Las amigas primero.
– De bóblilis, bóbilis de Angela Porras, ed. Foscanetworks
En esta breve novela (o novella, a saber) nos encontramos con uno de esos futuros distópicos de ‘dentro de cinco minutos’ que, en realidad, nos recuerdan más al pasado y casi al presente. Porque en un mundo en el que la electricidad se raciona la existencia de una lavadora olvidada puede suponer el inicio de una serie de acciones y consecuencias para toda la misma humanidad.
¡Que entre la pila!
– Marrones y Mazmorras de Kristy Boyce, ed. Fandom Books
Tras el éxito de Dramones y Mazmorras llega Marrones y Mazmorras – Dating and Dragons en el original, en contraposición a la otra que se llamaba Dungeons and Drama– y que tiene un nuevo entorno y personajes. Esta vez es una joven que llega a un instituto y quiere unirse a un grupo de rol. Uno que retransmite sus partidas en ‘streaming’ y tiene una regla inquebrantable: Nade de liarse entre miembros. Del grupo. De rol. Pero, claro, ella no cuenta con que un veter… no, espera, eso es otra cosa… Ella no cuenta con encontrarse con un examigo, ni que salten chispas, pero eso es lo que tienen las tablas de encuentros aleatorios, ¿no?
– Patio de recreo de Richard Powers, ed. AdN
Vidas entrecruzadas, eso es lo que nos trae Powers en este nuevo libro suyo que parte de una isla, una ciudad autónoma a las que el futuro ha hecho que los humanos acaben llegando. Y en ella historias, de una prueba de escafandras, de la vida en una base naval, de un instituto con alumnos centrados en la literatura o en la inteligencia artificial… Todo ello mientras los habitantes de la isla tienen que votar si aceptan o no a colonizadores marinos. Porque el límite de la exploración -y la explotación- tanto como las formas de lucha entre colonialismo y medioambiente son el centro de esta historia.
– Iluminada de Lidia Yuknavitch, ed. Horror Vacui
Tras el éxito de su anterior novela esta vez nos encontramos con Lidia Yuknavitch, esta vez con una huérfana con el poder temporal y un talismán que la conecta con unos personajes, un viaje entre las fuerzas de seguridad y caminos, que la conecta con diferentes momentos y le permite explorar tanto la historia de su país y de las vidas que la han tocado.
– El buen mal de Samanta Schweblin, ed. Seix Barral
Pues parece que Schweblin no estaba de parranda, estaba pasando de PRH a Planeta. Veremos si Planeta sabe aprovecharlo.
– ¡Mártir! de Kaveh Akbar, ed. Blackie Books
Uno de esos libros que hicieron algo de ruido en el mercado estadounidense el año pasado, con un fondo queer y poético, y una mezcla de historias y personajes, en teoría una historia reflexiva de personajes, en la práctica este batiburrillo atropellado que, bueno, supongo que causa un cierto impacto en alguno de sus lectores.
– Al pie del muro de Jennifer Dawson, ed. Alba
Una obra compleja, en la línea de las más duras de esta colección, porque la experiencia de una mujer psiquiatrizada, una joven algo retraída a la que la muerte de su madre impactó y que ahora, en su reintroducción al mundo y junto con el contacto establecido con un paciente del pabellón masculino, pasará a cuestionarse esos dos mundos y esa trato recibido.
– Brindis y venenos (Crimen y Misterio) de Kate Khavari, ed. Alma
Otra novedad en Crimen y Misterio, otra vez en la que tenemos un tema histórico -esta vez en los años veinte- y esta vez además de la autora también hay una investigadora. Así que podríamos decir que ya está claro que esto es lo que han decidido que no son Cozy Crimes porque son históricos. Porque, por lo demás, la ayudante de investigación del Departamento de Botánica del University College de Londres, Saffron Everleigh, es el tipo de investigadora que mezcla su conocimiento científico para tratar de descubrir el envenenamiento de la mujer de uno de los profesores. Y es que también entre invernaderos y jardines acecha la muerte.
– Historia de dos asesinatos (Crimen y Misterio) de Heather Redmond, ed. Alma
Una nueva serie dentro de la colección Crimen y Misterio -¡de una autora!- que, de nuevo, vuelve a ser histórica pero no muy distinta de los Cozy Crimes. Aunque en este caso Redmon -a la que ya conocemos en España por un libro en el que la investigadora es Mary Shelley– nos trae una serie en la que el investigador es… Charles Dickens. Qué puedo decir, you gotta get a gimmick.
– El último cupcake (Cozy Mystery) de Joanne Fluke, ed. Alma
– Renovarse o morir (Cozy Mystery) de Krista Davis, ed. Alma
– La maldición de faraón (Cozy Mystery) de Elizabeth Peters, ed. Alma
Pues aquí estamos de nuevo. Con el quinto de los misterios -sí, se han saltado el cuarto, no, no sé por qué, ¡editores!- de Hannah Swensen escrito por Joanne Fluke; el tercero de la Diva Doméstica de Krista Davis y el segundo de la serie egipcia de Amelia Peabody por Elizabeth Peters. En total tenemos el cadáver de un sheriff con el pecho manchado de glaseado, la sospechosa muerte de un profesor recluido al que solo parecía querer su pomeranian y una aparente maldición en una excavación arqueólogica. Qué puedo decir, hay cosas cuyo encanto está en su permanencia. Supongo.
– Los mitos coreanos de Heinz Insu Fenkl y Bella Myŏng-wŏl Dalton-Fenkl, ed. Folioscopio
Siguiendo con la serie de acercamiento de los mitos de Japón y de China le toca el turno a Corea en esta colección razonablemente ilustrada en la que esta vez es el turno del profesor universitario -nacido en Corea del Sur de padre alemán y madre coreana- Heinz Insu Fankl junto con la poeta Bella Myŏng-wŏl Dalton-Fenkl de acercarnos el contexto y los mitos.
Un acercamiento desde el conocimiento, la voy y cierto humor a los problemas cotidianos del capacitismo, desde la opresión estructural a la manera en la que se relatan tantas veces sus problemas en las ficciones o las personas con mejores intenciones que reflexiones. Lo hace en distintas historias que las autoras, las hermanas María Chiara y Elena Paolini, a.k.a. Witty Wheels, han vivido o conocido, y lo hacen con crítica, pero también con estrategias.
– La Tiburonilla de Kate Beaton, ed. Astronave
Lo nuevo de Kate Beaton es un álbum ilustrado en la que una joven chica tiburón decide vengarse de un capitán que la atrapó. Y lo hace al estilo clásico: Con ayuda de una bruja marina que le permita infiltrarse entre la tripulación. ¡Para provocar un motín! Pero, entre medias, pueden pasar tantas cosas.
– Pez Culo de Pauline Pinson y Magali Le Huche, ed. Litera Libros
Sí. Es un pez. Parece un culo. Y eso va a servir a sus autoras para hablar de autopercepción, aceptación personal, diversidad en la belleza y en la vida y, por supuesto, también de amistad. Porque un culo puede dar para mucho, y un pez culo ya ni os cuento.
Nos leemos.