¡Pilotos Deathmatch!

Poco trae este Ao no Hako (O) (JP), o アオのハコ o Blue Box o La caja azul o, que no se pueda resumir en que es un spokon con mezcla de romance que es exactamente lo que uno esperaría al escuchar estas dos cosas. Una parte importante de deportes con las típicas llamadas al esfuerzo, la superación y blablabla -el chico en badminton, la chica en baloncesto- y la otra de romance que es casi igual de perezosa -el chico está enamorada de la chica, que es de un curso superior y está muy centrada en su deporte- con un reparto de secundarios bastante limitada. ¿Qué podemos decir de bueno entonces? Pues que la animación está por encima de la media . No para ser Netflix que ya sabemos que eso poco significa, sino en general. Pero, claro, ¿merece la pena verse una serie por la animación? -Más aún sabiendo que lo mismo en un par de capítulos empiezan los reciclajes- Para mí, desde luego, no. En absoluto.

Usar un rato de Will Ferrell puede ser lo mejor que tenga que ofrecer este The Charlie Puth Show (USA), una especie de falso documental sobre la carrera de esta persona, sea quien sea -sí, ya sé, se supone que es famoso, pero ya sabemos que Famoso Demostrable es lo que es- que no tiene demasiada gracia porque la mayor parte del tiempo lo que hace es poner una charla intrascendente tras otra. Me temo que parte del problema está en que necesitas mucho carisma para sacar algo así, o conocer al personaje desde hace tanto que esperas ya una serie de cosas… que no están aquí, la verdad. Entiendo que si hay un vínculo parasocial lo mismo te hace más gracia pero, visto lo visto, lo más que puede hacerlo brillar es algún invitado puntual.

Burdo, adolescente y a veces pueril, DAN DA DAN (O) (JP) es un anime con una premisa peculiar -dos jóvenes cruzan una apuesta, él irá a un sitio encantado, ella a uno frecuentado por OVNIs, quien demuestre que ‘su’ supernaturalidad existe ganará. Ambos tienen razón y la cosa se desmadra- que juega bien con unos ciertos cambios de registro dentro de un mismo tono, pero que tiene los problemas habituales de los japoneses. Como esos momentos ‘sexys’ que hacen que parezca de los ochenta/ noventa. Quitando eso, y reconociendo que la animación es just OK -que siendo Netflix ya lo pone en el top de sus animaciones-, resulta simpática. Que supongo que es lo que buscaba.

Me temo que parte de mi problema con Joan (UK) ha sido puramente de expectativas. Lo último que esperaba de una serie sobre una famosa ladrona de joyas es que pasara la práctica totalidad del piloto explicándonos lo malo que era su marido, sus intentos de recuperar a su hija de Servicios Sociales y cómo, de alguna manera, todo esto la abocó a la vida criminal. Cero ‘robar joyas’, cien ‘telefilme de sobremesa’. En fin, que por bien que logre estar el trabajo de maquillaje y peluquería -sobre todo pero no solo- lo cierto es que no hay nada en esta muy claramente parcial recreación biográfica que me interese.

¿Cuántas series de pseudoépoca necesitamos en la que los personajes tienen los problemas propios de su contexto y se nos muestra los retrasos de entonces frente a los de ahora -que con rascar un poco ves que en realidad no son ni exclusivos de entonces ni están arreglados ahora? ¿Cuántas veces tendremos que ver series ‘corales’ con exactamente las mismas voces y alguna nota de color secundaria? ¿Por qué esta Last Days of the Space Age (AU) es tan insoportablemente genérica? ¿Qué hemos hecho para que Disney siga poniendo el dinero en estas cosas?

Supongo que con So Long, Marianne (CA) entramos en el terreno del drama -melodrama en el mejor de los casos- que considera que es muy intenso y que, además, se dedica a hablar mal de otra gente igual de intensa. En fin. Entiendo que estas cosas de fanses se va haciendo de todo el mundo y, bueno, ¿por qué no de Leonard Cohen? No estoy muy seguro de lo que hubiera opinado él, pero os puedo decir que el momento en el que la imagen pasa al blanco y negro tuve que parar y echar para atrás de tan en blanco que había puesto los ojos. La idea de ir mezclando momentos temporales no-tan-lejanos y de perdonar a su protagonista lo que se critica de otros es… bueno. No puedo decir que me sorprenda, la verdad. Supongo que este es el tipo de cosas que pasan cuando pasan este tipo de cosas. O algo así. A mí que no me esperen.

Supongo que la mejor forma de definir este Uzumaki (O)(JP) es decir que se trata de una obra para fanses. Es decir, el trabajo realizado con el blanco y negro y la animación para que recuerde lo más posible a las viñetas del tebeo -con el añadido del movimiento y de una interpolación de lo que debía de suceder antes y después de las mismas, claro. Que a ratos te preguntas si no sería más fácil que se leyeran el manga original, y en otros te preguntas si no es un ejemplo de que lo único que ha variado desde aquellas adaptaciones de viñetas con partes móviles de la Marvel de los sesenta es la técnica- que a ratos se nota casi artificial, más cerca del vídeo de Take on me de A-Ha que de una obra en la que esta es la normalidad, se encuentra limitada por un guión que está más ocupado en lograr escenas grotescas que en darle un sentido. Pero supongo que como esto va por lo que ahora llaman ‘las vibes’ y si entras bien y si no pues mal… pues para qué más. Yo no entré en su momento, supongo que porque mi paciencia vale para una película pero no para una extensa serie de cómics dilatada en el tiempo, incluso aunque la película que se hizo de esta obra a principio de los dosmiles no me parezca recomendable… así que lo único que puedo es advertir y, claro, hablar bien de la adaptación animada.

Lo mejor que puedo decir de Where’s Wanda? (O) (AL) es que alguien lo ha intentado. ¿El qué? Probablemente ese sea el problema. Estamos en una serie que pretende ser una comedia, pero en su centro está la desaparición de una adolescente. Algo que hace que sus padres… no diré que pierdan la cabeza, pero desde luego sí que decidan salirse de la norma para buscarla. También hay un hermano por ahí, supongo que porque pensarían que hace falta alguien que sea de Tecnología. En fin. El asunto es, claro, que la parte cómica es… vamos a ser amables y decir ‘limitada’. Yo, desde luego, no acabo de verle mucha gracia al asunto. En cuanto a la parte del ‘misterio’. Mucho me parece llamarlo así. Entiendo -creo- lo que pretende hacer. Pero de ahí a que lo logren hay un trecho. Quizá con el rodaje la serie mejore pero… No, me temo que no estaré ahí para verlo.


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