¿Cuántas veces puede el actor que interpretó a Punisher protagonizar una serie en la que interpreta a un acompañante masculino? Pues por lo visto dos, que no es mucho pero no deja de ser curioso que haya sucedido dos veces. Claro que siendo la segunda American Gigolo (USA) uno casi añora el desastre que era Hung. Casi. Porque aquí alguien ha decidido hacer una mezcolanza con la peli y con lo que entiendo que es un intento de continuarla -pero no como The Walker, claro- en una cosa aburridísima en la que ni las pelucas que le van poniendo a Jon Bernthal -porque espero que sean pelucas- consiguen darle algo de interés a lo que parece un Murder Mystery en el que en realidad a nadie le apetece hacer nada. Como si les hubiera venido mal el asesinato pero, puf, qué pereza moverse con lo bien que se está aquí. En fin, un espanto.
Pues este
The Braves Ones (O) (SA) parecía que iba a ir por un lado superheróico, y quizá lo haga a partir del capítulo 2, pero ya os digo que ni lo voy a ver ni me interesa, porque todo el primer capítulo depende de ‘personas con muchos sentimientos hablando’ y si bien un rato puede ser razonable para ponernos en situación, cuando toda su solución a todos los asuntos es la misma… paso. Especialmente porque ni la situación, ni los problemas, ni -desde luego- los sentimientos son tan complejos. No sé si es que pretendían que fuera más ‘social y elevada’ o si es que querían aprovechar que
Netflix pagaba y distribuía -menos darle publicidad lo que sea- para hablar de toda una serie de problemas (que en ocasiones hace parecer esto como una película juvenil de los setenta en la que solo la graciosa mascotas del grupo de niños que va a evitar que cierren el centro social). En cualquier caso, me he aburrido enormememten en lo que parecían los primeros 10 minutos de una serie de la
CW que se iban estirando, estirando, estirando…
Pues bueno, pues vale, pues
Cyberpunk: Edgerunners (O) (JP) ya te anuncia desde el nombre su intención de ser
edgy, al menos no engaña. Aunque lo cierto es que dentro de esta tendencia de
Netflix de reciclar momentos temporales parece que esta vez le toca al
cyberpunk de mediados de los noventa, lo que para mí es una alegría porque otra serie más con las pintas de
Animatrix no sé si lo hubiera soportado. En lugar de eso toma ideas de obras más conocidas como
Ghost in the Shell o
Alita con aspectos de obras incluso algo anteriores como
Armitage y
Cyber City para montarse un anime que es relleno básico pero que, a estas alturas, por lo menos no resulta el clásico asco de
Netflix y sus decisiones. Más bien parece algo que se ha recuperado desde el pasado, con unas ideas y una forma de hacer las cosas con la solidez de entonces. No creo que la vaya a recomendar, pero al menos no me dará vergüenza ajena si veo que alguien lo hace.
Hay momentos en este
El Rey, Vicente Fernández (O) (MX) en los que he ido a ver cuándo se había preparado, producido y realizado la serie, porque si me dicen que la han hecho a cuenta de lo de
Elvis me lo hubiera creído. Y, sin embargo, es una muy lógica, tradicional y por momentos hasta clásica versión del biopic musical. Sin
luhrmannismos ni nada similar. Bien hecho pero también un poco Grandes Vidas. Así que al final es lo que uno podría encuadar como ‘para los fans’ tanto del personaje como del formato. Lo que supongo es bueno porque AL MENOS no es para los ultra-fans.
Tenía cierta curiosidad por
Heartbreak High (AU), porque la original estaba muy claramente influido por la canadiense
Degrassi. Vale, antes había habido una película y antes de eso una obra de teatro… ¡pero todas eran posteriores al estreno de
Degrassi! De hecho, la creación de
Degrassi High a principio de los noventa, continuando líneas de la previa
Degrassi Junior High pero acentuando las partes más ‘adultas’ era claramente el referente. Si aquella era más clásica esta tiraba hacia delante de los personajes juveniles, intentando darles nuevas perspectivas en un mundo que tampoco era estable para los adultos. Digamos que un poco más sucia y también más adelantada que
Degrassi, hasta llegar a caere en el telenovelismo más desbordado cuando les parecía. Por supuesto el éxito rotundo y continuado de la canadiense era difícil de repetir -solo faltaba- así que antes de llegar al 2000 desapareció. Mi curiosidad era saber si el referente seguiría siendo ese
Degrassi, pasaría a sus sucesores espirituales como la más reciente
skam o intentarían algo nuevo… Y la respuesta es que ninguna de las anteriores. Es otro éxito, también en
Netflix y, de nuevo, no estadounidense. La británica
Sex Education es el fantasma que flota por encima de la serie. Que tampoco es como para quejarse demasiado pero veremos si logra encontrar su propio pie, porque todo en sus dos primeros episodios dice
Genérico de serie juvenil. Que cuando partes de algo con la entidad -para bien y para mal- de la serie original quizá no es lo que quieras oír.
Si me dicen que
Haus of Vicious (USA) es un
directo a vídeo noventero me lo creo, sobre todo porque en gran parte del piloto tienen todo el aspecto -y en ocasiones del talento interpretativo- de una porno. No por el sexo, claro, sino por la sensación de haberse hecho por dos duros y que el guión importaba solo un poco. De los actores ni hablo, me limito a agradecer que logren no mirar a la cámara a la vez que dicen sus líneas. En fin, un pequeño desastre que no tengo claro para qué se ha puesto en marcha. Es decir,
BET tiene muchísimas series mucho mejor hechas, y una cosa es montar una telenovela y otra hacerlo con las vueltas del pan. En fin.
¿Es
Monarch (USA) el resultado de una apuesta? Porque yo podría creer que algo que parece pensado para mezclar lo peor de
Empire con lo peor de
Nashville hasta extremos en los que parte del reparto tienen más cara de estar esperando a que alguien les acompañe fuera de plató que intentando actuar, o disimular que actúan, de verdad que hay momentos en los que uno considera la posibilidad de avisar a la policía de que alguien ha capturado a
Susan Sarandon y la mantiene retenida contra su voluntad mientras esta ofrece la peor de sus interpretaciones hasta la fecha. Sí, peor que
A Bad Moms Christimas o
Ace the Case, en ese plano nos estamos moviendo.
Estos
Sago Mini Friends (USA) son exactamente lo que parecen. Dibujos animados de animalitos para el público preescolar. Aventuras con amigos, problemas razonables, personalidades un poco definidas pero tampoco complicadas y dibujos encantadores. El centro de la serie es que hay que ser amable, decir gracias y todas esas cosas. De verdad que cada semana me da más la sensación de que los de
Apple son los únicos con un plan para su sección infantil.
Reconozco que el intento de
The Serpent Queen (USA) de tapar con el diseño de producción la espantosa falta de rigor histórico puede funcionar medianamente. Es imposible olvidar todas las licencias que se van tomando, que hacen que
The Great pueda perder el título de un-historial del que hacen gala por puro ejercicio comparativo, pero es bonita de mirar cuando no andan con truquitos de escatología y sexualidad para ver si les haces caso. A veces parece que uno en lugar de ver series está cuidando de menores. En fin, que si quieres olvidar todo lo que sabes de
Catalina de Médici ya sabes por dónde empezar.
El número de personas a las que nos cayó en gracia la película de
Vampire Academy (USA) es corto pero sentido, los libros originales son un producto de su época y para quien esto escribe no tienen muchas más vueltas, así que tener a Peacock gastándose la pasta en esto me hacía pensar en qué estarían buscando. Y tiene pienta de que buscan un producto del estilo de los de CW pero en más serio y con ganas de que pensemos que es más adulto. No es una mala serie ni mucho menos pero lo cierto es que casi todo lo que está aquí ya lo hemos visto antes (sobre todo porque ese era ya parte del problema de los libros) y tampoco parecen muy ocupados en intentar darles algún tipo de giro que haga más atractivo el asunto. No sé cuántas ganas hablar de una serie en la que todo está ya visto, pero supongo que la mezcla de moda y las localizaciones (muchas de ellas españolas, por cierto) tendrán que servir para ver si con el traqueteo se realizan reajustes. Y si se sueltan el pelo, que falta les hace.
Pues estaba yo viendo una serie y diciendo
«Lo que me suena esto» pensando que, bueno, últimamente estamos con mucho genérico -que también algo de eso hay- hasta que he visto que
Y Golau (O) (GA) era la primera y galesa versión de
The Light in the Hall. Y en su momento no lo había comentado, así que toca ahora. Por lo demás, lo dicho, buenas interpretaciones del trío principal, especialmente de
Joanna Scanlan -que se reune de nuevo con
Alexandra Roach– y de
Iwan Rheon que agradecerían sin duda una historia algo mejor desarrollada. Pero bueno, el género criminal inglés es lo que tiene. Muchas tablas de cierta tendencia a cortarlas todas en los mismos listones.
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