Primero los amigos.
– El mapa de Chillida de David Marto, ed. Norma
Esto de David, que quizá os suene de Mateo pierde su boca, es una sorpresa para mí porque, la verdad, pensé que le veríamos antes dibujando un cómic infantil/ juvenil. Pero supongo que también hay algo de la frescura y humor que puede aportar a una historia que parece ir por otro lado, porque con la excusa de una joven que ha perdido a su abuelo y que decide hacer el viaje soñado y nunca realizado por las obras de Chillida se nos cuenta la biografía y las intenciones del escultor. Así que hay un aspecto didáctico unido a una pequeña historia que complementa a aquella. ¡Bien por David!
¡Que entre la pila!
– Cada noche a las nueve de Julian Gloag, ed. Impedimenta
Publicado la vez anterior con el título original del libro, La casa de nuestra madre, y ahora con el de la película que la adaptó; esta obra de Gloag, entre el suspense opresivo y el gótico familiar, con siete hermanos cuya madre ha muerto pero ellos fingen que no, y cuya existencia se ve alterada por alguien que dice ser su padre, en el que la presión, las dudas y la situación extraña en la que un fervor materno podría ser el origen de una paranoia que quizá llegue a lo mortal.
– Conquistadores de Éric Vuillard, ed. Tusquets
El buen hacer de Vuillard para la novela histórica se va esta vez al siglo XVI para contar la historia de Francisco Pizarro y sus hombres, la caída del Imperio Inca, el terror ante los recién llegadas, la fuerza bruta en una tragedia que incluye la caída de un imperio y que aunque pueda parecer antigua no nos cae tan lejos.
– La gata lo vio todo de Dolores Hitchens, ed. RBA
Uno de esos libros que une gatos y policíaco… de los años ’40. Para la próxima vez que os digan que el ‘cozy crime’ es un invento reciente. Dolores Hitchens fue una gran autora de género criminal -en una de sus novelas, Fool’s Gold, se basaría Jean-Luc Godard para Bande à part– y se movía con igual soltura en el ‘hardboiled‘ y el ‘murder mystery’ más clásico, aunque de entre sus libros la serie de Rachel Murdock, una mujer mayor con una gata negra, Samantha, perpetuamente metidas en asesinatos – Bueno, al menos una docena de veces.- y ahora, tras tanto tiempo… Aparentemente llegan a España. Así que es toda una oportunidad.
– Carnicero de Joyce Carol Oates, ed. Alfaguara
Una obra sobre las terribles investigaciones sin control que las mujeres encerradas en una institución tuvieron que soportar, especialmente por una joven sirvienta albina, a manos de un médico dispuesto a todo. Narrada por el hijo mayor del investigador que se centra en repudiar el legado de su padre. Así que, efectivamente, lo último de JCO es bastante duro.
– Todas y cada una de las chicas de la curva de Gwendolyn Kiste, ed. Dilatando Mentes
Aquí estamos de nuevo con Kiste, el cuarto que le publica Dilatando Mentes. Esta vez es una traducción de Pretty Marys All in a Row, sobre cinco leyendas urbanas (Resurrection Mary, Bloody Mary, Mistress Mary Quite Contrary, Mary Mack y Mari Lwyd) mientras que en España tendrán otros nombres: La Chica de la Curva, Verónica, La Ama, La Chica del Ataúd y Mari Lwyd. A saber. Pero creo que es importante porque así queda claro por qué hablan de esas cinco mujeres, que comparten casa tanto como una tradición de folklore y oralidad, y que están acostumbradas a vivir y revivir sus historias… hasta que descubren cómo moverse entre ellas, y cómo son más fuertes unidas.
– Somos satélites de Sarah Pinsker, ed. Red Key
La ciencia ficción -de aquella manera- sirve para esta historia de personajes en la que una familia se encuentra ante lo que podemos llamar ‘un cambio tecnológico’. Aparece un implante cerebral que ‘ayuda’ a la gente. A partir de ahí comienza un examen a lo largo del tiempo de lo que esta tecnología y su impacto suponen. Desde un punto de vista de drama familiar, muchas veces, pero no solo. Supongo que con esto sabéis más o menos por dónde van los tiros, así que, en realidad, el concepto es lo suficientemente claro como para decidir qué hacer.
– Atracón de Douglas Coupland, ed. Alianza
Todo llega. Incluso la publicación de este libro de relatos de 2021 que se llamaba en inglés Binge porque quería ofrecer una buena cantidad de ellos que leer del tirón, pero también reflexionar sobre esos cambios culturales como él suele hacer. Y lo hace en estas historias de 3 ó 4 páginas que, en ocasiones, pueden parecer demasiado cortas, pero otras veces le sirven para ir justo a donde quería para lo que quería contar. Incluso cuando se empieza a ver que las historias sirven también como piezas interconectadas. Lo cierto es que no sé si a estas alturas sigue siendo relevante, pero supongo que al menos tenía que avisar de que un libro suyo, nuevo, estaba disponible.
– El coliseo de Mary Beard y Kith Hopkins, ed. Crítica
Aunque parezca más un libro de compromiso que una de sus obras sé que hay suficientes fanses de Mary Beard por aquí -no sé de Kith Hopkins, la verdad- como para avisar de que sale esta obra sobre la historia del Coliseo. No hay mucho más, pero parece bastante claro el libro y su alcance.
– La impostura de Zadie Smith, ed. Salamandra
A finales del S XIX una abolicionista se involucra en un juicio por la identidad de un hombre que parece haber reaparecido. Que cuenta de su lado con un antiguo esclavo que testifica a su favor. Pero toda esta gente, todos lo que hay a alrededor, servirán no solo para la intriga, también para el contexto de la época. Y, por supuesto, para la nuestra, porque desde la publicación de este libro parece que Smith no ha dejado de hacer declaraciones discutibles y meterse en líos.
– Una cena en Roma de Andreas Viestad, ed. Siruela
A partir del menú de un restaurante el autor hace un ejercicio de arqueología culinaria, un viaje a través de la mesa que sirve también para hablar de la historia -no solo del mundo, también de los alimentos- y así desde el pan (y el trigo), el aceite, la sal, la pimienta, la carne, el vino o el limón -todos ingredientes propios de la cocina del lugar- puede pasar a lo universal y a la reflexión sobre la importancia y el impacto de los alimentos en el desarrollo humano.
– PAN.DELIRIO. de Javier Cocheteux (padre e hijo), ed. Planeta Gastro
Con el roscón de reyes como centro, y la fama de este obrador de pan y repostería -todo artesanal, claro- con las recetas que aquí se presentan y que van de brioche, torrijas, pan de pasas y nueces, crema pastelera o, claro, el roscón de Reyes. No hay mucho más que haya que añadir. Tampoco menos.
– El rescate de la rosa blanca (3, El superdetective Blomkvist) de Astrid Lindgren, ed. Kókinos
¡Parece que estamos en el año de Blomkvist! Porque aquí llega la tercera y última de las novelas de Lindgren escribió sobre el personaje. Ahora con 13 años y metido en una trama de secuestro que se irá complicando. Así que ya podemos leer todas las aventuras de este fundamental detective adolescente europeo.
– La muerte cuelga de un hilo (Cozy Mystery Juvenil) de Alan Bradley, ed. Alma
Pues aquí estamos de nuevo, con el segundo de los misterios de Flavia de Luce. Que apareció la vez anterior en España como La muerte no es un juego de niños y que en inglés se llama
The Weed that Strings the Hangman’s Bag. Y es que hay un nuevo caso que aparta a Flavia de sus experimentos cuando un titiritero ambulante aparece muerto, y los hilos lo unen a un caso del pasado. Un motivo más que razonable para que ponga en práctica de nuevo sus extraños talentos.
– Cajita conversaciones Heartstopper. Cartas oficiales para fans por Alice Oseman, ed. Libros Cúpula
Efectivamente, eso parece que es una… no una baraja sino más bien una serie de fichas con información de personajes pero también de temas. ¿Sirve para jugar? No parece. ¿Sirve para conocer más o mejor este universo? Pues no creo. ¿Sirve para sacarle las perras a los fanses? Puedes apostar por ello.
– Inspectores espectrales de Bowen McCurdy y Kaitlyn Musto, ed. Astronave
Un grupo de jóvenes tienen un pequeño programa de misterio paranormal, su complicada dinámica interna parece a punto de saltar por los aires, pero aún así van a realizar un episodio especial en un pequeño pueblo que parece lleno de lugares encantados. Lo que, por supuesto, acaba llevando a que aparezcan… ¿fantasmas? ¿demonios? ¿otra cosa? Sea como se tenemos un grupo, tenemos diversidad y tenemos una pequeña historia de misterio, fantástico, incluso una pizca de horror en este pequeño cómic juvenil perfecto para la temporada tenebrosa.
– Beetle, aprendiz de bruja de Aliza Layne, ed. Blackie Books
La joven Beetle es una goblin que va a ser una bruja (o una bruja-goblin si lo preferís), pero de momento prefiere intentar pasar las tardes con su amigo el fantasma mudo Ecto Plasma en el centro comercial que este ‘encanta’. Pero la vida no es tan sencilla y pronto surgen retos, desde el regreso de su antigua mejor amiga -y quizá algo más-, la gato-esqueleto Kat a los planes que la mentora de esta tiene para el centro y que son un peligro para todas las almas que lo ‘encantan’. Así que Beetle tiene que salvar a su amigo, reconciliarse -o lo que surja- con su amiga y lograr hacer lo correcto. Todos los ingredientes para un cómic estupendamente ilustrado, con mucho humor y lleno de ideas. Buenas o malas, pero siempre entretenidas.
Nos leemos.