Las creencias en temas paranormales, más o menos colindantes con el fantástico general, han servido para ofrecer a la televisión programas que se suponen de periodismo o de examen de estas creencias pero que solían servir más para esparcir rumores aprovechando la ambigüedad que para contar historias reales. Al fin y al cabo las historias reales suelen ser más aburridas. Pero en una España dentro de una dictadura que ya tenía sus propias creencias mágicas no había un hueco en la televisión público para las otras más que como condena u ocasional comentario. Por supuesto la actividad de ‘divulgación’ de lo paanormal continuaba por escrito en revistas como Karma.7 o en algún programa de radio y tenía nombres propios como los de Óscar Rey Brea o Antonio Ribera. Pero durante la mayoría de la dictadura no se permitía en la televisión monolítica del régimen.
Lo que sí se permitía, dentro de un orden, eran las ficciones fantásticas. Y eso significa hablar de nuevo de las Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador. Mejor dicho, significa explicar cómo Chicho dio una oportunidad para escribir guiones a un joven psiquiatra -discípulo de López Ibor– con un gusto por lo sobrenatural: Fernando Jiménez del Oso. El propio Chicho lo explicaba así:
«Fernando Jiménez del Oso es un médico muy joven, muy amigo y muy barbado. Fernando imagina cosas espeluznantes. Dibuja seres espeluznantes. Escribe cuentos espeluznantes y, claro, yo he intentado crear programas igualmente espeluznantes basándome en sus historias. El regreso fue uno de esos intentos».
En El regreso realizó su primer trabajo ante las cámaras como acompañamiento de los guiones que había escrito hasta entonces. Entre unas y otras eso significó que cuando en 1974 Televisión Española decidió lanzar el magazine Todo es posible en domingo contaran con él para hablar de enigmas y misterios como contaban con el Doctor Rosado para hablar de salud. El éxito de su sección facilitó que en 1976 se le diera su propio programa en La2 que bajo el título de Más allá presentaba de manera más extensa todos estos asuntos paranormales que iban de las pirámides a los OVNIS con tanta audiencia que permanecería en antena hasta 1981 para pasar a llamarse en 1982 La puerta del misterio en el que a lo mostrado en estudio añadió la emisión de documentales, propios como El otro Perú – de tema arqueológico precolombino- y Ellos – Fenómeno OVNI- o un programa de documentales centrado en lo que entonces se conocía como La España Mágica, que aprovecharía el éxito de libros como Gargoris y Habidis de Fernando Sánchez Dragó que se apostillaba Una historia mágica de España, o el propio La España Mágica de Juan G. Atienza, que tanto rastro estaban dejando en la imaginación española en todo tipo de gente. Pero su éxito no estaba exento de críticas como las que traería la emisión en 1983 de el falsumental Alternativa-3, una broma de un programa de documentales ingleses que aquí se presentó como si hubiera posibilidades de que fuera real. Este y otros asuntos facilitaron que Jiménez del Oso comenzara a ser cuestionado en los medios y se viera rodeado de varias polémicas. Para 1984 perdió su programa propio y pasó a servir de nuevo como colaborador, esta vez en Punto de encuentro (1985-1987).
Esta caída de nivel no lo desanimó y para 1989 vendió dos documentales más, El imperio del sol, de nuevo en Perú, y El otro México, aunque esta vez a las regionales de la FORTA. También para ellas crearía ese mismo año el programa de misterio y viajes En busca del misterio, compartido con otro nombre propio de lo paranormal español: J. J. Benítez. Sin embargo ni esa unión de nombres logró recuperar el interés y su siguiente paso, un programa debate sobre estos asuntos llamado Misterios en la intimidad (1995-1996) quedaría relegado ya a las cadenas locales. Y es que parecía que ni el éxito de Expediente X que llevó a Tele5 a emitir en 1998 un especial con los sospechosos habitual sobre el Fenómeno OVNI en España con el título de Los Expedientes X españoles logró más que un leve repunte de fama que le sirvió para repetir la fórmula de sus debates una última vez para la FORTA en La otra realidad (1999-2000). Hasta el punto de que su última serie de documentales, Viaje a lo desconocido, acabaría saliendo directa a vídeo.
Pero, como decía al hablar del especial de Tele5, la presencia e influencia de Jiménez del Oso había favorecido la difusión de toda una serie de personalidades que solían acudir como expertos invitados a sus programa, no solo los mentados Sánchez Dragó y Atienza, también otros como Germán de Argumosa, siempre entretenido con el suceso de Las Caras de Bélmez o el antiguo presidente del Centro de Estudios Interplanetarios (CEI) Jose María Casas Huguet, entre otros. Pero si un nombre podría establecerse como alternativa a Jiménez del Oso es el de Sebastià-Daniel Arbonés Subirats conocido comúnmente como Profesor d’Arbó.
Al fin y al cabo el mismo Jiménez del Oso -psiquiatra, como ya hemos dicho- tenía cierta tendencia a colocar un Profesor o un Doctor ante su nombre así que, ¿por qué no iba d’Arbó a hacer lo mismo? Más aún teniendo en cuenta que comenzó en el programa de divulgación científica Misterios al descubierto (1966 – 1970) de Luis Miravitlles, gran divulgador y profesional de El Ente en su sección catalana que había conducido con éxito antes los también divulgativos Visado para el futuro (1963-1965) o Las fronteras de la ciencia (1966). Cómo un colaborador suyo pudo pasar de ahí a dedicarse a la divulgación paranormal es otro pequeño misterio, pero el caso es que D’Arbo iba haciéndose popular en otros medios como la radio en el que llegaría a ganar un Premio Ondas en 1975 por su programa La Otra Dimensión de -claro- la SER. De ahí a tener ese mismo año una pequeña sección de Misterios en el deporte en La2 y luego a ocuparse en todas sus facetas de Catalunya misteriosa, dentro de la programación territorial pero sentando las bases para pasar en 1979 a la primera cadena con el programa La España insólita. El éxito del programa le permitió tener una insólita carrera cinematográfica que de puro excéntrica destaca dentro del cine fantástico español, premio en Sitges incluido, y ya a finales de la década regresar a la televisión con una nueva tanda para la desconexión territorial con el mínimo cambio de título de Catalunya Misteriosa primero y luego El gran Sabat en el que trataría temas candentes, para 1990 realizaría un especial Terror entre nosaltres, y sendos especiales de misterios navideños para la desconexión y para emisión nacional. De ahí su paso de nuevo a la televisión nacional con La España Mágica y Misteriosa en 1991 y, ya con la llegada de las privadas, a Antena 3 donde colaboraría durante 1993 en el espacio En los límites de la realidad. Las entrevistas que ha ido dando durante estos años para hablar de diversos temas han mostrado a una persona con un estilo distinto pero que acabó sufriendo el mismo problema que Jiménez del Oso, su desaparición durante el resto de los novena y reaparición en círculos más pequeños como Andorra TV en al que presentó en 2001 Pirineus Mágics o el canal local TeleMagik así como pequeñas colaboraciones en otros canales locales.
Quizá porque a los viejos nombres se les empezaba a ver el cartón. En 1993 el espacio de Andrés Aberasturi En los límites de la realidad del que hablamos antes duró poco pese a poder encontrarse entre sus participantes a
José Francisco Guijarro, fiscal del arzobispado de Madrid; Luis Sierra, oncólogo; José María Peridis, como arquitecto, y Jaume Bordás, profesor de Parapsicología e Hipnología.
duraría poco tiempo en pantalla. Una década más tarde sería el escritor J. J. Benítez el que se enfrentaría a críticas cuando en 2004 comenzara a emitirse en TVE Planeta encantado. La organización de internet comenzó a funcionar primero con quejas y, al final, en un gran follón, con pleitos de por medio. Algo que no ocurrió cuando se emitió en 1977 el documental basado en su libro Existió otra humanidad, quizá aprovechando su éxito entre la realeza.
2004 es el año en el que podemos hablar de un relevo generacional pues pese al mal resultado y los problemas del programa de Benítez se iniciaban los tímidos pasos de Javier Sierra, escritor y co-fundador de la revista Año/Cero con Enrique de Vicente, que fue primero colaborador en Crónicas Marcianas en Tele5 y luego conseguir en TeleMadrid un programa El otro lado de la realidad entre 2004 y 2005. Aunque más importante aún sería el inicio en 2005 de la hegemonía de Iker Jiménez con la emisión en Cuatro de Cuarto Milenio, versión televisiva de su exitoso programa radifónico Milenio 3, que pasó a emitirse durante una década como referente de este tipo de programas y aglutinador de muchos de los nombres mencionados como invitados. Algo que facilitaría el estreno en 2008 de El arca secreta en Antena 3. También en ese año se estrenó Canarias Mágica en la RTVC.
La llama de estos pequeños programas no duraría mucho, pero la extensión del de Iker Jiménez logró convertirle en una figura tan reconocible como la de Jiménez del Oso, incluso en sus problemas con los falsos documentales -sin que quede claro si son muy crédulos o muy malintencionados- ,hasta el punto de que la muerte de este último en 2005 le dio incluso una apariencia de relevo que solo podría definir como… inquietante.