Supongo que cuando haces una serie a partir de una película pasan cosas. Con la italiana A.C.A.B. La serie (O)(IT) lo que pasa es que se nota que en realidad no tenían algo que contar. Así que van contando cosas aquí y allá, a ver si algo parece interesante como para seguir con ello. Una decisión discutible -sin duda- en la que las posibilidades de la premisa acaban desperdigadas y sin que esté muy claro ni qué es lo que pretenden ni a dónde quieren ir con ello. Pero bueno, supongo que son los peligros de intentar extender un film.
No sé si es sencillo explicar de qué va esta
Adsız Aşıklar (O)(TU) porque tampoco ella parece convencida de si es una comedia o un drama. Yo diría que más lo primero, pero a saber. Porque esta historia de un tipo que perdió la fé en el amor y ha consagrado su vida a vender esto… pero no de manera directa sino por medio de na especie de ‘representante -marioneta’ que se hace pasar por él, y en la que además tenemos la apertura de una clínica para ‘curar el amor’ y luego la aparición /reaparición de una mujer… En fin, por mucho que
Halit Ergenç, el actor principal, se empeñe en tirar adelante con ella… Lo cierto es que requiere de una cierta aceptación en todo lo que está contando, todo el rato. Y supongo que todos tenemos claro que va a acabar encontrando el amor y bla. Pero bueno, supongo que si lo que hay en el centro del batiburrillo es una comedia romántica todo lo demás tendrá sentido. O algo.
Los británicos y sus cosas, la decisión de hacer este
Brian and Maggie (UK) en el que se repasa una entrevista entre Thatcher y uno de sus ‘periodistas de cabecera’ que, además, era amigo, y que acabó tan mal -la entrevista- que dejaron de hablarse se supone que pretende… ¿qué? ¿Que creamos que ahí aún existía el poder de la prensa? Porque lo cierto es que pareció más un ‘movimiento propagandístico’ que sale mal. En fin. Sea como sea
Coogan hace lo que puede para centrar en él la historia, ayudado porque
Harriet Walter -siendo generosos- no está en su mejor papel. En fin, ingleses y sus cosas.
Ni mal,ni bien, ni todo lo contrario. Esta
The Crow Girl (UK) es uno de esos thrillers británicos con los que rellenar alguna tarde, alguna noche, bien actuados pero sin alaracas, con una historia entretenida pero no sorprendente, llena de giros tan comunes como los lugares por los que transita, pues bueno, pues vale, pues me alegro. No es ni de lejos la peor serie de la semana, ni siquiera dentro de thriller inglés, pero tampoco es algo que vaya a recordar en unos días.
Quiero creer que esta
La liberación (O)(MX) se ha hecho con la mejor de las intenciones, y no para intentar capitalizar el MeToo y el éxito de Barbie. Lo cierto es que es una obra más ambiciosa de lo que su creadora es capaz de hacer, mostrar o, en general, dirigir. Con varios niveles temporales y estilos que, sin embargo, tiene un tufo a señora blanca rica queriendo ser artísticamente relevante con Un Mensaje y su idea es ‘hablar de las contradicciones’ y no… cualquier otra cosa. Pero, en fin, al menos sirve para demostrar que puedes sacarle los dineros a una productora sin que nadie tenga muy claro para qué o para cómo. Ahora, si tiene idea de cómo quiere cerrarlo o a dónde quiere ir voy a estar MUY sorprendido. Aunque no tenga intención de ver mucho más, la verdad. Porque para qué. Si ya está encantada de haberse conocido.
Pues bueno, pues agradable y ya este
Sakamoto Days (O) (JP) sobre un antiguo asesino a sueldo que se ha reconvertido en dueño de un bazar de barrio. Por supuesto su pasado no le va a dejar, y aparece un joven, y hay escenas de acción y momentos de humor doméstico, y esas cosas. Bien, sin más.
El intento de
Disney de crear una serie original ha dado
StuGo (USA), que logra canalizar esa mezcla de absurdo en el que todo es posible con un mínimo de sentido gracias a un grupo de chavales -seis- que van a un ‘campamento formativo’ para encontrarse que en realidad son carne de cañón para una científica peculiar. Por supuesto eso permite tener a un grupo variopinto en un entorno en el que todo puede pasar y en el que se permita el humor y la fantasía sin necesidad de dar muchas explicaciones. Como pasa en estas cosas los primeros capítulos no cuentan demasiado ni dan mucho trasfondo, así que supongo que se puede ver si te interesan este tipo de obras animadas. Y si no, pues lo mismo se puede esperar a ver si deciden crear algún tipo de trama interna. Pero vaya, que tiene todo el aspecto de haber decidido qué tipo de serie querían crear antes que cuál era el argumento a desarrollar. Si es que hay alguno.
Los ingleses sacan mucho thriller con distintos grados de éxito, esta
An t-Eilean (UK) o
The Island, se ha promocionado como la serie en gaélico más cara de la historia. Y para lo que han hecho la verdad es que se podían haber quedado en su casa. Porque sí, mucho decorado y mucha gente pero al final, subtítulos a parte, es lo de siempre. Y ni siquiera un ‘lo de siempre’ muy interesante, porque la investigación de una asesinato en una familia rica en una mansión en una isla, con un par de hijas que no estaban ni presentes, un par de hijos que parecen puestos a pegote, un padre tiránicos, relaciones extrañas con los policías y con el pueblo y, en fin, todos los clichés para una telenovela de clase alta antes que una investigación criminal que, en realidad, no parece interesarles ni a los creadores de la serie. Pues puedes meterle todos los paisajes escoceses que quieras. No tiene mucha solución, no sé ni si para usarla de fondo durante la siesta.
Dos veces me he visto el piloto de
Unmasked (O)(CS) porque no me podía creer que lo que sobre el texto era interesante tuviera algo que ver con lo que me encontraba luego. Pero aquí estamos, con una teórica historia de periodistas y casos del pasado que acaba siendo más luchas de personajes y tramas complicadas para, sinceramente, algo que ni necesita ni merece ni la complicación ni la extensión del capítulo. Supongo que por eso tiene tanto relleno, tanto chascarrillo de humor surcoreano. Pero si le estás ya metiendo relleno al piloto, ¿qué ganas vas a tener de mirar más allá? Yo, desde luego, ninguna. Y es que no se puede uno fiar ni de las sinopsis, porque también ellas necesitan talento luego para su desarrollo.