¡Pilotos Deathmatch! «Jiokeseo On Pansa», «Ludwig», «Nobody Wants This» y más

Como en una especie de House deprimente, Brillant Minds (USA) sigue a un neurólogo tratando de ¿resolver? casos sin hacer mucho caso -ninguno- a las autoridades de su hospital -en realidad le acaban de echar el anterior por… bueno, da igual pero incluye un número musical- con la diferencia de que aquí se intenta que el protagonista (que yo diría que está muy claramente inspirado por Oliver Sacks) sea todo lo empático posible, incluso aunque él mismo tenga consciente de sus fallos, problemas y limitaciones. No es precisamente el estilo de serie nueva y entiendo que los secundarios están desdibujados porque en este piloto lo importante es que entendiéramos al protagonista. Pero, la verdad, no sé yo si me apetece ver una serie tan rutinaria cuando todo, desde la iluminación a los decorados pero, sobre todo, los temas y casos, parecen haber decidido que si algo es realista tiene que ser dramático por el lado de la pena. En fin.

Dentro del… bueno… especie de maratón de Ryan Murphy… este Doctor Odyssey (USA) es algo así como la que está más cerca de estar bien. Porque combina ideas de 9-1-1 con otras ideas de series ajenas, de doctores y de cruceros, y mientras está moviéndose en esas zonas -sobre todo cuanto más se acerca a 9-1-1, se nota que la temporada pasada les dio muchas ideas- funciona. El clásico truco de Love Boat de cambiar los invitados tiene más sentido cuando se juega con el clásico truco de ir cambiando los pacientes en una serie de doctores. Y hay varios momentos notables como la forma de gestionar las expectativas del espectador con el primer caso que trata el equipo. ¿Entonces, cuál es el problema? Pues son dos pero muy unidos. Los personajes son pocos e insípidos. El Capitán interpretado por Don Johnson tiene la personalidad y el carisma de un muñeco de cartón, los tres miembros del equipo médico entran demasiado rápido en una dinámica de triángulo amoroso / pelea de patio de colegio que, la verdad, no puede ser más estúpida. Incluso la decisión de que solo haya tres personas para atender a todo el mundo parece más allá de lo increíble, sea cierto o no. Que creo capaz a los dueños del crucero a tener semejante recorte de responsabilidades a cambio de dinero. Ya está. Sí, están los actores invitados… que tampoco hacen gran cosa por mucho que lo intenten -fundamentalmente la pareja formada por Rachel Dratch y Tom McGowan– pero ya. Esta serie necesita secundarios como el respirar. Nos han dejado ver una enorme cantidad de personal, así que ya pueden empezar a meter más gente. Porque Joshua Jackson, Philippa Soo y Sean Tale hacen lo que pueden con lo que tienen… que no es mucho. Así que más allá del humor, las ideas o el anuncio de cruceros… incluyendo las referencias metas… más vale que metan a más gente y encuentre una manera de que la historia se vaya engrasando o van directos hacia el iceberg.

Hay veces que uno se encuentra ante un remake que buscar dar una vuelta a una fórmula conocida, en el caso de Everybody Still Hates Chris (USA) se trata más de un recalentado. El paso a dibujo animado es más porque no puede seguir adelante en imagen real que porque el formato vaya a aportar año, lamentablemente con el humor no pueden hacer nada. Así que ahí es donde más pesa la distancia temporal. En fin, esto de revivirlo todo llega hasta donde llega.

Parece que estamos abocados a las mismas series una y otra vez hasta que llega una que demuestra que no es necesario. Bien es cierto que en Familia de Medianoche (O) (MX) tenemos muchas de esas cosas que salen recurrentemente en las series de médicos, incluyendo los amores y las disputas; no es menos cierto que aquí se mezclan también elementos telenovelescos con la parte familiar de los protagonistas; pero, sobre todo, tenemos un ejemplo de -una vez más- los problemas del capitalismo. Porque aquí hay una familia que circula por las noches en una ambulancia para poder conseguir dinero. Llevando pacientes al hospital y dándoles los mejores cuidados de uno a otro lado. Es decir, a medio camino entre Urgencias y 9-1-1 si en alguno de los dos casos hubieran decidido que un drama familiar podía tener lugar dentro de una ambulancia. Tiene sus propios problemas, claro, sobre todo esa tendencia a lo telenovelesco sin soltarse el pelo, pero bueno, supongo que la intención es lo que cuenta.

Ryan Murphy ha estrenado tantas series este mes que si la de American Sport Story parecía falta de su toque esta Grotesquerie (USA) parece una parodia de sus series, todos sus tics descontrolados, la elección de actores, las rarezas. Y, sin embargo, logra que parezca que están intentando mezclarlo con elementos de Fuller en Hannibal o de los King en Evil. Esto hubiera sido en general un comentario positivo si no fuera porque, de hecho, también ahí parece que han elegido las partes más ‘parodiables’ de ambas y se han olvidado del sustento. Digamos que la diferencia de lo que va entre American Horror Story y Channel Zero. Con, además, toda esa sensación de que todas las posibles referencias anteriores al año 2000 han sido desdeñadas. Supongo que para obviar que es más parecida al Resurrection de Christopher Lambert que a Seven. Es como si hubiera perdido el humor, la gracia, el toque… y se hubiera quedado con lo superficial.

Ciertamente no esperaba yo gran cosa de Jiokeseo On Pansa (O) (CS), o 지옥에서 온 판사 o The Judge From Hell o…, y ha acabado siendo una grata sorpresa. El punto de partida parece ‘lo de siempre’. Una ‘jueza’ del infierno demuestra que le da lo mismo lo que hace -o cómo lo hace- así que es ‘castigada’ a venir a la tierra durante un año, durante ese tiempo tendrá que acabar con diez asesinos -con una serie de reglas- o perderá su puesto y etcétera. Pero, a partir de esto, que podría haber dado lugar a la clásica serie fantástico/romántica, pasamos a toda una serie de movimientos y maniobras en las que el humor, el cinismo, el drama social y hasta el terror van teniendo sus pequeños momentos. Y en el que siempre parece que hay un nuevo giro. Algo que se nota especialmente en el segundo capítulo, cuando parecía que ya estaba claro por dónde iba a ir al serie y vuelve a hacer lo que le da la gana. Así que pese a los capítulos largos y a que no sé por dónde tirará -de manera literal, quizá el tercer capítulo lo establezca pero a saber- debo decir que es una de esas novedades inesperadas que me alegran los visionados. Y que tengo intención de seguir la serie, por supuesto.

Más una comedia con policías que un policíaco con toques cómicos, este Ludwig (UK) que muy claramente bebe de Monk todo lo que puede y más es capaz de presentar, también, sus propias vueltas a un clásico. Porque, sí, el personaje central es un Excéntrico Asesor… que también es el policía. Porque dentro de su situación como pez fuera del agua el giro es interesante: John Ludwig Taylor es un consumado creador de pasatiempos sección críptica, da igual que sean crucigramas, dameros malditos o lo que toque. Pero también es otra cosa. Es el hermano gemelo del Inspector Jefe de Policía Jack Taylor.  Ambos hermanos están marcados por la desaparición de su padre hace unos 35 años, una marcha que causó un fuerte impacto, especialmente en John. Así que cuando la mujer de este le llama porque ha desaparecido dejando un críptico mensaje detrás la solución más obvia es… investigar. Y si eso significa hacerse pasar por su hermano gemelo, ¿qué es lo peor que podría pasar? Como decía al principio, está muy bien llevada la parte de humor por mucho que gran parte de la misma sea la clásica de ‘el rarito’, en cuanto al misterio del día… queda bastante claro que no le importa gran cosa, más que como parte de un artefacto cómico. Supongo que porque prefiere usar el piloto para presentar los personajes -unos cuantos- y la situación. Así que habrá que ver por dónde tira con los siguientes pero, de momento, es una serie a tener en cuenta.

Parece que con tanta serie no nos íbamos a librar de otra de Organización Criminal, así que aquí estamos con Mamá Cake (O) (MX), sobre una mujer que debido a sus… circunstancias… comienza un negocio de pasteles ‘especiales’ -drogas, los pasteles llevan droga- que la ponen en conflicto con organizaciones criminales -distintas a la suya- tanto como meten más presión en su ya complicada vida familiar (viuda, a punto de perder su casa a manos de su cuñada, con un nieto desconocido apareciendo para vivir con ella). Supongo que la idea de que protagonizara la serie la gran Susana Alexander, y que María Antonieta de las Nieves sirviera como apoyo cómico, les hizo pensar que podrían tirar de ella. Por supuesto sirve para que la serie tire más hacia la comedia que el drama, y supongo que el tema de las segundas oportunidades tiene más sentido con ellas por medio. En fin, yo qué sé. Ojalá me hubiera gustado, pero me temo que ni ellas consiguen lograr que vaya algo por encima del promedio. Y es una pena, porque creo que dentro podría haber una serie interesante.

Lo que más me sorprende de este Matlock (USA) es lo poco que se parece a Matlock. En realidad se parece más a Harry’s Law, la anterior serie de abogados de Bates, pero con un giro hacia Suits -que para eso se ha convertido en una favorita del streaming– y si bien no esperaba yo realmente que esto fuera hacia esa versión más ‘clásica’ de Matlock -o de algunos de los mil dramas de suspense judicial, de Perry Mason a La Ley de Burke– lo cierto es que es un agradable genérico con un par de niveles de interpretación pero un guion en el que no parece haberse complicado nadie demasiado. Una de esas series que pueden durar cinco temporadas y luego encontrártelas todas las tardes durante una década, saltando de canal a canal. Hemos visto cosas peores. Pero está claro que tampoco se iban a complicar en algo mejor.

Sobre el papel Murder in a Small Town (USA) lo tenía todo para gustarme. Se supone que iba a ser un ‘cozy crime’ en un pequeño pueblecito en el que el nuevo jefe de policía, llegado de la gran ciudad, resolvía asesinatos mientras su vida amorosa ocupaba un hueco. Lo cierto es que según empieza la serie notas las ganas de hacer algo al estilo Hallmark. Pero no solo eso. De hecho, OJALÁ hubiera sido eso. Es difícil de explicar los problemas, no porque sea complicado sino porque son muchos. De entrada están los actores, en la que puede ser la peor interpretación de sus carreras. Que ya es decir. Luego está una producción que parece canadiense en el mejor de los casos. Detrás llega una trama que ni interesan en lo misterioso -es lo que tiene abrir con un crimen en el que pones solo un sospechoso- ni la parte ‘romántica’ es mínimamente soportable. Y el insufrible manejo de los tiempos que hace que todo sea plomizo, aburrido, innecesariamente alargado. A eso le podemos añadir, además, que la química entre sus protagonistas simplemente no está. No existe. No existe a niveles que la primera vez que aparecen juntos para una cita si uno les ve piensa que es algún tipo de incómoda entrevista de trabajo. Qué desastre, qué horror y qué espanto. Mira que cuando uno ve las películas de Hallmark Mystery piensa que son obras sencillas de hacer. Pero qué os puedo decir. Para todo hay que valer.

No esperaba estar yo diciendo esto pero Nobody Wants This (USA) es una gran serie pese a su falta de trama. Y lo es porque el magnífico reparto saca adelante una historia que parece pensada a partir de organizarles para que hablen entre ellos. Porque la química pero, sobre todo, el encanto de los protagonistas, especialmente de una Kirsten Bell que parece estar dando entrevistas sucesivas, es lo que logra que esta comedia romántica sencillita y ligera, sobre una mujer que tiene un podcast en la que habla de sus (malas) experiencias amorosas y… un rabino. El peor ejemplo de ‘timming’ posible, sin duda. Pero dado que -al menos en el piloto- no hay mención política alguna, y sí bastantes estereotipos judíos, porque funciona para ese ir a lo sencillo. Así que supongo que será eso lo que determine si el público la acepta mejor o peor. Yo, desde luego, estoy a favor, pese a todo.

Encontrarte una coproducción francesa apoyada por británicos y estadounidenses como Paris Has Fallen (O) (FR) en la que ha habido todo tipo de problemas -incluyendo el cambio del teórico protagonista, Mathieu Kassovitz, por otro, Tewfik Jallab, tras un accidente de moto del primero-tiene un cierto aire de sorpresa por mucho que luego se vaya a estrenar por todas partes. Sea como sea, podemos decir que el contacto con la serie de películas es limitado, como su eficacia. Porque aún teniendo un par de buenos momentos de acción y suficientes ‘giros y sorpresas’ lo cierto es que no parecen tener muy claro ni cómo hacer las transiciones entre ellas ni cómo ir gestionando la información y la acción para que ni el suspense ni la acción se resienta. Es una lástima porque se nota que tiene más presupuesto que la media, y uno solo puede pensar en lo que podrían haber hecho alguno de los especialistas ingleses en el asunto dado lo poco dados al actioner que son los especialistas en thrillers. Pero bueno. Es un intento, supongo.

No soy capaz de entender para quién es esta serie, este Penelope (USA) que parece por un lado una de esas de ‘adolescentes en la naturaleza’ y, por el otro, de algún tipo de autoayuda/sal-a-tocar-la-hierba que, en fin, precisamente si hacen eso no están viendo Netflix. A mí no me podría interesar menos, por supuesto, ni como serie ni como ideología, pero eso no significa que cada vez que me encuentre con una de estas no vea que hay un público -que no soy yo-, así que esa decisión puede que esté más meditada de lo que yo pienso, y que realmente a alguien le pueda interesar. Mientras no me la tenga que ver yo, todo bien.

A ratos llego a pensar que este Rescue: Hi-Surf (USA) surgió de un reto: ¿Cómo podríamos hacer un 9-1-1 centrado en un equipo similar a Los Vigilantes de la Playa de manera que sea LA SERIE MÁS ABURRIDA POSIBLE? Y lo logran. Despojándola de cualquier tensión, dando espacio a cualquier chorrada de drama de telenovela diaria, y poniendo a unos personajes que no podrían interesar menos. Sin tensión, humor, espectacularidad, sin unos personajes que llamen la atención… Es un pan sin sal en el que, por no haber, no hay ni toras.

Casi agradezco que Los Reyes de Oriente (O) (MX) sea una especie de drama en lugar de los dos tipos habituales de Organización Criminal. Porque algo hay por ahí perdido, pero el centro está en la relación entre un grupo de jóvenes y, sobre todo, entre uno de ellos y la madre de su amigo. Aquello del Amor Prohibido que normalmente se habría tratado como Telenovela pero aquí se hace desde el Drama. No es que sea gran cosa -aunque sí que está actuado de manera competente- pero… bueno… algo es. Imagino.

Con la ya clásica animación espantosa de 3D y una idea muy leve llega adelante Tea Town Teddy Bears (USA) en la que un grupo de.. supongo que animales antropomórficos sería mejor resumen que Un puñado de furries… se dedican a tomar el té y hacer fiestas. Supongo que por el grupo de esas al que van dedicados tampoco es que necesiten mucho más, pero no puedo dejar de pensar que se podría haber hecho claramente mejor. Bueno, y que me pregunto si alguna empresa de té habrá pagado esto.


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