Los protagonistas según se organizan

Lo más difícil de escribir sobre tropos es decidir por dónde va a comenzar el despiece. Lo lógico sería hacerlo por el principio pero, ¿a qué podemos considerar el principio en una obra?

Pensemos en todos los diferentes tropos que vamos a poder encontrarnos a distintos niveles. Obviamente están los de dentro de una obra que pueden centrarse en la caracterización de personajes y también en su desarrollo.  De igual manera los habrá para la trama, tanto en su puesta en marcha como en su final y, sin duda, en su transcurrir.

Demos ahora un paso atrás. Consideremos que la obra en sí puede separarse además en otros niveles. De entrada tenemos algo tan inevitable como el punto de vista. Incluso teniendo en cuenta que la televisión no precisa de un narrador de manera tan inevitable como la literatura eso no significa que no existan, bien de manera separada, bien mediante el personaje sobre el que recae la acción principal . Pero, por encima aún de eso, están las consideraciones propias por el género en que se van a encuadrar -y si son varios géneros tampoco se van a quedar fuera- para llegar finalmente a lo relacionado por fuera como el efecto sobre los actores, el público o, incluso, los fanfics.

Pero hablar de los fanfics aquí será lo último que haga. Así que vamos a lo primero. Y entre tanta posibilidad de elección posiblemente lo más útil sea comenzar por los protagonistas como personajes, también para narradores y PdV habrá que esperar un poco.

Comencemos con El Protagonismo. Lo ideal sería tratarlo así, pero vamos a separar un poco más para hacerlo más sencillo. Porque en teoría el protagonista puede ser cualquiera, Y aquí vamos a establecer de entrada lo que puede ser alguien en una narración. Lo más sencillo es decir que Protagonista, Antagonista, Aliados, Observadores. Si alguien echa en falta, digamos, Interés romántico me permito hacerle notar que debería estar dentro de una de las otras cuatro categorías. Del mismo modo intentar llamar Héroe al Protagonista limitaría con mucho el número de Protagonistas y, peor aún, podría llevar a hablar de los Antihéroes y su importancia en el medio, como suele pasarle a esos pobres escritores que han decidido no hacer los deberes  y fijarse en los Angry White Men de siempre, como si en 1971 la serie más vista no la hubiera protagonizado Archie Bunker. Y hablar de Protagonista en singular tampoco hace mucho bien a nadie, sobre todo teniendo en cuenta que lo que vamos a ver hoy es el famoso efecto Uno, Dos, Tres, Muchos. 

Un único protagonista. Puede que porque estemos ante un Lobo Solitario. Alguien que no necesita a nadie más. Como Batman o Lobezno. Luego resulta que lo mismo se meten en equipos sin parar. Pero así como en plan solitario en una multitud. Mientras tanto, el Lobo Solitario no deja de ser uno de los arquetipos preferidos de las películas de acción. Un solo tipo que marca la diferencia y el resto por ahí en puestos secundarios, tanto da que fuera el pobre Steve James haciendo la mayoría del trabajo o el Interés Romántico de turno que para lo que hace e importa podrían haberse limitado a colgar un poster en un perchero. Como los tiempos cambian ahora tenemos más El Elegido. que no lo es porque quiera sino porque le tocó en la lotería sideral. Como es el elegido la elegibilidad le dio toda una serie de cosas en el pack. Si tienes suerte te da también gente que va facilitándote el camino para autocumplir la profecía. Por supuesto, también puede ser simplemente que sea el protagonista por ser El Mejor en lo que Hace. Da igual que sea jugar al fútbol, resolver crímenes, construir robots o darse de bofetadas. Con eso y con todo, más allá de lo seguros que estén ellos de ser el protagonista único -aunque sea solo para cuando toque presentar las candidaturas- lo normal es que haya más gente.

Pueden ser Dos y entonces será la clásica pareja de mamporristas, a veces definidas como Cerebro y Músculos. –Asterix y Obelix, Mister Miracle y Big Barda– que no significa que el que tiene el cerebro no reparta, ahí están Terence Hill para Bud Spencer o Puño de Hierro para Luke Cage. Otra de las situaciones habituales es hacer que choquen los temperamentos – tranquilidad y exaltación-, las sexualidades (sí, no hay forma de que esto suene bien) – castidad y lingoncidad– el aspecto -Belleza y Bestialidad- y, por supuesto, la moralidad – legalidad y sin-normas- de manera que podéis hacer vuestra propia lista, ya sea de películas de compañeros como Buddie Movies. Y los hermanos, o el viejo truco del maestro y el alumno. Luego ya están las parejas sentimentales. Que alguna habrá de Protagonista y Comparsa pero vamos a darle el beneficio de la duda.

-Por si lo dudabais: La pareja de cómicos queda para otra columna-

En cuanto a los Tríos tengo que decir que es una de la formación protagonista más habitual. En todas sus variantes de sexo, poder y estilo. Así por encima tenemos la versión ampliada de Músculo y Cerebro que incluye Belleza. Como siempre para ambos sexos. ¿A que vais viendo formarse poco a poco los grupos en vuestra cabeza? Pues los guionistas lo mismo. Aunque creo que el más interesante es el Trío Freudiano con tres personajes que podrían representar el Ego, el Superego y el Id. En general el Superego es el tipo calmado -habitualmente también inteligente-, el Id es el impulsivo y el Ego es el realista. Como los tríos funcionan como quieren esto no significa que el Líder del Grupo sea siempre el Ego aunque suela tener que decidir entre los otros dos, también puede ser el Superego haciendo planes o el Corazón Valiente del Id al que los otros dos siguen -con distinto nivel de implicación-. Más tríos famosos, el de la bruja: La Doncella, la Madre y la Arpía. Esta versión de los personajes se puede comparar con las que presentan Las Tres Caras de Eva -y su equivalente masculino: Las Tres Caras de Adán– que, a su vez, se organizan por edad en La Sensatez, La Seducción y La Inocencia. En el caso de los hombres suele ser La Sabiduría, La Autoridad y La Aventura. Lo que deja claro como muchas veces las narraciones clásicas se usan para realizar una caracterización según lo que interesa potenciar en unos y otras, pero tampoco creo que eso es pille muy de sorpresa. Ah, y sí, están ordenados por la edad que se supone que corresponde, los mayores primeros, los maduros en medio y al final los jóvenes. Como decía antes, luego llegan las ganas de subvertirlo y la pura necesidad de hacerlo más allá de por las risas -que siempre vienen bien- porque resulta aburrido tanto esquema repetido. Volviendo al tema de los sexos -o del sexismo, cada cual y según- se puede notar como muchas veces estos tríos más allá del esquema dos amigos de un sexo y un tercero del contrario por puro interés del Token, ofrecer una pretendida variedad que lleva también a que uno de ellos sea de una raza diferente, componiendo el Token Trío, es decir, aquel que por motivos meramente estéticos -por ejemplo, para reclamar una bandera de la integración o la progresividad– convierte a sus personajes en un trío en el que uno de ellos es mujer y otro es de raza diferente. Si queréis saber cómo de Token es este trío apostad por quién será El Líder del grupo.

Vamos por fin con el Muchos. Que si está lleno de los ejemplos que faltaban en el anterior Token Trío -variedad en las preferencias sexuales, una mayor representación aún de minorías, gente con problemas de movilidad, lo que sea que se os ocurra- lo que tenéis es… No, Glee no. Tenéis una Token Band. Por otro lado si tenemos un reparto fundamentalmente masculino probablemente estemos ante una… por favor… ante una Band of Brothers. Ya, se puede llamar de otra manera pero hablamos de un grupo de personas que suelen tener algún lazo generalmente militar que se apoyan pese a las diferencias de carácter y diversidad étnica. Por aquellas cosas de las que hablábamos antes parece que las versiones femeninas se centran en Internados, Cuerpos de Baile o Círculos de Cotilleo, según su edad. Y luego dicen que el imaginario no influye. Por supuesto, también hay oportunidades para las Dobles Parejas -que suelen llevar también a las Parejas Parejas, es decir, tramas de los hombres por un lado y las mujeres por otro como en Los Picapiedra– A partir de ahí ya empezamos a entrar en organizaciones que se suelen relacionar con el motivo que les lleva a estar juntos, de manera que está Compañeros de trabajo, incluso cuando es una La Banda o El Reparto; frente a los que estarían Los Amigos. Incluso aunque esos amigos estén ahí para tener su propio Grupo de Investigadores de lo paranormal o para salir a practicar algo juntos -incluso si es una liga fantástica- en contraposición de estos últimos podemos hablar de Los Parroquianos si nos estamos centrando en la gente no que Trabaja sino que acude a un mismo lugar. Y luego está La Familia, claro. Por supuesto todos estos tienen sus propios tropos y diferenciaciones pero me temo que no las veremos hoy.

De momento vamos a conformarnos con estos grupos de organizaciones de protagonistas, ya habrá tiempo de echarle un ojo a las características que suelen tener. Aunque para la próxima nos vamos a centrar en un tipo de protagonista único que he dejado por su complejidad y progresivo uso en las conversaciones.  Seguro que ya sabéis a quién me refiero.


Libros que Llegan: La sotana negra, Eisenstein, El Giro de Italia y más

Prosigue tranquila la llegada del verano a nuestras librerías, el número de novedades va cayendo mientras los editores se confían en vender lo que han ido sacando durante el año -y si no se confían se saldan que así les va a algunos- de manera que la selección va convirtiéndose en algo más testimonial -¡Menos mal!- y mucho más tranquilo. Pero aún podemos seguir con nuestro…

¡Que entre la pila!

La sotana negra de Wilkie Collins, ed. CátedraCA00268101

Siendo un autor por todos conocido -o eso supongo- como uno de los creadores del género de misterio, pero eso no significa que no supiera moverlo más allá de sus límites más obvios. De ahí novelas como esta, con la contraposición entre un malvado cura manipulador y unos jóvenes amantes. No es una historia únicamente de amor como tampoco lo es de suspense, pero sí es un ejemplo de las novelas victorianas por entregas.

El Greco, cineasta de S. M. Eisenstein, ed. Intermedio661237154302

El gran director Serguéi Eisenstein analiza en este breve y encantador ensayo los puntos de unión entre El Greco y la técnica cinematográfica. Algo que sirve para revelar tanto sobre su propia opinión de lo que es o debe ser la creación de una película como sobre el pintor.

El Giro de Italia de Dino Buzzati, ed. Gallo Nerogiro-224x300

Sincronizándose con el verano llega este título, que recupera las crónicas que Buzzati realizó sobre el inicio del Giro en tierras sicilianas. Retrato de la Italia de postguerra, de los intentos de acercamiento entre el sur y el norte del país y, de fondo, de los esfuerzos y logros deportivos puntuado por la rivalidad entre dos de sus estrellas. Una obra sugestiva.

Hotel Florida de Amanda Vaill, ed. Turnerhotel Las circunstancias que rodean a las guerras pueden llevar a reunir a personas no tanto opuestas como poco habituales bajo el mismo techo. De ahí que este libro, a medio camino entre un ensayo histórico y una novelización, ofrezca una perspectiva realmente particular y llena de nombres conocidos – Hemingway, Gellhorn, Barea, Kulcsar, Capa– alrededor del Hotel Florida de Madrid, punto de encuentro, vivienda o trabajo de los enviados extranjeros, sean periodistas, fotógrafos, espías… Porque aún quedan cosas de la Guerra Civil que contar.

Pandora de Henry James, ed. Impedimentafit-230x360

Otra de esas obras de Henry James en las que la buena sociedad americana depara sorpresas más bien amargas a un recién llegado, en esta ocasión con la figura misteriosa de una mujer como eje de la acción ejemplificando no solo un nuevo tipo de mujer con un estilo propio para hacer las cosas sino, además, la tiranía del clasismo incluso en una sociedad tan teóricamente abierta como la estadounidense.

El arca de Noé de Khaled Al Khamissi, ed. Almuzara9788416100200_portadaweb2 Tras el éxito masivo que supuso su divertida TaxiAl Khamissi vuelve a hablar de Egipto y sus habitantes, esta vez a través de una docena de personajes a la fuga, personas que por muy diversos motivos y en diversos estados están tratando de huir del país tras la llamada Primavera Árabe. Una narración que busca explicar la historia, hacernos comprender el estado del país a través de una mirada ácida, que logra ser a la vez dura y dulce con sus personajes.

Hermana muerte de Thomas Wolfe, ed. Periférica

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La desolación de la muerte, aumentada por ocurrir en una gran ciudad como es Nueva York, articula este texto de Wolfe en el que se va desarrollando lo que significa vivir en un lugar tan impersonal y bullicioso a un tiempo. De manera que la posibilidad de la muerte no hace más que incorporarse a las bellas y trágicas imágenes que abundan en la ciudad.

Dispara a todo lo que se mueva de Nick Turse, ed. Sexto PisoCubierta-Dispara-a-todo-lo-que-se-mueva-197x300 Con el subtítulo de La verdadera guerra norteamericana en Vietnam, esta investigación sobre los crímenes de guerra americanos cometidos durante la famosa guerra asiática pretendía tratar de encontrar una explicación a alguno de los hechos más injustificables del conflicto. En su lugar encontró que se habían cometido aún más eliminaciones masivas de las que se comentaban y que parecía existir incluso un patrón detrás de esta fallida estrategia. Y no uno que decidieran desestimar para el futuro sino los primeros intentos de un estilo propio que aún hoy sigue utilizando el ejército estadounidense.

Más allá de la contienda de Romain Rolland, ed. NórdicaCapitan Swing 717

Seguro que pensabais que esta semana no habría novedad sobre la Primera Guerra Mundial. Y eso que hago selección. Pero a lo que íbamos: He aquí un libro que más que relato o crónica es un manifiesto. Publicado por un voluntario de la Cruz Roja mientras aún duraba la contienda, lo que tenemos aquí es una llamada de atención a los participantes para que traten de comprender la horrible situación a la que están llevando a sus pueblos, las terribles atrocidades que se estaban cometiendo, y todos -gobernantes, soldados, pueblo- se movilicen para lograr un fin pacífico del conflicto. No es que le hicieran mucho caso, la verdad, pero al menos sirvió para que en 1915 le dieran el Premio Nobel de Literatura. Algo es algo.

El salario del miedo de Eduardo Torres-Dulce, ed. Notorioussalariomiedo Eduardo Torres-Dulce, Fiscal General del Estado, usa en este libro el cine para hablar de economía. Lo hace en cuatro partes: Cine clásico de Hollywood (La quimera del oro, ¡Que verde era mi valle!, ¡Que bello es vivir!, El manantial…), cine español clásico (Los jueves milagro, La escopeta nacional…) , cine de Hollywood contemporáneo (Blade Runner, Pretty Woman, La lista de Schlinder…) y cine actual con predominancia de Hollywood pero espacio para otras nacionalidades (Wall Street, Full Monty, La red social, La pesca del Salmón en Yemen…). ¿Qué os puedo decir? Un poco de Cowboys de Medianoche y bastante de reflexión. Este país, que es pura magia.

1001 maneras estúpidas de morir por culpa de un animal de Isidoro Merino, ed. Planeta

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He aquí un libro que va de lo que su título indica, deja claro al público al que se dirige, los referentes televisivos y que estamos en verano. Porque para eso lo estoy sacando aquí, para que quede constancia como prueba estival.

Hasta aquí por esta semana. Y como estamos en el final del mes de junio eso significa que -con suerte y tiempo- queda poco para que le envíe una Epístola Libresca a Absence repasando lo que ha aparecido desde el día del libro hasta ahora. Ya os avisaré. En cualquier caso, os veo la semana que viene, perillanes.

 


La semana pasada olvidé comentar el piloto de Crossbones (USA) y eso os debería hacer una idea de cómo de bien le ha salido a la NBC esta serie de piratas. De hecho, de no ser por John Malkovich posiblemente ni hubiera habido un motivo real para pasar del piloto tras comprobar el absoluto desastre de guión que tienen entre manos con idas y venidas y pasos de una idea a otra y de ahí hacia atrás sin que uno llegue a entender como un autor tan experimentado como Neil Cross puede haber estado envuelto en esto. No sé quién será el directivo responsable pero espero que no tarden mucho en quitárselo de encima.

Pero estamos en la semana del piloto espantoso así que no paramos con las locuras porque en  Dominion (USA) podemos hablar de la continuación de algo que en primer lugar nadie parecía muy interesado en mantener vivo: La historia iniciada por la película Legión. Pero, tranquilos, en realidad esto que tenemos aquí no se limita a continuar la película, oh, no, eso hubiera sido muy sencillo. ADEMÁS se pone a saquear escenas y conceptos de muchas otras fuentes: Desde convertir a los ángeles en una suerte de vampiros de Blade hasta robarle la escena de las duchas a Starship Troopers o intentar seguir con algunos temas de BSGallactica, Dune y cualquier cosa que pueda servirles y parezca estar ahí tirado como si de jefe de guionistas tuvieran a McGyver. El resultado acaba más cerca de una parodia de lo que debería ser una saga distópica fantástica – con momentos que hubieran causado sonrojo de incluirse en un anime setentero: El amor prohibido o la dulce y espantósamente fea huérfana- que de algo que pueda interesarme más allá de lanzarle vegetales varios y comprobar hasta que punto puede llegar  a caer un canal. Que como es el SyFy tampoco parece que vaya a hacer de esto un reto.

Con la semana que llevamos tampoco podría sorprender demasiado que se filtrara el piloto de The Flash (USA) así que podéis elegir entre hacer caso de lo que os diga ahora o esperar a septiembre para leerlo. A mí, la verdad, me da un tanto lo mismo. El piloto en resumen viene a demostrar una cosa: Que estas series ganan por acumulación y que una vez con un par de trucos aprendidos no tienen mucho interés de seguir más adelante. Por un lado usan un escenario variado al estilo del de Arrow -con cameo incluido- y por el otro meten una justificación para la gente con poderes que van a ir sacando -sí, aquí se van a molestar en sacar gente con poderes- mediante una explosión que parece que va a convertirse en el nuevo «encontré meteorito verde en el suelo y he decidido añadírselo a los cereales». La historia da para lo que da, incluyendo la siempre insoportable justificación de la implicación del héroe matando a un familiar, heredado del igualmente innecesario Flash: Rebirth y que obvia que quizá se convierta en superhéroes porque, en fin… tiene superpoderes y trabaja para la policía. pero se ve que incluso para ser policía hace falta un trauma de la infancia. Superando el bochorno que estas cosas producen y los momentos no ya telegrafiados sino avisados con banderas de señales -algunos que nos llevan incluso a los tiempos de Mutante X– es de suponer que en cuanto se les pase la tontería la serie mejorará. Pero, claro, a ver lo que tardan. AH, sí, el trailer lo cuenta todo. Podéis véroslo y esperar al segundo capítulo.

Si os digo que The Last Ship (USA) es la mejor serie de la semana posiblemente tampoco creáis que sea para mucho. Bueno, no lo es. Es aceptable, eso sí, que con la semana que llevamos ya es algo. Si os dijera que es algo así como Michael Bay’s El Barco quizá me estuviera quedando con vosotros, pero solo un poquitirrín. Realmente Bay está detrás de la producción, y la idea de un barco en mitad del océano en una tierra devastada para la que puede ser la última esperanza además de poco original -ya me ha dicho Cattz que le recuerda a Space Battleship Yamato– poco hace por arreglarlo. Pero con eso y con todo no está mal, y tiene -por supuesto- todos los helicópteros y explosiones que podáis necesitar.

¡En pie! ¡Todos en pie señores! Porque va a ser difícil vivir otro momento como este: Mystery Girls (USA) ha logrado quitar el puesto a Mixology y a cualquier otra serie estrenada este año -y casi los anteriores- para hacerse con el preciado puesto de Lo peor que han estrenado en los últimos meses. Que ya tiene su mérito. Pero comenzar la serie emitiendo un capítulo que no es ni el primero, vender una idea de investigación que podría hacer pensar en Psych y de compañerismo que nos llevaría a Ghost Ghirls y acabar ofreciendo… esto… una comedia que parece pensada para costar lo menos posible y poder reutilizar decorados y guiones. Pero, por extraño que parezca, eso no es lo peor. Porque si los guiones son malos y todo lo que tiene que ver con la producción es penoso aún quedan los actores. Cómo será la cosa que Jennie Garth es la única que no da ganas que ponerle una reclamación por atentado contra la salud pública, porque lo de sus dos coprotagonistas no tiene nombre. Miguel Pinzon sobreactúa hasta niveles como no se veían en años el papel de asistente homosexual obsesionado por los noventa, bueno, la parte de homosexual fundamentalmente, pero es que lo hace porque parece estar en una batalla -perdida de antemano- para tratar de superar a la tercera en discordia: Tori Spelling. Uno podría llegar a considerar que hay un suelo a partir del cuál Spelling no puede caer más bajo, pero entonces ella llega con ganas de demostrar su versatilidad para sacar una pala y enterrarse más aún. Lo que acaban logrando es que parezca algún tipo de parodia, algo que los guionistas de un programa de humor habrían creado para satirizar la televisión actual.

Lo que más vais a leer cuando os hablen de Tyrant (USA) es que está hecha por uno de los productores de Homeland y que comparte ADN con ella. Lo que quizá no os cuenten tanto es que el otro lado del árbol son los culebrones de ricos y poderosos de los setenta y ochenta. Podéis apostar por Dinastía o por Dallas, lo que está claro es que este culebrón con ínfulas en el que lo que más falla es su actor principal, un Adam Rayner que se pasa el rato con cara de querer estar en otro lado en un sentimiento que a ningún espectador le resultará ajeno sin contar con que toda la trama de Oh, que malos son los árabes -incluida, por supuesto, una más lamentable que incómoda escena de violación- se ve con más escepticismo que interés. Poco futuro le veo a esto.

Debido a, posiblemente, algún tipo de maldición que ha caído sobre nosotros, los estrenos de esta semana han sido todos estadounidenses. De manera no necesariamente relacionada ha sido la peor semana en bastante tiempo, con muy poco salvable. Y si creéis que esta es la introducción para hablar bien de una serie estáis muy equivocados. Young & Hungry (USA) es un completo desastre. No llega al nivel de Mystery Girls, claro, ¿qué puede llegar? Lo que sí propone es una sitcom MUY clásica con chicas sin blanca y hombres blancos emprendedores que tienen criada negra que da consejos y un criado asiático y homosexual respondón y ningún tipo de vergüenza ajena para plantear una situación que vergüenza les habría dado proponer en los años setenta de puro vieja como les habría parecido entonces. No sé si es que ABC Family ha contratado al tipo que le lleva los negocios a la ABC pero más le vale que empiecen a echar gente rápido.


Louie vs Louis CK

Louis Szekely cumplirá 47 años en septiembre. Desde los 17 estuvo participando en noches de micrófono abierto en clubs de comedia, tratando de convertirse en un profesional. Para 1989 consiguió que empezaran a contratarle en diversos es programas –lates sobre todo- y en 1996 tuvo su primer especial en la HBO. además de un puesto de guionista -luego Jefe de Guionista- en el no muy duradero The Dana Carvey Show. No era su primer puesto como guionista pues ya había trabajado para Conan, pero le sirvió para ser contratado en el The Chris Rock Show logrando sus primeras candidaturas. Todo lo cuál le llevo a dirigir una serie de películas – Tomorrow Night por su cuenta y otra para Rock, Pootie Tang, para el que también guionizó Down to Earth– a lo que iba añadiendo un interés mayor por realizar los especiales que periódicamente iba creando. Así llegamos a 2006.

En ese año y en la HBO decide probar suerte con Lucky Louie, una sitcom inspirada en dos de los héroes de Louis, Norman Lear y Roseanne. Igual que George Carlin o Woody Allen en su parte de stand-up comedy, la influencia de Lear y Roseanne le llevan a querer hacer un programa similar al de estos: Crítico, poco complaciente, que tocara los grandes temas y que no reflejara a las clases altas sino a las bajas. Con All in the family como -comprensible- punto de referencia, Louis CK intentó hacer algo que permitiera evolucionar el género. Y se la pegó a lo grande. Nada funcionaba demasiado y ni siquiera las grandes ideas que él pretendía defender quedaban bien reflejadas, ya sea por el trabajo añadido de otros profesionales en los guiones, la dirección, el montaje, etc… o porque aún no había llegado su momento.

Así que siguió trabajando en todos los campos que pudo. Bien conocido y apreciado en la comunidad cómica gracias a esos casi veinte años que llevaba en la parte más profesional del negocio, Louis es todo un ejemplo de los cómicos más progresistas aunque no suela servir como representante de nada al asegurar que no cree encajar claramente en ello. Su propia historia personal parece empujarle a ello: Su padre es mexicano, hijo de un cirujano judío húngaro emigrado durante la segunda guerra mundial,  él pasó parte de su infancia allí y ha visto los problemas de la inmigración de primera mano, incluso considerando que su padre era un economista con titulación universitaria mexicana que completó su formación en Harvard.  Si parece un lío en cuanto a nacionalidades -pues a estas alturas aún conserva la doble nacionalidad- os podéis imaginar el de las religiones, parte de su familia es judía, la otra católica y él mismo fue criado como católico durante años, aunque ahora parece claro que es ateo. Y digo parece porque, una vez más, se niega a ponerse una etiqueta. Quizá por ello en sus actuaciones suelen llevar estas ideas de manera algo más sutil, envueltas en chistes autodespreciativos, escatológicos y de un patetismo sexual que permite introducir el discurso de fondo.

Algo que será relevante para lo que quiero contar hoy. Volviendo a su carrera, en 2008 se divorcia de su mujer  -con la que llevaba casado desde 1995 y con la que había tenido a dos hijas- y para 2010 empieza en el canal FX una nueva serie que sería multipremada: Louie. Serie que le ha dado fama crítica, relevancia y premios, -Sin salir de aquí, fue mi Serie Nueva de 2010. Que también ha ganado Emmys pero EH- permitiéndole una libertad en el canal que le ha servido para ir introduciendo no solo a todos sus compañeros cómicos que ha querido sino, además, para dar rienda suelta a todos sus referentes, desde los ya citados a directores undeground como Robert Downey Padre o cómicos peligrosos como Lenny Bruce y Richard Pryor. Eh, incluso, la posibilidad de tomarse pausas entre temporadas en lugar de hacer una al año. Hasta el punto de que la continuidad de la serie parece pasar más por que el cómico decida seguir con ella que con imposiciones de la cadena.

Todo lo cual nos lleva a la temporada que acaba de terminar. Si en la tercera temporada hubo dos arcos en los que había momentos especiales en los episodios se seguían como Daddy’s Girlfriend y Late Show, en esta temporada lo raro han sido los episodios sueltos. De los 14 episodios de la  temporada solo los tres primeros funcionaban de manera independiente. A partir de ahí comenzaría un largo arco argumental con el título de Elevator que acabaría teniendo 6 partes, un especial con el título de In the woods que marca el episodio número 50 (y se supone que el 51 también) y Pamela, que consta de 3 partes. De manera que al final podríamos hablar de tres episodios sueltos y tres películas.

El problema -llamémoslo así- en esta temporada, lo que podríamos considerar de cierta manera un tema unificador, ha sido la relación de Louie con las mujeres. No es que fuera algo nuevo, claro. Con un personaje tan desastrosos que, además, llega como el propio autor de un divorcio tras un largo matrimonio, ya habíamos tenido oportunidad de comprobar lo espinoso del tema amoroso. Incluso de comprobar no solo momentos más humorísticamente habituales como esa primera cita del piloto que acaba con una huida en helicóptero de la gran Chelsea Peretti -como decía, la serie está llena de cómicos-  hasta otros más complejos en la anterior temporada, fundamentalmente el segmento con Melissa Leo -que ganaría un Emmy a Actriz Invitada por su papel- y, por supuesto, la historia en dos partes Daddy’s Girlfriend en la que Parker Posey interpretaba a una chica un tanto alocada pero muy arty, y el remate en dos partes, por un lado en un segmento en el que buscaba al personaje de Posey, Liz, con ayuda de otra ilustra invitada: Chloë Sevigny, que también interpretaba un papel un tanto exagerado, y, finalmente, en la conclusión del último capítulo de la temporada, en el que Liz reaparecía para acabar muriendo y obligando a Louie a dar un paso más allá.

Precisamente la forma de ser de Liz, contrapuesta a la de la exmujer de Louie y al que venía siendo el papel femenino adulto principal de la serie, Pamela, ya causó cierta discusión sobre si se trataba de un ejemplo de Manic Pixie Dream Girl, que algo de eso puede haber aunque sea más difícil de señalarlo en una serie como esta, proclive a momentos oníricos, a disfrutar de un sentido de continuidad interna muy laxo y al cambio de actores continuos, bien sea con varias personas interpretando un mismo papel o con un actor interpretando varios. La tercerca temporada tuvo, además, otro motivo de discusión, este por asuntos de raza, al presentarnos a la exmujer de Louie, Janet, interpretada por primera vez por Susan Kelechi Watson, debido principalmente al hecho de que es afroamericana. Una forma de poner de relieve el problema de la raza, pues las anteriores habían sido blancas, y que llevó incluso a algunos espectadores a indagar si la exmujer del propio Louis CK, la pintora Alix Bailey, lo era también.

Pronto se vio que esto no iba a ser nada comparado con lo que tenía preparado para la cuarta temporada. Ya en el segundo capítulo, una actuación desastrosa le lleva a una cita con una modelo –Yvonne Strahovski, aunque el capítulo vuelve a estar lleno de invitados- a la que termina golpeando. No es una agresión completamente premeditada pero está lejos de ser algo fortuito y, desde luego, más lejos aún de poder señalarse como algo realizado por las risas. Y eso que no dejaba de ser un aperitivo de lo que vendría. El siguiente capítulo So Did the Fat Lady incluía a Louie negándose a salir con una chica que trabaja en el club de comedia y que acaba llevando a un largo monólogo por parte de ella en la que expone los problemas de las chicas gordas -no extremadamente siquiera- y como los hombres con el mismo problema son tratados de manera distinta. El episodio parecía dejar claro un posicionamiento a partir de estas palabras, pero eso no nos separaba del hecho de que Louie como personaje había vuelto a actuar mal una semana más. Simplemente nos mostraba como se abría una brecha entre Louie personaje y Louis CK, el guionista del capítulo, director, responsable último de que la actriz Sarah Baker le echara ese chaparrón más que merecido a su sosias en pantalla. Y a partir de aquí ya llegan las curvas a toda velocidad: Con Elevator se nos muestra como Louie liga con una inmigrante que no habla palabra de inglés, no solo sale con ella, también acaba urgiéndola a que decida dar el paso de acostarse, por mucho que ella se niegue una y otra vez. Hasta que lo consigue, claro. Todo ello mientras se nos sigue mostando a Louie como un buen chico, un Nice Guy, una persona que sigue defendiendo esas ideas que se consideran progresistas -durante la serie le hemos visto hablar con claridad de otras razas, otras orientaciones sexuales, de emigración y de religión, en esta misma saga le vemos defendiendo la idea de una educación pública- pero al que cada vez encontramos más costuras en su forma de comportarse en privado. Parece empeñado no solo en demoler su personaje sino en ejemplificar lo que ha ido significando el término Nice Guy, una persona de apariencia afable y encantadora, que con su alegría y optimismo -aunque sea solo de puertas para fuera- va creando un clima psicológico para lograr lo que se propone.

Y entonces regresa Pamela. Pamela Adlon es una cómica y amiga de Louis CK de hace años, en la serie apareció por primera vez en la primera temporada interpretando a un personaje de su mismo nombre, una madre soltera cuyo hijo es amigo de las de Louie, el personaje servía a la vez como amigo de Louie y como ligero interés romántico, algo que fue pronunciándose durante las sucesivas apariciones hasta terminar de manera desoladora en la temporada dos con su marcha a París. Adlon es, además, la única persona que ha coescrito episodios con Louis CK: Uno en la segunda, dos en la tercera -incluyendo la primera parte de Daddy’s Girlfriend– y los dos últimos de la cuarta. Además de lo cual suele figurar como consulting producer. Podemos decir que es la colaboradora más estrecha de Louis CK a lo largo de estos años. ¿Qué pasa entonces con Pamela Personaje?

Regresa de París dispuesta a decirle a Louie que ahora está preparada para una relación, pero se lo encuentra saliendo con Amia, la chica húngara, aunque él supiera ya que era una relación con poco futuro, dado que ella tenía que regresar a su país. Cuando la relación con Amia termina y Louie decide regresar a Pamela se encuentra, en Pamela Pt. 1, que ahora es ella la que ha vuelto a pensárselo y no está muy por la labor. Y, en el momento más escalofriante de la serie, en un episodio que recupera parte de un monólogo especialmente feminista y que Louis CK había usado en el SNL ese mismo año, haciéndolo además parte de su material más conocido, Louie fuerza a Pamela a besarle. Una escena bastante dura, incluso aunque se realice con el mismo estilo torpe y se remate con ella gritándole que ¡Esto sería violación si no fueras tan estúpido! ¡Dios, ni violar correctamente sabes!, y el muy idiota de Louie aún hace un gesto de éxito. Era imposible que no fuera consciente de que acababa de terminar de dinamitar su imagen. El último paso de un Nice-Guy-ismo total y absoluto a un paso de la violación, Y encima con un Pt. 1 en el título. ¿Cómo seguiría?

Pues la semana siguiente… nada. En su lugar metió In the woods, el especial con una reflexión sobre las drogas y la paternidad que poco tenía que ver con lo demás y que elimina el factor romántico de la ecuación. Una forma deliberada y premeditada de extender en el tiempo la resolución del final del capítulo anterior, algo tan claro que parece sintomático de lo que esperaba lograr. Y es que cuando por fin se emitieron las pt. 2 y 3 de Pamela lo que nos encontramos es con…

Nada. Es decir, sigue adelante su relación, sin hablar explícitamente de ello, e incluso hay una especie de final feliz, pero sobre ellos pende siempre eso que hemos visto suceder. El final feliz es agridulce no solo por la forma de ser de ambos personajes –Pamela es desde el principio una persona dura y realista, con cierta tendencia al sarcasmo, no un personaje femenino de arquetipo dulce- sino por lo que hemos visto durante toda la temporada hacer a Louie: Golpear a una mujer, rechazar a otra por los motivos incorrectos, empujar a una tercera de manera psicológica a tener sexo con él pese a estar en una situación de indefensión y, finalmente, forzar físicamente un beso.

Reconozco que pensé que aún quedarían un par de capítulos finales. Que esta felicidad sería la mitad de la historia. Que aún tendríamos algún tipo de explicación, dirección o revelación. Que habría algún tipo de conclusión similar a la que se había dado en temporadas anteriores. Pero no. La temporada ha llegado a su final y lo ha hecho así. Con Louie saliendo con Pamela, con dos capítulos coescritos por CK y Adlon, con una muestra de química entre los personajes considerablemente mayor que cuando interpretaban a un matrimonio en Lucky Louie -como decía, son amigos y colaboradores desde hace años- pero, aún así, ensombrecida por este hecho.

Louis CK no ha dado entrevistas desde que comenzó a emitirse la temporada. Curiosamente otros actores sí han hablado, lo hizo Baker para hablar del gran papel que le habían dado, lo hizo -en un extraño movimiento, dado que solo era otro de los cameos famosos- Jeremy Renner para hablar de In the woods y el papel de que Philip Seymour Hoffman iba a realizar en Louie, pero ni él ni Pamela Adlon han hablado todavía de esta temporada.

Es posible que haya decidido hacer como la propia temporada y dejar que hable por si misma, sin darle un cierre ni buscar una continuidad, sin dedicar una escena a explicar lo que pasaba o tratar de hacer comprensible todo lo que habíamos visto. Así que no queda más que decidir cómo lo podemos interpretar. Yo sigo pensando que ha sido una forma más -como los cambios de actores- de separar a la persona y al personaje, de denunciar una hipocresía entre la persona pública y privada de ese personaje y poner de relieve ese Nice-Guyismo tan extendido, como si no fuera otra forma de empujar a la gente a que haga cosas que no quiere, poner de relieve una serie de problemas a costa de demoler la imagen de su propio personaje. Hacer hablar y reflexionar al espectador dándole un entretenimiento que está lejos de ser sencillo o agradable, recuperando así la idea de seguir los pasos de Norman Lear, un hombre capaz de dedicar un par de capítulos de Maude a que su personaje principal decidiera abortar. Seguir esa idea del cómico como alguien que saca realidades incómodas, como Bruce, Carlin o Pryor, y en una muestra no sé si de valentía o de deseo de cerrar de una vez la serie y dedicarse a sus películas, hacerlo con el botón de autodestrucción en lugar de ejemplificando el comportamiento correcto frente al incorrecto. Superando incluso a Woody Allen, de quien tantas veces parece beber, en lo extremo e impresentable de su personaje.

Aunque, como siempre ocurre en los finales abiertos, esto no deja de ser lo que yo interpreto.


Libros que Llegan: Arte salvaje, Delizia!, Inventar en el desierto y más

 

Tras unas semanas de locura llega la tranquilidad de nuevo. Lo hace con algunas novedades que tendrían que haber salido para la Feria y otras que simplemente han salido cuando han podido. Aún así, y pese a que estemos ante una más pequeña que de costumbre, podemos decir bien alto:

¡Que entre la pila!

Arte salvaje de Robert Polito, ed. Es Pop

salvajeSi un libro era esperado en este blog era esta titánica biografía de uno de los más grandes de la novela negra, Jim Thompson. Un nuevo ejemplo el buen hacer de Es Pop y un título imprescindible para tratar de comprender mejor a Thompson y todo lo que la producción de novelas negra tenía a su alrededor, bien fuera para crearlas o para venderlas.

Delizia! de John Dickie, ed. Debate244_C924397.jpg

Me lo he pasado en grande con esta historia de la comida italiana explicada a través de los siglos y las ciudades, mirando más allá de lo que se ha tratado de vender como la cocina popular para distinguir la imagen que los italianos han querido vender de lo que la causaba realmente. Con muchas posibilidades para poder proseguir con otros títulos relacionados y un estudio que por momentos es más sociológico que culinario, este ensayo de John Dickie se acaba convirtiendo en un imprescindible para todos los que estén interesados en la comida más allá de los recetarios.

– Inventar en el desierto (Tres historias de genios olvidados) de Miguel Ángel Delgado, ed. Turnerdesierto

Tres historias -aunque puede que en realidad sean algunas más- de genios e inventores, de visionarios e incluso puede que algún avispado bien por lo empresarial o por lo artístico; incoformistas en la mayoría y dispuestos todos a ir más allá de lo que su país -que resulta que era España, como si tuviera cura- les ofrecía. De modo que la colección de estampas, estampados y personalidades inesperadas nos hace a ratos confiar en la capacidad humana. Al menos mientras no estamos acostumbrándonos a que las cosas acaben mal.

El gran frío de Rosa Ribas y Sabine Hofman, ed. Siruela9788416120642_L38_04_l

Una nueva entrega de las aventuras de Ana Martí, una sagaz periodista, establecida ya en los sucesos, que trata de hacer su trabajo lo mejor posible en la España de mediados de los cincuenta. En esta ocasión su investigación de una niña que dice tener estigmas la lleva a un pueblecito en el que tendrá que lidiar contra la intransigencia, la religión y los secretos del pasado. Secretos que quizá incluyan crímenes también. Otra novela de misterio con una gran ambientación y un potente desarrollo.

Fuego blanco de Douglas Preston y Lincoln Child, ed. Plaza & Janés

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Corrie Swanson entra en escena, tras su intervención en Naturaleza muerta -y su cameo en Sangre fría– aparece para investigar a un teórico oso asesino de hombres, las muertes de unos mineros, una obra perdida de Sherlock Holmes y algún secreto más. Todo ello con la necesaria ayuda del Agente Especial Pendergast. Es decir, más thriller, más pulp y más diversión por parte de esos dos grandes que son Preston y Child.

Los favores de la fortuna de Frederic Manning, ed. Sajalín

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Si creíais que esta sería la semana sin novedades de la Primera Guerra Mundial estáis equivocados. Por suerte este libro es una narración casi directa de la batalla del Somme y lo que la soldadesca decía y sufría, una vez más por parte de uno de los que allí combatieron. Así que todo bien.

– Senderos de gloria de Humphrey Cobb, ed. Capitán Swing715

Estas cosas se suelen despachar como «El libro de la película», o el que la causó, vaya. Desde luego la historia -que si estabais pensando que está ambientada en la Primera Guerra Mundial… tendréis razón- con el habitual antimilitarismo descarnado de a los que les toca vivir estas cosas, se sostiene por si misma.

El General Ople y Lady Camper de George Meredith, ed. Ardicia

El-general-Ople-y-lady-CamperUn libro cómico y amable, casi una obra extraña en el conjunto de la obra de su autor, que nos habla del amor entre dos personajes que parecen fuera de su tiempo: Un militar retirado y su muy combativa vecina. Una pequeña pieza de encanto inglés preparada para agradarnos.

La comisión para la inmortalización de John Gray, ed. Sexto Piso 

PortadaJohn-Gray-195x300Sexto Piso sigue con los ensayos de Gray y le toca esta vez al que lleva por subtítulo La ciencia y la extraña cruzada para burlar a la muerte que trata, precisamente, de la manera en que se trata de poner fin -o, cuanto menos, retrasar de manera indefinida- al fin en si. Lo hace preguntándose hasta que punto es ya no ético sino deseable, además de toda otra serie de reflexiónes sobre la mortalidad. La propia y la extraña.

¿Soy una esnob? de Virginia Woolf, ed. Olañeta9788497168922

Una obra breve, divertida y punzante seguida de la no menos afilada ¿Qué regalar a un esnob? de Walter Benjamin. Un pequeño librito con dos textos que muerden en un solo librito que parece pensado para convertirse en un divertido regalo-bomba. ¡Algo que es por tanto necesario!

Hasta aquí esta semana. Y si los modos habituales continúan iremos viendo menguar nuestras pilas semanales poco a poco. Pero no quiero adelantarme, dejemos, de momento, descansar a la de esta ocasión.

 


En ocasiones es complicado descubrir por qué motivo le dan a alguien un programa, en otra se puede suponer que por ser una cara conocida y razonablemente divertida, en ese segundo grupo incluyo Alan Davies As Yet Untitled (UK), una especie de programa de charla que está a un paso de ser un podcast con intenciones humorísticas. Davies puede levantarlo, claro, al fin y al cabo lleva años demostrándolo. Aunque, la verdad, no estaría mal que le visitara Stephen Fry.

Aún sabiendo que hay algún otro proyecto en ciernes con el mismo nombre ya solo con el Born In The Wild (UK) de Channel 4 le queda a uno claro que hay gente interesada en todo tipo de cosas. Por ejemplo, cómo paren los animales en libertad. Que no deja de ser una extensión lógica de lo que se puede ver en los documentales de naturaleza, supongo.

Ah, no hay vídeo que no estaban por la labor de poner algo en abierto.

Inesperadamente -para mí- Boyster (USA) es uno de los platos fuertes de estas semanas.. Creada por la francesa Je Suis Bien -sí, tiene su base en Francia pero produce para USA, yo que sé, las compañías estas que están locas- ofrece una serie en CGI 2D con una mezcla de aspecto manga y fondo americano, un chaval que es en realidad un mutante, con un origen que hace que el de las Tortugas Ninja parezcan normales en comparación, decide que para ganarse el aprecio de sus compañeros lo mejor que puede hacer es comenzar una segunda vida como superhéroe. Y las cosas van… bueno… van. Da igual lo que os parezca como punto de partida, dadle un vistazo por lo menos a su primer capítulo -ya sabéis 20 min en 2 segmentos de 10-

Una chica parece que lo tiene todo y entonces resulta que no, pero en Chasing Life (USA) deciden que lo que le toca a la pobre es luchar contra el cáncer porque… bueno… no tengo muy claro por qué les parecía buena idea, pero aquí seguimos, acumulando gente enferma con cáncer en televisión. La serie en sí poco tiene que ofrecer.

 
Es bonito ver como en Reino Unido pueden hacer documentales de casi cualquier cosa, por ejemplo en The Complainers (UK) siguen a una serie de personas acostumbradas a escribir quejas y a lo que el sistema tiene preparado para responderles. Y aunque da cierta sensación de que está preparado para que pienses que la gente que se queja está un poco loca y empatices con los que tienen que atenderle, esas pobrecitas corporaciones públicas o privadas, la verdad es que dan algunas cuantas ideas para cuando tengas que plantear una queja, y sobre la eficacia de poner la reclamación.

Dentro de las locuras que acaban como reality la verdad es que Cry Wolfe (USA) inspira hasta ternura. Los casos de un investigador privado dramatizados para la pantalla.No deja de ser una colección de batallitas repleta de delitos de baja estofa, pero la verdad es que este acercamiento casi de felpa al true crimen logra hacerlo entrañable.

Mientras tanto, en The CW, logran uno de los Realities más Infames de la temporada con Famous in 12 (USA), una idea a medias con TMZ en el que tratan de convertir en famosos a una familia explotando aquello que está mal en la sociedad, la industria del famoseo y, en general, la humanidad.

De entre la auténtica avalancha de programas futboleros que la televisión británica ha sacado, y que incluyen programas de cocina, travelogues, análisis sociopolítico e histórico de Brasil y mil mierdas más [EDITO: Los chicos de Basura & TV le han dedicado una entrada a estos documentales, no dejéis de visitarla], la única que me ha parecido interesante es Football Hooligans And Proud (UK) que no deja de ser una vez más la historia de varios aficionados de la parte dura y con ideas más que extremistas. Qué le vamos a hacer, si es algo que funciona.

Dentro de la tendencia buenos actores malas series llega Jennifer Falls (USA) que es uno de tantos productos flojos y fallidos para TVLand, vehículo para que dos actrices cómicas tan magníficas como Jaime PresslyJessica Walter puedan pagar facturas una temporada. Y eso es todo lo que puedo decir bueno de ello.

Aquí ya os dejo que pongáis vosotros los adjetivos, porque el siguiente reality -el verano es época- es Little Women LA (USA) que sigue a varias mujeres en LA y su vida laboral y sentimental y esas cosas. Se supone que el gancho es que todas sufren de enanismo. Yo qué sé, ¿quién entiende a los canales?

¡El otro plato fuerte de estas semanas! Mr. Sloane (UK) nos ofrece una serie que funciona mejor, por increíble que parezca, en su parte más dramática. Aunque quizá sea gracias a que los actores, estupendos todos ellos, logran que el drama no resulte tan duro como podría. Que es mucho teniendo en cuenta que hablamos de un hombre bastante cuadriculado en la Inglaterra de finales de los ’60 cuyo trabajo y matrimonio se va a freír espárragos el mismo día. Una situación que le coloca más allá de la desesperación aunque en situaciones petenidamente humorísticas, la parte más floja debido a lo sobado de las ideas teóricamente divertidas, tanto en forma como en fondo, que se salvan solo gracias al buen hacer de los actores. Pero es que, claro, tienes a Nick Frost de protagonista, a Olivia Colman como la esposa que le ha abandonado -¡necesitamos más escenas juntos!- y a Peter Serafinowicz como uno de sus mejores amigos, con el resto de actores tratando de estar a su altura, especialmente Ophelia Lovibond en su papel de nuevo interés romántico, de manera que son los actores los que te sostienen -¡y de qué manera!- la serie. A ver si mejoran los guiones y podemos hablar ya de un proyecto tan completo como complejo.

Hete aquí lo mismo pero al revés, porque Murder in the First (USA) falla precisamente por sus protagonistas. Bueno, no solo pero sí fundamentalmente. La idea, tras la que se encuentra Steven Bochco no deja de ser una actualización de Murder One, salvo que ahora no tienen a Daniel Benzali para elevar el nivel. En su lugar confían en Taye Diggs y Kathleen Robertson haciendo de policías, lo que -además- cambia toda la dinámica, y ya puedes poner de secundarios a actores magníficos como Steven Webber o, sobre todo, un Richard Schiff que acaba siendo lo mejor de la función, que el resultado pasa de ser una idea original e innovadora a otra serie policíaca más de la tele, ayudada por ese tono uniforme que no acabas de entender hasta que descubres que el canal que lo emite es TNT. Una oportunidad perdida.

Y si la anterior era blandita con The Night Shift (USA) la NBC logra un producto tan genérico que uno se pregunta si la tenían en el congelador desde hace años y han decidido que este es el momento perfecto para sacar el típico drama médico de un hospital siempre lleno de casos y choques entre médicos.

Hablando de canales que querrían ser otros canales, en Starz han estrenado Power (USA), una serie progresívamente más aburrida según pasan los capítulos que se supone que habla de un propietario de club nocturno que quiere hacerse un nombre en el mundo de la mafia pero que para lo relevante y falso que se ve el asunto se podría dedicar a vender cuchillos en infomerciales.

El año pasado sacaron una serie que imitaba a un reality localizado en Siberia, este año han sacado un reality mucho más convincente como producto de terror, aunque en realidad Siberian Cut (USA) hable de un grupo de… leñadores… que van a sacar dinero convirtiendo en madera un bosque en una zona recóndita de Siberia. El interés decae porque no hay nada sobrenatural. Pero mejoraría mucho la serie.

Como llevamos poca nostalgia encima llega la CNN con The Sixties (USA) y trata de repasar la década -o la década en su país, en realidad- a través de diferentes temas. El primero es la televisión, y deja idea de cómo va a ser esto: Las partes interesantes están atrapadas dentro de lo blandito del tratamiento y las ganas de destacar lo importante y especial que fueron estos años. En fin.

Otra historia curiosa con Teenage Fairytale Dropouts (USA), producción mexicana con irlandeses y australianos de por medio que acaba de estrenar HUB en Estados Unidos. La serie no es gran cosa, y casi ni pasa de ser lo que su propio título dice, pero el movimiento empresarial internacional y los tratos entre unos y otros resultan al menos entretenidos de seguir.

Hablando de cosas entretenidas de mirar, en la HBO estrenaron Topless Prophet (USA). No, la cosa esta, mitad documental mitad reality, en realidad no tiene más interés que ver a señoritas cimbreándose en tetas y a los ridículos dueños de clubs para los que les toca trabajar. Todo ello pretende tener clase y es difícil pensar en una manera de que resulte más rijoso. Me refiero a que se hace difícil encontrar referencias a que la HBO lo emitiera.

Pero tranquilos, puede que no tengamos un vídeo pero tenemos este enlace al primer capítulo. Que quede claro que nosotros estas cosas no nos las inventamos.

Y, a continuación, un desastres: Undateable (USA) serie que se supone que es una comedia y que pone que se ha estrenado este año. ¡Quién iba a acertarlo viéndola! A esquivar.

¿Si un tipo hace el tipo de comentarios que haría un vlogger en la tele es menos vlogger? ¿Puede alguien no notar la diferencias entre los Wipes de Brooker, The Soup de McHale y esa versión de vídeos de primera que hace Daniel Tosh? Pues adivinad a cuál de los tres se parece más el The Wil Weathon Project (USA) que la SyFy ha puesto en marcha ya veremos por cuánto tiempo.


Una animación real a la lectura

Todo el mundo hablando de lo mismo, qué le vamos a hacer. Y yo, que siempre barro para lo mío, no puedo dejar de recordar a Felipe de Borbón por su labor popularizando algunos libros. Con el país que tenemos nada ayuda más a vender que la publicidad gratuita de saber que un famoso lo está leyendo o que está entre sus favoritos. Nuestra monarquía no es tampoco muy dada a la cosa del leer -quizá por todos esos pequeños follones que han ido teniendo con libros a lo largo de los años- de manera que verles con un libro causa la suficiente curiosidad como para disparar las ventas.

En el caso de Felipe de Borbón  podemos decir que lo ha logrado una cantidad enorme de veces. La segunda, más aburrida, fue cuando su ahora mujer decidió en 2003 que el regalo de compromiso para él sería una edición de 1850 de El doncel de don Enrique el Doliente, una novela romántica y caballeresca de Larra. Que como regalo no es malo, y total, los españoles salieron en manadas a comprárselo pero eso no significa que se lo fueran a leer. Porque ya se sabe que lo suyo es parecerse a la realeza todo lo posible. De ahí que en realidad diera un poco lo mismo que eligiera esa obra menor en lugar de sus Artículos, para lo que iba a servir. Pero este no deja de ser un regalo. Aquí el asunto es ir al primero, y para eso nos tenemos que volver hasta 1984.

Ese año se iba a Canadá, al Lockfield College, a hacer un curso equivalente a COU. No sabemos hasta que punto lo importante es que fuera Canadá tanto como que no fuera la educación pública, pero el asunto era que le tocaba estar allá lejos, viajar en avión y todas esas cosas que hacen recomendable llevar al menos un libro. Además, como en aquel entonces estaban muy ocupados apuntalando la monarquía -bueno, como siempre- y no había más que una cadena y media resultaba más sencillo causar ese impacto entre fotografías, reportajes en la prensa -sin distingos, claro, que aquí lo mismo el HOLA que el ABC te sacaban los especiales del pipiolo preparándose para ser Preparado- de manera que fue atisbar su principal lectura de esos días y convertirse en un superéxito, manteniéndose en los primeros puestos de las listas de ventas durante meses. ¿Qué cuál era ese título?

Dejemos que el propio autor, en una entrevista sacada de El Periódico en 1986. explique su agradable sorpresa al ver la ayudita real:

Me llevé una grata sorpresa con lo del príncipe, si bien tiene una pequeña historia secreta. Yo tengo una gran amistad con los Reyes desde hace años. Les interesan mucho estos temas y hemos hablado de ellos durante sus viajes. Yo, que siempre les envío un ejemplar, me encontré un día al Rey y me dijo sonriendo: ¿Sabes que mi hijo me ha robado tu libro y se lo ha llevado?

De ese robo salen las imágenes posteriores y el éxito inesperado. ¿Que no he dicho aún quién es el autor ni cuál su libro? Bueno, creo que dejaré eso y su explicación para otra fuente fiable. Sergio Vila-Sanjuán escribió en 2003 el libro Pasando página, ed. Destino, que ya su mismo subtítulo definía como Autores y editores en la España democrática. Y precisamente para explicar el éxito de uno de estos autores contaba en la página 480:

Cuando el príncipe Felipe de Borbón se fue a pasar un curso académico al Lockfield College School de Toronto (Canadá) en septiembre de 1984, llevaba en su equipaje algunas lecturas españolas. La que mejor pudo verse en los reportajes que le consagraron era un volumen de Caballo de Troya, la serie iniciada aquel año por el experto en temas paranormales e investigador del fenómenos ovni J.J. Benítez, de la que se han vendido hasta ahora tres millones de ejemplares.

Yep, el primer libro que ayudó a vender fue el celebérrimo Caballo de Troya. Aunque parece que aquí tampoco era una idea puramente suya, al menos según contaba José Manuel Lara Bosch en la página 483 de ese mismo libro:

Ya sabíamos que era un periodista del grupo Correo que acompañaba en sus viajes a los Reyes, y como la Reina está interesada en los fenómenos paranormales, le preguntaba y hablaban mucho; incluso él les sirvió de guía en una visita a las pirámides peruanas.

Así que ahí vamos, de madres a hijos. Uno casi temería que todo esto hubiera sido poco más que un malentendido. Imagínate, para una vez que logras que un libro se venda porque te han visto leerlo y resulta que es algo que no te gusta, que tú estabas solo agradando a tu madre, o que pensabas que tu padre tendría otras lecturas y por eso te lo llevaste, y en estas, ZASCA, en todos los medios y el libro vendiéndose como churros.

Por suerte alguien nos puede confirmar la relación del aún príncipe con la saga, y si estamos hablando de la casa real española entonces ese hombre solo puede ser Jaime Peñafiel, que en 2009 dejó por escrito:

de su madre ha heredado su pasión por el mundo de los extraterrestres, de los ovnis, el de las galaxias, el de «los caballos de Troya» de Juan José Benítez, cuyas obras completas figuran en su biblioteca particular.

Así que todo ha ido bien, ayudó a lanzar un libro de un autor cuyas obras completas posee, ¿puede haber más felicidad para un lector que esa?

Ojalá pronto le veamos con más lecturas para que la gente se anime, que de 1984 a 2003 hay una tiradita y desde entonces poco han animado a leer. Exceptuando, por supuesto, Orgullo y Satisfacción.


Vida de Tropo

Un aspecto interesante -al menos para mí- de los tropos es esa característica que hace que funcionen gracias a lo que podríamos llamar su propia fuerza interna. No se trata de que algo resulte convincente o razonable para el público por la manera en que se realiza -que es algo que siempre ayuda- tanto como porque al ser un uso común y aceptado parece que se autovalida.

Más aún, algunos son sinceramente esperados por la audiencia dentro del tipo de género en el que se esté y casi parece más notable cuando se saltan sin mayor explicación que cuando se usan o se subvierten señalando lo estúpido de su uso. Es decir: Tienes a Mr. Malvado que tiene retenido y en posición desvalida al Héroe, ¿cómo impedir el Discurso de explicación de planes? No ya el discurso en sí sino la referencia al mismo, como parte misma del juego.

No solo estas tres posibilidades concurren cuando estamos ante algo tan conocido, también existe a posibilidad de hacer un lampshade hanging y, simplemente, señalar que se está usando un tropo para dejar claro que es por eso que se usa. En ocasiones eso implica pasar al dominio de Lo Meta, ofreciendo un guiño al espectador que reconoce el hecho de ficción que tiene una obra. En ocasiones incluso buscando una motivación interna para justificarlo, de manera que la explicación dentro de su mundo sirva, a la vez, para los que estamos fuera. Pero dejemos Lo Meta para otra ocasión.

La evolución de los mismos parece clara, sobre todo cuanto más ridículo sea: Primero se convierten en lugares comunes, luego son parodiados cuando no directamente satirizados, hasta que llega el momento en que su misma ausencia se convierte en parte de la gracia, en un punto dejan de ser utilizados o mencionados siquiera porque todo el mundo deja de esperarlo, y entonces regresan -cuando lo hacen- como una forma de chiste auto-paródico, generalmente como comentario del mismo tropo y para que quede claro que se conoce a los clásicos.

Por si no ha quedado claro: El asesino es el mayordomo. Una forma sencilla de cerrar una novela criminal. Hasta que empieza a ser ridícula la falta de control de los contratadores de mayordomos. Y, quizá, que ya no hay tantos como solía. Así que pasa a ser un comentario/ chiste sobre todo un tipo de narrativa criminal, al margen de que sea más o menos justo asegurar que pasaba habitualmente. Y de ahí a su desaparición, que hace que cuando tengamos un mayordomo entre los sospechosos -o su posibilidad- funcione más como recuperación de un viejo tropo que, en muchas ocasiones, regresa de manera humorística.

No es que sea siempre tan sencillo, claro. Por ejemplo, la obesidad como símbolo de riqueza. Ya no es algo tan inmediato, entre otras cosas debido a que la alimentación actual está como está, pero eso no significa que si vas a tener a un señor gordo, con chistera y fumando puros alguien vaya a dejar de saber de quién hablas. Solo pensará que vienes de un pasado remoto en el que las chisteras aún se compran. Mientras, en la actualidad, se buscará la forma de representar ese mismo tipo de personaje sin necesidad de sacar a su Entrenador Personal.

Mientras tanto la vida de esos Tropos, que se podría llegar a definir como Vivos, Muertos y No-Muertos (o Caballos No-Muertos que diría TVTropes) logra aún un cuarto aspecto con los Unicornios No-Muertos. Es decir, aquellos lugares comunes que aparecen generalmente para ser satirizados pero que en realidad nunca funcionaron como tal en un principio. El uso en el futuro de píldoras de comida, por ejemplo, que no era usado tanto en la narración como reflejaba las evoluciones para astronautas, generalmente en artículos de intención futurista, logrando que precisamente los escritores de ficción se entretuvieran riéndose o satirizando estos aspectos.

Todo acaba reduciéndose a la mirada humorística y el diálogo con el momento actual, así que en cualquier momento aparecerán los autores que usaban tropos cuando no los conocía nadie, pero que ahora ya son un lugar común. Lo importante, en cualquier caso, es saber que también los tropos tienen sus propios ciclos.