Supongo que los dos cómicos centrales en Chancers (O)(UK), que no deja de ser un programa de sketches, serán bien conocidos en Irlanda del Norte. O algo. Desde luego no hay mucho que me haga interesarme por ellos en este piloto que sirve más para mostrar recursos poco interesantes y chistes que no solo parecen no ir a ningún lado sino, de hecho, no lo hacen, como para un mundo propio que es básicamente el que se ve en la tele. No el real, el televisivo. Quizá incluso el que se ve en YT. Así que ni siquiera podemos hablar de que busquen la repulsión, simplemente parecen creer que un mínimo chascarrillo lo convierte en algo gracioso. Y me temo que no.

Pffff… Cien Años de Soledad (O)(CO) logra que el capítulo piloto haga honor al título. Por lo demás mucho televisióndeprestigismo, con una producción que se ha gastado los cuartos y tiene que demostrarlo en cada momento, pero que no parece haber pensando en que convendría que la actuación no estuviera acartonada o que los personajes fueran algo más que figuritas perdidas en el decorado, si le unimos una de las voces en off más incompetentes que he visto… definitivamente creo que hace falta ser muy fan de la obra original, y llegar con pocas ganas de verle los defectos.

He tenido que mirar varias veces so este Konflikti (O)(FI) tenía algo que ver Aurora Roja, teniendo en cuenta que claramente la está fusilando. No lo reconocen pero, en fin, los hechos son los mismos aunque en lugar de un grupo de pizpiretos jóvenes decidan poner a un grupo de… ahm… soldados más o menos novatos. Que le metan una estúpida trama política tampoco lo hace mejor. Más aún cuando la historia sigue siendo tan lamentable y se les nota el pro-militarismo y la cultura del esfuerzo guerrero para, total, nada. Salvo, quizá, si creías que el remake que hicieron hace unos años de la peli era un espanto. Resulta que aún podría haber sido peor… Bueno, quizá aquí los actores sean algo mejores que los del remake. Pero porque aún hay niveles.

Empiezo a creer que a Showtime solo le funciona Dexter, y tampoco debe de ser demasiado, porque comienza Dexter: Original Sin (USA) como comienza y porque esta Precuela es… bueno… muy precuela. Con un piloto que intenta recordar y explicar, pero que no deja de ser un más-de-lo-mismo que poco o nada aporta. Es sorprendente que Hallmark hiciera mejor uso de las manidas precuelas con Aurora Teagarden de lo que Showtime ha logrado con Dexter. Pero supongo que aquí tampoco estaban muy por la labor.

Me da igual lo que me estén diciendo, este Dream Productions (USA) es un mediometraje o quizá un directo a vídeo o algo así… que han cortado y montado como series. Pero no hay un sentido de serie en ningún momento. El ‘arco’ de cada capítulo está demasiado ligado al arco general y no tiene prácticamente ningún sentido suelto. Así que esta especie de acercamiento a The Office dentro del mundo de Inside Out -que tiene, además, el problema de que cuanto más nos cuentan de ese mundo menos sentido tiene- puede servir como acercamiento -más o menos tierno- y como extra para los DVDs, pero… bueno… Por lo menos se nota el dinero en la animación.

Es una pena que lo Liz Feldman nos ofrezca tras ese Dead to Me sea este No Good Deed (USA) que tiene muchos de los tics y problemas de las series de Netflix y poco de los aciertos de aquella otra. Actores más o menos conocidos usados de manera casi aleatoria antes que para aprovechar sus puntos fuertes -o para sorprendernos con un cambio de registros-, una historia que parece fusilada de otra partes -esta en concreto podría haber sido una de las últimas temporadas de Mujeres Desesperadas, cuando ya se habían quedado sin ideas del todo- y un intento de construir a bombazos que solo logra que te interesen menos esos misterios y te hagan bostezar los momentos humorísticos. Al final es como uno de esos postres congelados de restaurante: Da igual lo que parezca por fuera, todos son iguales por dentro y, una vez probados, quitan las ganas de repetir.

Quizá como serie de catástrofes La Palma (O)(NO) no sea gran cosa, pero como comedia involuntaria aún tiene un mínimo. Si bien para ser una película de SyFy de media tarde le falta añadir algún MegaPitónConda o un CocodrUlpo. Algo así no desmerecería -de hecho, ayudaría un poco- en este compendio de insensateces en el que las normas de la física no están ni se las esperan, igual que el cerebro de los protagonista.

Que detrás de Secret Level (USA) Este la gente de Love, Death & Robots no debería de sorprendernos. Historia muy básicas, poco interés por mostrar diversidad, y mucho tirar de cosas que no están allí. Ese hablar de Videojuegos que inspiran historias y que el primero sea… Dungeon & Dragons… ¡ESE VIDEOJUEGO! En fin. Que si queréis echarle un ojo a cosas que pueden o no tener algo que ver con la referencia por gente que está convencida de ser listísima… ya sabéis. ¿Y la animación? La animación, gracias.

Lo peor de De Tatta’s: De Serie (O)(PB) no es que sea un espanto -que lo es- sino el absoluto convencimiento de que acabará adaptada a España. Bien la serie, bien las películas que llevan a ella y que se resumen en: Un tipo rico pierde su dinero y eso lleva a su familia a tener que ‘reajustarse’ en un barrio que va más allá de lo ‘popular’ hasta lo caricaturesco de los barrios bajos. Dentro de eso muy poco idea de qué hacer o cómo algo puede ser divertido. Es un sufrimiento de estereotipos que uno hubiera deseado desterrados -fingiendo estar trabajando por la diversidad, por supuesto- pero que solo sirve para que hocen los gorrinos. No me puedo creer que aún no se haya adaptado a España, ya os digo.

Esta adaptación de la serie surcoreana Algoitjiman 알고 있지만 -al japonés como Wakatte Ite mo (O)(JP) o わかっていても o Nevertheless: The Shapes of Love o Aún Así… Las formas del amor o…, no arregla nada de la anterior -o del cómic en el que se basa, para lo que vamos- pero supongo que tampoco era su idea. Poder vender una serie romántica en el que los protagonistas están todo el rato con el arte, el amor y la intensidad se ve que era lo que querían y, desde luego, es lo que han traído. A mí no me podría interesar mucho, pero seguro que hay gente por ahí que la disfrutará. Supongo.


¡Libros que Salen! Kang, «David Bowie: Vidas», Gion y más

¡Que entre la pila!

Imposible decir adiós de Han Kang, ed. Literatura Random House

Como todos los años, no hay como ganar el Nobel para que corran a adelantar las fechas de publicación. Así que aquí tenemos la nueva obra, con un personaje intentando ir ‘al rescate’ del animal doméstico de una amiga hospitalizada de improvisto en lo que se convierte en un viaje lleno de penurias que sirve para que las ensoñaciones de la protagonista repase historias y recuerdos incluyendo los de una de las peores masacres de la historia de Corea del Sur. ¿Qué puedo decir? Han siempre ha tenido sus temas.

David Bowie: Vidas de Dylan Jones, ed. Es Pop

En esta monumental obra, creada a partir de varias conversaciones con Bowie y casi dos centenas de entrevistas a su familia, amigos, enemigos y allegados, se monta una biografía casi-oral en la que se puede seguir desde su infancia a la grabación de su último disco. Permitiendo ver desde dentro la historia, logros y contradicciones de una de las más revolucionarias figuras de la música moderna.

Memorias de la jungla psicodélica de Joel Gion, ed. Colectivo Bruxista

Entre las memorias de músicos y casi una novela de experiencia en la que vemos no tanto los entresijos de la industria -que un poco también- como la decisión de un grupo de intentar recuperar los postulados beatniks. En los años noventa, en San Francisco. Porque la decisión de levantarse y luchar, y de hacer su propia música y buscar no solo un hueco sino casi una comunidad, dentro de esa especie de milicia del underground que era The Brian Jonestown Massacre. Una obra tan particular como este panderetista.

Remate final de Angela Sylvaine, ed. Dimensiones Ocultas

Dimensiones Ocultas nos trae un nuevo ‘slasher‘ en este año en el que está claro que se le ha dado tan bien. Esta vez es en un centro comercial inspirado en los años ochenta, un centro en el que están sucediendo demasiadas desapariciones misteriosas. Y es que parece que algo raro hay en el centro, algo a punto de explotar. O, al menos, de convertir aquello en un… Chopping Mall. Aunque para saber por dónde van los tiros… o las cuchilladas… de la estadounidense Angela Sylvaine en esta obra tendréis que leerla.

Un puñado de vida de Marlen Haushofer, ed. Contraseña

Recuperado desde Siruela este libro de la autora de La Pared, una historia sobre una mujer que regresa a una casa con la que comparte un pasado, lo hace después de que la ponga a la venta una mujer, ahora viuda, para trasladarse con su hijo. A partir de esos momentos del pasado y del presente se irá examinando la situación de la burguesía austriaca y, especialmente, del papel reservado para la mujer.

De la masticación de los muertos en sus tumbas de Michael Ranet, ed. La Felguera

En La Felguera, siempre tan… originales… han decidido rescatar un clásico de -o sobre- el vampirismo, de principios del S XVIII. Una auténtica rareza que sirvió más para fijar algunos de los tropos y que los autores tuvieran en donde… buscar inspiración… que para desmentir o explicar la realidad del vampirismo. Y, como es costumbre en ellos, han decidido preparar una edición a medida y con aparato gráfico que lo acompañe.

¿Cuándo se come aquí? El gran golpe de Siniestro Total de Sara Morales, ed. Efe Eme

Dentro de la colección de ¿libros? ¿revistas? de EfeEme sobre distintos músicos o álbumes le toca turno a Siniestro Total, con un repaso a un álbum sobre cuyo punto de inflexión para el grupo se nos pasará a informar. Así que supongo que habrá gente a la que le interese.

¡Puedo decir lo que quiera! ¡Puedo hacer lo que quiera! de Andrea Galaxina, ed. Libros Walden

Recuperación del libro que Galaxina sacó en 2017, un intento de trazar la genealogía del fanzine hecho por chicas sabiendo que será siempre parcial, incompleta, pero también una pieza fundamental de un gran puzzle. Una obra que sirve de reivindicación del trabajo muchas veces invisibilizado de las mujeres dentro de los grupos culturales y subculturales, mostrando como -siempre hablando desde lo publicado aquí- y que aquí incluye una breve revisión de lo ocurrido estos últimos años.

Las dos hermanas de Wilhelm Busch, Ed. Reino de Cordelia
Como de costumbre para el periodo de regalos vacacionales llega este pequeño cuento ilustrado, lleno de encanto y de humor, en el que el creador de Max & Moritz nos ofrece una historia de dos hermanas y lo que pasa cuando te dedicas a besar ranas.

Cuando me destrocé el páncreas empecé a vivir de Kabi Nagata, ed. Fandogamia

Aquí estamos, con una nueva entrega de las… ahm… desventuras de Nagata. Esta vez con sus historias de cuando intentó dejar de beber. Pancreatitis por medio. ¿Qué podría pasar? Ah, sí, aquello del COVID-19.

Los Simpson: La Casa-Árbol del Terror 1 de VV.AA., ed. Hidra

Pues aquí llega Hidra, al segundo intento por publicar los tebeos de Los Simpson en España. Que les ha costado. Lo hacen comenzando por uno de La casa-árbol, que sospecho que se ha retrasado un poco. Pero bueno, a ver.

Nos leemos.


Reconozco cierta perplejidad ante Anakhot (O)(TA), o อนาตต o Tomorrow and I o El Mañana y Yo o…, porque por un lado propone algún tipo de Outer Limits con un punto de vista algo más moderno, por otro su duración excesiva facilita que se pierda en meandros -o quizá sea al revés- así que acaba teniendo ideas buenas que se quedan perdidas igual que puede acabar desesperando con lo que va moviéndose. Así que me he puesto el segundo capítulo… y me he quedado incluso más desconcertado aún. Sobre todo cuando decide terminar la historia poniendo unos textos en blanco sobre negro en la pantalla, y luego un anuncio falso. Así que, por lo menos, les concedo esas ideas y esa capacidad para descolocarme, aunque no sé si eso es lo mejor que se puede decir de una serie.

Es curioso cómo funciona esto, porque Black Doves (UK) no deja de ser una serie de espías más. No parece especialmente organizada, ni creíble, ni empatizable, así que al final la diferencia está en lo que opines de sus protagonistas y lo que creas de darle una vuelta a The Americans. Aquí son Keira Knightley y Ben Whishaw los que te tienen que interesa, o la siempre eficiente Sarah Lancashire si buscas saber quién es su Martindale. Y hay una trama de intriga con un asesinato por medio, y otro más dentro de la trama Esto Es Grande, y la relación entre ambos que, por lo menos, se molestan en dejarte claro que no es romántica. Pero ni el piloto se molesta en explicar gran cosa de esa Organización Secreta ni en realidad parece que las escenas conjuntas funcionen especialmente bien. Así que bueno… Es menos una serie a seguir que una serie a decidir si sigues.

Poniendo el MEH en Creature Commandos (USA), bueno, Creature ComMEHndos, eso. La animación no es gran cosa, pero al menos no es tan mala como suelen serlo las de Netflix. Por lo demás, los guiones son un batiburrillo de cosas que ya habíamos visto antes. Hasta cierto punto es comprensible que eso incluya lo de Harley Quinn -que es su éxito de animación- o tenga puntos en común con Escuadrón Suicida -que es de donde venía Gunn antes de ser jefe- pero al final queda como un subproducto más de aquella, con una continuidad tirando a nebulosa y un humor que, siendo amables, es ‘para un público concreto’. Hasta el punto de parecer una versión más, como el Suicide Squad Isekai. porque reproduce el esquema de Waller por ahí, Rick Flag, un grupo recién formado mandado a un sitio concreto fuera de lo habitual y toda la pesca. No es que el Isekai fuera gran cosa, pero tenía un pelo más de gracia que esta, que parece confiar en que la gente se pondrá de su lado gracias al humor tabernario o algo. Además de todo esto están aquellos pocos episodios -cortos en realidad- de David L. Mendel que se intentaron ya hace una década y que… bueno… están sorprendentemente más cerca de estos. Probablemente porque venían de editar series animadas y, bueno, el humor no está tan lejos. Así que vamos a suponer que esto ha sido una ventana de oportunidad que se abrió y que ha acabado convertido en el primer ejemplo del Nuevo Universo DC y sus cosas. Que muchas veces es el problema de estos intentos de organizar un universo, casi tanto como de convertirlo en un ejemplo de Personalismo porque que Gunn aparezca hasta en los títulos de crédito -no su nombre, él dibujado- y que, al final, todo huela a viejo y a medio hacer, sin propuestas distintas o interesantes. Motivo más que de sobra para no haber ‘empezado’ con algo reciclado, pero en fin, Zaslav sabrá lo que hace. (Risas)

Hay un momento de Earth Abides (USA) en el que llegué a pensar que no iban a ponerle diálogos. Pero tampoco, tampoco. La verdad es que no me extraña el follón para estrenarla en algún lado -que es parte del motivo por el que ha acabado en MGM+–  porque no hay nada novedoso o interesante en todo el piloto. Resulta que un tipo es picado por una serpiente y mientras está intentando curarse -de la manera más chapucera y estúpida posible en todo momento- pasa una mala noche y al despertar descubre que no ha sido el único y que parece que un Evento Apocalíptico ha acabado con la humanidad. A partir de ahí toda una serie de malas decisiones y lamentable worldbuilding con este señor deambulando. Sí, como El último hombre en la Tierra pero incluso más aburrido. Y, claro, también está la cosa de saber qué ha pasado y blablabla… que ni es creíble, ni es interesante, ni en realidad parece importar mucho. Un pequeño desastre que solo servirá a quien quiera ver al actor principal sin camiseta -no es mucho más lo que se le ve pese a lo que parezca indicar la historia- durante buena parte del capítulo. En fin, parafilias.

No sé bien qué esperaba de Jentry Chau vs. The Underworld (USA) pero está claro que era algo más de lo que nos ofrece la serie. No porque esté mal, claro, sino porque se limita a ser correcta y a ofrecer muchas ideas que hemos visto antes en multitud de series animadas, desde el villano-secundario-cómico a la versión de ‘al llegar a esta fecha’ pasando por la mentora-familia y toda otra serie de temas, tipos y presentaciones que se ven venir desde lejos. Pues bueno, como relleno valdrá. Poco más.

Me pregunto a qué está jugando Jomyeonggage (O) (CS), o 조명가게 o Light Shop o, porque en general parece que quiere ser un drama sobre la vida -o sobre vivir, o dejar de vivir- pero a ratos parece que intenta jugar al misterio o incluso… ¿al terror?… sin llegar a nada de eso. La verdad es que es otra de esas veces que se nota que hay un webtoon detrás y poca pericia para adaptarlo delante. Pero bueno, supongo que en su cabeza sabían lo que hacían.

He tenido que ir a mirar si esta Maweid mae almadi (O)(EG), o موعد مع الماضي o Echoes of the Past o Ecos del Mar Rojo o…, estaba basada en un libro, una película o alguna otra cosa y no. Es una serie de suspense que logra mezclar la investigación policíaco, las dos tramas temporales y la venganza de una sola vez. Que, para mí, tiene bastante mérito, porque la trama está bastante clara desde el principio: Un grupo de amigos pasan un día en un barco, una de las personas allí mueren, su hermano acaba en la cárcel tras un proceso vamos a decir peculiar porque está claro que es la familia -rica- de los dueños del barco la que ha organizado que el protagonista -claramente de menos dinero- acabe en la cárcel. Pero el tiempo pasa, así que quince años más tarde cumple la sentencia y hace lo que cualquiera en su situación: Investigar quién es el auténtico culpable y vengarse de la gente que le llevó a la cárcel. Por supuesto por medio había más cosas, tramas casi telenovelescas que, en realidad, pintan perfectamente en una historia general en la que todo el mundo guarda secretos. Y una sensación general de que aquellos ‘pecados del pasado’ puso en marcha un mecanismo que va a explotar en el presente llevándose por delante a todos, bien al descubrirse los secretos, bien… de manera más literal.

Poca utilidad tiene este piloto de Star Wars: Skeleton Crew (USA), pasarte 45 minutos mostrándonos la falta de imaginación de los creadores para hacer algo distinto a replicar la vida de los suburbios norteamericanos -que puede ser típica y ‘reconocible’, pero ni es real ni es universal… ni siquiera en USA- para mandar lo que parecen ideas de que estamos ante un ‘stranger things’ de algún tipo –‘space things’, supongo- y que al final cambie todo al acabar el piloto… para nada. Porque lo que nos han enseñado en el mismo es de dónde vienen los personajes, no cuál es la premisa de la serie ni a dónde va. Y, por el camino, han dejado claro que no tienen muchas ganas de complicarse ni de trabajar en exceso. Algo que logran transmitir, desde luego, porque a mí no me podría importar menos lo que pase en el segundo capítulo. Para la próxima vez espero que algún guionista más competente recuerde que si utilizas todo el piloto como introducción estás demostrando no saber manejar los tiempos. Claro que en eso Disney es especialista. Las series se ven PESE a los pilotos y no por ellos, como cualquiera que viera Agatha All Along puede testificar.

Por más que tengan a Margo Martindale para tratar de tirar de este The Sticky (USA) al final se le notan más las costuras de lo que alguien podría querer. Dejan claro desde el principio que está basado -muy de lejos- en un tema real, se buscan una excusa argumental que sólo será creíble si más adelante se presenta como algún tipo de plan externo que acaba provocando esto otro. Con un giro burocrático propio de una película de Lifetime en la que la lógica tiene que dejarse de lado para que la protagonista sufra. Y todo ello para justificar una trama criminal -que en realidad es lo que buscaban desde el principio- que está montada de una manera perezosa y como si ambas cosas, la premisa ‘basada en hechos reales’ y el tener a Martindale, fueran las únicas ideas que había no solo para vender el proyecto sino incluso después. Me temo que por buena que sea la actriz -que lo es- o por interesante que hubiera sido la idea del ‘robo al gran almacén de jarabe de arce’ -que no lo es- hace falta algo más para una serie. Algo que aquí no tienen.


A veces parece que solo queremos una vuelta a fórmulas antiguas, aunque sea con un presupuesto más que limitado. Porque este Uonderbois (O)(IT) es difícil -casi imposible- no compararla con Los Goonies. No tanto porque sea idéntica como porque la idea de que un grupo de chavales vivan aventuras en la… vamos a llamarla ‘intraciudad‘ detrás de tesoros fabulosos y perseguidos por malvados caricaturescos criminales… es algo que se había hecho antes pero que Los Goonies acabaron convirtiendo casi en una referencia por defecto. Y eso es lo que tenemos aquí: Un grupo de chavales, uno de ellos más ‘crecidito’ como de otra serie a la que han puesto para que sea el protagonista, un interés romántico -claro-, una villana que parece salida de una telenovela mexicana y muchas pruebas y aventuras que parecen hechas en el trastero de alguien por mucho que se empeñen en decir que nos van a enseñar Nápoles como nunca la vimos antes. Pues bueno, supongo que a la chavalería le valdrá para las vacaciones. Poco más.


¡Libros que Salen! Higuchi, «Los mundos de Chrestomanci», Antrim y más

¡Que entre la pila!

Los amigos primero

La inexplicable victoria de Baltasar Torres (explicada) de Sergio S. Morán, ed. Té con Cerveza

Baltasar Torres es el protagonista de este misterioso caso de asesinato. También es, casualmente, su víctima. Y es que todo lo que rodea a la ascensión y caída de este político, narrada por un periodista que estuvo muy cerca de lo que sucedió. Desde el paso de este estafador fracasado a la política, con seguidores y enemigos, hasta lograr el poder en el Ayuntamiento… y su caída. Literal. Intriga, corrupción, muertos… Y brioches. Es decir, lo esperable en una novela de Sergio. ¿He dicho que tiene humor también, verdad?

¡Que entre la pila!

Los mundos de Chrestomanci de Diana Wynne Jones, ed. Nocturna

Siempre es bueno que se animen a publicar obras de Diana Wynne Jones, especialmente si van más allá de su superéxito El castillo ambulante. En este caso se trata de una recopilación en tres volúmenes -del que este es el primero- de todas las obras de la saga de Chrestomanci, un poderosísimo mago que se hace cargo de un par de huérfanos que, por supuesto, van a vivir todo tipo de aventuras. Comenzando por estas dos, introductorias de los personajes y lugares, que tenemos aquí.

Noches de plenilunio de Ichiyō Higuchi, ed. Satori

Para todos los lectores de Cerezos en la oscuridad o Un día de nieve este Noches de plenilunio no será una sorpresa, pero es que este retrato de la mujer en la sociedad Meiji y de la complejidad de las relaciones humanas en Japón es un notable fresco en el que partiendo de una mujer que se siente asfixiada en su matrimonio por la diferencia de clases sociales, hasta el punto de considerar abandonar hasta a su hijo por divorciarse, que la lleva a visitar a sus padres para contarles sus problemas y, a partir de ahí, rememorar su vida. Una obra melancólica y lírica pese a lo duro de las circunstancias que debía narrar.

Votad al Sr. Robinson por un mundo mejor de Donald Antrim, ed. La Fuga

Es curioso cómo funciona esto. Donald Antrim escribe una novela sobre la deriva estadounidense, sobre las urbanizaciones con casas que tiene el césped cortado a la misma altura y niños en bicicleta, en las que la propiedad es tan valorada que tienen alambre de espinos y fosos, el parque está minado y los ciudadanos discuten sobre linchamientos. Una situación que parece tan descontrolada que un hombre, el señor Robinson del título, decide presentarse para ser el nuevo alcalde -el anterior bombardeó el jardín botánico- para cambiar las cosas. Y esto, que es una sátira clara de la forma de ser de los USAcas, puede que parezca una aproximación de Antrim -bien conocido por sus escritos y su tono- a la actualidad. Que lo es. Y lo fue, porque es su primera novela de 1993. Pero, ¿qué os puedo decir? Hay cosas por las que no pasa el tiempo.

Los asesinatos de la casa decagonal de Yukito Ayatsuji, ed. Quaterni

Un club universitario de ‘detectives‘, una excursión a una solitaria isla con una peculiar construcción en ella, unos crímenes en el pasado y otros misteriosos más recientes. Un juego de momentos y movimientos temporales que sirve para crear una red de misterios, secretos y mentiras en la que los cuerpos se van amontonando.

Tarantella sevillana de Lidia Garcia, ed. Ediciones B

El nuevo libro de Lidia García sigue la estela de su ¡Ay, campaneras! para centrarse esta vez en Lola Flores, Carmen Sevilla y Sara Montiel y sus relaciones con Italia. Tanto en su música como en su cine, en el trasvase que el panorama cultural italiano permitió a estas artistas a mitad del S XX. Y es que la estrecha relación de ambos países permitió muchas historias que ahora son recuperadas.

Gótico urbano de VV.AA., ed. Horror Vacui
Pues aquí tenemos otra novedad de Horror Vacui, otra colección de autoras de las que escriben en castellano y que pese a ser bastante menos conocidas y apreciadas al menos demuestran que hay un interés por este tipo de antologías. Es una pena que no se acredite quién ha decidido la selección, pero es de suponer que mantendrá el nivel de la editorial. Confiemos también en que tendrá un mayor tamaño de letra que la anterior.

Sushi de Frida Ronge, ed, Col and Col
Sinceramente, veo un libro de recetas de sushi tan útil como uno de bocadillos. Pero supongo que es en las posibilidades de la simplicidad, igual que en la necesidad de entender los pasos necesarios a seguir y cuáles son las mejores maneras de lograr sacarle todo el jugo, en donde está la gracia -y utilidad- de estos libros.

El desprendimiento de Osamu Tezuka, ed. Planeta Cómic

Una obra de suspense con un componente experimental. Una obra en la que Tezuka examina la memoria, pero también la interpretación de la realidad. Y es que cuando un niño que perdió a su padre en un desprendimiento cuestiona la versión que da el hombre que salvó a su padre la realidad demuestra sus múltiples facetas posibles.

El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde con ilustraciones de Benjamin Lacombe, ed. Edelvives

Una nueva versión ilustrada del clásico Dorian Gray en una de esas ediciones ilustradas que Edelvives publica.

El Invasor de Alex Fito, ed. Bang

En un nuevo cómic infantil de Alex Fito nos encontramos con un pequeño extraterrestre que llega a la Tierra con intención de conquistarlo… o eso es lo que espera. Porque se va a topar con científicos malévolos, monstruos, ¡niños! Todo tipo de amenazas y resistencias que van a demostrar lo difícil que puede ser lograr este objetivo.

Nos leemos.


Hay muy poco que pueda salvar en The Agency (USA), una serie demasiada ocupada en meter a ‘grandes nombres’ a no hacer nada -hasta el punto de usar a Richard Gere para lo que se suele usar a Nicole Kidman– y aunque pueda llegar a creer que a alguien le gustará esta serie de espías -porque para cada tipo de serie de espías hay un público- me temo que mi capacidad para comprenderlo es limitada. Muy poco movimiento, muy poca tensión, y tampoco es que los actores -como mucho, en algún caso, quizá Jeffrey Wright– o los diálogos sirvan de mucho más. No es ni siquiera un desastre, solo una serie llevada como en piloto automático, que no tiene mal aspecto pero sí aspecto a ‘nuevo’, y que muy pocas veces parece tener algo que decir, algo que contar, o idea de cómo organizar alguna de las dos cosas.

Creo que nunca había visto el piloto de una serie sobre ‘conductores’ que decidiera hacer un piloto como si estuvieran en un atasco. No de manera literal, claro, es solo que Asaf (O)(TU) puede ir de algún tema… pero están muy ocupados presentándote personajes y sus desdichas y haciendo que el protagonista vaya de un lado a otro… de despacho en despacho. Que sí, que ya nos ha quedado claro que es un desgraciado. En serio. No necesito un capítulo entero para eso. Igual que no lo necesito para acabar en una de las tramas más habituales de estas cosas. Hasta el punto de que he tenido que mirar que no fuera adaptación de alguna obra anterior. En fin.

Supongo que la idea detrás de Get Millie Black (UK) era demostrar que hay muchas formas de hacer una serie ‘de policías’, pero lo cierto es que no deja de parecer una serie inglesa (aunque transcurra en Jamaica) hecha con muchas más pretensiones que capacidad. No es que los actores lo hagan mal -tampoco es que brillen- pero la ambición no se corresponde con los logros, da igual el dinero que claramente se hayan gastado en esto. Pues bueno.

Aún siendo consciente de que The Madness (USA) era un proyecto a mayor gloria de Colman Domingo lo cierto es que resulta un poco ridículo que prácticamente no haya otra cosa. Tanto entre los actores, como entre las tramas como en el hecho en sí de que llega un momento en el que parece que Domingo tiene que estar en todo momento en pantalla, y si no está la gente tiene que preguntarse dónde se encuentra. La historia de un tipo, un Opinador Televisivo que se encuentra metido en un extraño suceso con la muerte de un supremacista por medio, sirve para dar cierto juego y transmitir algo de premura… De una manera un tanto genérica. Pero supongo que si eres fans del actor -o si quieres ponerte algo a la hora de la siesta- puede valer.

Esta serie sobre Senna (O)(BR) no deja de ser una serie sobre Senna. Quiero decir, es sobre todo un intento de hacer una biografía en miniserie con un empaque bastante clásico. Tanto que podría haber sido un Grandes Relatos. Supongo que habrá fans del conductor, o de la cosa automovilística, para los que esto será Lo Suyo. Ya os puedo ir adelantando que yo no soy uno de ellos.

Supongo que algo bueno de BBC Three es que tras el suficiente tiempo han decidido probar con Smoggie Queens (UK), una sitcom de drag queens. La pena es que no le ha dado el dinero o el tiempo para que sea algo más que una serie con momentos puntuales de humor entre momentos habituales de intentar tirar por delante sin dinero y confiando en un carisma que a ratos es impostado. No puedo decir que no sea un poco lo esperable, claro. Pero, de verdad, si lo hubieran trabajado más, y hubieran tenido algo más de presupuesto, esta sería mucho mejor serie. Estando como está… vamos a decir que será ‘de culto’.

Es una lástima lo poco interesante que resulta este Teureongkeu (O) (CS), o 트렁크 o The Trunk o Una Maleta o, aunque supongo que en eso se parece al libro en el que se basa. Una empresa de ‘matrimonios concertados’, una de sus trabajadoras, un tipo rico del mundo de la música en zozobra emocional y del resto… En fin, demasiado metraje para lo poco que van a contar y lo no muy necesario que es hacerlo. Quiero creer que en algún momento tratarán de que algo sea ‘de misterio’ pero me temo que es más por cómo está rodado que porque sean capaces en realidad de crear o mantener algo así.


¡Libros que Salen! Murnane, «Ladies», Hughes y más

¡Que entre la pila!

Distritos de frontera de Gerald Murnane, ed. Minúscula

El que ya es a estas alturas ‘eterno candidato al Nobel de literatura’, el australiano Gerald Murnane, ve publicada otra de sus obras en Minúscula. Escrito tras mudarse de Melbourne a un pueblecito situado en una zona fronteriza Australiana en la que esperaba rememorar una vida viendo, tras tanto tiempo dedicado a leer y a observar, intentando encontrar qué iba a quedar de ella.

Ladies de VV.AA., ed. Mardulce

Decididas a reivindicar que frente a la habitual mirada masculina para hablar del ‘dandismo’ también hubo mujeres que lo fueron en Mardulce nos reúnen una antología de artículos en la que las firmas de Lou Andreas-Salomé, Colette, Anna de Noailles, Aleksandra Kollontai y George Sand hablan con elegancia e ironía de este movimiento, de las vanguardias, del arte, del rechazo a las convenciones y la sofisticación. Incluida, por supuesto, la sofisticación en la escritura.

Perla de Siân Hughes, ed. Sajalín

Una joven cuya madre desapareció hace treinta años sigue intentando mantener la memoria de esta y comprender por qué los abandonó. A ella, que tenía 8 años, a su hermano, aún un bebé, a su padre, que no parece haberse recuperado y del que sospecha que algo le esconde. Y, en el centro, un poema medieval muy anotado por su madre que considera que quizá pueda ayudarla a sobreponerse. Todo ella en una obra que es más lírica que de suspense.

Munichs de David Peace, ed. Contra

Una historia particular es la que hay detrás del nuevo libro de David Peace. La del accidente de avión que en 1958 causó la muerte de un alto número de pasajeros, incluyendo los integrantes del Manchester United. Una colección de jóvenes que estaban en racha ganadora. A partir de ahí, desde el repaso de aquella tragedia, pero también hablando un poco de la formación de aquel equipo pero, sobre todo, hablando de cómo se pudo rearmar después de tal tragedia, Peace habla del impacto de lo inesperado, del esfuerzo por levantarse después, y del fútbol inglés. En lo que cambió, y en lo que no. Buscando mostrar a la vez las dos caras, la de la tragedia y la de la esperanza.

Flight de Kuniko Tsurita, ed. Gallo Nero

Llega una antología de relatos de Kuniko Tsurita, una de las grandes autoras del cómic experimental japonés, autora para la revista Garo y capaz de ofrecer obras que van del underground al fantástico, de lo casi costumbrista a lo más onírico, impactando al medio pese a su temprano fallecimiento. Así que estamos ante una gran antología con la que conocerla.

Miedo y ropa en América de Cintra Wilson, ed. Superflua
Una historia del poder de la ropa en Estados Unidos o, quizá, de la manera en la que la propia sociedad influye en la moda y, a la vez, cómo la moda ayuda a definirla, una relación en dos direcciones que examina los modos y motivos del determinismo del mercado y las posibilidades e ilusiones del ‘estilo personal’ en un realmente peculiar ensayo.

Superestrella de las calles de Will Hodgkinson, ed. Contra

Es difícil explicar esta biografía porque la verosimilitud a su alrededor es mínima. Un tipo que se hace llamar simplemente Lawrence, que monta un grupo, Felt, que no logra éxitos pero resulta muy influente. Que monta la siguiente, Denim, cuyo éxito se ve frustrado por… ¿Ladi Di? Y que acaba montando Go-Kart Mozart. Una persona cuyos grupos son citados como influencia por Belle and Sebastian o los Manic Street Preachers, alabado por Charlie Brooker, inmortalizado en un busto en mármol rosa por Corin Johnson… lo estrafalario de esta vida (más real de lo que parece) hace que la importancia de esta obra sea hablar sobre esta

Pastelería vegetal de Pierre Hermé y Linda Vongdara, ed. Librooks

El chef Pierre Hermé se une aquí a la experta en cocina vegana Linda Vongdara para preparar un notable volumen en el que tenemos todo tipo de dulces, postres y bollerías desde las más clásicas a las más modernas, en las que las creaciones se adaptan sin ingredientes de origen animal. Un reto que busca el mayor sabor mediante una astuta sustitución de ingredientes que le permite ofrecer tartas de limón, cruasanes, macarons, galletas y mucho más. Con incitantes fotografías, como está mandado.

Hagakure 1 de Yamamoto Tsunetomo y Tashiro Tsuramoto, ed. Satori

Satori nos presenta una nueva versión del Hagakure, el código o camino -según la traducción- del samurai. Lo hace en una edición que no solo busca ofrecer la obra completa en lugar de una selección -que es la presentación habitual- sino, además, que la edición sea en tapa dura e ilustrada. Así que si alguien buscaba esta versión concreta… ahí la tiene.

Dentro del Laberinto: Bestiario de Iris Compiet y S.T. Bende, ed. Neo Person

Pues sí, aquí estamos, con un bestiario ilustrado que nos enseña las distintas criaturas que pueblan el mundo de Dentro del Laberinto. Sí, la película de 1986. Qué puedo decir, a veces las cosas se hacen esperar.

Voodoo (1954-1955) (Biblioteca de cómics de terror de los años 50) de VV.AA., ed. Diábolo

Pues aquí estamos, con -si no me fallan las cuentas- el tercer (y último) de los volúmenes recopilatorios de esta revista dentro de la colección que Diábolo tiene para la reedición de material de cómic clásico de terror.

Delirio gráfico de Calonge, ed. La Cúpula
La Cúpula decide regresar al dibujante catalán, uno de los nombres propios de la renovación de los años ochenta aunque falleciera a finales de esa década. Esa misma década La Cúpula publicaría un primer número de la colección Delirio Gráfico son sus obras, que ahora se ven ampliadas -claro- hasta el punto de incluir una inédita. Así que supongo que a los fanses de esa renovación les resultará, por lo menos, interesante.

Odios Cotidianos de Pedro Riera, Aliénor Benoist y Ainoa Regadera, ed. Andana
Creado en 2021 bajo la Fundación Al Fanar dentro del proyecto Contra el racismo cotidiano, este Odios cotidianos aparece ahora en Andana como un cómic con el que hablar y contar tanto desde experiencias concretas como con generales, separándolos en distintas secciones y temas, algunos de los cuales siguen para hablar pero casi todos están pensado para que se puedan reflexiona. Y es que la diversidad racial, religiosa, sexual o de cuerpos es tan importante como mostrar los problemas estructurales de la sociedad.

El castillo perdido (7, ¡Resuelve el misterio!) de Lauren Magaziner, ed. Molino

¡Pues aquí estamos! Siete obras ya con este grupito de jóvenes detectives que se encuentran con una obra que mezcla la intriga con una serie de juegos y de toma de decisiones que hace más interactiva la historia. Que, en esta ocasión, incluye la aparición de un misterioso castillo en una isla escocesa. Esta vez contra reloj.

La biblioteca nocturna nº 01 de Christopher Lincoln, ed. Planeta Cómic

Un cómic juvenil con dos gemelos poco idénticos y la lucha por la supervivencia de las bibliotecas en su centro. Y es que cuando dos jóvenes poco vigilados, acostumbrados a pasar horas en la biblioteca, se ven envueltos en la desaparición de un valioso libro, en la lucha contra algunos villanos literarios, apoyados por un misterioso Bibliotecario Nocturno y con personajes fugados de libros clásicos de por medio… ¡está claro que van a vivir una gran aventura entre libros!

Anzu y el reino de la oscuridad de Mai K. Nguyen, ed. Brúfalo Lector

Una joven, entristecida por una pérdida reciente y una mudanza, se encuentra accidentalmente en el Inframundo. Teniendo que regresar a casa mientras se encuentra a criaturas asombrosas y es perseguida por la reina del lugar. Así se compone un cómic a la vez lleno de aventuras y ternura en el que las circunstancias de la protagonista son tan importantes como su misión.

Nos leemos.


A veces creo que la interacción con las series podría mejorarse. Porque me pongo a ver Adorazione (O)(IT), que es la misma serie de siempre de adolescentes, sexo, fiestas y ‘un misterio’ -sob- y NECESITO alguna manera de distinguir a los personajes. Poder ponerles colores o un letrerito o algo. Y en las mujeres aún hay cierta variedad -mínima- pero de los chicos… parece la colección completa de los Ken, suponiendo que los Ken tuvieran tatuajes que no sirvieran para identificarlos. En fin, eso que una más.

No tengo muy claro si hay que suponer que los personajes de Amor da Minha Vida (O)(BR) -por cierto, el título en español es espoiler- son veinteañeros muy maltratados o treintañeros con problemas de una década anterior. Sea como sea esta especie de serie romántica un tanto extraña porque no parece ir contando nada sino pasar de unas relaciones a otras como si el amor mismo fuera el centro de la trama pero de una manera que sirve menos para articularla que para empeñarse en ella. Supongo que es su idea de hacer una serie romántica pero lo cierto es que no acaba de funcionar porque los personajes acaban pareciendo poco menos que excusas para que se encuentren y desencuentren entre ellos. Quizá en otro momento.

-Parece que aún hay lugares en los que las series de asesinatos con podcaster resisten, eso es lo que explica esta Crá (O)(IR). Muy poco creíble e innecesariamente enrevesada para lo que en tiempos se hubiera arreglado en hora y media. En un capítulo o dos. No espero yo gran cosa de la resolución de esto que parece que no tiene claro siquiera cuál es la su intención para el protagónico: ¿Quieren uno, a otra, coral, dúo? Una vez más: En fin.

No esperaba yo gran cosa de este Cruel Intentions (USA), salvo -quizá- que fuera mejor que la versión ‘musical noventero’. Pero lo cierto es que pese a ese punto de partida, pese a que la mayoría de protagonistas están más allá de lo verde y a que en realidad vuelve a ser otra serie de adolescentes de treinta años que están calientes y dan fiestas hay algo en ella que hace que destaque un poco. Principalmente el buen hacer de Sara Silva, la mayor sorpresa de la serie que depende demasiado de algunos secundarios ni siquiera sólidos como John Kim sino simplemente capaces como  Adam Arkin o Sean Patrick Thomas. Pero también el humor y las referencias noventeras, que lo convierten en algo a medio camino entre la serie Greek y una versión floja de No es otra estúpida película americana. Es difícil saber si veremos una de las escenas de muerte más estúpidas del audiovisual recreadas y, ciertamente, las tramas centrales parecen mucho menos interesantes que las que algunos secundarios pueden presentar, pero al menos hay cosas brillantes… que posiblemente vayan mejor en la siguiente serie que intenten.

Mi resumen de Dune: Prophecy (USA) es que Emily Watson es una gran actriz con una pésima toma de decisiones. De ahí que haya acabado en esta especie de Space Arrow of Thrones rodeada de actores que pasaban por allí, en ocasiones con capacidades, en otras… bueno… pasaban por allí. Así que esta larguísima y menos rocambolesca que enrevesada serie -o, al menos su piloto- con todo eso de los colores apagados, el sexo y la violencia -no sea que los adolescentes no piensen que es adulta- lo que he acabado es considerando si les estarán dando bien de comer y si no será La Franquicia el making of de la cosa esta.

Pocas cosas llevo peor que las series de acción aburridas, pero esta Helikopterrånet (O)(SU) tiene el número de escenas de acción que uno esperaría de… no sé… un vídeo de primera comunión. Y aproximadamente la misma cantidad de gente hablando en sitios en trajes más o menos ridículos. Voy a presuponer que es una de esas veces de contextualizar la obra antes de liarse con las hostias, como si esto fuera un libro, pero claramente el piloto necesitaba de algún tipo de gancho que ni está, ni se le espera, ni parece que a nadie le importe en exceso.

Es curioso las maneras en las que Interior Chinatown (USA) logra ser diferente al libro en el que se basa y, sin embargo, transmite bien la idea de la representación asiática -de hombres asiáticos en concreto, también debo decir- en la ficción televisiva. Todo ello llevado con humor aunque, me temo, requiera de bastante amor por la metanarrativa para gustar. Porque toda esta trama iniciada no explicita -al menos no en el piloto- que sea precisamente eso, pero deja claro al espectador perspicaz que precisamente eso es lo que estamos viendo. Pues bien, claro. Al menos para mí.

«Esto tiene que ser un Webtoon» empieza a ser una formo de descubrir cuando… bueno… cuando una serie como Jigeum Geosin Jeonhwaneun (O)(CS),  o 지금 거신 전화는 o When the Phone Rings o Cuando el teléfono suena o… , aparece. Porque, claro, resulta que esta es la historia de una mujer que lleva ni sé el tiempo en un matrimonio de conveniencia sin que su marido le haga caso alguno porque es un importante político -o algo- hasta el punto de que ella casi ha perdido el habla, aunque como trabaja de traductora a lenguaje de signos no es tan problemático hasta el día que un secuestrador se hace con ella para amenazar a su marido y él responde que la mate si quiere. A partir de ahí algún giro más pero, fundamentalmente, esta ridícula premisa que se articula sobre la relación matrimonial y -voy a suponer- la manera en la que llegarán a enamorarse o algo. Porque si esto está yendo a algún lado -a algún otro lado al menos- no seré yo el que lo vea. Quiero decir, teniendo en cuenta que lo que cuentan en una hora y pico podrían haber hecho en veinte minutos. Que, sinceramente, es un punto a favor de leerse el webcómic en lugar de verse la serie.

Me preguntaba por qué este Landman (USA) parecía la idea de Dallas que tendría alguien que solo hubiera visto Yellowstone. Y es que resulta que es de Taylor Sheridan, lo que explica por qué tanto Macho McMacho soltando charletas interminables mientras esperamos a ver si pasan cosas. Que hayan logrado algunos actores sólo puede llevar a que esto acabe como otra de esas series que duran cinco temporadas sin que logre dejarla ni cuando zapeo.

Voy a preconsiderar que The Listeners (UK) quiere ser un drama de personajes antes que algo de misterio. Sobre todo porque el misterio parece importarle poco y ser solo una excusa para presentar la alienación del personaje principal. Quizá una metáfora sobre la depresión o algo así. Quiero decir, a mí me ha parecido un piloto deprimente, en el que más allá de la pretenciosidad y las ganas de que la actriz principal se lleve un premio no hay nada. Pero, quién sabe, la serie insufrible de uno -yo- puede ser el clásico de culto de otro -que no soy yo-.

Ojalá A Man on the Inside (USA) me hubiera gustado más. Es agradable, tiene actores a los que estoy acostumbrado, no es una serie necesariamente mala. Es solo… rutinaria, como si alguien hubiera encargado un piloto a partir del éxito de otra y sin que les importara demasiado si el resultado se iba a emitir de una u otra manera. Sospecho que Netflix ha sido parte del problema aquí, porque organizada de otra manera y en otro sitio -quizá en las networks, quizá en Disney+– esto se hubiera pensado de manera distinta y preparado para ofrecer un poco más de… no sé… ¿de trabajo? ¿de evolución? En fin, una lástima pero, al menos, es una serie que resulta agradable y, además, existe.

Pues resulta que el otro día andaba yo pensando en el espanto aquel de Shit My Dad Says, perdón, $h*! My Dad Says y en cómo pudo suceder algo así… y ahora me encuentro con Only Child (UK). Una serie de un tipo que tiene que soportar a su padre después de algo que ya ni me acuerdo ni me importa. El padre es insufrible pero el hijo encuentra motivos para encontrar amor en él, o algo. Aquí ya pasamos al: *suspiro*

Sé que es algo que queda raro decir de una serie infantil, pero viendo Press Start! (USA) lo único que podía pensar era que el libro… el libro es mejor. No sé exactamente quién ha pensado que había que pasar con la apisonadora de convertir el estilo en ‘más de lo mismo’. Y es una pena, porque el libro original es mucho más interesante, algo que -en ocasiones- aún brilla aquí y allá en esta serie. En fin, a ver si la próxima.

No tengo muy claro si la idea de este Tokyo Override (O)(JP) era mostrar las posibilidades de la animación a Netflix, si es una serie que se han encontrado, si es algún tipo de adaptación de un videojuego o qué. Pero bueno, la historia es un poco lo de siempre con futurismos y cosas… pero al menos algo intentan con la animación. No es que sea rompedora pero al menos no es el desastre habitual de Netflix. Ah, y hay motos. Quizá es eso lo que intentan vender. Yo qué sé.

¿Por qué esta serie no tiene ni trailer cuando lo mejor que tiene es la animación? Casi que prefiero no saberlo.