Entiendo -bueno, miento, ‘creo que entiendo- lo que se quiere hacer aquí con los Masters of the Universe: Revelation (USA), buscar un giro diferente, sacar a un buen montón de personajes que tradicionalmente fueron secundarios y darle una pátina si no de respetabilidad al menos de esto es más avanzado que la serie original que todos recordáis. Que tampoco era tan difícil. Aunque al menos He-Man ya no tiene las cejas negras. A su favor diré que al menos no se han ido por lo fácil de estas neuras y metiendo sexo y violencia como si eso fuera lo único que justificara una calificación adulta, en contra -y sospecho que esto será menos compartido- que lo que han hecho tampoco me dice gran cosa. Quizá porque no soy el público que se vaya a extasiar ante un ejercicio de nostalgia de juguetitos, o porque esta nueva manera de crear a base de echarle huevos (de pascua) a las cosas me aburrió ya cuando Ready Player One y me aburre incluso aquí que lo hacen con algo más de discreción (figuritas y vehículos salen en escenas o luchas, a veces diciéndose nombre, a veces no, pero en casi ningún caso parando la acción para ilustrar lo que estamos viendo) y es que parte de las cosas me recuerdan precisamente a las mil historias y travesías que las diferentes versiones en cómic de esta franquicia han tenido. Y ese empezar la historia cambiando el statu quo para que avance, en lugar de buscar la manera de darle una vuelta al clásico esquema, es algo que hemos visto ya antes también en este universo audiovisual, tanto en la serie de She-Ra, con la que casi prefiero no hacer comparaciones, pero también cuando tuvieron que hacer la película de acción real -por llamarla de algún modo-. Mal no está, tampoco bien y, desde luego, no debo de ser yo el público de esto porque me suena a muy visto y sobado.
Cuando una serie dura varias temporadas y le hacen un par de
spin-offs sabes que algo habrán hecho bien con su audiencia. Cuando nadie parece interesado en hablar de ella sabes que esa audiencia es racializada. Tal y como se demuestra una vez más con
Power Book III: Raising Kanan (USA) que esta vez va por el lado de la precuela y que, sin estar mal, demuestra que el éxito de la serie hace que intenten tirar de donde sea posible. Por supuesto hay nombres notables de la cosa audiovisual afroamericana por aquí, pero tanto
spin-off y tanta cosa da más una sensación de… aburrimiento incluso. De estar haciendo la serie porque hay que hacerla más que porque se quiere hacer. Quizá sea solo el tener que establecer de nuevo a los personajes de la historia. A saber. Pero bueno, al menos está claro que esta cabecera de
Power sigue funcionando.
No es mucho lo que puedo decir, no digamos ya lo que tengo ganas, de
Marvel’s Spidey and His Amazing Friends (USA), una serie preescolar con un diseño psé que cumple todos los clásicos de los tropos como el 2/3 (ya sabéis, siempre habrá más abundancia de ‘lo normativo’ que de ‘la minoría’) y que el ‘jefe’ sea el más
normativo de todos. Tampoco parece muy pensado más que para ofrecer apariciones de héroes y villanos sin mucho argumento. He tenido que ir a mirar que fuera realmente una serie nueva porque si me hubieran dicho que era un episodio especial hecho con desgana de
The Super Hero Squad Show me lo hubiera creído. Aunque supongo que ahora podemos esperar que el robot/araña adorable se convierta en el nuevo
H.E.R.B.I.E. Televisión de relleno a partir de personajes conocidos realizada por comité. Una especialidad
Disney.
Es posible que si pienso suficiente tiempo encuentre algo bueno que decir de
Turner & Hooch (USA), posiblemente que sale un perro o algo. El problema es que llevamos ni sé los años con variaciones sobre
Rex, hemos tenido
Tequila y Bonetti en versión USA y en versión italiana, e incluso creo que
In the dark no es algo que me inventara yo -aunque ahí los perros eran más secundarios-, así que a estas alturas si quieres hacer un policíaco con perro es casi mejor no fingir que desde la película de 1989 no ha pasado nada y, por supuesto, no intentar replicar escenas como si esto fuera
Beethoven PI. Ya sabemos que la fórmula puede funcionar, así que más nos vale a todos ponernos a que funcione en lugar de lo que sea que sea este piloto aburrido y estirado con un actor principal que dan ganas de darle con un periódico en los morros a ver si espabila. Y no me refiero al perro.
Reconozco que esperaba que
Ultra City Smiths (USA) me gustara porque la premisa me parecía atractiva. De entrada, no es un derivado de algo existente como el resto de novedades de esta semana. Que vaya semana. Cuando vi que todo era estreno USA debí temerme algo por el estilo. Pero, lamentablemente, las ganas de hacer algo original van juntas con hacerlo original de muchas maneras distintas, buscando darle mucho espacio a la vez a muchos personajes antes que a encontrarle una manera de conectarlo, de forma que está más cerca de ser un programa de
sketches en el que no hay
sketches. Supongo que mi absoluta desconexión con lo que entiendo que es el humor que ofrecen -oh, uno de los protagonistas es un prostituto masculino de baja estofa, qué gracioso- hace que me resulte más tediosa que interesante. Y que se pasen más tiempo estableciendo que algo es misterioso que dándonos muestras del misterio o de la tensión… pues bueno. Nota por el esfuerzo de hacer algo original y poco más que se me ocurra decir a su favor. Una lástima, tiene un buen reparto de dobladores, tiene detrás a la gente de
Robot Chicken en la animación y, sinceramente, estaba convencido de que una comedia negra policíaca podría haber sido una buena idea. Obviamente me equivocaba.
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