Poco se ha estrenado en los días que quedaban de abril. Como siempre, la última semana es la más tranquila y de ahí la falta de novedades. Por suerte aún ha aparecido una serie, y donde menos podría esperarse porque 8MMM (AU) es otra comedia australiana. Bien es cierto que no muy original en su forma aunque sí con cierto intento de hacer algo distinto en su fondo. Las tribulaciones de una emisora abierta en una zona poco poblada en uno de esos autodenominados culos del mundo contada desde el punto de vista de los blancos residentes. Hay indígenas en el reparto y su punto de vista es más o menos respetado pero aquí van a lo que van y les interesan más esos tres Ms, Misioneros, Mercenarios y Misfits entendidos de distintas maneras en sus intentos bien de desaparecer de la sociedad, bien de ayudar a los indígenas. Así que el postcolonialismo campa a sus anchas mientras que los chistes son también como de otra época. Pero, en fin, al menos reconocen su problema.
Había logrado borrarlo de mi memoria, pero la verdad es que me vi el piloto de
HAPPYish (USA) y me pareció un aburrido más de lo mismo de personaje masculino con crisis de la mediana edad. Me parece increíble que algo tan absolutamente mediocre y desapasionado pueda realizarse con
Steve Coogan de protagonista o que ni las apariciones de
Bradley Whitford logren salvarlo pero cualquier mérito que pudiera tener el creador,
Shalom Auslander -quizá os suene de los libros-, está desaparecido en esta maraña de pretenciosidad y quejas que son los primeros capítulos. Sé que la producción tuvo problemas y que estaba pensado originalmente -hasta el punto de que llegó a rodar el piloto oriiginal-
Philip Seymour Hoffman, pero me temo que el problema no es simplemente de actuación. Es más del simple aburrimiento de ver una y otra vez lo mismo sin que nadie en el apartado de guiones parezca haber considerado la posibilidad de buscar un enfoque mínimamente original en lugar de esta charla de diván. Al menos su psicoanalista cobrará por escucharlo.
Mientras tanto
Soap Network, el canal de los culebrones, ha decidido intentar el
reality de
Queens Of Drama (USA) en el que teóricamente iban a contar los intentos de un puñado de actrices por montar por su cuenta un culebrón viable para recuperar el esplendor que tuvo un día el género pero que acaba siendo la enésima versión de las
Real Housewives versión actrices de la cosa. Una lástima porque conocer las interioridades de los culebrones parecía bastante más interesante.
Termina la cosa con
Spring Baking Championship (USA) que recicla cosas del
Holiday Baking Championship y del
Kid Baking Championship y demuestra lo malo que es no haber querido pagar los derechos a los señores del
British Bake Off para hacer una cosa decente, en lugar de esta versión de baratillo a la que no salva ni la presencia en el jurado de
Lorraine Pascale. Programa concurso de eliminación en el tiempo tirando a ramplón pero con muchos colorines en los que el drama manda sobre la pericia
cocinil y en el que raro es poder aprender algo o ver alguna técnica interesante pues conceptualmente se encuentra más cerca de las
Cupcake wars que de cualquier intento didáctico .
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