¡Vamos con esos destacados!
– El diablo te lleva a casa de Gabino Iglesias, ed. La Biblioteca de Carfax
Una novela oscura, llena de violencia, en la que un hombre que ha pasado por un infierno personal con la enfermedad y muerte de su hija que lo ha dejado roto emocional y financieramente acaba en un trabajo desagradable del que puede salir rico o muerto, o puede que ambas cosas. Porque el ganar el premio Stoker y el Jackson a novela no significa que el terror no pueda venir de dentro.
– El muérdago amarillo de Walter S. Masterman, ed. Hermida
Un asesinato que no es lo que parece de un reverendo, una desaparición, una comunidad secreta de adoradores de dioses antiguos y, entre medias, entre el pulp y la weird menace, toda una serie de intrigas y aventuras en una obra entre la intriga detectivesca y el terror con todo el sabor de esos años ’30s en los que fue publicada.
– Los ojos son la mejor parte de Monika Kim, ed. Seix Barral
La marcha de un padre, el nuevo novio de la madre, el trauma y la forma en la que la tradición puede acabar atando hacia los abismos, porque lo que puede parecer un ritual para la buena suerte puede acabar llevando al asesinato.
– No temas a la parca de Stephen Graham Jones, ed. La Biblioteca de Carfax
Pues aquí estamos, con el segundo de los libros de la Trilogía del Lago Indian. Han pasado unos años desde la anterior masacre, Jade regresa al pueblo y, como pasa con los slashers, el ciclo vuelve a comenzar. Si en la anterior y premiada novela Stephen Graham Jones nos ofrecía una versión del slasher inaugural en el que nadie hace caso a la protagonista, ahora le toca a la -también premiada- historia de la secuela. Con el regreso de la protagonista y las dudas sobre ella y sobre si los hechos están siendo una réplica, una reacción o si hay algo incluso más siniestro. Que lo hay, claro, siempre lo hay.
– Luz negra de Pedro Berruezo, ed. Minotauro
Pues resulta que John Tones ha escrito con pseudónimo esta novela de terror, y eso significa que podemos esperarnos pulp, ‘body horror’ y objetos malditos a través de las eras de la humanidad. Como Nosferatu, centro de esta historia que se desarrolla en diferentes hilos temporales que van enredándose como una tela de araña en la que es difícil saber qué, exactamente qué, nos espera en su centro.
– Su Frankenstein de Norikazu Kawashima, ed. Planeta Cómic
Hibari Shobo era una editorial especializada en misterio/ horror y con especial interés en las mujeres como lectoras. De los ’50s a los ’80s, publicó muchos mangas directamente -sin pasar primero por una revista- como este que nos ocupa de Kawashima Norikazu, publicado originalmente en 1986, casi al final de esa época de publicaciones. Y justo antes que la Tomie de Junji Ito. Aquí tenemos a un oficinista al que se le aparece un fantasma y, a partir de ahí, los hechos de amor, horror, violencia y flashbacks se suceden. Así que ya podéis imaginar lo que nos espera.
– Camp Damascus de Chuck Tingle, ed. Obscura
Ya iba tocando que alguien se animada a publicar a Tingle en España. Quizá os suene su nombre por los particulares libros cercanos al romántico… o algo… que se fueron popularizando durante años en internete. Esto, sin embargo, es un poco distinto. Un poco distinto porque habla de una chica a la que mandan a un campamento de conversión, un Campamento Homofobia, o Camp Damascus aquí. Pero lo que le pasa a la protagonista es algo más complicado. Lo es porque es una joven temerosa de Dios, pero también porque tiene visiones, vomita moscas y sus pesadillas… Digamos que pueden no serlo tanto. Sobre todo una vez tenga que sobrevivir en ese campamento. Como veis, un poco distinta de Helicopter Man Pounds Dinosaur Billionaire Ass.
– Musivo de Catherine McCarthy, ed. Dilatando Mentes
Reconozco que la idea central detrás de este Musivo -cuando una experta en restauración recibe el encargo de arreglar la vidriera de una iglesia en un pequeño pueblito tanto la imagen que se va formando como el ambiente del pueblo se va convirtiendo en algo inquietante- me ha llevado a lo mejor del gótico italiano y del folk británico, así que espero que la historia de esta autora galesa que quiere hablarnos de eso pero también de los traumas de crecimiento en un hogar abusivo y extremadamente religioso, en el que lo inquietante de la situación está por encima de violencia física o ‘gore’, esté tan a la altura como parece.
– Descarriada de Samantha Kolesnik, ed. La Biblioteca de Carfax
Una mujer que de puertas para fuera tiene todo lo que podría desearse pero de puertas para dentro lo que tiene es un marido abusador. Desde esa premisa la protagonista llegará al fetichismo y la cirugía plástica para hablarnos de la misoginia o la falta de autoaceptación a múltiples niveles al ‘body horror’ y, sobre todo, por sorprender también con lo que deja sin mostrar ni contar para que sea ahí, en lo que rellenamos por nuestra cuenta, donde el horror esté más presente.
– Los inconsolables de Michael Wehunt, ed. Dilatando Mentes
Quizá recordéis a Michael Wehunt de Un lugar mejor, su anterior recopilatorio de relatos. Porque eso es lo que tenemos aquí, otra colección original de relatos que van desde un giro a la perspectiva del vampirismo a la vejez, la enfermedad o los paisajes más inesperados, y todo ello con el fondo de pesadumbre y turbación propios del autor.
– Nuestro amor nos devorará de R.L. Meza, ed. Dilatando Mentes
El bollodrama del diablo. Aunque en realidad quizá haya alguna cosa más que contar. Porque la pareja protagonista tiene claros problemas antes de poner un píe en la aislada cabaña en el bosque. Claire los tiene con el alcohol, tras haber sufrido toda su vida a manos de su madre. Emma se preocupa demasiado y está demasiado encima. De los hijos que tiene con Claire, pero también de la propia Claire. Así que quizá no sea la mejor idea el haber cogido a los niños y presentarse por sorpresa en la cabaña. Teniendo en cuenta que lo que Claire había ido a hacer era vaciarla para venderla después de que su madre, teóricamente por su demencia, se hubiera internado en las montañas nevadas un día y desaparecido. Que empiecen a suceder cosas extrañas que amenacen a la familia es casi un respiro. Y es que hay muchas maneras de lograr que una novela sea aterradora.
– Transmutada de Eve Harms, ed. Dimensiones Ocultas
La experiencia trans como parte del body horror, la mirada sobre una influencer que busca poder acceder a esa cirugía de feminización la lleva a ponerse en manos de un doctor de métodos discutibles. A partir de ahí en la frontera entre el weird, el splatterpunk y la vida real de las irrealidades; vamos viendo cómo la mirada del público, la mirada propia y las mutaciones son parte de un mundo que puede convertirse en pesadilla. Que no deja de ser otra forma de irrealidad, como las propias redes sociales, claro.
– Una senda de espinas de Angela Slatter, ed. Duermevela
Volvemos a Angela Slatter y lo hacemos con una novela de inspiración gótica, en el mismo universo que De conjuros y otras penas, con una institutriz que viaja a una remota finca. Así que pronto tendremos las clásicas escenas con caserones con secretos, remedios medicinales y extrañas criaturas en los bosques circundantes. Así que eso nos ofrece Slatter, su propia versión de una receta clásica.
– El infierno embotellado de Kyūsaku Yumeno, ed. Satori
Tantos años después de El infierno de las chicas, con solo una breve aparición en la antología Perlas psicotrónicas de la ciencia ficción japonesa, volvemos a tener con nosotros una antología de relatos de Kyūsaku Yumeno. Esta vez con el tema de la obsesión, de las historias con un fondo casi onírico, casi bizarro, en el que la normalidad es arrasada por un remolino de sentimientos y de situaciones que llevan a situaciones inesperadas y a infiernos personales.
– El fervor de Alma Katsu, ed. Nocturna
En 1944, en un rincón de Idaho, una mujer y su hija se encuentra recluidas en una campo de concentración en Estados Unidos por su condición de japonesas-americanas. Una enfermedad comienza a extenderse, ¿o puede ser la maldición de un yōkai? Sea lo que sea parece que la demonización está a punto de dar una vuelta al horror.
– El santuario de la montaña silenciosa de Nakami Kamon, ed. Newton Compton Editores
Me fío regular de la editorial, pero supongo que si alguien publica un libro de terror de una autora japonesa y que aparentemente se ha traducido del japonés lo mínimo es mencionarlo. El libro en sí… pues lo normal, una joven con bloqueo creativo, un grupo de amigos que la llaman para pedir ayuda porque desde que visitaron un santuario abandonado están pasando cosas extrañas. Lo típico que esperar de la autora del libro en el que se basó Habitación 203, si es que alguien la recuerda.
– El mundo inferior de David Peak, ed. Dilatando Mentes
Del autor de Corpsepaint -heavy y terror- llega ahora una mezcla gótica y lisérgica, dos familias malditas, violencia, una desaparición, un asedio, y el mal que habita allí. Todo ello según la narración para la televisión de una de las supervivientes. Pero, ¿hasta qué punto podemos confiar? Sobre todo en una historia sobre lo que se oculta a plena vista y se infiltran secretos.
– Una invitada en casa de E.M. Carroll, ed. Sapristi
Vuelve E.M. Carroll, diez años más tarde, y lo hace con una obra inspirada por Rebecca. Con una mujer que es la segunda esposa, la nueva madre de una pequeña, y que siempre está a la sombra de la primera. Una persona de la que cuanto más conoce más misteriosa le parece. Habrá que ver qué nos propone esta vez.
– Los extraños de Mort Castle, ed. Dimensiones Ocultas
Dentro del terror hay todo tipo de corrientes, y en este caso nos encontramos con una novela de asesinos. Pero no de asesinatos. Es decir, sí, hay asesinatos. De personas y animales. Pero eso no es lo que importa. Lo que importa es que hay un tipo que parece normal, con una familia normal, integrado y esas cosas. Y en realidad es un psicópata al que le cuesta aguantar las ganas de matar pero que está esperando a que él y otros como él, esos Extraños, tengan vía libre para que comience La Era de los Extraños y puedan dedicarse a matar. Hay muchas formas de remover, y esta novela prueba varias de ellas, de recordar que la gente aparentemente normal puede tener dentro a ‘monstruos’ a la violencia gráfica y descarnada. Así que da igual que sea de 1984, id advertidos.
– Querida Laura de Gemma Amor, ed. Dilatando Mentes
Tras Pinos Blancos nos trae Dilatando Mentes una nueva novela de Gemma Amor, esta vez con otra joven protagonista pero igual de complicada su vida. Empieza a recibir correos sobre un amigo de su infancia que desapareció cuando eran niños. Correos que le ofrecen contarle cosas a cambio de humillaciones. A partir de ahí cada cual que juzgue si es el tipo de cosa que le apetece leer. Si no siempre podemos recomendar su anterior libro, que mejor.
– Cuentos de hadas crueles de VV.AA., ed. Horror Vacui
Quizá os pase como a mí y no tengáis claro si los crueles son los cuentos o las hadas. Pues lo primero, son ‘cuentos de hadas’ pero ‘crueles’. Aunque, en realidad son cuentos de hadas tan crueles como las versiones originales, sin azucarar, de los que ya conocemos. Aunque la editorial haya decidido escoger los más oscuros de entre los que las autoras, que también escribían pero no tuvieron la misma repercusión -a saber por qué misteriosas razones- que sus contrapartidas masculinas. Por cierto, estas autoras son las hermanas Hassenpflug, las hermanas Wild, Dorothea Viehmann, Laura Gonzenbach, Madame d’Aulnoy, Nanette Lévesque, Verra Xenophontovna, Cecilia Böhl de Faber, Elodie Lawton y Božena Němcová.
– El Ceremonial de VV.AA., ed. Valdemar
Tenía que llegar y aquí la tenemos, una antología realizada por Valdemar sobre el ‘folk horror’ con una buena multitud de ejemplos del mismo como suele ser costumbre en la editorial. Habrá que ver la lista definitiva y comprobar si son relatos o también hay fragmentos de obras pero, al menos, suena interesante.
El éxito de las adaptaciones de Lovecraft de Tanabe ha llevado a esto, un recopilatorio que no solo tiene El Extraño, también La casa con entresuelo de Chéjov y Veintiséis hombres y una muchacha de Gorki. Y, además, una historia de fantasmas japonesa: Ju-Ga. Así que tenemos los dibujos de Tanabe para reflejar esa extrañeza de tantas fuentes distintas.
– Donde yo termino de Sophie White, ed. La Biblioteca de Carfax
Una joven irlandesa en una isla, con una madre postrada en la cama, una abuela que cuida de ella, un padre que pasa una vez al mes, sin amigos pero con mucha inestabilidad emocional. Porque ‘algo’ pasó. Pero no le dicen qué. Y ahora que una mujer, una artista, llega con su bebé recién nacido pasa a ser su nueva obsesión en esa búsqueda de una familia. Una historia visceral, humana, que explica un horror que nace antes de nosotros y nuestros contextos. Y eso es más aterrador que cualquier ser espeluznante.
– Una oscuridad diferente de Luigi Musolino, ed. Dilatando Mentes
Puede que Musolino sea uno de los autores de terror más conocidos de Italia, pero aquí no habían llegado sus obras aún. Así que esta colección de relatos y novelas cortas es bienvenida para tomar contacto con un autor que reúne historias con un fondo tradicional y un desarrollo hacia la pesadilla y la oscuridad.
– Lo que mueve a los muertos de T. Kingfisher, ed. Crononauta
Pues sí, vamos teniendo más cosas de Ursula Vernon / T. Kingfisher en español. Y aunque sigamos esperando una edición redonda por lo menos podemos alegrarnos de que vayan apareciendo cosas. Esta vez con uno de sus libros de terror. La portada es espantosa pero esperemos que la traducción esté bien.
– La invasión de los hongos del espacio de Marina Shirakawa, ed. Diábolo
Uno de las más notables creadores del manga de terror japonés sententero, Shirakawa presenta aquí una mezcla de alienígenas y zombies, porque las setas del espacio exterior pueden soltar esporas y colonizar humanos, así que a la vez que aprendemos sobre ellos vamos viendo desarrollarse la historia -lo justo, porque aquí las páginas importantes son las que nos muestran esas monstruosas interacciones- y, de esa manera ir viendo
– No Tengas Miedo de Stephen King, ed. Plaza & Janés
Ha costado hasta elegir el título en español pero aquí tenemos la nueva novela de King protagonizada por Holly Black. Con dos hilos, uno de un asesino y varias venganzas, otra es la de una mujer siendo acosada. Y ya sabemos que acabará uniéndose.
¡Volvamos al Índice!