¡Los Destacados de 2025! Terror

¡Vamos con esos destacados!

– El diablo te lleva a casa de Gabino Iglesias, ed. La Biblioteca de Carfax

Una novela oscura, llena de violencia, en la que un hombre que ha pasado por un infierno personal con la enfermedad y muerte de su hija que lo ha dejado roto emocional y financieramente acaba en un trabajo desagradable del que puede salir rico o muerto, o puede que ambas cosas. Porque el ganar el premio Stoker y el Jackson a novela no significa que el terror no pueda venir de dentro.

– El muérdago amarillo de Walter S. Masterman, ed. Hermida

Un asesinato que no es lo que parece de un reverendo, una desaparición, una comunidad secreta de adoradores de dioses antiguos y, entre medias, entre el pulp y la weird menace, toda una serie de intrigas y aventuras en una obra entre la intriga detectivesca y el terror con todo el sabor de esos años ’30s en los que fue publicada.

– Los ojos son la mejor parte de Monika Kim, ed. Seix Barral
La marcha de un padre, el nuevo novio de la madre, el trauma y la forma en la que la tradición puede acabar atando hacia los abismos, porque lo que puede parecer un ritual para la buena suerte puede acabar llevando al asesinato.

– No temas a la parca de Stephen Graham Jones, ed. La Biblioteca de Carfax

Pues aquí estamos, con el segundo de los libros de la Trilogía del Lago Indian. Han pasado unos años desde la anterior masacre, Jade regresa al pueblo y, como pasa con los slashers, el ciclo vuelve a comenzar. Si en la anterior y premiada novela Stephen Graham Jones nos ofrecía una versión del slasher inaugural en el que nadie hace caso a la protagonista, ahora le toca a la -también premiada- historia de la secuela. Con el regreso de la protagonista y las dudas sobre ella y sobre si los hechos están siendo una réplica, una reacción o si hay algo incluso más siniestro. Que lo hay, claro, siempre lo hay.

– Luz negra de Pedro Berruezo, ed. Minotauro

Pues resulta que John Tones ha escrito con pseudónimo esta novela de terror, y eso significa que podemos esperarnos pulp, ‘body horror’ y objetos malditos a través de las eras de la humanidad. Como Nosferatu, centro de esta historia que se desarrolla en diferentes hilos temporales que van enredándose como una tela de araña en la que es difícil saber qué, exactamente qué, nos espera en su centro.

– Su Frankenstein de Norikazu Kawashima, ed. Planeta Cómic

Hibari Shobo era una editorial especializada en misterio/ horror y con especial interés en las mujeres como lectoras. De los ’50s a los ’80s, publicó muchos mangas directamente -sin pasar primero por una revista- como este que nos ocupa de Kawashima Norikazu, publicado originalmente en 1986, casi al final de esa época de publicaciones. Y justo antes que la Tomie de Junji Ito. Aquí tenemos a un oficinista al que se le aparece un fantasma y, a partir de ahí, los hechos de amor, horror, violencia y flashbacks se suceden. Así que ya podéis imaginar lo que nos espera.

– Camp Damascus de Chuck Tingle, ed. Obscura

Ya iba tocando que alguien se animada a publicar a Tingle en España. Quizá os suene su nombre por los particulares libros cercanos al romántico… o algo… que se fueron popularizando durante años en internete. Esto, sin embargo, es un poco distinto. Un poco distinto porque habla de una chica a la que mandan a un campamento de conversión, un Campamento Homofobia, o Camp Damascus aquí. Pero lo que le pasa a la protagonista es algo más complicado. Lo es porque es una joven temerosa de Dios, pero también porque tiene visiones, vomita moscas y sus pesadillas… Digamos que pueden no serlo tanto. Sobre todo una vez tenga que sobrevivir en ese campamento. Como veis, un poco distinta de Helicopter Man Pounds Dinosaur Billionaire Ass.

– Musivo de Catherine McCarthy, ed. Dilatando Mentes

Reconozco que la idea central detrás de este Musivo -cuando una experta en restauración recibe el encargo de arreglar la vidriera de una iglesia en un pequeño pueblito tanto la imagen que se va formando como el ambiente del pueblo se va convirtiendo en algo inquietante- me ha llevado a lo mejor del gótico italiano y del folk británico, así que espero que la historia de esta autora galesa que quiere hablarnos de eso pero también de los traumas de crecimiento en un hogar abusivo y extremadamente religioso, en el que lo inquietante de la situación está por encima de violencia física o ‘gore’, esté tan a la altura como parece.

– Descarriada de Samantha Kolesnik, ed. La Biblioteca de Carfax

Una mujer que de puertas para fuera tiene todo lo que podría desearse pero de puertas para dentro lo que tiene es un marido abusador. Desde esa premisa la protagonista llegará al fetichismo y la cirugía plástica para hablarnos de la misoginia o la falta de autoaceptación a múltiples niveles al ‘body horror’ y, sobre todo, por sorprender también con lo que deja sin mostrar ni contar para que sea ahí, en lo que rellenamos por nuestra cuenta, donde el horror esté más presente.

– Los inconsolables de Michael Wehunt, ed. Dilatando Mentes

Quizá recordéis a Michael Wehunt de Un lugar mejor, su anterior recopilatorio de relatos. Porque eso es lo que tenemos aquí, otra colección original de relatos que van desde un giro a la perspectiva del vampirismo a la vejez, la enfermedad o los paisajes más inesperados, y todo ello con el fondo de pesadumbre y turbación propios del autor.

– Nuestro amor nos devorará de R.L. Meza, ed. Dilatando Mentes

El bollodrama del diablo. Aunque en realidad quizá haya alguna cosa más que contar. Porque la pareja protagonista tiene claros problemas antes de poner un píe en la aislada cabaña en el bosque. Claire los tiene con el alcohol, tras haber sufrido toda su vida a manos de su madre. Emma se preocupa demasiado y está demasiado encima. De los hijos que tiene con Claire, pero también de la propia Claire. Así que quizá no sea la mejor idea el haber cogido a los niños y presentarse por sorpresa en la cabaña. Teniendo en cuenta que lo que Claire había ido a hacer era vaciarla para venderla después de que su madre, teóricamente por su demencia, se hubiera internado en las montañas nevadas un día y desaparecido. Que empiecen a suceder cosas extrañas que amenacen a la familia es casi un respiro. Y es que hay muchas maneras de lograr que una novela sea aterradora.

– Transmutada de Eve Harms, ed. Dimensiones Ocultas

La experiencia trans como parte del body horror, la mirada sobre una influencer que busca poder acceder a esa cirugía de feminización la lleva a ponerse en manos de un doctor de métodos discutibles. A partir de ahí en la frontera entre el weird, el splatterpunk y la vida real de las irrealidades; vamos viendo cómo la mirada del público, la mirada propia y las mutaciones son parte de un mundo que puede convertirse en pesadilla. Que no deja de ser otra forma de irrealidad, como las propias redes sociales, claro.

– Una senda de espinas de Angela Slatter, ed. Duermevela

Volvemos a Angela Slatter y lo hacemos con una novela de inspiración gótica, en el mismo universo que De conjuros y otras penas, con una institutriz que viaja a una remota finca. Así que pronto tendremos las clásicas escenas con caserones con secretos, remedios medicinales y extrañas criaturas en los bosques circundantes. Así que eso nos ofrece Slatter, su propia versión de una receta clásica.

– El infierno embotellado de Kyūsaku Yumeno, ed. Satori

Tantos años después de El infierno de las chicas, con solo una breve aparición en la antología Perlas psicotrónicas de la ciencia ficción japonesa, volvemos a tener con nosotros una antología de relatos de Kyūsaku Yumeno. Esta vez con el tema de la obsesión, de las historias con un fondo casi onírico, casi bizarro, en el que la normalidad es arrasada por un remolino de sentimientos y de situaciones que llevan a situaciones inesperadas y a infiernos personales.

– El fervor de Alma Katsu, ed. Nocturna

En 1944, en un rincón de Idaho, una mujer y su hija se encuentra recluidas en una campo de concentración en Estados Unidos por su condición de japonesas-americanas. Una enfermedad comienza a extenderse, ¿o puede ser la maldición de un yōkai? Sea lo que sea parece que la demonización está a punto de dar una vuelta al horror.

– El santuario de la montaña silenciosa de Nakami Kamon, ed. Newton Compton Editores

Me fío regular de la editorial, pero supongo que si alguien publica un libro de terror de una autora japonesa y que aparentemente se ha traducido del japonés lo mínimo es mencionarlo. El libro en sí… pues lo normal, una joven con bloqueo creativo, un grupo de amigos que la llaman para pedir ayuda porque desde que visitaron un santuario abandonado están pasando cosas extrañas. Lo típico que esperar de la autora del libro en el que se basó Habitación 203, si es que alguien la recuerda.

El mundo inferior de David Peak, ed. Dilatando Mentes
Del autor de Corpsepaint -heavy y terror- llega ahora una mezcla gótica y lisérgica, dos familias malditas, violencia, una desaparición, un asedio, y el mal que habita allí. Todo ello según la narración para la televisión de una de las supervivientes. Pero, ¿hasta qué punto podemos confiar? Sobre todo en una historia sobre lo que se oculta a plena vista y se infiltran secretos.

– Una invitada en casa de E.M. Carroll, ed. Sapristi

Vuelve E.M. Carroll, diez años más tarde, y lo hace con una obra inspirada por Rebecca. Con una mujer que es la segunda esposa, la nueva madre de una pequeña, y que siempre está a la sombra de la primera. Una persona de la que cuanto más conoce más misteriosa le parece. Habrá que ver qué nos propone esta vez.

– Los extraños de Mort Castle, ed. Dimensiones Ocultas

Dentro del terror hay todo tipo de corrientes, y en este caso nos encontramos con una novela de asesinos. Pero no de asesinatos. Es decir, sí, hay asesinatos. De personas y animales. Pero eso no es lo que importa. Lo que importa es que hay un tipo que parece normal, con una familia normal, integrado y esas cosas. Y en realidad es un psicópata al que le cuesta aguantar las ganas de matar pero que está esperando a que él y otros como él, esos Extraños, tengan vía libre para que comience La Era de los Extraños y puedan dedicarse a matar. Hay muchas formas de remover, y esta novela prueba varias de ellas, de recordar que la gente aparentemente normal puede tener dentro a ‘monstruos’ a la violencia gráfica y descarnada. Así que da igual que sea de 1984, id advertidos.

– Querida Laura de Gemma Amor, ed. Dilatando Mentes
Tras Pinos Blancos nos trae Dilatando Mentes una nueva novela de Gemma Amor, esta vez con otra joven protagonista pero igual de complicada su vida. Empieza a recibir correos sobre un amigo de su infancia que desapareció cuando eran niños. Correos que le ofrecen contarle cosas a cambio de humillaciones. A partir de ahí cada cual que juzgue si es el tipo de cosa que le apetece leer. Si no siempre podemos recomendar su anterior libro, que mejor.

– Cuentos de hadas crueles de VV.AA., ed. Horror Vacui

Quizá os pase como a mí y no tengáis claro si los crueles son los cuentos o las hadas. Pues lo primero, son ‘cuentos de hadas’ pero ‘crueles’. Aunque, en realidad son cuentos de hadas tan crueles como las versiones originales, sin azucarar, de los que ya conocemos. Aunque la editorial haya decidido escoger los más oscuros de entre los que las autoras, que también escribían pero no tuvieron la misma repercusión -a saber por qué misteriosas razones- que sus contrapartidas masculinas. Por cierto, estas autoras son las hermanas Hassenpflug, las hermanas WildDorothea ViehmannLaura GonzenbachMadame d’AulnoyNanette LévesqueVerra XenophontovnaCecilia Böhl de Faber, Elodie Lawton y Božena Němcová.

– El Ceremonial de VV.AA., ed. Valdemar

Tenía que llegar y aquí la tenemos, una antología realizada por Valdemar sobre el ‘folk horror’ con una buena multitud de ejemplos del mismo como suele ser costumbre en la editorial. Habrá que ver la lista definitiva y comprobar si son relatos o también hay fragmentos de obras pero, al menos, suena interesante.

– El extraño y otras historias de Gou Tanabe con adaptaciones de H.P. LovecraftChéjov y Gorki, ed. Planeta de Cómic 

El éxito de las adaptaciones de Lovecraft de Tanabe ha llevado a esto, un recopilatorio que no solo tiene El Extraño, también La casa con entresuelo de Chéjov y Veintiséis hombres y una muchacha de Gorki. Y, además, una historia de fantasmas japonesa: Ju-Ga. Así que tenemos los dibujos de Tanabe para reflejar esa extrañeza de tantas fuentes distintas.

– Donde yo termino de Sophie White, ed. La Biblioteca de Carfax

Una joven irlandesa en una isla, con una madre postrada en la cama, una abuela que cuida de ella, un padre que pasa una vez al mes, sin amigos pero con mucha inestabilidad emocional. Porque ‘algo’ pasó. Pero no le dicen qué. Y ahora que una mujer, una artista, llega con su bebé recién nacido pasa a ser su nueva obsesión en esa búsqueda de una familia. Una historia visceral, humana, que explica un horror que nace antes de nosotros y nuestros contextos. Y eso es más aterrador que cualquier ser espeluznante.

– Una oscuridad diferente de Luigi Musolino, ed. Dilatando Mentes

Puede que Musolino sea uno de los autores de terror más conocidos de Italia, pero aquí no habían llegado sus obras aún. Así que esta colección de relatos y novelas cortas es bienvenida para tomar contacto con un autor que reúne historias con un fondo tradicional y un desarrollo hacia la pesadilla y la oscuridad.

– Lo que mueve a los muertos de T. Kingfisher, ed. Crononauta

Pues sí, vamos teniendo más cosas de Ursula Vernon / T. Kingfisher en español. Y aunque sigamos esperando una edición redonda por lo menos podemos alegrarnos de que vayan apareciendo cosas. Esta vez con uno de sus libros de terror. La portada es espantosa pero esperemos que la traducción esté bien.

– La invasión de los hongos del espacio de Marina Shirakawa, ed. Diábolo

Uno de las más notables creadores del manga de terror japonés sententero, Shirakawa presenta aquí una mezcla de alienígenas y zombies, porque las setas del espacio exterior pueden soltar esporas y colonizar humanos, así que a la vez que aprendemos sobre ellos vamos viendo desarrollarse la historia -lo justo, porque aquí las páginas importantes son las que nos muestran esas monstruosas interacciones- y, de esa manera ir viendo

– No Tengas Miedo de Stephen King, ed. Plaza & Janés

Ha costado hasta elegir el título en español pero aquí tenemos la nueva novela de King protagonizada por Holly Black. Con dos hilos, uno de un asesino y varias venganzas, otra es la de una mujer siendo acosada. Y ya sabemos que acabará uniéndose.

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¡Los Destacados de 2025! Criminal

¡Vamos con esos destacados!

– Asesinato en altamar de Richard Connell, ed. Siruela

Conocido por sus relatos -como El juego más peligroso– o sus guiones -como Juan Nadie– Richard Connell tuvo también una carrera en el género criminal, como esta novela sobre un pequeño carguero con capacidad para transportar a una docena de personas, y si estáis pensando que es la localización perfecta para un asesinato con círculo cerrado de sospechosos… Así es. Y tiene 48 horas para localizar al culpable antes de que el barco llegue a su destino.

– La abeja reina de Seishi Yokomizo, ed. Quaterni

¡Un nuevo libro de Seishi Yokomizo! ¡BRAVO! La séptima aventura del detective y desastre con patas Kōsuke Kindaichi, esta vez yendo a una isla en la que una mujer –Tomoko– ha sido denunciada anónimamente como Viuda Negra. Bueno, en realidad la variedad de femme fatal que se le acusa de ser es Reina Abeja. A partir de ahí comienzan los asesinatos, los rumores, las tensiones y el suspense habitual de estas investigaciones.

– Asesinatos en la deliciosa tetería de la señora Wong de Jesse Q. Sutanto, ed. Duomo

Olvidad la portada que le han puesto, mitad ‘cozy asian’, mitad ‘Cásicos DeBolsillo’, está pescando en el estanque equivocado. Porque esto es ‘cozy‘ pero ‘cozy crime‘. Con bastante humor. Una señora asiática de ya una edad -y estoy por decir que ‘con una determinación y costumbres’ por no decir ‘señora, por favor’– ve su vida decaer: su hijo no le responde al teléfono, su tetería va perdiendo clientes, y casi no tiene amigos vivos ya. Pero eso cambia cuando aparece un cadáver en su establecimiento. Decide resolver el caso ella porque de la poli no te puedes fiar. Y eso la mete a ella -y a otras personas- en las clásicas peripecias de esta ficción de cocinar y entrometerse… tanto para encontrar a la persona responsable como para, ya puestos, que su vida sea menos solitaria y un poco mejor.

– Los crímenes del burlesque de Gypsy Rose Lee, ed. Hoja de Lata

Una alegría encontrarme con esta recuperación, quizá haya quien no conozca la historia de Gypsy Rose Lee o su preeminencia primero como bailarina y luego como inspiración del musical Gypsy. No estando en contra reconozco que a mí me interesa también como autora, aunque solo escribiera cuatro libros. De los que uno era una obra de teatro, otro las memorias que darían lugar al musical y los otros dos… los otros dos son dos novelas policíacas. De las cuales la primera es este The G-String Murders que dio lugar a la película conocida en España como La estrella del Variedades, una historia de asesinatos, burlesque, bastante humor y un arma particular. Tampoco puedo pedirle más a un libro. Quizá una portada menos horrorosa. Bueno, y que escriban correctamente el nombre de la autora. Pero poco más.

– Demasiados coches fúnebres de Edmund Crispin, ed. Impedimenta

Si pensabas que no volveríamos a ver a Impedimenta editando un libro de Crispin que sepas que ya somos dos. Tras publicar prácticamente uno al año en 2017 la publicación de Enterrado por placer parecía haber acabado con la buena racha. Ahora, cinco años más tarde, quién sabe si por el interés renovado en el murder mystery tradicional, la novela problema, el cozy y todo lo demás, bien porque una nueva serie de lectores hayan descubierto La juguetería errante… tanto nos da. Lo importante es que hay libro nuevo y en él Gervase Fen se encuentra envuelto en una película sobre Pope (El poeta). Por supuesto habrá un cadáver, una identidad misteriosa a su alrededor y hechos violentos que le animen -como si hiciera falta- a intervenir. Porque el mundo del espectáculo es un objetivo para el misterio y humor de Crispin.

– Carrera hacia la muerte de Peter Lovesey, ed. WHO

Londres a finales del S XIX, una carrera de resistencia de gran dureza… y un cadáver. El inspector Cribb se encuentra con rivalidades deportivas, apuestas clandestinas, secretos oscuros y los misterios del Londres victoriano.

 Días sombríos de Gene Kerrigan, ed. Sajalín

Una nueva historia de crimen y violencia de Kerrigan, en esta ocasión con un tipo en libertad condicional que se encuentra metido en una refriega en un pub que le pone en el disparadero de un gangster que está luchando por controlar la ciudad. A partir de ahí tenemos una historia -o distintas personas contando una historia, según se vea- con los gangsters viejos y nuevo de Dublin, sus luchas y sus venganzas en las que quedan atrapadas personas que muchas veces se encuentran en las zonas grises.

– Liberación de James Dickey, ed. ImpedimentaUna escapada de vacaciones entre un grupo de amigos, no os preguntéis si Sale Mal porque CLARO que sale mal. Uno de ellos es un entusiasta de la vida del campo, el resto solo quieren un fin de semana de cambiar de aires. El problema llega cuando la visita a un valle que va a ser inundado lleva a un enfrentamiento con unos lugareños que empiezan a darles caza. A partir de ahí un thriller psicológico que, si te está sonando, probablemente sea porque se adaptó al cine con el título de Deliverance. Así que si algo puedo aseguraros es que es el tipo de historia que os hará… chillar.

– Casa de locos de Colin Barrett, ed. Sajalín

La primera novedad de Sajalín del año nos trae una ciudad que se prepara para su festival mientras una disputa entre traficantes que parece ridícula escala con el secuestro de un adolescente desencadenando una serie de acciones y reacciones mayor de la que parecía, porque la luz y la oscuridad a veces se mezclan de manera inesperada.

– El señor Bowling compra el periódico de Donald Henderson, ed. Siruela

Una de las novelas favoritas de Raymond Chandler y, sin embargo, alejada de las que él hacía. Porque aquí tenemos una muy peculiar vuelta al subgénero de ‘crimen invertido’ en el que sabemos quién lo ha cometido pero no cómo lo pillará la policía. Y es distinta porque aquí el criminal parece esperar a ver si logran atraparlo, porque es la única manera en la que va a parar. No solo eso, además parece un tipo normal, hasta agradable. Más allá de que mate gente. Así que esas tendencias, los rastros que no borra o el coger el periódico para seguir el caso le da una sensación de cierto costumbrismo. Sin que podamos llegar a olvidar que es un asesino.

– La muerte ajena de Claudia Piñeiro, ed. Alfaguara

La nueva obra de suspense de Piñeiro tiene en su centro a una periodista, una que recibe el aviso de que una joven ha caído desde gran altura, del piso de un barrio residencial. A partir de ahí una investigación con empresarios, recuerdos de la dictadura militar argentina, tramas del presente y pasado y de los lazos del poder, el deseo y la familia. Otra de sus novelas, vaya.

– Corazón salvaje de Barry Gifford, ed. Dirty Works

Que alegría ver que en Dirty Works han decidido liarse la manta a la cabeza y sacar -de entrada- los ocho títulos de Sailor y Lula que escribió Barry Gifford, y que en España fuimos viendo publicadas aquí y allá, a golpe de película -esta que da título, o Perdita Durango-, y de manera ciertamente errática. Varias de ellas no se llegaron a publicar en España, así que es una oportunidad para comprobar cómo a lo largo de los años (de 1990 a 2015) fue contándonos las peculiares historias en las que se veían metidos sus protagonistas. Una saga criminal, sí, pero con un particular humor, excesiva y violenta. Como una buena telenovela.

– Este whisky está de muerte de Natalie Jayne Clark, ed. Maeva

Dos mujeres se hacen con una destilería en ‘la capital mundial del Whisky’ -en Escocia, claro-, pero este matrimonio pronto descubrirá que las cosas no son tan sencillas. Porque no solo se encuentran con que tienen que levantar un negocio ruinoso, además… hay cadáveres. Y es que al final los pueblecitos siempre esconden secretos. Así que habrá que ver por dónde sale ahora que esta novela de debut se publica casi a la vez que en su versión original.

– Muerte en el Lovely Lady Club de Marie Rutkoski, ed. Umbriel

La llegada del año 2000 y un club de striptease. Así comienza este libro sobre una bailarina atribulada que quiere ayudar a la policía a encontrar a un culpable, resolver la desaparición, mientras el punto de vista va cambiando entre los distintos implicados, aumentando el misterio de este laberinto.

– La muerte visita Marlow de Robert Thorogood, ed. Catedral

Pues aquí estamos de nuevo, el Club del Crimen de Marlow regresa en una historia en la que una boda da un giro inesperado, una muerte les parece más sospechosa a ellas que a la policía y, por supuesto, alguien tiene que investigar.

– Arsénico por compasión de Joseph Kesselring, ed. Hoja de Lata

Todo un clásico de la comedia negra, esta obra teatral -que daría lugar a la famosa película- presenta a un crítico teatral recién prometido que visita a sus tías, dos adorables ancianitas con una idea de servicio un tanto descolocada. Y no es ni lo más raro con lo que se va a encontrar.

– El asesinato de los Aosawa de Riku Onda, ed. Salamandra

De Riku Onda habíamos visto publicada en España Abejas y truenos lejanos, una novela más literaria y costumbrista. Aquí, sin embargo, tenemos una de sus novelas criminales, la primera que escribiera su autora. Con el centro en un envenenamiento masivo en los setenta, durante la celebración de cumpleaños de una importante familia de la zona. Vagamente basado en un incidente real en los ’40s -y en un poema- se trata de una particular en tanto que no hay exactamente una investigación del incidente tanto como distintos puntos de vista y varios cabos sueltos y ambigüedades. Todo esto contado, además, con la ayuda de una narración de los hechos originales, de la investigación posterior treinta años después que da lugar a un libro y de la historia en ese ‘presente’ tras su publicación en el que se habla de ambas. Teniendo en cuenta que hablamos de un libro de 2005 mi duda es si esta vez sí que lo habrán traducido del japonés.

– El palacio rojo de June Hur, ed. Wonderbooks

June Hur es conocida, sobre todo, por sus novelas de misterios históricos. Y dentro de ellas la más conocida es esta por la que ganó el premio Edgar a mejor novela juvenil de misterio. Porque eso es lo que tenemos, una historia en la Corea de mediados del S XVIII, con una jovencísima enfermera de palacio real decidida a demostrar que su mentora no ha sido la responsable de una serie de muertes de mujeres. Algo que tiene que hacer con cuidado porque los sospechosos son, claro, muy poderosos. Por suerte habrá un inspector que parecerá estar de su lado, y así poder ofrecernos una historia con misterios, historia, amor y reflexiones sobre la lealtad y la justicia.

 Los asesinatos de la mansión del molino de Yukito Ayatsuji, ed. Quaterni

No sé si recordaréis Los asesinatos de la casa decagonal, pero su autor -el especialistas en misterios clásico que allí llaman ‘honkaku‘- vuelve aquí con una mezcla que nos puede sonar: Un hombre en silla de ruedas que lleva una máscara para ocultar su desfiguración invita, como cada año, a un pequeño grupo de conocidos a su casa. Pero este año un tifón desencadena una serie de acontecimientos que incluyen -por supuesto- robos y asesinatos. El investigador habitual de AyatsujiKiyoshi Shimada, hace aparición para tratar de desentrañarlo… justo cuando se anuncia la llegada de otro tifón. Así que sí, misterio al estilo clásico con las particularidades japonesas. ¿Qué más hace falta saber?

– Brooklyn, una novela criminal de Jonathan Lethem, ed. Literatura Random House

Vuelve Lethem con otra novela criminal en Brooklyn, en los años setenta, con viñetas interrelacionadas, con vidas cruzadas sobre todo de los jóvenes de uno de los vecindarios, con la variedad cultural de los vecinos y sus interconexiones como manera de tejer una imagen que tejido en el que la gente llega y va, y es que el crimen aquí es más la empresa criminal -casi una forma de vida- antes que un suceso concreto que investigar. Lo que sirve para formar una fotografía que deja una imagen más completa del tema a fuerza de hacerla también algo más superficial.

– Peligro en el Atlántico de Erica Ruth Neubauer, ed. Maeva

Ya conocimos a Jane Wunderly en la anterior novela de Neubauer, Muerte en el Cairo, y aquí vuelve para otra historia a mediados de los 20 dentro de un transatlántico de lujo en dirección a Nueva York, colaborando con los servicios secretos británicos tras un espía alemán hasta que una desaparición a bordo acaba por complicar más aún el asunto. Al fn y al cabo hay un espacio limitado, como la lista de sospechosos. Así que aquí estamos de nuevo en otro de estos ‘cozy crimes’ de época.

– El examinador de Janice Hallett, ed. Ático de los Libros

La autora de La Apelación nos trae su nueva novela de misterio. Un programa de postgrado en una universidad, seis estudiantes de distintos perfiles, trabajos finales y correos y mensajes… pero, sobre todo, una duda. Porque puede que alguno de los alumnos no sea quien dice ser, que haya algo siniestro entre ellos y, sobre todo… ¿Es posible que alguno haya muerto?

– Los 39 escalones / Mantoverde de John Buchan, ed. Cátedra

Supongo que la primera de las dos obras es suficientemente conocida, bien por las adaptaciones al cine, bien por la obra de teatro, o por lo que sea. Una obra de espionaje con acción y aventura, propia de su tiempo pero también creando algunos de los modos y maneras de lo que vendría detrás. Y en esta edición de la colección Letras Populares la acompañan con una novela menos conocida, Mantoverde, la segunda de las aventuras del espía Richard Hannay. Así que parece una buena excusa para acercarse a ellas.

Un misterioso homicidio y muchos secretos de Catherine Coles, ed. Newton Compton Editores

Tras este título tan concreto -algo comprensible, porque el título original es el difícil de traducir: Poison at the Village Show– se encuentra uno de los cozy crimes de Coles, una autora que lleva un par de series como la de Tommy y Evelyn Christie y esta de Martha Miller, una mujer de mediana edad que se encuentra metida en un lío. Es 1947, su marido desapareció un día sin aviso y ella fue el centro de cuchicheos sobre qué habría hecho para que se fuera. Así que decide contraatacar, llevando su ginebra casera a un concurso en el pueblo. Si imagináis que eso acaba en asesinato con ella teniendo que limpiar su nombre… pues efectivamente. ¡Con ayuda del vicario!

– El misterio del sombrero de copa de Ellery Queen, ed. WHO

El primero de los libros de Ellery Queen, que nos los presenta tanto a él como a esos cuartos cerrados cercanos a los de Philo Vance, con un cadáver sentado en el patio de butacas de un éxito teatral. Y sí, la pista principal es el sombrero.

– Y solo quedaron las migas (Cozy Mystery) de Eve Calder, ed. Alma
– Una cita con la muerte (Cozy Mystery) de Julia Chapman, ed. Alma
– Una anciana encantadora… y letal (Cozy Mystery) de Helene Tursten, ed. Alma

En Alma siguen sacando cozy crimes, a ver si alguno les funciona, supongo, porque este año diría que han publicado más primeros intentos que continuaciones. Pero lo importante aquí, quiero creer, es que han sacado propuestas varias. Por ejemplo, la de Eve Calder tiene en su epicentro una pastelería, la Cookie House, a la que va a parar una inquieta repostera con mala suerte. A las órdenes de un compungido viudo. En cuanto a la de Julia Chapman está protagonizada por un expolicía que abre una agencia al lado del agencia de citas. Así que sus dueños empezarán mal pero acabarán investigando un caso conjunto en la Inglaterra rural. La ‘elderly lady de Helen Tursten es sueca. Sí, son libros suecos. A saber desde qué idioma han sacado esto, la verdad. No solo eso, también parece que estaremos en el ‘otro lado’ del crimen con esta anciana que parece saber que, a veces, un pequeño asesinato ayuda. Y estos son solo algunos de los títulos nuevos -que también han publicado alguna continuación, conste- para que podáis echarle un ojo. Lástima que no hayan sacado más de juvenil. Pero bueno, ya veis, una buena cantidad de nuevas propuestas. A ver lo que se pega a la pared.

– El juez Surra y otros casos sicilianos de Andrea Camilleri, ed. Salamandra
Aquí estamos, tres historias nuevas -para alguien que lleva muerto desde 2019- con un tono de suspense, historias distintas y variadas con el particular estilo de humor y misterio, así como retazos de la vida en Sicilia. Por supuesto.

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¡Los Destacados de 2025! Narrativa

¡Vamos con esos destacados!

La camisa de hielo de William T. Vollman, ed. Pálido Fuego

¡Bien por Pálido Fuego! Ponerse a publicar la heptalogía de Vollman sobre el colonialismo europeo en el continente americano requiere de un cierto valor, por mucho que Vollman haya ido siendo más conocido sigue siendo una figura complicada. Pero esta historia, que comienza con unos navegantes nórdicos llegando a las costas, es una gran historia que va más allá de la barbarie. Pero no la esconde.

– La calle de los cinco aromas de Can Xue, ed. HermidaLa ‘Eterna Candidata al Nobel’ -por lo menos cinco años más le quedan- y gran representantes de la vanguardia literaria china llega aquí con una nueva novela, con una mujer que agita una calle -o a sus habitantes, en realidad- en lo que podría considerarse como una novela irónica, quizá hasta periódica, de esas historias de romance y ¿adulterio? en el que una mujer se convierte en el centro de los pensamientos mientras juega y se divierte -la autora- con las pretensiones de la narrativa de psicología y sentencia.

 Mi muerte de Lisa Tuttle, ed. Muñeca Infinita

Una gran autora con un giro inesperado sobre el tema de La Musa, y es que cuando una autora ha quedado viuda y sin inspiración la decisión de escribir sobre una mujer que fue musa pero también creadora acaba creando un juego de espejos biográficos y meta-artísticos.

– La dama de Deerpark de Seumas O’Kelly, ed. Tres Hermanas

Conocemos a Seumas O’Kelly sobre todo por La tumba del tejedor. Pero lo cierto es que escribió más, bastante más. Como esta historia que a ratos parece un drama más o menos romántico, en otros podría ser algún tipo de sátira o farsa y de cuando en cuando se va hacia el gótico. En cualquier caso el centro es una de aquellas novelas ‘de mansión’ sobre el final del S XIX, en este caso en Irlanda claro. Una mujer se encuentra como única heredera de una mansión, teniéndola que sacarla adelante. Cuenta con un fiable gestor a su lado y podría parecer que por ahí irán los tiros hasta que un tipo turbio que ambiciona la propiedad aparece para seducirla. De esta manera se nos habla de la situación decadente de la ‘nobleza rural’, de los juegos sociales -casi diríamos que de poder- entre las personas y, por supuesto, de esas heroínas frente al mundo en incierta situación. Incluso cuando son herederas.

– Orbital de Samantha Harvey, ed. Anagrama
La novela reciente ganadora del premio Booker, nuevo libro de la autora en Anagrama tras el ensayo Un malestar indefinido, y pieza dentro de lo que casi parece ciencia ficción sobre un grupo de astronautas de la Estación Espacial Internacional. Seis personas distintas, de diferentes países, con distintos contextos e intereses pero con la necesidad de realizar sus asignaciones y rutinas, y la reflexión sobre los sueños y aspiraciones de los astronautas y sus realidades cotidianas.

– Por voluntad propia de Mathilde Forget, ed. Tránsito

La historia de una agresión sexual contada desde la perspectiva de una víctima, pero no de cualquier forma sino desde la ensoñación que parece salir de las palabras de los demás, de la manera en que se ponen en duda, se juzga, se tergiversa, de hace pasar una cosa por otra y, finalmente, se desalienta a las víctimas con este tratamiento.

– Galán de Alston Anderson, ed. Trotalibros

Esta colección de relatos del autor afroamericano dan buena cuenta de su talento, pues conoceremos bastante de la familia Jessup de un pueblecito de Alabama pero también podremos viajar a Nueva York e, incluso, a la Alemania de postguerra. Un conjunto de experiencias de las personas negras en Estados Unidos en una sociedad que distaba mucho de aceptarlas, así que la experiencia de la vida en los márgenes, con leyes diseñadas en su contra, y en las que se pueden abordar temas como las drogas o lo queer, aunque sean, sobre todo, viñetas de vida.

– El corazón revolucionario del mundo de Francisco Serrano, ed. Tusquets

Supongo que quien haya leído En la costa desaparecidaHajira Perros del desierto no se sorprenderá demasiado de encontrarse una novela ambientada en una célula anticapitalista en los años 70, con una protagonista que duda sobre el camino a elegir para buscar su verdadera liberación. Y el resto tendrá la suerte de que aún tiene libros para seguir leyendo.

– Hija de la venganza de Michael McDowell, ed. Blackie Books
El libro que McDowell escribió justo antes que Blackwater -y cuyo título original es Katie (que es con el que se publicó en La Bestia Equilátera), que no se diga que no son originales con las traducciones de títulos en España, casi tanto como con las portadas… – con el centro en el enfrentamiento de una joven, llamada por su abuelo, contra una familia liderada por una mujer con unas ciertas habilidades -incluyendo con el martillo-. Así que ya sabéis lo que toca, sobre todo con McDowell por medio y sabiendo que llega para la temporada navideña… aunque después de la ‘recuperación’ de Planeta.

– El safari de los Binstead de Rachel Ingalls, ed. Minúscula

Quiero creer que recordaréis La señora Caliban que Minúscula publicó hace unos años. Pues bien, este El safari de los Binstead tiene claros parecidos más allá de las igualmente claras diferencias. De nuevo tenemos a una mujer en el centro del relato, si en aquella era una mujer con la que su marido tenía un trato distante y la llegada de -digamos- un ser subacuático ponía patasarriba su vida aquí tenemos a una mujer en una relación que no va muy bien y a la que un viaje con su marido sirve para empezar a destacar, incluyendo un acercamiento a lo que podría ser una leyenda. Dos relaciones parecidas pero distintas, dos seres más allá de lo habitual y dos acercamientos. Como decía, parecido pero diferente. De entrada porque este juega más con el misterio, con el tono y el ambiente, con situaciones que podrían parecer ensoñaciones, casi oníricas para bien o para mal, y que, de improviso, nos muestran cosas concretas (hechos, personajes acciones) que van más allá del tono casi místico. Así que sí, vale la pena echarle un ojo.

– Ritos privados de Julia Armfield, ed. Sigilo

Armfield nos trae aquí una historia de tres hermanas. Distanciadas entre ellas y también de su padre, con cuya muerte comienzan los movimientos por una herencia inquietante y con un destino casi ominoso, una forma de reinterpretar la crisis familiar dentro de la novela gótica y el fantástico -este mundo no es el nuestro, aquí ha llovido tanto que ha cambiado la forma del mundo y también de muchas de sus formas de trabajar- porque más allá de lo inquietante hay una mirada al duelo, la familia y las contradicciones, como si estuviéramos ante su particular giro a partir de El Rey Lear. Desde una perspectiva actual, queer y en el que hay, entre tanto dolor, incluso algún hueco sutil para el humor.

 En la encrucijada de Nell Dunn, ed. Contra

Un libro fundamental del realismo social sesentero británico este que nos trae contra, con una serie de escenas breves interconectadas que van contándonos la vida de tres jóvenes que trabajan en la misma fábrica, en un barrio obrero, y en el que se habla de sus problemáticas, sus vidas y todo lo que es relevante para ellas, desde los problemas de trabajo a los chanchullos para seguir adelante. Con su lenguaje coloquial acaba siendo una ventana a la realidad de los sesenta.

– Ballena de Cheon Myeong-kwan, ed. Shiro
Con elementos de historia y fantasía, con un tono que mezcla la fábula y la novela moderna, este relato multigeneracional surcoreano ambientado en una rempota aldea en la que ver a una ballena cambia a una mujer, su hija muda se comunica con sus elefantes y una mujer tuerta controla abejas con un silbato. Así que no es tanto que fuera candidata al Booker internacional como el humor retorcido, la sorpresa y la originalidad de esta propuesta surcoreana.

La leyenda de los ciclistas de Svetislav Basara, ed. Automática Obra ciertamente peculiar, organizada siguiendo distintos documentos (cartas, extractos de cartas, documentos o textos) para poder conocer la Orden de los Hermanitos Ciclistas Evangélicos de la Rosacruz. Una sociedad secreta de peculiar forma de funcionar -se comunican en sueños y a través del tiempo- que buscan… cambiar la historia tal y como lo conocemos. Una obra de culto en su país -Serbia-, con un fondo filosófico -quizá más que las posibilidades de meterlo en Fantástico, a saber- pero también con un humor muy particular en la que lo más incierto es el uso de las palabras.

Ceremonia de Leslie Marmon Silko, ed. Capitán Swing
Un veterano estadounidense vuelve a su pueblo como prisionero de los japoneses, el pasado indio que es parte de su realidad se muestra en esta historia en la que las historias del pueblo Iaguna y sus experiencias místicas, humanísticas y proféticas van construyendo una historia que es parte de toda esta ceremonia de la que hablan.

– Victoire de Maryse Condé, ed. Impedimenta

Llega con el año nuevo una nueva obra de la gran Maryse Condé, esta vez centrada en las raíces (¿o ramas?) de su árbol genealógico en Guadalupe. Su abuela materna, una cocinera que llegaría a ser famosa y, a la vez, se enfrentó a los problemas propios de las razas y los conflictos culturales. Una obra hecha con amor en el que, sin embargo, no se rehúyen los momentos dramáticos.

– Me llevaré el fuego de Leïla Slimani, ed Cabaret Voltaire

El último de los libros de Slimani en su trilogía sobre la sociedad marroquí, siguiendo aquí a la tercera generación de los Belhach, nacida en los ochenta y aún enfrentándose a prejuicios y racismo, ofreciéndonos una conclusión -al menos de momento- que habla tanto del camino recorrido por las mujeres y familias como, por supuesto, de lo que aún tienen por delante.

– Prende fuego de Jaqueline Crooks, ed. Colectivo Bruxista

Una historia de inmigración, con Londres a finales de los setenta, con la crisis y los disturbios como algo habitual. Con un club de reagge como refugio y una transformación con la música y la cultura como excusa para hablar de de temas políticos (de raza, de identidad, de clase…) logrando que esto que nos habla del pasado nos suene casi cotidiano.

– Al pie del muro de Jennifer Dawson, ed. Alba

Una obra compleja, en la línea de las más duras de esta colección, porque la experiencia de una mujer psiquiatrizada, una joven algo retraída a la que la muerte de su madre impactó y que ahora, en su reintroducción al mundo y junto con el contacto establecido con un paciente del pabellón masculino, pasará a cuestionarse esos dos mundos y esa trato recibido.

– Tierra de empusas de Olga Tokarczuk, ed. Anagrama
Vuelve la premio Nobel polaca con una historia en uno de esos sanatorios para la tuberculosis de principios del S XX en el que entre reposo y disquisiciones comienzan los rumores sobre muertes violentas y algo que parece observarles. Una suerte de juego con todas esas historias -comenzando por La Montaña Mágica, claro- pero desde una perspectiva moderna que, junto con su sentido del humor, permite darle una vuelta a una historia -y unas expectativas- conocidas.

 La senda del solitario de O’Henry, ed. Fiordo

El desembarco de la argentina Fiordo está siendo poco a poco pero con títulos más que interesantes. En este caso llega con todo un clásico como son los cuentos de O’Henry de cuyo buen hacer sirven de ejemplo estas páginas, siempre capaz de retratar a las personas y siempre con esos giros que le dan nuevo significado a lo que nos cuenta.

– El hombre que amaba los libros de Patrick Dewitt, ed. Plata

Gran alegría ver a Dewitt, cierta sorpresa de que sea fuera de Anagrama (Al fin y al cabo su paso desde Libros del Silencio tuvo el contexto conocido), pero lo importante es que el autor de Los hermanos Sisters -entre otros títulos- presenta en este The Librarianist la historia la historia de un hombre cuya vida es la literatura, pero también al que su propia vida es literaria. Y ese juego sobre lo que la literatura es y lo que puede significar es lo que nos encontramos aquí.

– Ven a bailar conmigo de Russell Hoban, ed. Sigilo

¡Mira por donde! Hoban es conocido en España sobre todo por Dudo Errante, en USA es bastante más conocido por su variedad de temas y estilos, incluyendo una larga serie de libros infantiles. Pero, en este caso, no es ninguna de ambas. Es una historia de dos personas de mediana edad,gente que logra ser corriente y diferente, y que tras un encuentro peculiar en una galería de arte desarrolla una amistad. Una obra que logra ser tan normal como poco habitual, especialidad del autor.

– Cabronazo de Leah Hampton, ed. Dirty Works

Tras tantas voces masculinas diciendo versiones de lo mismo resulta interesante poder leer una voz femenina, muchas veces contrapuesta a las historias que nos han venido contando, y que logra aunar en ella la desesperación del la degradación rural con cierto humor y algo de esperanza en que las cosas puedan cambiar, haya un mañana mejor y la gente se entienda. Porque son las personas, sus problemas y su necesidad de comprenderse, las que hacen destacar este libro de doce historias tan distintas y, a la vez, con un fondo común tan importante.

 Pan de jengibre de Helen Oyeyemi, ed. Acantilado

Una nueva obra de Oyeyemi siempre será bien recibida. En este caso nos encontramos con una madre y su hija. Aparentemente personas normales, una madre trabajadora y su hija colegiala. Pero quizá no lo sean tanto, sobre todo porque la madre hace un pan de jengibre muy popular en La Lejana Tierra. Y de donde salió por algo que pasó. Por eso cuando su hija, ya adolescente, decida reencontrar a la amiga de su madre junto con la que pasaron estas cosas iremos descubriendo la verdad sobre la madre, sobre esa Tierra Lejana y, por supuesto, sobre ese Pan de Jengibre tan presente en los cuentos infantiles ingleses.

– Los Thibault (1) de Roger Martin du Gard, ed. Punto de Vista
Sin duda recordaréis que Roger Martin du Gard es un ganador del Premio Nobel. Y en parte se debió a esta monumental saga familiar que pretendía reflejar la sociedad francesa de principios del Siglo XX. Con un ojo puesto en la llegada de esa Primera Guerra Mundial que se proyectaba ominosa en el futuro de los protagonistas de este primer volumen de su obra.

– Matsukaze (1, Clásicos del teatro Noh) de Motokiyo Zeami, ed. Satori

Comienza Satori su colección dedicada al teatro noh japonés con esta obra, casi un poema dramatizado, con un noble desterrado y enamorado… aún sin posibilidades de poder llevarlo adelante. Y se hace con un aparato ensayístico para explicar y contextualizar, e incluso con un plano del escenario para que podamos hacernos mejor idea… o tratar de representarlo.

– La última puerta antes de la noche de António Lobo Antunes, ed. Random House

Teniendo en cuenta que el original es de 2018 supongo que el que nos llegue en 2025 esta obra de Lobo Antunes se debe a una trabajada traducción desde el portugués. Teniendo en cuenta que es un ‘true-crime’, que dicen ahora, mucho han tardado. Un empresario muere y su cuerpo es disuelto en ácido, y así vamos viendo los pensamientos de distintos implicados. Todo ello bajo la idea de que ‘sin cuerpo no hay crimen’.

– Sitges de Jaime Rubio Hancock, ed. Altamarea

Un edificio en el que pasó algo extraño hace años, algo que repercutió en que cada una de las casas tenga una cierta… particularidad. Distinta en cada caso. Ese es el punto de partida para la nueva obra cómica de Jaime Rubio, otra oportunidad para mezclar el costumbrismo con ese humor surrealista propio del autor.

La hija del escultor de Tove Jansson, ed. Minúscula

Una nueva historia para la gran Jansson, que con un fondo autobiográfico nos cuenta lo que significó crecer en un ambiente artístico, relacionándose con unos padres que buscaban extender las maravillas del mundo a su hija. Mostrándonos una infancia marcado por una cotidianidad en la que tenían cabida la magia y el misterio.

– Los náufragos del Wager de David Grann, ed. Random House

El naufragio del HMS Wager – que incluye el encallamiento, abandono de la nave para ir a una isla desierta, separación en ‘bandos‘, un motín y, claro, una serie de muertes, hasta el punto de que podría parecer algo inventado, casi mítico- pasa a ser el material con el que Grann (a quien espero que recordéis de títulos como Z, la ciudad perdida o Los asesinos de la luna) construye su nueva narración, construyendo con tensión un recuento de los hechos más notables, así como una reflexión tanto sobre el colonialismo europeo en su extensión como sobre los peligros de la mar.

– Kenkaku Shōbai (Vocación de Samurai) de Shōtarō Ikenami, ed. QuaterniUno de los títulos más representativos del chanbara, esas novelas históricas de acción y a venturas, que en este caso transcurre en la época Edo. Con un padre y un hijos samuráis, a cargo de un dōjō , pero también de intentar preservar la paz en mitad de una época turbulenta. Esta sería la primera de las novelas de esa serie.

– Mujer de placer de Kiyoko Murata, ed. Hermida

Tras haberle publicado Dentro del Caldero Hermida vuelve a publicar a la celebrada Kiyoko Murata, que esta vez nos habla de las trabajadoras sexuales durante los cambios sociales de la era Meiji, incluyendo una huelga por sus derechos. Una obra con una perspectiva dramática -casi parece inevitable- pero que no solo mira a las trabajadoras del burdel y las cortesanas, también a las mujeres en mitad de los juegos de poder que muchas veces están igual de atrapadas. Todas ellas buscando las fuerzas para resistir y tratar de lograr un futuro mejor.

– Historias que olvidé contarte de Dorothy Gallagher, ed. Muñeca Infinita

Más de una década después de la muerte de su marido Gallager presenta estas diez secciones en las que viaja por su tiempo conjunto, de un lado a otro, conversando sobre las cosas pequeñas y no tanto, sobre sus gustos y manías, y todos los recuerdos del amor y la pérdida con el estilo siempre memorable de la autora.

– Sukai Paradise de Yoshiko Shibaki, ed. Gallonero

Quizá alguien recuerde un par de películas, Suzaki Paradise de Yūzō Kawashima pero, sobre todo, La calle de la vergüenza de Kenji Mizoguchi, en ambos casos se trata de creaciones a partir de una obra concreta. Esta. Ambas de 1956. Porque tal fue el impacto de la obra y su tema. Habla en sus seis historias de la taberna Chigusa y su propietaria, Tokuko, historias en distintos momentos, realidades y vivencias de las trabajadoras sexuales, de todo tipo de estilo, carreras y procedencias, que la autora recogió aquí queriendo dar voz a lo que algunas mujeres tuvieron que vivir en el periodo de postguerra.

– Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor, ed. Libros del Asteroide

Es discutible que esta sea la mejor novela de Taylor, pero no que sea una buena novela de una gran autora. Y, sobre todo, que sea un título que lleva sin publicarse en España -que no sin estar disponible, La Bestia Equilátera mediante una vez más- desde que a mediados de los ochenta la publicara Bruguera con el título El hotel de Mrs. Palfrey. Lo de los títulos es algo, ya veis, que ha sucedido siempre. En cualquier caso el centro de la historia permanece, una anciana que acaba de enviudar –Mrs. Plafrey– se traslada a un hotel mientras valora qué puede hacer ahora que todo su tiempo es suyo. Y que todo apunta que será hablar con los otros residentes buscando una manera de huir del tedio. Que es algo que esta novela de personas y personajes no provoca.

– La novela de un literato de Rafael Cansinos Assens, ed. Arca

Una edición extendida y revisada de La novela de un literato de Rafael Cansinos Assens me parece una gran noticia. Sacarlo en un tomo de casi mil páginas y papel Biblia… En fin. Pero es un gran libro para conocer mejor el mundillo literario del paso del S XIX a inicios del S XX en España.

– Un futuro prometedor (3, Los años gloriosos) de Pierre Lemaitre, ed. Salamandra

Pues sí, ya hemos llegado a la tercera historia de esos Años Gloriosos de Lemaitre. Una que nos prometen que está más dentro del criminal -supongo que se referirán a ‘detectivesco’- pero que, como siempre, siendo de él supongo que podremos recomendar sin mucho problema. Esta vez en la Guerra Fría, con los Pelletier, con amor, aventuras, espías, suspense y Praga.

– Lo que no se ve de Cristina Fernández Cubas, ed. Tusquets
Nuevo de libro de Fernández Cubas. Y espero que sea realmente nuevo como ellos dicen y no la recopilación de lo que hayan encontrdo aquí y allá. Porque siempre será bueno tener más relatos de Fernández Cubas, una de las mejores cuentistas en español. Así que espero que este sea un buen libro, inquietante, profundo, variado, con una visión propia pero también con una humanidad que juega con la misma ambigüedad de esas historias en las que el cambio ominoso acecha.

– El optimista de E.M. Delafield, ed. Fiordo

En la Inglaterra de entreguerras un escritor regresa a la casa de su tutor de la infancia. Un canónigo que con un tipo de optimismo retorcido y autoritario impone una rectitud casi tiránica y que, como en tantas ocasiones, ve cambiadas sus dinámicas por la llegada de un nuevo elemento que, a su vez, deberá replantearse alguna de sus posturas.

– Los años de espera de Fumiko Enchi, ed. Chai

Llega de nuevo a España -pero esta vez en edición íntegra y traducción directa desde el japonés- esta obra de Enchi, quizá la más afamada de las suyas, en la que una mujer encerrada en un rol tradicional como esposa de la que se espera incluso que se encargue de buscar y acoger concubinas para su marido. Y esa es la historia que aquí tenemos, con la lucha entre lo que se espera de ellas y la silenciosa lucha por su dignidad que intentan mantener.

Noventa y nueve cuentos divinos de Joy Williams, ed. Seix Barral

Tras haberle publicado hace unos años sus Cuentos escogidos ahora Planeta vuelve a publicar una colección de cuentos de la gran Joy Williams, un título de 2013 que en inglés se llamaba 99 Stories of God. Y, como su nombre explica habla de pequeñas historias, a veces poco más que viñetas, sobre la interacción de los hombres con Dios. No creo que a quienes la conocieran, hace incluso más años, en Alpha Decay con Estado de gracia y El hijo cambiado se sorprendan mucho, pero supongo que siempre es bueno tener la oportunidad de leerla.

– El perro del sur de Charles Portis, ed. Dirty Works

Charles Portis, conocido sobre todo por Valor de ley aunque no solo, nos trae aquí una obra de un humor triste, irónico y casi neurótico sobre un tipo cuya mujer ha huido con su mejor amigo -quizá no fuera tan buen amigo, pensándolo mejor- que decide ir en su busca y, por el camino va encontrando todo tipo de estrafalarios personajes. Especialmente un peculiar estafador. Así que aunque pueda estar algo anticuado en varios aspectos -no en vano es de 1979- sigue ofreciendo su propio estilo de historia oscura, bronca y al borde de la autoparodia de la ‘literatura sucia’.

– Atmosphere de Taylor Jenkins Reid, ed. Stefano

Los éxitos de Taylor Jenkins Reid -como Los siete maridos de Evelyn Hugo o Todos quieren a Daisy Jones– han abierto lo suficiente su público como para que veamos normal que este libro se centre en el centro de las misiones españoles de los años ’80. Astrofísicas, pilotos, especialistas, ingenieras y más de las personas cuyas vidas entrelazadas y amores se recortan contra el propio universo. Otra cosa es esta decisión de que la primera edición salga con tapa dura y cantos pintados.

– Cuentos del folklore ainu de Basl Hall Chamberlain, ed. Interzona

Experto británico en Japón, el académico e investigador que pasó en el país desde el último cuarto del S. XIX, Chamberlain nos presenta aquí una recopilación que hizo de relatos orales del legado ainu, el grupo étnico indígena que poblaba en Japón Hokkaidō y el norte de Honshu, así como las islas Kuriles y la zona sur de Sajalín en Rusia. Uno de los antiguos pobladores de Japón y Rusia, por tanto, y como tales con un rico legado en mitos y leyendas que aparece parcialmente recogido aquí.

 Lady Ludlow de Elizabeth Gaskell, ed. Alba

Con una atmósfera cercana a la de Cranford (menos irónica, pero aún con un tono de cierto humor) y toda una serie de peculiares personajes alrededor de la Lady Ludlow del título, una noble chapada a la antigua que recoge a la narradora en su comunidad de señoritas de compañía. Estos años de senectud de la noble, y su renuencia a unos cambios ‘modernos’. Una anciana que, pese a eso, tiene un buen corazón, igual que los personajes alrededor son en su mayoría así, con sus decisiones y metas, en lo que acaba siendo un libro entrañable.

– Marrones y Mazmorras de Kristy Boyce, ed. Fandom Books

Tras el éxito de Dramones y Mazmorras llega Marrones y Mazmorras – Dating and Dragons en el original, en contraposición a la otra que se llamaba Dungeons and Drama– y que tiene un nuevo entorno y personajes. Esta vez es una joven que llega a un instituto y quiere unirse a un grupo de rol. Uno que retransmite sus partidas en ‘streaming’ y tiene una regla inquebrantable: Nade de liarse entre miembros. Del grupo. De rol. Pero, claro, ella no cuenta con que un veter… no, espera, eso es otra cosa… Ella no cuenta con encontrarse con un examigo, ni que salten chispas, pero eso es lo que tienen las tablas de encuentros aleatorios, ¿no?

– Caída libre de Ali Hazelwood, ed. Contraluz

Él es un nadador de competición, ella es una saltadora de trampolín, ¿podría ser más obvio? Lo nuevo de Hazelwood es un romance universitario muy… ahm… húmedo. Dos deportistas buscan una relación sin ataduras pero acaban metidos en… aguas turbulentas. Y es que cuando el corazón late lo único que se puede hacer es… Nada.

Un amor de verano complicado de Ali Hazelwood, ed. Contraluz

La nueva novela romántica de Hazelwood parte del convencimiento de que los clichés pueden tener una vuelta. Así que a la joven estudiante de posgrado a la que le gusta un hombre quince años mayor, dueño de una empresa y mejor amigo de su hermano… pero que ha decidido olvidarle por lo problemático de… ¡todo! resulta que le toca asistir a la boda de su hermano, en una villa siciliana. Y compartir tiempo con él. Y… bueno, que es lo nuevo de Hazelwood.

– Cuando Alice se subió a la mesa de Jonathan Lethem, ed. DeBolsillo
Mentira parece que hayan tardado como veinte años en reeditar este libro -ya veremos lo viejo que se ha quedado entre medias- que se publicó originalmente en Literatura Mondadori y poco después en DeBolsillo 21. Y ahí se había quedado esta original humorística e imaginativa novela de campus sobre un agujero de gusano que se convierte en el tercer vértice de una relación. Porque Alice, una física, parece más fascinada por él que interesada en su novio Philip, un antropólogo. Así que muchas ganas de tenerlo de nuevo, pese a que eche para atrás ese estúpido precio de 15€ por lo que se supone que es un libro de bolsillo de 200 páginas. Nadie hace más por la piratería que una editorial un gran grupo.

¡Volvamos al Índice!



¡Libros que Salen! Barceló, «Hada del trueno, hada del relámpago», Le Guin.

¡Que entre la pila!

Una mentira peligrosa de Elia Barceló, ed. Alfaguara Infantil y Juvenil

Parece que en Alfaguara han tomado nota del éxito de los libros juveniles de Elia Barceló y han decidido que ellos también quieren los suyos que para eso la publican también en la casa. Así que aquí tenemos esta historia de un chico que llega nuevo a un instituto, un pasado misterioso, algo que salió mal, y cosas pero es que pueden suceder en el nuevo coco: las redes sociales. En fin. Pues eso, nuevo ‘thriller‘ juvenil de Barceló.

Lo encontrado y lo perdido de Ursula K. Le Guin, ed. Minotauro

Parece que siempre se puede sacar algo más de Le Guin. En este caso es un recopilatorio de ‘novellas’ que ellos insisten que es con ‘todas’ y yo aseguraría que no lo es. Aunque sea solo porque, al menos en su edición original, incluía solo 13, 12 de las cuales se habían publicado en otros libros tomos ya. Pero bueno, que cada cual valore y contrapese.

Hada del trueno, hada del relámpago de Han Kang y Jin Tae-Ram, ed. Reservoir Books
Lo bueno de ganar el Nobel es que te publican cosas que quizá antes se hubieran pensado. Por ejemplo, este álbum ilustrado sobre ds pequeñas hadas aburridas, que deciden romper con sus atribuciones y liarla. Por supuesto todo contando con amor por los personajes. No me atrevo a decir que con humor, pero supongo que lo intentan.

Nos leemos.


Mi decepción de esta semana ha sido Bookish (UK), una serie de misterio que confiaba en que fuera otro buen ejemplo de lo que los ingleses saben hacer con el género pero que ha acabado siendo una serie encantada de conocerse, a mayor gloria de un Mark Gatiss que debe de pensar que los espectadores quieren verle todo el rato y no seguir un misterio, hasta el punto de separar en dos capítulos de 45 minutos lo que podía haber entrado en uno solo sin tanta paja y tanta tontería. No sé si es que espera lograr un BAFTA o qué, pero la verdad es que no cubre nada que no hayamos visto más y mejor. De hecho, en lo que más he pensado viéndolo es en lo muy superior que era Foyle’s War, mal que me pese, porque por lo menos ahí parecían tener claro qué querían contar y no perdían el tiempo, amen de no parecer una fiesta de disfraces, que ya tiene mérito lograr parecer más falso no ya que Foyle’s sino que Murdoch. En fin, a ver si la próxima serie del palo que hagan los ingleses tienen a bien usarla para algo más que masajear egos y recortar presupuestos.

Ciertamente curiosa esta Baretto/Baretto (O)(JP) o バレット/バレット o Bullet/Bullet o…, obra postapocalíptica de lo que parece aventuras que nos presenta a una serie de, digamos, supervivientes decididos a vivir de trapicheos, golpe a golpe, porque la situación les ha llevado a eso. Con los puntos necesarios de surrealismo humorístico japonés -oso incluido- y una cierta querencia por las escenas con coches modeladas en un pseudo 3D que es más llamativo que eficaz. Al acabar, como de costumbre, me puse el trailer y puedo aseguraros que, más allá de la animación que sí que es fiel reflejo, parece de una serie distinta. Así que supongo que el piloto era la presentación y la trama llegará… en algún momento, supongo.

No sé si la idea de los creadores de Delirio (O)(CO) es que batiburrillo es igual que complejidad, o que una narrativa aturullada es un ejemplo de calidad, lo cierto es que ni lo que cuentan ni el cómo lo cuentan lo apartan de la clásica película de tarde, sección Lifetime. Una mujer entra en un estado de delirio -porque la psicología es tratada como una pseudociencia, por supuesto- mientras su pareja trata de descubrir por qué, a la vez que se van contando partes de la historia con múltiples personajes entrando y saliendo, a veces el mismo personaje en distintos momentos de su historia, con el peor uso de los tropos más manidos posibles, a veces parece que quieren hacer un sexy thriller, en otros solo parece que buscan algo así como una crítica de no está muy claro qué, pero generalmente da la sensación de que lo que quieren es acabar pronto e irse para casa. Un sentimiento, este sí, que logran transmitir al espectador. Pero supongo que si alguien quiere ver mujeres malas, hombres que se mueven entre lo devoto y lo indolente, marionetas de esas mujeres, y lo que quiera que sea la trama que han decidido meterle… esta puede ser su opción para la hora de la siesta. Seguro que cuanto menos atención le prestes más gana.

En la sección de genéricos de esta semana tenemos The Institute (USA), una serie basada en un libro de Stephen King pero que parece la idea de lo que un libro de Stephen King podría ser por parte de alguien que nunca le ha leído: Chavales con poderes, amenazas vagas, gente de dudosa catadura moral. No está muy claro si la serie va o viene pero tampoco parece que le importe a nadie porque es un genérico excepcional, podría haberse hecho en cualquier momento de los setenta para acá y lo único que cambiaría es si la consideración era más o menos de ciencia ficción y más o menos juvenil. En fin.

Este espanto de Padre no hay más que YouTube o Kataluj (O)(EG) lleva cualquier ejemplo de expectativa cultural más allá de la paciencia, porque no es que esté protagonizada por un mal padre, es que parecen decididos a redimir a uno de los peores posibles. Por suerte en un momento te dejan claro que no todos los padres de Egipto son como este, pero la muy lacrimógena historia de un viudo que trata de reconectar con sus hijos queda muy empañada por el hecho de que no es capaz de absolutamente nada. Necesita la ayuda de su hermano y su cuñado para hacer lo que hacía su mujer claramente a solas, y aún así lo hace mal. No saber que su hijo es alérgico -una alergia especialmente imbécil, por cierto- casi lo mete en el apartado de negligencia criminal, que su solución sea verse los youtubes que hacía su mujer sobre crianza…  EN FIN. Decididamente esta serie es el tipo de desastre que luego se adapta por todo el globo porque ‘hay que ver los hombres cómo son’ mientras al resto nos deja al límite de la paciencia.

Parece que seguimos con los temas de Retorno a la Naturaleza en India, esta vez le toca a Mitti – Ek Nayi Pehchaan (O)(IN), una serie sobre un joven ejecutivo de nosequé -publicidad, supongo- que tras la muerte de su abuelo y el descubrimiento de que pidió un crédito para su negocio -del abuelo- decide regresar al campo para hacerse cargo de la deuda y modernizar la granja -que era para lo que lo pidió el abuelo- y blablabla. También hay lío amoroso (o algo así). Pero aquí lo importante es vendernos la necesidad de volver a Lo Rural y bleh. Supongo que para los que quieran ver una oda -que suena rara, no solo desde un punto de vista ideológico/político- al campo, quizá alguna de las ramas del Hallmarkismo, le puede valer, a los demás -incluidos los del romance- no creo que les convenza salvo que el desarrollo de la serie mejore mucho el punto de partida del piloto.

Otra serie que no ha acabado dando lo que parecía prometer al inicio, este Pain (O)(CS) o 파인 o Low Life o Submundo o…, comienza mostrándonos a un par de criminales de poca monta y se va liando en una historia que a ratos parece de Organización Criminal y a ratos simplemente una mezcla de distintas historias. Al final las idas y venidas de estos criminales logran algún momento perdido de interés o de acción, sospecho que los que aparecen en el trailer. Pero bueno, quizá la próxima vez.

Lo bueno de Untamed (USA) es que parece que han aceptado que con seis capítulos tienen suficiente. Probablemente podían haberlo hecho incluso con menos, porque no deja de ser otro genérico de muertes y misterios en territorio rural, bonito de ver -por supuesto- pero sin que los clichés dejen respirar demasiado a la historia. Y es una pena porque puede ser lo más cercano que les he visto a los estadounidenses a lograr un Asesinato en…, pero, claro, le sobra metraje y le falta originalidad. Aunque al menos se puede poner más o menos de fondo mientras planchas o algo así.


¡Libros que Salen! Didžgalvytė, «Agatha Raisin y el crimen de la mansión», Jansson y más.

¡Que entre la pila!

Cómo los videojuegos están cambiando el mundo de Marijam Didžgalvytė, ed. Godot

Marijam Didžgalvytė se pregunta, desde los estudios culturales y la crítica materialista, las posibilidades de los videojuegos para mejorar el mundo. Lo hace hablando tanto a novatos como a veteranos, explicando cómo se ha usado -y se usa- y de qué manera se ha utilizado para el mal desde la difusión de discursos a las utilizaciones militaristas, o los modos y maneras en las que las empresas crean y venden los juegos. Pero, precisamente por eso, puede ofrecer también ejemplos para la esperanza, de buenas influencias y esfuerzos colectivos. Porque aunque sea una industria que puede parecer oscura y ominosa siempre queda la posibilidad de encender una luz. Aunque sea prendiéndole fuego a cosas.

La hija del escultor de Tove Jansson, ed. Minúscula

Una nueva historia para la gran Jansson, que con un fondo autobiográfico nos cuenta lo que significó crecer en un ambiente artístico, relacionándose con unos padres que buscaban extender las maravillas del mundo a su hija. Mostrándonos una infancia marcado por una cotidianidad en la que tenían cabida la magia y el misterio.

Agatha Raisin y el crimen de la mansión de M.C. Beaton, ed. SalamandraPues sí, ya hemos llegado a la décima. No parece que el portadista esta vez tuviera muchas ganas de trabajar pero, fuera de eso, nos encontramos a Agatha yéndose a una casita de campo -a otra- para escribir. Lo que pasa es que las cosas se complican, como siempre, y una serie de hechos misteriosos comienzan a suceder hasta llegar a la aparición de un cadáver. Y a las sospechas cayendo sobre la persona que más recientemente ha llegado al pueblo: La propia Agatha.

Un amor de verano complicado de Ali Hazelwood, ed. Contraluz

La nueva novela romántica de Hazelwood parte del convencimiento de que los clichés pueden tener una vuelta. Así que a la joven estudiante de posgrado a la que le gusta un hombre quince años mayor, dueño de una empresa y mejor amigo de su hermano… pero que ha decidido olvidarle por lo problemático de… ¡todo! resulta que le toca asistir a la boda de su hermano, en una villa siciliana. Y compartir tiempo con él. Y… bueno, que es lo nuevo de Hazelwood.

Un misterioso homicidio y muchos secretos de Catherine Coles, ed. Newton Compton Editores

Tras este título tan concreto -algo comprensible, porque el título original es el difícil de traducir: Poison at the Village Show– se encuentra uno de los cozy crimes de Coles, una autora que lleva un par de series como la de Tommy y Evelyn Christie y esta de Martha Miller, una mujer de mediana edad que se encuentra metida en un lío. Es 1947, su marido desapareció un día sin aviso y ella fue el centro de cuchicheos sobre qué habría hecho para que se fuera. Así que decide contraatacar, llevando su ginebra casera a un concurso en el pueblo. Si imagináis que eso acaba en asesinato con ella teniendo que limpiar su nombre… pues efectivamente. ¡Con ayuda del vicario!

Esquirlas de Jade de Fonda Lee, ed. Insólita
El tallador de Jade de Yanlún de Fonda Lee, ed. Insólita

Parecía que no, pero había aún algo más que Fonda Lee podía contar. Más aún: Dos libros. Por un lado cuatro historias de cuatro personajes a modo de precuela de su trilogía de Jade. Historias de antes de ser los que mandan, de ser herederos, de estar casados, de haber huido. Que son independientes de la trilogía, pero que nos permiten conocer mejor a algunos de sus personajes. Por el otro, una historia extra, también en el pasado, pero que nos habla de un robo, una caída en desgracia y una investigación, con una corona de jade en su centro.

Nos leemos.


A veces uno piensa que la idea detrás de una adaptación es eliminar el alma de las obras originales, un nuevo ejemplo de lo cual tenemos en Les 7 Ours (O)(FR) que masacra los cómics de Émile Bravo para convertirla en la enésima serie de animación 3D que solo rescata cuatro ideas pero ofrece mucho más de lo mismo. Espero que, por lo menos, sirva para que reediten los cómics.

Un genérico de policíaco solo un punto por encima, este Ballard (USA) es un spin-off de Bosch que lo que más demuestra es cuánto sirve el rodaje. El de la otra serie, quiero decir. También allda que Maggie Q tenga todavía más tablas, pero, claro, el problema es el de siempre, demasiada serialización estirando la historia. Como con Bosch, creo que meter tramas más cortas o buscar otra manera de gestionarlo sería una mejora. Pero, al menos, es algo mejor que lo habitual. Que vista la media de Netflix con su ruido-blanco-thriller tampoco es que sea mucho, pero algo es algo. Supongo.

Curiosa esta CITY The Animation (O)(JP), una serie de aventurillas con  estilo cambiante a ratos, algo de surrealismo y, supongo, la idea que los japoneses tienen de hacer viñetas de la vida de los habitantes de una ciudad con puntos de costumbrismo pero también salidas hacia el humor. Supongo que al menos es peculiar. Aunque lo cierto es que hay cosas en el estilo de dibujo -y sus cambios- que no me acaban de convencer y no sé bien por qué.

Lo mismo que Ballard pero al revés. Este Dexter: Resurrection (USA) demuestra que no tiene nada que aportar, están estirando a ver si así puede hacer algo con lo que tiene. Tras el final, la continuación y la precuela ahora intentan una nueva continuación que carece de sentido y que no tiene nada que ofrecer más que darle vueltas al asunto, meter a personajes de otras temporadas y hacer una de las dos cosas más estúpidas que se pueden hacer. Es decir, al margen de mandarle al espacio. Pero no, de momento deciden mandarle… a Nueva York. Supongo que hay que estar muy metido en esta serie para que aún te interese. Pero está claro que van a tirar.

De Eric Friedman podemos decir que fue el creador de Crash & Berstein y uno de los principales responsables de Bizaardvark, la serie que presentó a Olivia Rodrigo y Jack Paul. Lo uno por lo otro, supongo. También ha trabajado de guionista, y ha reunido a un buen grupo de ellos, así que la llegada de Electric Bloom (USA) sirve tanto como demostración de que hay todo un fondo como de que lo que hay es ese fondo. Es decir, vamos a encontrar la clásica serie Disney con canciones, con una serie de actrices-cantantes intentando lanzar sus carreras y… bueno, lo de siempre. Roles cada uno en su sitio, una intención de vender como famosos a los que aún no son con la idea de convencernos de que lo serán y blablabla. Además, claro, de contar con toda una serie a su alrededor. Pero, como siempre digo, esto es tan antiguo que ya hemos tenido a los Archies o los Monkees. Así de viejo es, así de viejo se nota.

No tengo muy claro qué buscaban con Los Gringo Hunters (O)(MX) y lo cierto es que no queda claro si van a ir a arco de temporada, arco de varios episodios o qué, lo cierto es que al menos se nota las ganas de hace las cosas… no diré que bien, diré que ‘a la americana’ -que tantas veces es casi lo contrario- así que supongo que habrá que esperar un par de capítulos para ver por dónde tiran. Y qué es lo que pretenden, claro.

En el lado bueno, esta adaptación de Hikaru ga Shinda Natsu (O)(JP), o 光が死んだ夏 o The Summer Hikaru Died o El verano en que Hikaru murió o…, puede que haya decidido bajar el tono de la relación entre los protagonistas -que tampoco es que fuera aquello descocado, pero ya sabéis- o que tenga una animación cuestionable… pero al mostrar el curioso punto de partida y la mezcla de tonos… estoy seguro de que animará a la gente a darle un tiento al manga. Sí, eso es lo bueno.

Es curioso esto de los pilotos. Todo el de Jogo Cruzado (O)(BR) se orienta a dejar las piezas para los siguientes capítulos. Mientras tanto nos han presentado a los dos personajes principales, una versión de Liz Lemon del periodismo deportivo y una mezcla de Cristiano Ronaldo con cantante sección chico malo fiestero. Si no se notara tanto lo falso que es todo -o si tuviera algo de gracia- quizá funcionaría mejor. Pero al menos no parece que vaya a haber una trama romántica porque la química entre los personajes es claramente nula. Ah, eso sí, si alguien quiere ver a viejas glorias de Brasil haciendo cameos esta es su serie. O,al menos, su piloto.

¿Cómo es que Netflix estrena una serie y no sube el trailer? Mira, yo qué sé. Pero aquí estamos, con Qui sème le vent (O)(FR), que no deja de ser una especie de telefilme policíaco de los que llevamos años recibiendo desde allá… pero estirado a miniserie. Tenemos un Negocio Central -una finca de cultivo de flores con una rosa concreta que es ‘marca de la casa’- tenemos un muertito al poco de empezar, y tenemos a un montón de sospechosos. Que los protagonistas no sean -al menos no en apariencia- los policías sino una joven y su hijo es lo único que me convence de que no es un Asesinato en… al que han metido en el potro. El tono y tema, al menos en este piloto, sí que son similares. Una mezcla agradable aunque no muy original de drama familiar-empresarial, secretos y ‘a ver quién a matado a ese’ (o, en inglés, ‘whodunit’), una cosa que se puede tener ahí sin mucho problema, para una siesta o similar. Pero que probablemente habría sido mejor como telefilme.

Estoy sorprendido con Leviathan (O)(JP), o リヴァイアサン o…, no por el punto de partida -una especie de historia de ricos y pobres con guerras, mechas, europeísmos falsos -modelo 1ªGM- que a ratos parecen steampunk y a ratos nada- o porque haya algún punto que parezca ‘queer’ pero ya lo dudo, o los guiños a Ghibli. No. Es la banda sonora, persistente y muchas veces más presente que cualquier otra cosa la que llama mi atención. No sé por qué está tan alta o qué pretenden hacer con ella o con los distintos momentos de ‘escena sin diálogo ni efectos sonoros, solo música’ pero, bueno, seguro que habrá fanes. Aunque sea porque la propuesta logra ser más… digamos ‘sosegante’ que otra cosa, parece que estamos en época de obras que no necesiten mucha atención.

No tengo claro quién pensó que hacer esta especie de Celebrities de Menem (O)(AR) contada como con viñetas y con un propósito que es difícil de entender -no parece que tenga mucho interés en la política, la parte personal tiene la profundidad de una columna de chismorreos y la parte carismática o de ‘política pop’ te la tienes que creer porque no parezca que vaya a poder entenderlo nadie.- era buena idea, lo único que espero es que no cunda el ejemplo en España.

A la pregunta ¿Qué estadounidense ha estado viendo series inglesas pensando que podía imitarlas? Hay dos respuestas, la primera es no, por mucho que Too Much (USA) quiera no es una serie inglesa. Y la palabra importante es ‘querer’, porque trabajo no le ponen mucho. La segunda es Lena Dunham. Lo que supongo que explica lo anterior. Ya, ya sé que meterse con Dunham es muy… ¿típico? En fin, casi parece que se puede datar la época por los vivas y los gritos. Lamentablemente la cosa no ha mejorado. Ni en cuanto a las críticas ni en cuanto a la falta de talento de Dunham. Pero ya sabemos que el talento para llegar a acuerdos no es el mismo que para hacer series. Este piloto tiene todo lo malo de su… vamos a llamarlo ‘estilo’, incluyendo mucho amiguete famoso, mucho ombliguismo hecho pasar por metacomentario y mucho ramplonismo, su problema principal. Por lo menos está Megan Stalter de protagonista. Pero bueno, que ver una vez más a una persona convencida de ser única y excepcional haciendo estas cosas… bueno… con un poco de suerte Netflix la mantiene en antena mucho tiempo. Porque mientras esté con esto no estará con ninguna otra cosa.