Primero las amigas
Una mezcla de tecnología y entorno ‘medieval’ causan que esta novela fantástica, en la que la magia y la tecnología vienen a ser lo mismo, muestre como un follón informático puede acabar convertido en una aventura, entre muertes más o menos misteriosas e intrigas palaciegas. El problema es… ¿por qué tiene que pasar siempre cuando está de guardia la nueva del equipo de IT (Incantation Tecnologies)? ¿Es que no tiene suficiente ya la pobre Baddo? Pues no, parece que no.
¡Que entre la pila!
– Río a contracorriente de H. M. Zubieta, ed. Nube de Tinta
Jóvenes formando un grupo, una familia elegida, que se encuentran con un peligro para ello: Una construcción industrial en proyecto. A partir de ahí le protagonista nos narra no solo este reto, también la dificultar de librarse de los patrones tóxicos tras salir de una relación dañina y la búsqueda de esa comunidad de personas con la que hacer frente a los problemas tanto ecológicos como relacionales.
– Los Malos de Melissa Albert, ed. Umbriel
Conocemos bien a Melissa Albert, desde la trilogía La puerta del bosque al más reciente Corazones retorcidos, así que ahora que nos llega esta historia de una joven desaparecida, su amiga que la busca, los enigmas que envuelven la desaparición, pero también las pistas que le ha dejado, con una antigua tonadilla infantil como centro, una antigua leyenda local y la promesa de una mezcla de misterio, fantástico y quizá hasta terror.
– Futuros distópicos de VV.AA. en edición a cargo de Lisa Yaszek, ed. Almadia
Pues ya está aquí el tercer tomo de relatos de la colección ¡El futuro es mujer! tras Mundos alternos y Retro futurismos. Como de costumbre, una selección a cargo de Liza Yaszek en la que nos encontramos relatos de Kit Reed, Kathe Wilhelm, Clare Winger Harris, Alice Glaser, James Tiptree Jr., John Jay Wells, Alice Eleanor Jones y Ursula K. Le Guin -además de alguna que no sé a quién le pareció buena idea meter- en una versión que, por supuesto, va de esos malos futuros.
– Estación Damasco de David McCloskey, ed. Salamandra
Por algún motivo la gente que ha estado trabajando en la CIA, aunque sea haciendo fotocopias, acaba escribiendo libros sobre espionaje. Podría ser peor. Podrían guionizar tebeos. En cualquier caso lo que toca aquí es una historia sobre una relación prohibida, un follón sirio y la desaparición de un espía americano. A partir de ahí la parte de ‘thriller’ con secretos, asesinatos, lealtad, traición y romance.
– Cuando la tormenta pase de Manel Loureiro, ed. Planeta
Parece que Loureiro ha decidido que en el ‘thriller‘ es donde está el dinero, o en los premios porque esta se ha llevado el Fernando Lara. Sea como sea, tenemos una pequeña isla gallega, una tormenta que corta las comunicaciones con el exterior, un fardo que soltará todas las cuentas pendientes y, además, una ofrenda sangrienta. Lo suficiente como para que las tormentas interiores rivalicen con el interior y no sepamos qué encontraremos cuando escampe.
– Ophelia pese a todo de Racquel Marie, ed. Kakao Books
Una agradable comedia juvenil sobre los cambios de la juventud, con una joven descubriendo su parte ‘queer‘, encontrándose con el final del instituto, navegando los dramas entre amigas… y siendo una romántica de corazón. Porque cuando todo parece estar cambiando demasiado rápido, y la imagen perfecta de lo que una vez fue se interpone toca decidir si tratar de ser esa versión imaginaria o dejar salir a quien realmente se es.
Nos leemos.