Esta semana parece que en Netflix están decididos al reciclaje porque Archive 81 (USA) tira de esas ideas ya conocidas de conspiraciones extrañas, cintas encontradas, y blablabla. Pues bueno, rancho, para el que le guste. A veces cuesta saber si estás viendo un remake o simplemente una historia original.

Y hablando de cosas que parecen reciclajes, The House (USA) resulta interesante como ejemplo de animación mediante stop mottion… y poco más. Con unos guiones que si fueran más flojos se los llevaría el viento al menos podemos ver algunas ideas de animación. Que nos hacen echar de menos las auténticas muestras de genio de los maestros soviéticos y aledaños.

Resulta que Oprah ha decidido que quería su Falcon Crest y se ha pedido un The Kings of Napa (USA) que es algo así como la versión actual de lo de siempre. Pues eso, bien pero sin sorpresas, qué le vamos a hacer.

Está tan claro que Naomi (USA) no quiere ser otra serie de supes de The CW como que el problema es que los guiones siguen siendo los mismos (no digamos ya nada del hecho de que Bendis sea el responsable de haberlos escrito) y es que las buenas intenciones pueden llegar hasta un punto, incluso hasta el casting y los actores, pero sin un guion en condiciones debajo lo que tienes es un más-de-lo-mismo emperifollado.

Tiene su gracia este Peacemaker (USA) que parece más empeñado en hacer el Eagleheart de las series de superhéroes que en cualquier otra idea de serie de superhéroes. Y casi que mejor por un lado aunque por el otro tenga cierta tendencia a caer en los tópicos de esas series de humor para adultos (siempre y cuando la idea que tengas de un adulto sea de un tardolescente con un concepto muy concreto de lo que es transgresor).

Resulta agradable ver una serie agradable, y si bien el reparto y temas de Pivoting (USA) podría haber sido de cualquier año -de hecho, podría haber sido de los noventa sin problemas- al menos es un intento de ofrecer algo de variedad. No es una gran serie y la mayor parte de los ¿chistes? fallan estrepitosamente, pero bueno. Al menos es agradable.

Ingleses ingleseando y sus cosas de pseudothriller, así podríamos definir Rules of the Game (UK) en parte por pereza y en parte porque es un clásico-más-de-lo-mismo en el que se mezclan ideas más o menos vagas del MeToo y de todas esas cosas que parecen vendidas a un ejecutivo de mediana edad que las confunde. Total, que eso: Rancho.

En lugar de ser un spin-off aquí Andrew Phung aprovecha el éxito de Kim’s Convenience para sacar Run the Burbs (CA), una comedia familiar -hasta el punto de que el apellido de la familia central es… Pham–  amable y sencilla con la intención de mostrar las nuevas cara de la vida en las urbanizaciones. Funciona regular porque al final es agradable sin más. Pero siendo canadiense no descarto que buscaran exactamente eso.

Pues he tenido que mirarlo pero, efectivamente, Shinbun Kisha (O) (JP) es una adaptación de la película del mismo nombre de hace un par de años, así que lo que tenemos es una de esas historias de periodistas, gentes poderosas y la posibilidad de que las dudas sobre lo que pueden ser secretos oscuros.

Las series de animación para adultos, mi archienemigo, han vuelto. Esta se llama Smiling Friends (USA) y no puedo ser menos su público. Ni objetivo ni nada. Lo único que espero es que algún día alguna de estas cosas me hagan gracia.

La decisión de hacer algo pulp demasiadas veces está fuera del alcance de su creador, así que Yeh Kaali Kaali Ankhein (O) (IN) se puede considerar un éxito si lo que se busca es crear una historia criminal propia de una telenovela bastante pasada de vueltas, muy del gusto de sus policiacos noventeros entre el drama y la acción, entonces es un éxito pleno. Es una lástima que no vaya más allá, porque ya puestos a los giros podrían haber acabado de explotarlo. Pero al menos es una serie que va un poco más allá de no aburrir. Que ya es algo.

Por un lado Wolf Like Me (USA) está más allá de lo obvio, por el otro la idea de hacer esta historia una atracción tipo los coches de choque supongo que era inevitable. Ojalá me hubiera gustado más, ojalá me hubiera gustado más allá del ‘pues bueno’, de hecho. Pero hay toda una serie de decisiones difíciles de superar -como ambientar la serie en Australia pero poner ‘personajes americanos’ de protagonistas- y el hecho de que la decisión de estirar la historia es… bueno… una decisión. En fin, eso. Más nos vale que el año se vaya arreglando porque de momento muchos quiero y poco puedo.