momento llega la primera
The Coopers vs the Rest (UK),
sitcom familiar de adopciones y diversidad que es agradable y no mucho más pero que al menos cumple con la parte de la diversidad casi tanto como con lo agradable de lo mismo, lo que no sé es si intentan batir un récord en dejar claro que los niños son adoptados. Pero al menos permite lucirse a
Erin Kellyman, una de esas actrices juveniles que solo saben criar en UK.
Cómo estaremos que hasta los canadienses sacan
sitcom. Bueno,
sitcom o algo, la verdad es que me he visto un par de veces el piloto de
Four in the Morning (CA) y presupongo que es una comedia porque se supone. Hay algunos momentos visualmente bonitos -sí, así de triste es la mejor clasificación posible que se me ocurre- y creo que intentan que parezca que tiene un toque de magia. No magia en plan
fantástico, claro, sino en plan
realismo mágico. Yo qué sé, imagino que para alguien será una serie de culto pero yo no le he visto la gracia.
Y hablando de cosas sin gracia, la nueva serie de animación de
Comedy Central,
Legends of Chamberlain Heights (USA), es de lo más lamentable que me he encontrado últimamente. No sé por qué se supone que este grupo de perdedores deberían hacerme empatizar con ellos en una obra con una animación lamentable y unos guiones extraordinariamente flojos incluso para el estándar de la
bro-comedy. Ahora, si os hacen gracia enormes cantidades de clichés manidos enterrados en sexismo, racismo y otras perlas… yo que sé, lo mismo que salga baloncesto os hace gracia.
Siguiente apartado de la locura de la
BBC y las
sitcoms. Con la excusa de que
Hancock’s Half Hour pasó de la radio a la TV en 1956 y que fue el primer gran éxito de la
sitcom británica han decidido que van a celebrar este año los sesenta con varios fastos. El ya ciutado de estrenar series nuevas, que ya ves tú, la aparición de documentales y programas especiales que aquí los estamos esperando, y dos iniciativas más. La primera es
Lost sitcoms (UK), que pretende recuperar capítulos nunca antes emitidos -unos por haberse perdido, otros por decisiones ejecutivas- de algunas de las series más representativas de la casa. A saber, el propio
Hancock,
Till Death Us Do Part -que es por la que han empezado- y
Steptoe and Son. Al menos de momento. De esta manera nos recuerdan su magnífico pasado con influencia por terceros -al fin y al cabo las dos últimas darían lugar a los éxitos estadounidenses
All in the Family y
Sanford and Son– y, de paso, se permite el juego de colocar a actores actuales en las partes del pasado. El resultado es… bueno… como una obrita de teatro en agradecimiento de alguien. Tiene su encanto pero no llega ni a demostrar la importancia de la misma. En fin, al menos es un intento de algo diferente…
…porque el otro método que les quedaba es mucho más suyo de ellos pero no sé yo si mucho mejor. ¡Hacer una continuación! Así que un puñado de series de éxito de toda la vida en lugar de ver repetido un capítulo han visto cómo encargaban un piloto en forma de continuación, me malicio que por aquello de que si les funciona seguirán. Entre los elegidos está
Porridge (UK), que lo hace pasando el relevo a un sobrino de
Fletcher encerrado ahora por delitos informáticos y… bueno… no mucho más. Cuanto menos se compare con la original mejor, sobre todo porque por un lado habría que contextualizarla y por el otro es difícil de superar. Pero, en fin, las ideas de la
BBC.
Mientras tanto en Irlanda han estrenado
Smalltown (O) (IR), que es el drama humano-familiar de pueblecito pequeñito del que un par de chavales marcharon cuando tuvieron oportunidad pero ahora han vuelto y uy, los que se quedaron y uy, los que se fueron y muchos sentimientos a flor de piel y mucho dramón. Supongo que a su público le gustará.
En la
ITV han decidido ponerse que mientras la
BBC está con la comedia ellos se pueden poner con la cosa histórico-biográfica y se han sacado de la manga
Victoria (UK), obra a mayor gloria de
Jenna Coleman que de momento se supone se quedará en sus primeros años, ascensión al trono y boda con el
Príncipe Alberto. Luego ya veremos. En cuanto a mi opinión sobre la misma: Es sorprendente lo que pueden parecerse y diferenciarse a la vez en estas cosas las televisiones de allá y de acá.
Terminamos con otro de esos extraños
spin-off de la
BBC, Young Hyacinth (UK), precuela de la tan inglesa como mordaz
Keeping Up Appearances que intenta explicarnos de donde saldría
Hyacinth, sus ideas y manierismos y su manía de aparentar. Bueno… supongo que como serie podría ser peor, pero se queda lejos de la mala baba original. Y estamos hablando de una serie con tanto tiempo que aquí sí que podrían haber tirado por la actualidad e intentar ofrecernos de nuevo una comedia sobre las apariencias antes que intentar recuperar esa idea de un personaje más grande que la vida, sobre todo si lo vas a mostrar en formación aún. Como si
Patricia Routledge fuera replicable.
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