Podría empezar esta semana con una de las pocas cosas que salieron la pasada. Aunque no lo hiciera en televisión. A menudo digo que la BBC demuestra para qué sirve la televisión. Incluso en estos momentos, los más bajos desde su enfrentamiento con Thatcher en los ochenta, sigue haciéndolo aunque sea como en esta ocasión, no atreviéndose a emitir lo que ellos mismos han pedido, dejándolo solo para su rama de internet. Incluso así la mera existencia de un documental como Adam Curtis: Bitter Lakke (UK) y el que pueda existir gracias al acceso sin límites a todo lo que la cadena lleva años grabando, incluso aquello que conservan aunque no emitieran, vuelve a justificar la afirmación. En otro de esos documentales de Curtis a medio camino entre la revelación y la alucinación se repasan los intentos de diferentes países de intervenir en Afganistán y como eso ha acabado creando no solo turbulencias en la zona sino, además, problemas en esos mismos países. Cierto es que son dos horas del estilo alucinatorio de Curtis en los que algunas cosas -personas, países- son simplificadas, pero no por ello deja de ser un gran ejemplo de para qué está -o debería estar- la televisión.
Cuando la
NBC anunció
Allegiance (USA) pensé que se habían equivocado. Es decir, la sinopsis sonaba como la de
The Americans pero presentada de una manera algo más
thriller, algo más
24, como si los de
Greenblatt quisieran convertir esa pequeña joya actual en un producto de consumo para toda la familia. Algo que, francamente, veo poco probable. Ayer la estrenaron. Y, efectivamente, parece que han cogido una serie original israelí para convertirla en su propia versión de la de la
FX… pero como hace las cosas la
NBC. Lo que podría haber sido algo interesante o al menos un buen espectáculo de acción resulta algo aburrido, rutinario, lleno de personajes que están y que sabemos que no son recortes de cartón porque hablan. Más o menos. En fin, algo que lo mismo tiene arreglo pero a la que no creo que la
NBC de mucha oportunidad, sobre todo teniendo en frente a los monstruos de
Shonda.
En cuanto a
Fortitude (UK), este capítulo doble inicial sirve sobre todo para que conozcamos a los MUCHOS personajes del «pueblecito polar», porque aunque traten de distraernos con otras cosas en realidad estamos con el clásico asunto de
asesinato en un pueblo lleno de secretos con la diferencia de que aquí hay, además, osos polares. Esta presentación ralentiza cualquier tipo de interacción entre ellos pero como lo que sí presenta y lo poco que muestra resulta interesante espero que se deba solo a que es la presentación y que en sucesivas semanas empecemos a ver algo de movimiento. Cruzaré los dedos.
No está mal
Fresh off the boat (USA), aunque esta manía de series que cuentan la infancia de un cómico -bueno, infancias en general- suela significar kilos de aburrimiento. No es que esta se salve, hay mucho momento de regodeo nostálgico, y no me importaría rellenar el hueco de un pilar con el protagonista. pero al menos algunas de las construcciones acaban funcionando que tal y como vamos con las comedias últimamente ya es algo de agradecer. Sí, podría ser mejor, pero es lo que tenemos.
Una de webseries:
Haphead (CA) es una creación canadiense de ciencia ficción (-ish) que
kickstarter mediante logró tirar para su realización. El resultado es más voluntarioso que concreto pero por lo menos muestra ese interés de hacer algo nuevo aun con unos medios limitados (MUY limitados) que siempre es de agradecer. Quién sabe, quizá acaben sacando pasta de verdad y pudiendo hacer lo que parece que tienen en mente.
La australiana
Hiding (AU) es una serie sobre familia en protección de testigos que logra estar un poco por encima de la media aunque tire de TODOS los recursos de las películas sobre protección de testigos, desde los miembros de la familia con problemas hasta el temor constante a ser descubiertos. Y logran que funcione, no de manera espectacular pero sí al menos de forma bastante más elaborada que si hubieran decidido hacer a la familia, qué sé yo, agentes rusos de incógnito. No sé cuánto tiempo podrán estirar estos chicles de guión, pero mientras tanto estaré viéndola.
En cuanto a
Mel Brooks, Live at the Geffen (USA) puedo decir dos cosas: Que es una gozada y que es exactamente eso que parece, un espectáculo de
Mel Brooks saliendo al escenario sin personajes ni disimulos, luego ya va creando y recreando con lo que dice y lo que va contando pero estamos ante un espectáculo basado completamente en ver lo que nos tiene que contar. Yo encantado que
Brooks me cae estupendamente.
Terminamos con otra australiana,
Winter (AU), serie salida del razonable éxito de un
telefilme para convertirse en una serie policíaca que trata de un pueblecito en el que se ha cometido un asesinato que unos agentes tratan de resolver mientras, en paralelo, hay otra investigación sobre un hecho -sí, otro asesinato en el mismo pueblecito- cometido hace años y que no sabemos si llegarán a estar relacionados. Mi teoría es que hay que cerrar los pueblos antes de que mueran más niños. Por lo demás, bien,
Rebecca Gibney está tan estupenda como de costumbre y, además, consigue construir un personaje más cercano al de la detective
Jane Tennison. En esta no salen Osos Polares, pero teniendo en cuenta la abundancia de fauna mortal seguro que algo encontramos. Ya os contaré.
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