Hubo hace unos años una gran cantidad -no lo llamaremos epidemia- de series que seguían el patrón Un grupo de gente se despierta en una nave espacial porque ha pasado algo inesperado. Este The Ark (USA) sigue ese estilo en la sección Eran mandados a repoblar/crear/montar una nueva realidad y es, además, en SyFy. Que yo diría que ya acogió varias. En cualquier caso el resultado es el de siempre, supongo que si te gusta la premisa esto puede estar bien. Y si no… bueno, no es que ofrece mucho más allá de las discusiones de los distintos puntos de vista, las particularidades de la misión y los clásicos temores sobre la falta de lo que toque para la supervivencia. Un genérico.
Debo decir que la versión india de
Élite que
Netflix puso en marcha con el nombre de
Class (O) (IN) esperaba que fuera menos cercana a la original y más adaptada a su contexto. Pero no, pese a los cambios que han tenido que hacer hay mucho que se mantiene. Incluyendo partes queer y momentos sexuales. Ninguna de las dos esperaba verlo en una producción de La India, menos aún teniendo en cuenta cómo está La India. Pero bueno, supongo que la idea era montar una Serie Escándalo. Porque, por lo demás, sigue esa idea de mezclar
Medias de Seda con
Al Salir de Clase que tenía la original. Incluso manteniendo los discursos sobre clases que en este otro contexto de postcolonialismo británico y sociedad de castas rechina precisamente por la falta de cambios. No espero nada más de ella, pero espero que al menos sirva para probar si hay intención en cambiar las cosas.
Me lo he pasado en grande con este
Detective Conan: The Culprit Hanzawa (O) (JP), una serie que sospecho que solo nos va a gustar a los que llevemos los treinta años -o se los hayan metido en vena- siguiendo los casos de
Conan, que se usan aquí para crear una sátira sobre el tipo de ciudad en la que hay un asesinato nuevo a cada minuto, los criminales abundan y en cuanto te descubren intentan asesinarte. Lo mejor es que eso lo mezclan con la historia del protagonista, que es otro asesino en ciernes pero de quien se nos cuenta su llegada a la ciudad, sus comienzos de vivir de manera independiente, conseguir un trabajo y enfrentarse a todos esos pequeños retos asociados. De modo que la más desaforada sátira se junta con el costumbrismo más sencillo de compartir. Y lo hace en episodios de poco más de cinco minutos en los que el
opening, el
ending y la previa del siguiente capítulo ocupan casi más que el contenido en sí. Son doce episodios de esos cinco minutos y medio aproximados, así que si conocéis la historia u os interesa esto que digo en poco más de una hora os la habréis fundido. Ya os digo, no puedo recomendarla a cualquiera porque hace falta un conocimiento del contexto de esos que me llevan a decir que por una vez soy
concretamente el público, pero si lo tienes… ¡adelante!
Como si del juego aquel de
Dos Verdades y Una Mentira fuera, en
Dear Edward (USA), lo último de Apple TV+, tenemos Dos Problemas y Una Bondad. La bondad, empecemos allí, es que
Connie Britton está muy bien, como siempre. El problema podríamos decir que es todo lo demás, pero podemos centrarlo en dos: El melodrama post-accidente aéreo es tirando a insufrible. Una opinión general mía pero aquí en concreto, están tan centrados en ‘el drama humano’ que se olvidan tanto de la empatía humana como de que tiene que interesarnos la gente. Y no se cumple ninguna de las dos. Es un triste intento de hacer llorar este. Como en un drama de sobremesa. El segundo problema es que el protagonista teórico… digamos que no es un desastre pero está lejos de ser un éxito, no digamos ya de poder defender a un personaje que es tan excesivo desde un punto de vista narrativo, que en el mejor de los casos hace bola. Y en el peor no interesa. Al menos el actor logra que la cosa no empeore, que casi me sorprende, la verdad. Pero para este tipo de obras la explotación infantil más vale hacérsela a un niño británico, que tienden a ser más capaces que los americanos. En fin, supongo que si quieres
una de llorar valdrá. Yo, desde luego, ni soy su público ni le encuentro gran interés.
Pues ya está en
Netflix el
spin-off de
On My Block, lo han llamado
Freeridge (USA) y ha decidido incluir una especie de trama ambiguamente fantástica en la que no acaba de atreverse a entrar. Al menos en el piloto. También p43resenta a un nuevo grupo de protagonistas que, sinceramente, no me podrían importar menos. Incluyendo la idea principal de las dos hermanas que discuten pero que están en el mismo grupo de amigos aunque a una de ellas no le soporte el resto de amigos de la otra. Yo qué sé, a ratos parece
Un Episodio Muy Especial y a ratos los recortes de hostias -por un motivo más que razonable- de
El Club de la Medianoche. Supongo que a su público original le interesará, a mí ya os puedo decir que no.
¿Hay una competición dentro de Netflix para ver quién hace la peor serie de animación? No sé si tengo dudas pero pruebas tengo a patadas. Con la salida cada semana de una obra que es peor de la anterior la entrada en el concurso de esta semana es
Make My Day (O) (JP) que parece un disco demo de un juego de PS1. En el mejor de los casos. Pero es que además dentro aparece de cuando en cuando otro tipo de animaciones en formas y estilos, como si quisiera dejar claro que esto no es un problema de dinero sino una
DECISIÓN. Y, sinceramente, se han Tomado Decisiones.
Quiero creer que esta
Nolly (UK) está hecha por
RTD para
ITVx como un homenaje y ha acabado como una de esas estatuas de cera que solo sirven para recordarnos por qué el original era tan memorable. No sé si el problema está en intentar abarcar mucho con ese pedazo de la historia de la tele británica, la biografía de su protagonista y su grandeza como icono, entre otros muchos momentos históricos. Puede ser que parte del problema sea la mediocre actuación de su protagonista, una triste caricatura que siempre se queda por debajo o por arriba de lo que hubiera hecho la propia actriz. En cualquier caso, una idea fallida que merecería mejor suerte probablemente como algún tipo de documental que como acercamiento desde la ficción. Al menos si la ficción no está bien pensada, planificada o interpretada.
Que espanto este
Princess Power (USA), que tira de lo peor de la explotación
girlibossy del feminismo de hace una década para montar una especie de historia de siempre con princesas y frutas con la mayor innovación de que las princesas llevan PANTALONES. Entre eso y que una de las frutas es el kiwi menos kiwi de la historia de los kiwis creo que la idea es cubrir un… no sé, una necesidad o un algo. Y lo de estirar el dedo meñique… Ahm. Mira, no.
Agradablemente canadiense y algo insulsa, ideal para rellenar una tarde mientras haces otra cosa, así es
The Spencer Sisters (CA) que usa el clásico madre/hija, novelista de misterios/expolicía, como extraña pareja que resuelve crímenes un poco siguiendo los puntos más que investigando entre varios sospechosos. Es algo inofensiva, pero supongo que cosas peores habremos visto.
Lo malo de
The Watchful Eye (USA) no es tanto que no sepa a dónde están yendo como que me da bastante lo mismo. Con un nivel propio de un telefilme de
Lifetime pero sin nada del suspense o despendole. Tenemos a un montón de arquetipos que nos dan bastante lo mismo, un par de cadáveres que también nos dan igual, un entorno similar al de
Only Murders in the Building que solo sirve para recordarnos lo buena que es
OMitB, y muchas intrigas que se exponen de la manera menos interesante posible. Es una lástima que
Kelly Bishop esté haciendo su nada de papel aquí porque es lo más interesante y, a la vez, está completamente desaprovechada. Ni siquiera tiene sentido compararla con Lost porque no sólo no intenta intrigar, es que tampoco intenta mostrar algo extraño que
‘ya explicaremos’ hasta el punto de que los elementos digamos
conspiranóicos o sobrenaturales dan totalmente lo mismo. Total, que no pienso ni leerme el artículo de
wikipedia explicando.
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