Prosigue tranquila la llegada del verano a nuestras librerías, el número de novedades va cayendo mientras los editores se confían en vender lo que han ido sacando durante el año -y si no se confían se saldan que así les va a algunos- de manera que la selección va convirtiéndose en algo más testimonial -¡Menos mal!- y mucho más tranquilo. Pero aún podemos seguir con nuestro…
¡Que entre la pila!
– La sotana negra de Wilkie Collins, ed. Cátedra
Siendo un autor por todos conocido -o eso supongo- como uno de los creadores del género de misterio, pero eso no significa que no supiera moverlo más allá de sus límites más obvios. De ahí novelas como esta, con la contraposición entre un malvado cura manipulador y unos jóvenes amantes. No es una historia únicamente de amor como tampoco lo es de suspense, pero sí es un ejemplo de las novelas victorianas por entregas.
– El Greco, cineasta de S. M. Eisenstein, ed. Intermedio
El gran director Serguéi Eisenstein analiza en este breve y encantador ensayo los puntos de unión entre El Greco y la técnica cinematográfica. Algo que sirve para revelar tanto sobre su propia opinión de lo que es o debe ser la creación de una película como sobre el pintor.
– El Giro de Italia de Dino Buzzati, ed. Gallo Nero
Sincronizándose con el verano llega este título, que recupera las crónicas que Buzzati realizó sobre el inicio del Giro en tierras sicilianas. Retrato de la Italia de postguerra, de los intentos de acercamiento entre el sur y el norte del país y, de fondo, de los esfuerzos y logros deportivos puntuado por la rivalidad entre dos de sus estrellas. Una obra sugestiva.
– Hotel Florida de Amanda Vaill, ed. Turner Las circunstancias que rodean a las guerras pueden llevar a reunir a personas no tanto opuestas como poco habituales bajo el mismo techo. De ahí que este libro, a medio camino entre un ensayo histórico y una novelización, ofrezca una perspectiva realmente particular y llena de nombres conocidos – Hemingway, Gellhorn, Barea, Kulcsar, Capa– alrededor del Hotel Florida de Madrid, punto de encuentro, vivienda o trabajo de los enviados extranjeros, sean periodistas, fotógrafos, espías… Porque aún quedan cosas de la Guerra Civil que contar.
– Pandora de Henry James, ed. Impedimenta
Otra de esas obras de Henry James en las que la buena sociedad americana depara sorpresas más bien amargas a un recién llegado, en esta ocasión con la figura misteriosa de una mujer como eje de la acción ejemplificando no solo un nuevo tipo de mujer con un estilo propio para hacer las cosas sino, además, la tiranía del clasismo incluso en una sociedad tan teóricamente abierta como la estadounidense.
– El arca de Noé de Khaled Al Khamissi, ed. Almuzara Tras el éxito masivo que supuso su divertida Taxi, Al Khamissi vuelve a hablar de Egipto y sus habitantes, esta vez a través de una docena de personajes a la fuga, personas que por muy diversos motivos y en diversos estados están tratando de huir del país tras la llamada Primavera Árabe. Una narración que busca explicar la historia, hacernos comprender el estado del país a través de una mirada ácida, que logra ser a la vez dura y dulce con sus personajes.
– Hermana muerte de Thomas Wolfe, ed. Periférica
La desolación de la muerte, aumentada por ocurrir en una gran ciudad como es Nueva York, articula este texto de Wolfe en el que se va desarrollando lo que significa vivir en un lugar tan impersonal y bullicioso a un tiempo. De manera que la posibilidad de la muerte no hace más que incorporarse a las bellas y trágicas imágenes que abundan en la ciudad.
– Dispara a todo lo que se mueva de Nick Turse, ed. Sexto Piso Con el subtítulo de La verdadera guerra norteamericana en Vietnam, esta investigación sobre los crímenes de guerra americanos cometidos durante la famosa guerra asiática pretendía tratar de encontrar una explicación a alguno de los hechos más injustificables del conflicto. En su lugar encontró que se habían cometido aún más eliminaciones masivas de las que se comentaban y que parecía existir incluso un patrón detrás de esta fallida estrategia. Y no uno que decidieran desestimar para el futuro sino los primeros intentos de un estilo propio que aún hoy sigue utilizando el ejército estadounidense.
– Más allá de la contienda de Romain Rolland, ed. Nórdica y Capitan Swing
Seguro que pensabais que esta semana no habría novedad sobre la Primera Guerra Mundial. Y eso que hago selección. Pero a lo que íbamos: He aquí un libro que más que relato o crónica es un manifiesto. Publicado por un voluntario de la Cruz Roja mientras aún duraba la contienda, lo que tenemos aquí es una llamada de atención a los participantes para que traten de comprender la horrible situación a la que están llevando a sus pueblos, las terribles atrocidades que se estaban cometiendo, y todos -gobernantes, soldados, pueblo- se movilicen para lograr un fin pacífico del conflicto. No es que le hicieran mucho caso, la verdad, pero al menos sirvió para que en 1915 le dieran el Premio Nobel de Literatura. Algo es algo.
– El salario del miedo de Eduardo Torres-Dulce, ed. Notorious Eduardo Torres-Dulce, Fiscal General del Estado, usa en este libro el cine para hablar de economía. Lo hace en cuatro partes: Cine clásico de Hollywood (La quimera del oro, ¡Que verde era mi valle!, ¡Que bello es vivir!, El manantial…), cine español clásico (Los jueves milagro, La escopeta nacional…) , cine de Hollywood contemporáneo (Blade Runner, Pretty Woman, La lista de Schlinder…) y cine actual con predominancia de Hollywood pero espacio para otras nacionalidades (Wall Street, Full Monty, La red social, La pesca del Salmón en Yemen…). ¿Qué os puedo decir? Un poco de Cowboys de Medianoche y bastante de reflexión. Este país, que es pura magia.
– 1001 maneras estúpidas de morir por culpa de un animal de Isidoro Merino, ed. Planeta
He aquí un libro que va de lo que su título indica, deja claro al público al que se dirige, los referentes televisivos y que estamos en verano. Porque para eso lo estoy sacando aquí, para que quede constancia como prueba estival.
Hasta aquí por esta semana. Y como estamos en el final del mes de junio eso significa que -con suerte y tiempo- queda poco para que le envíe una Epístola Libresca a Absence repasando lo que ha aparecido desde el día del libro hasta ahora. Ya os avisaré. En cualquier caso, os veo la semana que viene, perillanes.