Bueno, pues aquí seguimos con las miniseries americanas que van acercándose a lo que los ingleses llevan años haciendo. En I am the Night (USA) el asunto acaba menos siendo la adaptación de unas memorias de una persona que rodea el caso de La Dalia Negra y más el cómo venderlo. Por supuesto la tesis principal era ya razonablemente conocida y el uso de los personajes es el esperable con jueces y parte pero no me deja de sorprender el esfuerzo por recalcar que se trata de un trabajo de Chris Pine en el que los dos primeros capítulos vienen dirigidos por Patty Jenkins cuando el personaje central y protagónico es el de la autora de las memorias, interpretado aquí por India Eisley. Al margen de esto, poco más que contar. Buena reconstrucción de la época para una historia que supongo que dependerá lo que conozcamos para llegar a interesarnos, porque en realidad resulta de lo más rutinaria.

Curiosa idea esta de Pure (UK) de presentar un trastorno obsesivo compulsivo poco habitual. Y rodearlo de personajes que están ‘igual de mal’ pero a otros niveles. La diferencia es que su trastorno son pensamientos sexuales intrusivos. Luego ya una llegada a Londres inesperada y los inicios de esa presentación de personajes. Y al final… bueno… el punto de partida es más interesante que lo que se hace con ello. Supongo que pasa un poco con la protagonista, Charly Clive, que ya hizo comedia sobre su experiencia con un tumor cerebral. En fin, al menos tiene buenas intenciones, pero mucho le queda por recorrer.

Para mi sorpresa Rainbow Butterfly Unicorn Kitty (USA) es mucho mejor de lo que pensaba. Sí, el punto de partida es que hay un sitio con criaturas míticas incluida nuestra protagonista, pero eso sirve solo para establecer dos cosas: Que se trata de un mundo en el que todo es posible y que ese ‘todo’ incluye cualquier posibilidad de absurdo que se nos ocurra incluir. Dentro de esos parámetros y con una lógica-ilógica propia se permite no solo tomar cualquier elemento sencillo para una trama clásica y retorcerlo hasta convertirlo en algo propio de la serie, también hacerlo con la ligereza de un programa de televisión pensado para los más pequeños. Así que tenemos un programa divertido, alegre, muy imaginativo y que no para.

Algo más que curiosa es esta Russian Doll (USA) que juega con un concepto a estas alturas más que conocido como es el del día repetido para mostrarnos menos una intriga -que también- que una comedia sobre la crisis personal. Precisamente es ahí donde mejor funciona, gracias a los personajes y a un guión que más que escrito parece forjado pero, sobre todo, a que parte de los actores, empezando por su protagonista Natasha Lyonne, pero también Greta Lee y Elizabeth Ashley, que llevan el magnífico peso que sus papeles para sacarles el mayor jugo posible. No sé si realmente necesita una segunda parte, pero mucho me extrañaría que no acabara teniéndola.

A veces las series son solo series o, mejor dicho, a veces se limitan a seguir un estilo conocido. Algo así sucede con la colombiana Siempre bruja (O) (CO) que usa varios trucos conocidos para acabar con una persona poco habituada al presente metida en un juego mucho mayor y con lo que está claro que es una serie de amores reñidos y, en fin, una nueva serie de brujas con sus poderes, sus discusiones y, por qué no decirlo, parte de aquello que Embrujadas se deja fuera. Así que lo que le falta de originalidad lo ofrece por otro lado, que tampoco está nada mal.