Supongo que estas cosas de catástrofes tienen que llamarte, sospecho que quizá en otro momento -o tratada de otra manera- este Cada Minuto Cuenta (O) (MX) sobre el terremoto del ’85 podría haberme parecido simplemente un drama barato y poco elaborado, en el que el dinero se ha ido más en reconstruir la época que en buscar historias que contar. Pero, claro, con lo que tenemos ahora encima no parece el mejor momento para que a uno le apetezca ver algo que no pasa del OK. Quizá si realmente hubiera hecho valer cada minuto…

La culpa es mía, lo reconozco, no sé qué me hacía pensar que La Cage (O)(FR) sería una serie de acción en lugar de un drama. Un drama con elementos deportivos, más o menos dramáticos, más o menos sórdidos, pero un drama al fin y al cabo. Y para eso -para que te importe e interese- hace falta u otro tipo de obra o ser un tipo de público que yo no soy. Me da igual la vida privada, me da igual que haya decidido que este sea su camino a la gloria, me da igual los diferentes grupos de intereses creados, la gente interviene y blabalbla. Me molesta, eso sí, la decisión de mantener las luces apagadas en casi todas las escenas posibles para hacerlas lo más realista posible. Pero, vamos, que no, que yo no soy su público.

Tras el espanto de la versión original (¿sigue abierta, le importa a alguien?) y el aburrimiento innecesario de la italiana, la tercera iteración Citadel: Honey Bunny (O) (IN) partía de la buena idea de dejar a los indios que hicieran acción. Que a estas alturas es casi el país del que más me fío -en realidad la mayoría de Asia, especialmente la continental- pero, claro, si luego metes ¿dos, tres? escenas de acción… En fin. Cincuenta minutos que en su mayoría son de aburrimiento. Un par de líneas temporales de la que la mínimamente interesante resulta ser la noventera y, en general, la sensación de que nadie tiene muy claro qué es lo que quieren con esta franquicia, pero que no piensan ponerle mucho trabajo para que ¿el dinero? ¿la gloria? se lo lleven otros.

¿Cómo se pueden hacer tan mal las recetas en una obra en la que son integrales y después de tantísimos años de programas de cocina? Parece que alguien pensó que si la película había funcionado también se podía hacer una serie de Como Agua para Chocolate (O) (MX) -no estoy convencido de que los responsables sepan que hay un libro- y es cierto que han puesto pasta para aburrir. Quizá no tanto como para que las recetas tengan sentido -esas Torrejas de Nata que voy a presuponer que eran Torrijas de Nata pese a que se les haya olvidado… el pan- pero supongo que lo suficiente como para que si eres espectador de los Grandes Relatos esos que entretenían desde la sobremesa a la cena de sábados y domingos… pues lo mismo te gusta, cosas más raras se han visto. Como esas recetas tan mal hechas y peor ejecutadas.

He tenido que ir a mirar que esta no la hubieran estrenado antes, porque Cromañón (O) (AR) hace algo que hubiera jurado que había visto hace un año: Un grupo de chavales van a un local, el local se incendia y varios -bastantes- mueren. Una de las supervivientes, aún traumatizada por el hecho, regresa años -tampoco muchos- más tarde a la ciudad, y eso lleva a una doble narración en el pasado y el presente. Por un lado recordando cómo eran las cosas antes de la tragedia. Por el otro, mostrándonos poco a poco cómo están ahora las cosas, quién decidió hacer qué, y cómo se encontraron unos y otros. Pues bueno, pues sus cosas de ellos, supongo. Entiendo -o supongo- que lo que quieren es hablar de la tragedia y su superación, y pretende que la ‘intriga’ sea lo que nos tire. Meh.

Sinceramente, ¿tiene sentido ‘comprar’ algo para adaptarlo de manera que se parezca poco o nada a la obra original? Probablemente no todo el mundo que vea este The Day of the Jackal (UK) conocerá la novela original o la película original. Quizá sí conozcan la película que se hizo como un cuarto de siglo después, y aquí estamos, otro cuatro de sigo más, medio siglo desde la primera, dispuestos a ver algo que olvida todo el concepto sociopolítico que tenía aquella para intentar dar un giro a la misma. Y es que aquí no hay magnicidio que valga. Al menos no en el estilo de la antigua. Igual que no se habla de organizaciones criminales ultras sino, si acaso, de partidos políticos (igual de ultras, todo sea dicho) y, al final, lo que tenemos es una obra… no diré ‘del montón’ porque está un poco por encima de ese montón… pero tampoco demasiado. Un ‘thriller’ sencillote, con sus idas y venidas, con un asesino en su centro… pero un asesino a sueldo. Y, la verdad, la parte del asesino aún tiene algo de gracia -la de la policía la hemos visto tantas veces que parece un genérico- pero no como para tirar de ella, porque por bueno que sea el protagonista -que tampoco es que sea ninguna barbaridad, correcto y ya- la sensación de ‘rutina de trabajo’ y los pocos momentos de ‘acción’ llevan a que quizá una serie de 10 episodios no era lo que tenían que haber hecho. Pero bueno, supongo que las adaptaciones sirven también para comprobar las preocupaciones de una época, desde luego más que una recuperación de aquello que, sin saber por qué, se ha pagado por recuperar. Y, por si alguien se lo pregunta: Mejor que la de los noventa, peor que la de los setenta.

Yo ya no sé qué es lo que quiero con estas cosas, pero supongo que al ponerme con Gangnam B-Side (O)(CS), o 강남 비-사이드 o…, lo último que esperaba es que fuera una suerte de Drama de Organización Criminal a partir de un caso real -y si no están adaptando el caso real están haciéndolo sin pagar derechos, que me parece perfecto- en la que todo está todo el rato a oscuras -o a neones- y todo el mundo siente mucho y tienes muchas motivaciones y es muy profundo y muy… En fin.

Un agradable… ahm… ¿spokon? ¿shōnen?… a saber… pero sea lo que sea este Invincible Fight Girl (USA) resulta un agradable intento de ofrecer una serie de animación CLARAMENTE inspirada en las japonesas, con una joven decidida a convertirse en La Mejor Wrestler del Mundo, una cantidad enorme -enormísima- de construcción del mundo y de los secundarios y una animación suficiente, con toques humorísticos y… bueno… en general todo está un tanto visto y un tanto masticado, pero logra resultar todo el rato una demostración de amor y trabajo. No sé si acabará siendo una rareza o si este homenaje logrará ir más allá… Pero, desde luego, merece una oportunidad.

Curiosa decisión esta Off Shoot (USA) de OUT Tv de hacer una comedia minimalista, un fotógrafo atribulado decide buscarse un asistente -bueno, su novio le ‘insta’ a ello- y, a partir de ahí, tenemos una especie de ‘comedia de trabajo’ que tiene algo de costumbrismo pero, sobre todo, de trabajo de actores – por pura necesidad, hay tan pocos medios que es casi teatral-

Es sorprendente cuánto se parece este A Remarkable Place to Die (NZ) a la versión australiana de Crimen en el Paraíso… excepto que parece que no es eso lo que le gustaríamos que pensáramos sino más bien un algún tipo de Midsomer Murders o, quizá más aún, The Brokenwood Mysteries. Hay un cierto aire a aquellas series de películas de Hallmark con un pequeño nexo avanzando entre ellas -digamos Hailey Dean Mysteries, por ejemplo- en el hecho de que quede claro que Aquello Que Hizo Que La Protagonista Se Fuera va a convertirse en una investigación central. Pero siempre de fondo del Caso Del Día que para eso está. Y que no puedo dejar de aplaudir porque también de capítulos autoconclusivos vive el hombre -yo-, claro. Pero bueno, eso, más Hallmark que En El Paraíso, pero supongo que nos puede valer.

 

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Hay una de las series que están dentro de Mr. Plankton (O) (CS), quizá incluso dos, que me vería. ¿Por qué va cambiando de historia y tema durante el piloto un par de veces? Ni idea. Pero ahí está. Primero una historia de un ‘resuelveproblemas’, después la historia de una joven desgraciada que se va a casar, luego parece que al protagonista le ocurre algo, luego resulta que es un drama, y que lo de ella es un drama también, y entonces se fugan juntos y cerca de 45 minutos de serie no han valido para prácticamente nada. Sobre todo porque más allá de ‘fíjate que raros somos, qué únicos, qué originales’ no aporta gran cosa a lo que acaba de ser esa especie de fuga que ni me va, ni me viene, ni me importa, por muy condenado que esté su amor.

Supongo e imagino que esta My Dead Mom (USA) es uno de esos intentos de ofrecer una comedia con corazón, un intento de comentar, transformas y explicar la peculiar -y complicada- relación de la protagonista con su madre (voy a sospechar que también de la autora del guión, que no me he molestado en mirar quién fue) pero decide hacerlo de una manera… en fin. A su favor puedo decir que por lo menos los capítulos tienen menos de veinte minutos. Pero aprovecharlos para hacer ese tipo de comedia incómoda en la que tras tres años se puede celebrar el funeral y eso lleva a que se le aparezca su madre en visiones… para ejercer del prototipo de madre judía de tal manera que a los guionistas de Nobody Wants This les parecería caricaturesco. Y es que no hay más que rascar. Sí, la protagonista -y sus hermanos- tenían una relación complicada con su madre, sí, su marido y su entorno es bienintencionado pero metepatas, sí, sí, sí, la madre era complicada, ya te oí, ya te vi. Si no tienes más que contar podemos pasar a la siguiente.

No sé el tiempo que no había visto una serie tan bien actuada como esta. Posiblemente porque va sobre la actuación… en todas sus versiones. Ying Hòu (O) (TW) o 影后 o Born for the Spotlight o Nacidas para Brillar o nos trae a las actrices sobre todo, un reparto extenso y variado en distintos estadios de carrera y fortuna. Pero también a managers, directores, guionistas y mucha más gente. Y lo hace en pequeñas especias que parecen más o menos interconectadas pero que está claro que van a ir confluyendo poco a poco. Escenas que tienen, sobre todo, tanto humor como entrañas. Porque son entrañables pero también porque sacan lo que tienen dentro. No es una historia fácil de seguir, eso es cierto, porque esas pequeñas escenas parecen no tener un punto de humor más allá de esas actrices y sus fortunas. Pero ahora mismo puedo decir que hace tiempo que no encontraba una serie tan interesante que recomendar, capaz de reírse de las situaciones, de recordar que todo el mundo es humano para lo bueno y lo malo y de establecer esas pequeñas escenas que van cruzando a sus personajes. No puedo más que recomendarla.