¡Pilotos Deathmatch!

No sé muy bien qué decir aquí. Porque a mí El amor después del amor (O) (AR) me ha dado muchísimo igual, diría que algún momento me ha producido hasta sonrojo… pero no me lo creería ni yo. El asunto es que sospecho que esto se ha hecho para 1) los fanses de Fito Páez o bien 2) los fanses de los biopics. Intensos, además, porque esta es una historia que -no sé si por necesidad o por decisión- se nos presenta bien intensa. ¿Para quién no es? Aparentemente para mí, que ni tengo especial mitomanía por Páez, ni me parece realmente interesante el relato de la persona, de la música, de la industria o de la época. Meh.

Viendo este Citadel (USA) y recordando Los Anillos de Poder, quiero decirle a Prime que tengo un puente en Brooklyn que le dejo a buen precio. Porque vaya manera de dejarse millonadas en cosas que ni lo lucen -como mucho una cierta pretenciosidad de anuncio de perfume- ni lo disfrutan -porque para una ensaladilla de tópicos como es esta podrían haber hablado con Ammo Content. Es como ver la cosa esa de True Lies si les hubieran dado mucho más dinero que cabeza. No dinero infinito, porque hay cosas como cuando hablan en español que se ve que no han decidido que necesitara a alguien ahí. Así que ese es el aburrido, reiterativo, previsible -mucho me sorprendería que la mujer no fuera una agente doble- y francamente prescindible producto entregado. Uno para el que claramente no han mirado lo que están haciendo en el cine de Asia (Del Sur, Oriental, Sudeste… tanto da, lo hacen mejor) sino, en apariencia, algún foro en el que adolescentes que han descubierto el género piensan que pueden revolucionarlo. Creo que me voy a poner Rabbit Hole, que me apetece ver una serie de espías, con acción y giros, que esté bien hecha.

Una nueva obra infantil en Apple TV+, un nuevo ejemplo de que algo está cambiando en la compañía y no para bien. Este Frog and Toad (USA) que posiblemente suene más como Sapo y Sepo reproduce y captura el espíritu de los libros pero toma decisiones en al animación que no acabo de entender, buscando un estilo entre el clásico y el moderno, con una animación menos cuidada de lo que solía ser habitual en la cadena. Y ya es la segunda vez. Que aquí el estilo aún lo disimula un poco, pero que ya empieza a mostrar una tendencia que, ciertamente, no me gusta nada.

Un drama político y sentimental, eso es Jen hsuan chih jen tsao lang che (O) (TW) la nueva serie taiwanesa de Netflix conocida también como Wave Makers, que presenta la historia de unas elecciones -tras una derrota anterior- desde el punto de vista del personal de campaña: los planificadores y los voluntarios sobre todo. Mostrando un poco de las puñaladas pero, sobre todo, reforzando esa idea de que la gente en realidad es buena y el sistema tiene arreglo porque El Pueblo es bueno y si se le trata con… en fin, os imagináis del tipo de cosa que tratan de hacernos creer. Una especie de Cultura del Esfuerzo Político que de puro edulcorada debería ayudar a vomitar. En fin, la propaganda es así.

Hay veces que ves una serie y tienes que comprobar si no es una serie antigua que hayan estrenado en otra plataforma o en otro país. Con Love & Death (USA) no pasa eso. Con esta vas directamente a mirar si es la segunda temporada de una serie que se haya estrenado antes. Ni siquiera es una sensación de ya haberla visto en el sentido de ‘esto me resulta conocido‘ sino de ‘esto es la prolongación repetitiva de algo que ya he visto‘. Luego he descubierto que ya habían hecho una serie sobre el  mismo caso. Tanto da, porque la diferencia de la aproximación es imperceptible. Aquí toca usar los hashtag de Buena esposa americana, Años ’50s, Iglesia, True Crime Reinventado y Cambio de vida. Es posible que varias estén mal; sospecho que en realidad deben de ser los ’80s o así, me da lo mismo porque lo de los ’50s es porque está en ese pasado mítico estadounidense que es irreal, del mismo modo que hay un personaje que podría estar interpretado por Jerry O’Connell o Ewan McGregor pero, en realidad, es Patrick Fugit. Lo que resumen en general la idea detrás de la serie. Más de lo mismo, poco original, intentado que la actriz principal a cuya mayor gloria se ha hecho esto, Elizabeth Olsen, salve los muebles. Y con una cierta tendencia a que los pelucones distraigan más que la historia. Es decir… ¿quién pensó que ponerle el doble de su peso en peluca a Krysten Ritter era buena idea? Lo de Jesse Plemons no pienso ni intentar comprenderlo, entiendo que es un asunto de gustos y estoy lejísimos. En general hablaría de una Situación Pedro Picapiedra, pero lo cierto es que está casado con Kirsten Dunst -si mal no recuerdo- así que está claro que el que está incorrecto soy yo. Total, que esto más que rancho es morcilla. Aunque sea una morcilla con la cantidad justa de sangre.

Pues bueno. Malpractice (UK), aquí estamos. Uno de esos dramas médicos con una protagonista al borde, muchas cosas a la vez y se supone que habrá alguna trama en algún momento pero lo cierto es que da la sensación de que es una trama secundaria de Nurse Jackie que se ha independizado. Ni mal, ni bien, ni todo lo contrario. Más de lo mismo con, supongo, la esperanza de que en algún momento cambie algo.

No entiendo esta necesidad de querer contar una historia pero pasar los primero capítulos contando otra. Una vez terminado el piloto he ido a ver si el segundo capítulo me contaba más. Pero no había. En este piloto sobre todo tenemos cerditos, la vida de la madre y el padre, hay como medio capítulo antes del nacimiento del protagonista, que es algo que me parece mortal, y luego ya un salto y blablabla. Hasta empezar a mostrarnos cómo es y su -mala- relación con sus padres y blablabla. Así que me he ido al trailer. Y me he pasado un buen rato del de este Nappeun-eomma (O) (SC), o The Good Bad Mother, intentando recordar por qué me sonaban tantas cosas conocidas. ¿Qué era lo que me decía que esta historia de un joven y ambicioso abogado que por un accidente acaba ‘con la mente de un niño’ era algo que ya había visto? Pues, probablemente porque mucho de lo que coge lo coge -o, al menos, es el referente estadounidense- de A propósito de Henry. La película en la que Harrison Ford es un abogado sin escrúpulos hasta que un accidente () le deja con etc… Solo que aquí lo juegan de otra manera. Lo juegan en el contexto de qué llevó al protagonista a ser como era, y cuánto de eso es culpa de su madre que, a la vez, se encarga de aprovechar esta segunda oportunidad. Así que mientras en la película USA se centraban en el matrimonio y la relación con la hija aquí tenemos la relación con la madre -y muy probablemente la búsqueda del amor porque  estas cosas van así. Lo que sirve de demostración de que incluso tomando ideas de otras partes se puede hacer una obra que es claramente distinta. Además de pasarlo a un pueblo en el que la exaltación de la ruralidad -ya sabéis cómo va esto, y si no imaginad la cosa de las películas de Navidad y similares- Una suerte de drama amable -y con cerditos- que explora una relación maternofilial. De nuevo, no es lo mío pero le reconozco los méritos. También le reconozco que 70 minutos es más de lo que estoy dispuesto a aguantar, pero entiendo que eso es -como en el caso español- un mal endémico.

Que sopor más absoluto ha sido este Saint X (USA), hasta el punto de que, en lugar de hacer lo lógico y abandonarla tras un piloto absolutamente insulso en el que no pasaba prácticamente nada y, además, lo hacía a ritmo lento, me puse el segundo capítulo para ver si a partir de ahí la cosa tomaba movimiento. No solo no, sino que, además, tampoco. Es sorprendente, sobre todo, porque el año pasado tuvimos The Resort. Yo qué sé, que le hubieran echado un ojo en lugar de hacer… esto.

No sé yo cómo entender este Sam – A Saxon (O)(AL), que no deja de ser otro de esos títulos de carrera criminal que sigue varias obras anteriores, incluido un documental. Porque lo que está en el centro es el problema racial en Alemania, con un protagonista real que se supone que era fue el primer policía afroalemán del cuerpo, que fue imagen de una campaña antiracismo y recibió tal trato que… dejó el cuerpo. Y se metió a ladrón. Así que los periódicos pudieron seguir atizándole. Y pasó por prisión y blablabl y ahora da cursos y escribe. En fin, yo qué sé. Conociendo la historia supongo que los giros son menos sorprendentes pero, en general, da la sensación de que algo así podríamos suponer. Pero bueno, que el nivel general es más de un telefilme para la gente que, supongo, no le suene la historia. Pero conociéndola… psé. No sé si desconociéndola mejorará.

No sé yo en qué momento se supone que está ambientado este Star Wars: Young Jedi Adventures (USA) pero reconozco que lo primero que he pensado es que si ven entrar a un Skywalker por la puerta lo mejor que pueden hacer es salir corriendo. Pero bueno, al margen de esas cosas, una agradable serie de cortos sobre un grupito variopinto de niñ-ish jed-ish sin demasiado fondo pero con la cantidad razonable de posibilidades de Marketing. Que supongo que es de lo que va esto, claro.

Cuatro horas de telefilme, eso es lo que nos ofrece Sygeplejersken (0) (DI) o The Nurse, que podría haber sido uno de esos Basados en hechos reales de dos horas que se ponían en sábado y domingo pero que ahora son cuatro capítulos para los bingeros. Supongo que la intención es buena, pero una vez que lo que está pasando y va a pasar está visto realmente no tiene mucho sentido ni alargarlo ni extenderlo. En fin, otra serie que podría haber sido un correo, digo… una película.


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