Agradable pero no mucho más es el The Brothers Sun (USA), al menos sus dos primeros capítulos, que tienen a Michelle Yeoh pero no le dan demasiado uso. En realidad es una ‘buddie serie’ de hermanos que en tiempos podrían haber hecho… The Rock y Kevin Hart, por ejemplo. Dos hermanos viviendo vidas distintas, uno ‘profesional’ del gangsterismo, el otro un aparente desastre blando, y una misión que les une. Algo de humor, algo de acción… Pues eso, un poco lo de siempre, Yeoh hace muy bien los minutos que le dan, pero su personaje no tiene -de momento- mucho recorrido y la sensación de que esto en película hubiera sido mejor. Aunque fuera una película de Netflix.

Me alegra ver que el terror es ya un tema recurrente en las series que nos llegan de Asia. De modo que Curse Code (O) (TA) puede no ser muy original -un padre de familia en apuros aceptar el dinero que le ofrecen por intentar acabar con una maldición- pero es lo suficientemente agradable dentro de la rutina como para aceptar que parezca beber de aquí y allá, o usar sangre digital. No creo que la recordemos durante mucho tiempo pero, al menos, nos habrá dado algo que tener en la pantalla. Aunque no puedo asegurar que se le vaya a hacer demasiado caso.

Había oído cosas muy buenas del manga Danjon Meshi (O) (JP) o ダンジョン飯 o Delicious in Dungeon o, sobre todo, Tragones y Mazmorras. Y lo cierto es que este anime está simpático, pero con un solo capítulo no parece que haya mucho que decir, además, por supuesto, de que entiendo que algún personaje está en su primer desarrollo, pero que el personaje ‘insufrible’ sea el único en apariencia femenino pues… en fin. Quizá si hubieran subido más capítulos tendría una sensación distinta, y ciertamente la parte culinaria y la taxonomía de los monstruos resulta cercana y original. Pero no sé yo, no sé.

Embrollada hasta el exceso -y quizá sea eso lo mejor que tiene- esta Fool Me Once (USA) continúa con la titánica tarea de Netflix de sacarle provecho al dineral que le soltaron a Harlan Coben por sus derechos. En este caso con un asesinato en el centro y toda una serie de tramas laterales que hace recordar los buenos tiempo (?) de Motivos Personales. Así que muy ajetreado, supongo que ideal para rellenar un rato, pero habrá que ver cómo se asienta el polvo.

Lo que más me sorprende de Mr Bates vs The Post Office (UK) es que no sea una peli inglesa. En su lugar es una serie inglesa. MUY inglesa. Que parece pensada casi más para movilizar al público y quedar en el recuerdo que para contar la historia. Aunque supongo que la idea en sí es también importante, sobre todo para demostrar cómo poner a un buen puñado de actores -o a un puñado de buenos actores, que también- al servicio de la historia.

No sé cómo explicar que Nae Nampyeongwa Gyeolhonhaejwo (O) (CS) o 내 남편과 결혼해줘  o Marry My Husband es enormemente asiática. O, al menos, yo siempre uno esta idea de las vidas que acaban y regresan unos años antes para dar la oportunidad de cambiarlo a la persona… me parecen una idea claramente asiática. Aquí tenemos a una pobre mujer a la que le pasa de todo y con todos: Un cáncer, un marido espantoso, una madre insoportable, un descubrimiento de infidelidad… Y una muerte por asesinato. Así que vuelve diez años antes, cuando aún no estaba casa, pero se encuentra ya en mitad de una relación con ese señor. Todo dentro de lo habitual y moviéndose en lo razonable. Supongo que si sabes a lo que vas no te vas a sorprender mucho pero, desde luego, no te van a defraudar.

Extraordinario ejemplo de cómo no hacer un piloto este Sanctuary: A Witch’s Tale (USA), tremendamente aburrido y sin contar gran cosa durante la mayor parte del mismo. Supongo que la idea es que los hechos del final pongan en marcha la acción. Más porque no hay acción durante el piloto que porque muestren, enseñen o insinúen. Quizá es que le sobra capítulos, pero podrían haber hecho que este, que es el que se supone que tiene que interesar al público, tuviera algo interesante en lugar de dos líneas en alguna wiki.

Una reunión distinta en truelove (UK), que se supone que tendría que ser algo de suspense pero, en realidad, parece más un drama sobre viejos amigos protagonizada por buenos actores ingleses. A mayor gloria de Lindsay Duncan, por cierto, que no parece ni que fuera la idea original. Pero tampoco le viene mal, supongo. Lo cierto es que no tenía muy claro por dónde tenían intención de irse y, al final, ha resultado ser algo igual de inexplicable pero también agradable.