En esta extraña semana al menos hemos tenido un par de alegrías, aunque ninguna viniera de una serie tradicional. Por un lado se ha estrenado At Home With Amy Sedaris (USA) que no es lo mejor que ha hecho la titánica Sedaris en su carrera pero que sigue siendo una alternativa interesante a los programas de sketches, sobre todo por el marco que le han preparado como un programa de consejos para la perfecta ama de casa. Y que al final las tablas se notan e incluso en los momentos de los que menos se puede sacar algo consigue. Es normal que pongan su nombre al programa, porque por mucho invitado famoso acaba siendo ella la que hace el visionado mínimamente tolerable.

En cuanto a Drop the Mic (USA), Corden intenta exprimir como programa lo que en otros tiempos funcionaba. Pero la televisión es distinta y, sin embargo, parece que por eso mismo se ha permitido que le partan la cara. Las luchas dialécticas sacadas de estirar un sketch tienen no demasiada fuerza y, decididamente, muy poca espectacularidad. Es casi un triunfo de todo lo que ya no es. Pero lo poco que podamos sacarle bueno, digamos la insult comedy o algún mínimo toque musical, quizá hagan que algo salga de todo esto. Pero, sobre todo, como medidor de la diferencia de +situación y estado con respecto a lo que han sido los últimos meses de Lip Sync Battle y Carpool Karaoke. Al paso al que vamos nunca sabremos lo que pudo suceder para el próximo intento de aprovechar fragmentos virales de los lates.

No tengo muy claro qué pretendía la BBC con este Gunpowder (UK) que, además de otra serie sobre los pobres católicos perseguidos en UK este año – hablando de temas recurrentes-, nos trae una reconstrucción de época hecha con pasta para justificar mucha violencia y suciedad y blablabla. El tipo de producto que un adolescente creería adulto, supongo.

Una vez más, The Jellies (USA) nos ofrece una serie en Adult Swim que finge ser rupturista y diferente ofreciéndonos lo que estas series nos han ofrecido siempre. Cuando repites cosas que ha hecho Padre de Familia deberías preguntarte qué puedes ofrecer.

Ay. Michael Jackson’s Halloween (USA) es… bueno… un sacacuartos de la CBS para enchufar a actores de la casa a poner voces en una historietilla intrascendente que intenta crear un especial para Halloween barato y repetible. El resultado es poco más que aquellos especiales navideños genéricos que saldaban de baratillos en las tiendas de oportunidades. Y no me hagáis compararlo con el videoclip original, o con la canción, o con… mejor no comparemos con nada en absoluto.

En Showtime siguen teniendo que justificar su precio sacando desnudos, así que SMILF (USA), una de esas comedias dramáticas con las que intentan repetir la suerte de Shameless (la americana, claro, no pueden estar menos interesados en hacer una serie interesante inglesa) de una manera tan obvia que supongo que si alguien tuviera vergüenza lo presentaría como spin off. El resultado es muy flojo, claro, pero tampoco creo que nadie esperara realmente algo de ellos.

Por suerte para todos al menos Tracey Breaks The News (UK) está bastante bien en casi todo lo que intenta. Cierto, Ullman tiene tablas como para construir el Arca de Noe y la actualidad política y social está como está, pero eso no resta mérito a un programa que parece decidido a tener más mordiente de lo que la mayor parte de obras funcionan. Así que tras el éxito del especial de este junio aquí tenemos unos cuantos programas. Menos mal.