A veces uno se lleva sorpresas. En ocasiones, escasas pero no inexistentes, para bien. El caso de Barely Famous (USA) no llega a ser totalmente afortunado pero al menos deja con la sensación de que alguien ha estado jugando con lo que tenía, con lo escrito, las expectativas y, en fin, tratando de borrar las fronteras de verosimilitud del reality. Porque esto es lo que se supone que es, un docu-reality en el que las dos hijas de un productor musical deciden explicar por qué ellas en realidad no quieren ser famosas mientras tratan desesperadamente de serlo y mezclan algunos elementos de comedia escrita con otros más espontáneos. El resultado tiene toda la pinta de reality excepto que justo al revés, si hemos estado viendo durante años sitcoms que usaban la grabación de un reality como excusa ahora lo que tenemos es un reality que usa como excusa el ser una sitcom. Es difícil establecer si lograrán tener éxito entre tanta premeditación, distanciamiento menos irónico de lo habitual y un tratamiento de Lo Meta realmente endiablado. Pero al menos cuentan con mi simpatía.

Por contra Big Time in Hollywood, FL (USA) es incluso peor de lo que esperaba. No es que tuviera grandes expectativas en lo que podía salir de esta serie de Comedy Central sobre dos aspirantes a directores tirados. Pero el reparto está salpicado de buenos nombres y cameos interesantes, que se quedan en eso, y el productor es Ben Stiller, a quien se le podría presuponer una mayor sensibilidad cómica. Todo para sacar solo un mínimo de material interesante. Ah, sí, y seguro que a alguien le interesa saber que sale Paz Vega.

Seguro que alguno se sorprende al descubrir que en la BBC Radio aún se hacen radio novelas, bueno aquí en concreto podemos hablar de radio comedias. En los últimos años el camino de adaptar las más populares a televisión ha sido habitual y eso mismo pasa con In and Out of the Kitchen (UK), sobre la vida de un cocinero y escritor que vive con su novio en una casa en la que lo mismo le molesta su agente que los obreros que están ocupados con la casa que ha acabado en BBC Four. Como os podéis imaginar el resultado final es un poco de andar por casa, no se molestan en buscar grandes tramas pero tampoco desentonan mucho, todo es agradable y poco más.

Por contra Nurse (UK), además de ser para la BBC Two, trata de funcionar como comedia dramática (ya) sobre una enfermera de personas con problemas mentales, a mayor gloria de Paul Whitehouse, encargado de interpretar a (la mayoría de) esos pacientes. De modo que aunque Esther Coles hace lo que puede para reclamar la atención que su papel central y el título de la serie le dan acaba siendo poco menos que una guerra educadísima entre ambos para intentar llamar la atención. El resultado no merecía tanta batalla, la verdad.

Por si alguien aún no se ha enterado, ha vuelto Poldark (UK). No la versión setentera, claro. Una nueva adaptación que trata de ser una puesta al día (?) de la vieja serie y las novelas en las que se basaba y que, bueno, imagino que al público moderno le parecerá necesaria si no quiere enterarse de cómo eran antes las series. Personalmente no entiendo la necesidad visto el resultado. Todo con más medios pero menos fuerza o pasión, al menos de la tradicional, que el nuevo Poldark, Aidan Turner, no logra igualar la interpretación de Robin Ellis pero sí parecer más uno de los modelos de portada de novelas románticas. Vaya lo uno por lo otro.

No se me ocurre nada bueno que decir de Powers (USA). No es que el material de partida fuera un cómic excelente pero al menos no hacía falta dedicar solo cinco minutos a su visionado para comprender lo erróneo de absolutamente todo a su alrededor. Con una producción pobrísima, que recuerda al de los más baratos telefilmes de hace una década, con unos efectos especiales que obligarían al SyFy a presentar una carta de disculpa y unos actores que parecen estar ahí como alternativa a un centro de día, el desastre es tan morrocotudo que, además de un post en ADLO!, al menos por ahí se puede intentar sacar una sonrisa. ¡Pobre Eddie Izzard, en qué cosas acaba metido!

Hay veces que se me escurren las series. Es lo que ha pasado con The Returned (USA), que si Asincrono no me lo hubiera recordado se hubiera colado por la grieta. Y no es algo demasiado extraño, esta versión americana de la estupenda serie francesa Les Revenants comienza como poco menos que una copia al carbón con solo pasar a Estados Unidos la acción con lo que, además de quedar como algo más desbravado para los que ya conocemos la historia, no podemos decir mucho sin esperar a ver cómo sigue y si se animan a darle un toque personal de alguna manera.


El mismo Netflix de todos los Otoños

Ya estamos otra vez a vueltas con Netflix. Parece que nunca se acaba la historia con ellos, lo que no deja de tener su gracia teniendo en cuenta que la fecha de otoño de 2015 -o cuarto trimestre, lo que prefiráis- lleva siendo citada desde julio del año pasado. Peo hagamos un Previously in  Netflix. 

La empresa se abre en 1997 como una suerte de videoclub mediante página on line que permitía conseguir películas en California. La diferencia está en que enviaban y recogían las películas por mensajería. En 1999 crean un sistema de suscripción que favorecía que la gente pagara una cuota física a cambio de ir alquilando las películas que quisieran siguiendo un algoritmo que favorecía que a los menos habituales les llegaran antes las novedades y a los más constantes aquellas películas menos solicitadas. El éxito es suficiente como para que en 2000 reduzca su negocio a solo suscriptores. En ese momento ocurre un claro ejemplo de ironía, se ofrecen a Blockbuster pero estos consideran que no es un negocio con futuro y pasan de adquirir Netflix. En vista de la negativa deciden expandir su negocio fiándose sobre todo en el algoritmo para recomendar películas que se basa en la información sobre lo que se ha visto, lo que se ha puntuado y lo que otros espectadores de perfil similar han visto y puntuado. Para 2003 han logrado entrar en beneficios, para 2006 ofrecen 1 millón al algoritmo de recomendación que venza al suyo y para 2007 deciden cambiar su negocio «un poco».

Van a pasar a ofrecer también contenido mediante el sistema de VOD -o video on demand– que les permitirá ofertar en streaming el contenido evitando los problemas de los envíos y dando un servicio inmediato. De modo que mientras la caída de los DVDs como formato es constante desde 2006 ellos logran explorar un nuevo estilo de negocio que permitía controlar un sector hasta el punto de que los grandes estudios llegaron a un acuerdo para que se esperaran casi un mes antes de poner a disposición de alquiler -en físico o en VOD- los estrenos para darle más posibilidades a la venta. E incluso cuando parecía que dejarían de llevar discos físicos -en 2011- la reacción del público les animó a seguir ofreciendo esa opción.

Sus ganas de tocar otros campos les llevaron a abrir su propia distribuidora/ productora en 2006, Red Envelope Entertainment, que sirvió para, por ejemplo, dar visibilidad a las películas de los hermanos Duplass. En 2008 lo cerraron como gesto de buena voluntad hacia las otras productoras que podían verlo como competencia directa. Por supuesto la voluntad dura lo que dura así que en 2012 lo resucitaron con una intención diferente: Ya que estaban ofreciendo contenido podían lograr más suscriptores si ese contenido era exclusivo. Y la mejor forma de conseguir contenido exclusivo es crearlo uno mismo. De esa manera comenzaron primero con coproducciones, luego con continuaciónes, remakes e incluso contenido original. Con éxito irregular pero éxito al fin y al cabo. Los beneficios de la explotación de este contenido acabaron por lograr dar una imagen propia al canal.

El paso lógico para una empresa que funciona por internet era realizar una expansión internacional que comenzaría en 2010 por Canadá, pasaría al resto de América (excepto Cuba) en 2011 y acabaría llegando a Europa con UK e Irlanda a principios de 2012 y para otoño también a los países del norte de Europa: Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia. La expansión sudamericana había sido un éxito relativo por los problemas tanto de acceso a internet como de velocidad de ancho de banda, sin la cual el sistema no se podía ofrecer con normalidad. De modo que en 2013 decidieron entrar solo en Holanda mientras continuaba la discusión con las empresas proveedoras y de derechos de autor del resto de Europa. Acabarían llegando el año siguiente cuando a finales de 2014 abrieran en Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Luxemburgo y Suiza. Y así llegamos hasta España.

Ese mismo año, mientras los medios de uno y otro lado del Atlántico comentaban las posibilidades expansionistas de Netflix en Europa y lo que puede significar para su estructura global comenzaron las apuestas por dónde continuarían. En Variety tenían claro ya en marzo de 2014 que Francia y Alemania serían los objetivos prioritarios pero no acababan de tener seguro el resto de Europa. El anuncio en mayo de los planes para ese año les acabaría de dar la razón. Sin embargo ya en julio se publicaría en El Mundo que los planes de la compañía incluían un desembarco en nuestro país en el último trimestre de 2015. La compañía se negaría a dar una confirmación oficial, por supuesto, igual que haría cada vez que algún periodista volviera a sacarlo como noticiable. Algo que, por extraño que pueda resultar, ocurrió en octubre, luego en diciembre cuando se le escapó a una empresa socia –Panasonic– que tuvo que rectificar ante las negativas de Netflix, y ahora otra vez. En todos casos se volvía a dar esa fecha de otoño de 2015 y poco más añadían a lo que originalmente habían escrito en El Mundo. De modo que salvo que cambien la fecha o muevan alguna cosa más parece que hasta el anuncio oficial, posiblemente en esa época de upfronts que es mayo, seguiremos dando voz una y otra vez al mismo artículo, aunque sea con distintos padres.

Esta insistencia, este constante que viene el Netflix, no ha sido desoído. El aviso para navegantes ha favorecido que Telefónica -más allá de su pacto con Canal + para Yomvi– ponga en marcha con más insistencia Movistar Series, mientras otras alternativas españolas como Waki o Filmin siguen intentando llamar la atención al público posible y Amazon espera su momento.

Por supuesto esto no ha impedido toda una serie de historias y rumores. Como la queja por que Cuba haya tenido acceso antes que España sin darse cuenta de que era el único país de América que se había quedado fuera por culpa de las leyes de embargo. Una vez desaparecidas estas era lógico que completaran ese tablero. También las quejas por la piratería, algo que el artículo de Variety antes mencionado matizaba al comparar las descargas ilegales de House of Cards en el mundo.

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[EDITO: Amablemente Efe ha decidido hacer su propia versión con una escala distinta, poniéndolo en relación con la población de cada país.

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]

Efectivamente, nosotros somos la cuarta barra roja. Así que incluso sin tener en cuenta las negras -que nos dejaría en el puesto 14- esa afición por el pirateo parece que puede dejarse a un lado.

Lo que sí que puede ser divertido es ver cómo reaccionan los españoles a este modelo. Entiendo que habrá gente que desconozca los desbloqueadores regionales como el HOLA! Unblocked o magníficos artículos como este de Del sofá a la cocina que explican lo más cercano a una manera legal (*cof*) de contratar Netflix -y Hulu Plus, que parece que no le interesa a nadie, el pobre- pues de lo contrario podrían haber hecho la prueba y descubierto algunas cosas:

– No lo tienen TODO, al día siguiente y con subtítulos. Puede resultar un poco ridículo tener que explicar esto… pero es que es cierto. No lo tienen. Ni lo tendrán. Hay muchos intereses por uno y otro lado como para poder tenerlo.

– Algunas series (y películas) van y vienen en paquetes. Esto puede parecer menos obvio pero también lo es. Un día llega la última temporada de una serie concreta y nos permite verla. Otras veces el contenido se irá al expirar el plazo de derechos que ha pactado la plataforma. Pero si eres periodista puedes mirar el lado bueno, en USA siempre se sacan un par o cuatro artículos al mes con las recomendaciones, lo que llega y lo que tienes que ver porque van a dejar de tener.

– A veces no tienen su propio contenido. En serio, habrá quien piense que es demencial pero la experiencia con el resto de Europa nos enseña que House of Cards puede no estar accesible a la vez que en USA porque el acuerdo firmado con un canal de televisión para su emisión en nuestro país, o la simple decisión de intentar esa venta, impide que ese contenido esté a la vez en todo el mundo. Aunque estés pagando por Netflix. ¡Cosas del capitalismo!

Por supuesto el rango de precios suele ser accesible aunque no barato y la necesidad de un ancho de banda razonable -de ahí los esfuerzos de la empresa por favorecer la Net Neutrality– son importantes también. Yo me conformo con que cuando vengan a España no se metan en otra loca Guerra del Fútbol.

Mientras tanto el éxito del modelo ha servido no solo para ayudar a impulsar el sistema de VOD para estrenar series y películas dando una cierta profesionalización a la ficción internetera -al fin y al cabo lo suyo no dejan de ser webseries con mucha pasta detrás- y para dar ideas a otros como HBO que se ha animado pro fin a sacar su modelo HBO Now que por unos 15$ mensuales (Netflix está en cerca de 8) ofrece toda la programación del canal. Esto, que puede parecer una tontería, sirve para una serie de cosas, empezando por intentar capitalizar a los espectadores que solo están interesados en ver en internet capítulos de alguna de sus series *cof*juegodetronos*cof* y que no quieren pagar el gasto que supone la opción de HBO Go, una idea similar pero que viene como complemento a los suscriptores regulares de HBO. El problema es que HBO es un canal premium por el que hay que pagar al mes entre 15 y 20$ ADEMÁS de lo que se esté pagando por un proveedor de cable. De modo que este lanzamiento puede significar un pequeño ahorro en las facturas de los que estén interesados en la versión internetera pero no en la televisiva.

[EDITO2: Hay días que simplemente no se puede. Gracias a Mort me entero de que Apple acaba de confirmar que HBO Now será EN EXCLUSIVA para su servicio Apple TV. Lo que significa otro cambio de juego más. Ay.]

No son los únicos movimientos que hay y posiblemente tampoco los únicos que veremos, al fin y al cabo la emisión de contenido está cambiando así que aún nos quedan titulares por leer porque, ya sabéis, Netflix viene a España. Ya está más cerca. Quizá sea esa respiración que escuchas detrás.


Libros que Llegan: Kyoka, «Un espía entre amigos», Munroe y más

Tal y como era de esperar esta semana hemos tenido un poco más de movimiento -sin pasarse- en nuestras estanterías. Es cierto que no han sido libros especialmente esperados o famosos pero eso no los hace menos ineresantes así que ya sabéis…

¡Que entre la pila!

Sobre el dragón del abismo de Izumi Kyoka, ed. Satori

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Kyoka es uno de los grandes autores japoneses a descubrir. Encuadrado en lo que podríamos considerar el gótico japoneses, aquí le tenemos contando la historia -a la vez alucinada y alucinante- de un joven que se adentra donde no debe y acaba abriéndose a una nueva consciencia cuya veracidad es más que dudosa. El resultado es este libro que sirve de acercamiento a parte de las situaciones del fantástico nipón o, cuando menos, a la figura de este autor.

¿Qué pasaría sí…? de Randall Munroe, ed. Aguilar

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Con ese espanto de portada que no tiene ni punto de comparación con la portada original, y ese título de dudosa traducción frente al What if? original se nos presenta en España el muy entretenido libro de Randall Munroe, el autor detrás de la ira XKCD que continua con su labor divulgativa y su gusto tanto por el humor como por la imaginación permitiendo ofrecer ideas, por locas que parezcan, desde un unto de vista científico. El resultado es este pequeño libro perfecto para aquellos a los que les gusta la ciencia y también los que disfrutan de una forma paralela de pensar.

Un espía entre amigos de Ben Macintyre, ed. Crítica

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Un nuevo libro de Macintyre centrado en el espionaje, en esa ocasión durante la Guerra Fría, otra oportunidad de descubrir las extrañas historias que se produjeron como la que le ocupa en este libro, la trama que envolvió a Kim Philby y que facilitó una traición inesperada de enorme alcance.

Mis chistes, mi filosofía de Slavoj Zizek, ed. Anagrama

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Zizek y sus cosas uniendo filosofía con humor. En la faja citan a Wittgenstein así que por lo menos algo se saca.

Historia de la edición en España (1939-1975) de Jesús Antonio Martínez Martín, ed. Marcial Pons

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Repaso de la realidad editorial, y sus personas más destacadas, durante la dictadura. Fundamentalmente los editores pero también autores y libreros tienen cabida en estas páginas. Además de, por supuesto, las leyes que se usaban y las figuras con las que el Estado al servicio de la dictadura iba controlando el desarrollo de las actividades de manera que para ellos resultara correcta.

La guerra que mató a Aquiles de Caroline Alexander, ed. Acantilado

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Interesante ensayo sobre las ideas que ofrecía la Illiada, fundamentalmente sobre su concepto de guerra como un acto brutal y poco deseable y sobre la figura más extraña de lo que parece de Aquiles como encarnación de esa doble posición en contra de la guerra pero que no dudará en combatir hasta la muerte si eso es lo que se le pide.

Esto lo cambia todo de Naomi Klein, ed. Paidós

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Klein dedica su nuevo libro al cambio climático y a explicar la acción en el mismo, tanto de manera directa como mediante la defensa cerrada de su inexistencia, del capitalismo como organización pensada en su autopreservación actual. Parece poco probable que logre el éxito de sus libros anteriores pero desde luego podemos ver para dónde irá.

Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta de Robert M. Pirsig, ed. Sexto piso

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Recuperación de esta obra que habla de muchas cosas pero sobre todo de una, de la forma de unir lo más frío con lo más cálido, ya sea usando el viaje en moto de un padre y su hijo o explicando cómo el mantenimiento de la motocicleta puede servir de metáfora para otras cosas, un texto que habla del equilibrio necesesario y también de la utilidad de la metáfora.

Una trilogía palestina de Gasan Kanafani, ed. Hoja de lata

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Tres historias distintas que tienen en común al pueblo palestino y que explican en su evolución cómo fue este cambiando, todo ello desde un punto de vista realista no exento de metáforas para trasladar la idea de la situación palestina visto por uno de sus principales novelistas.

Una mujer de recursos de Elizabeth Forsythe Hailey, ed. Libros del asteroide

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La historia de una mujer fuerte e independiente de principios del siglo XX -con una emancipación conseguida por el dinero de una herencia, eso sí- cuya vida vamos observando por la distinta correspondencia mantenida. Su evolución con el amor y los hijos de por medio, siempre con la intención de conservar parte de su independencia.

La vuelta al mundo de Juan Francisco Ferré, ed. Pálido Fuego

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Las novedades de Pálido Fuego son siempre bienvenidas independientemente de quién sea el autor del libro.

Un árbol caído de Rafael Reig, ed. Tusquets

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Un nuevo intento de Reig de recuperar el pulso narrativo mediante la radiografía de los vencedores de la transición con un secreto ominoso tras ellos.

Ceguera Moral de Zygmunt BaumanLeonidas Donskis, ed. Paidos

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Bauman comenta el estado de la actualidad, las redes sociales y el auge de la información que, en su opinión, sirve más para tapar lo importante y dar relevancia a una serie de personas destacadas que en ayudar a que se difunda lo que toca. SUpondremos que lo que toca es lo que él considera relevante, claro.

La historia silenciada de Estados Unidos de Oliver Stone y Peter Kuznik, ed. La esfera de los libros

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Stone, acompañado del historiador Kuznick, saca los trapos sucios y algunos más bien dudosos, a la política estadounidense del último siglo. El resultado es… bueno… el esperable.

Wanderlust: Una historia del caminar de Rebecca Solnit, ed. Capitán Swing

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Andar a pie en sus distintas posibilidades, desde el simple paseo hasta la marcha incluyendo la decisión de hacerlo en lugar de usar el transporte público. Andar como acto político y casi rebelde con múltiples posibilidades y significados. De todo eso va este libro.

La puerta del cielo de Vittorio de Sica, ed. Confluencias

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Autobiografía del gran director italiano en la que cuenta historias de la primera mitad del siglo XX con un estilo cercano a la novela, irónico y sentimental, en el que las anécdotas y los perfiles de gente a la que conoció por motivos personales o laborales dejan un hueco también para que nos hable de sus ideas y esperanzas. Un buen libro.

Un disfraz equivocado de Fernando Pessoa con ilustraciones de Adolfo Serra, ed. Nórdica

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Antología de la obra o las obras de Pessoa a través de los poemas escritos con todos sus nombres. El libro se completa de manera fundamental con las ilustraciones realizadas por Adolfo Serra para la ocasión que logran darle un contrapunto a la obra realzando esa extrañeza de las múltiples voces del poeta sin sacarnos de su lectura.

Padre e hijo de e.o.plauen, ed. Olañeta

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Curiosa colección de las viñetas que el dibujante alemán fue realizando en la primera mitad del Siglo XX, historias sencillas con un esquema muy clásico que se recuperan ahora en un pequeño librito con una selección que permite observar el estado de esa primera aproximación al cómic de quien acabaría siendo un importante caricaturista político que acabaría muriendo por los nazis. Esta obra es, sin embargo, de un momento de humor e ingenuidad bastante anterior.

La joven durmiente y el huso de Neil Gaiman con ilustraciones de Chris Riddell, ed. Salamandra

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Aquí somos muy fanes de Riddell, sea haciendo su Ada Goth o su Ottoline, de manera que estas 72 páginas de historia bellamente ilustradas por él no se nos podía pasar por alto. La obra en si es una revisión de un cuento clásico más que evidente al que Gaiman trata de ofrecer una segunda lectura, pero ¿qué más dará eso teniendo en cuenta la belleza de la edición?

Don caballito de mar (Desplegable) de Eric Carle, ed. Kokinos
9788416126118

La obra de Carle ahora presentada en  un -algo tosco- pop up permitiendo interactuar en entornos de notable belleza a los más pequeños a la vez que se cuenta estahistoria inesperada.

Hasta aquí hemos llegado por esta semana. Ya veremos lo que nos depara la que viene, que trae algunas novedades más que curiosas. Pero mientras eso llega podemos despedirnos con un ¡nos leemos!


Ver American Crime (USA) es tener sensaciones encontradas sobre lo que te han puesto por delante. Sobre todo la sensación de que estás viendo algo perteneciente a otro lugar y otra época, a mí al menos me recordaba a las obras de realismo social y denuncia de los años setenta y ochenta en Reino Unido, obras que muchas veces tenían unas cualidades teatrales reforzadas por interminables parlamentos que sirven casi como monólogos dramáticos y expositivos para explicar los terrenos grises de los personajes. Luego miras quién es el responsable y se trata de John Ridley, lo que explica varias de las cosas. Está estupendamente interpretada, eso sí, y los temas son interesantes. Pero sigue dejando la sensación de algo impostado. Quizá según se vaya desarrollando…

Con Arthur And George (UK) ITV hace una adaptación, quizá un tanto rutinaria, del libro de Barnes. Si el libro no os pareció demasiada cosa imaginad la serie. Y si os gustó, mejor conservad el buen recuerdo.

Es curioso esta serie, Banished (UK), que cuenta detrás con el buen Jimmy McGovern y ante las cámaras con Russell Tovey, Julian Rhind-TuttMyAnna Buring. Vamos, que este drama histórico de reclusos ‘conquistando’ Australia parecía una joya. Lamentablemente la trama es tan ridículo y los aspectos escabrosos tan rampantes – uno de los lemas de la serie parece ser En caso de duda, violación.- que es difícil encontrar ganas para seguir viéndola. Me temo que McGovern no ha sabido gestionarlo, por raro que resulte en él, porque una cosa es que ellos sufran y otra muy distinta que nosotros nos aburramos.

Como estará siendo la semana que Battle Creek (USA) fue durante mucho tiempo lo mejor de ella. Y eso que estamos hablando de lo más tradicional: Dos policías diferentes haciendo pareja. ¡Oh, la originalidad! Pero por suerte para nosotros la cosa tira, las diferencias entre los integrantes de la policía de Battle Creek, Michigan, y un agente del FBI aparentemente perfecto al que han colocado allí en lo que parece un claro castigo por su irritante eficiencia. Los personajes resulta creíbles en los dos niveles y la parte oscura está presente todo el rato sin llegar a eliminar la agradable ligereza de la historia en lo que casi parece una actualización cínica de Rumbo al sur. Solo que lo que marca la diferencia no parece ser tanto los dos protagonistas, el desastroso detective interpretado por Dean Winters y el cargante agente del FBI del que se encarga Josh Duhamel, sólidos ambos pero sin que sus interpretaciones puedan considerarse mucho más que correctas. ¿Qué es lo que funciona entonces? Pues imagino que la escritura y caracterización que surge de la sala de guionistas al contar con la fortuna de que los creadores del invento sean David Shore y Vince Gilligan. Es decir, Mr. House y Mr. Breaking Bad. Como decía, una serie de buddy cops correcta, pero a estas alturas ya con eso me conformo.

Resulta que Neil LaBute ha hecho una comedia. Una serie cómica, quiero decir. Se llama Billy & Billie (USA) y va de dos jóvenes que se enamoran pero tratan de ocultarlo porque tienen un motivo problemático. Esto no es ninguna de sus series anteriores, no es ten x ten ni, desde luego, Full circle. Es una comedia medianamente amable cuyo problema central es que los protagonistas son… *gasp* hermanastros sin padres comunes. Sí, en efecto, esto es Neil LaBute’s Los Serrano. O ni eso.

Hablando de series problemáticas… CSI: Cyber (USA) podría servir como resumen de todo lo malo que tienen las fórmulas del procedimental forense. Hasta niveles que no os podéis imaginar. Hay un par de momentos en los que uno cree que está viendo una parodia de Adult Siwm o el SNL entre lo demencial del tema, la seriedad con la que lo tratan y los nombres famosos involucrados (Patricia Arquette, James Van Der Beek, Peter MacNicol) que llevan la capacidad de tomarse en serio este despropósito un paso más allá. Por hacer un breve repaso: Tenemos un primer caso para la agencia Cyber que va de… ¡secuestros de bebés! La parte Cyber computa porque están seguros de que hackearon las cámaras de los intercomunicadores (?) y, más adelante, hay un momento absolutamente demencial en el que hacen una cuidad investigación en internet mirando en las redes sociales de un individuo. Si normalmente se representa la informática como magia esto entra ya en el mundo de La Bruja Novata. La forma de tratar los temas, además, sigue el de patrón que podríamos considerar «Asustando en los informativos a la gente que no entra en internet ni usa ordenadores ni le interesa saber lo que usa» en el que los malvados hacen sus cosas abracadabrantes como parte de su malignidad innata y las facilidades que ese mundo les presta. Así que este batiburrillo, a medio camino entre Scorpio y Stalker, lejos incluso de Catfish o Eye Candy, solo puede acabar cancelado o convertido en la referencia de ese segmento de población de lo que significa la informática.

En cuanto a DIG (USA)… me temo que USA Network ha pinchado en hueso con esta serie que no parece saber a dónde ir ni qué contar, con tanta arena en el paisaje como en los guiones. Yo, de momento, la llamo HomeLOST.

 Good Witch (USA) es el intento de Hallmark de sacar una serie regular de sus especiales interminables. El resultado es… bueno… a la altura de esos especiales. Si habéis visto los navideños -por ejemplo- ya sabéis qué esperar de ella. Lo único que no he entendido es la necesidad que había de hacerla viuda y acercarla a Sabrina. Será que buscan diversificar su público.

Voy a tratar de explicaros de qué va el concurso I Survived A Zombie Apocalypse (UK) y vosotros me paráis cuando os parezca suficientemente ridículo. Un grupo de adultos son «recluidos» en un centro comercial en el que deben evitar ser tocados por zombies y, a la vez, deben comer y sobrevivir lo suficiente para que tras 7 días les rescate el ejército y les lleve a su recompensa, unas vacaciones en una isla. Ya, a mí también me lo parece. Es casi como una mezcla de idea de 30Rock con algo que jugar en el recreo, en el canal que canceló In the flesh. ¿Quién les entiende?

Con The last man on Earth (USA) tengo varios problemas. Sé que le ha gustado a prácticamente todo el mundo y, la verdad, esperaba que a mí también me gustara. Pero resulta que no. El humor posapocalíptico me parece que tiene la mecha corta, ver a hombres comportarse como adolescentes tiene su gracia cinco minutos en El día de la marmota y el desarrollo posterior me parece no solo tópico sino, peor aún, poco inspirado. De nuevo un montón de gente inteligente, divertida y válida reuniéndose para hacer un más de lo mismo perpetuando alguno de los peores vicios de la industria americana.

Intenta Matt Lucas hacer en Pompidou (UK) una serie de humor físico y patetismo, cercana a la pantomima, con una trama más cohesionada que la de Mr. Bean pero una mala baba similar. Le sale a medias, así que podéis decidir si os apetece. Yo ya sé que a mí no pero seguro que habrá muy fanes allá fuera.

En cuanto a Secrets and Lies (USA), la idea de hacer una versión americana de una serie australiana parecía haberse demostrado ya una mala idea con The Slap y con esta que nos ocupa acaban de rematarlo. Ryan Phillippe como principal sospechoso y centro de parte de la acción está en baja forma y Juliette Lewis como la inspectora a cargo del caso está absolutamente espantosa recalcando cada error posible del guión con una interpretación que no acierta ni la postura para hablar con la gente. A evitar.

Menos mal que estaba Unbreakable Kimmy Schmidt (USA) para traer algo de alegría. Es una serie muy 30Rock por motivos lógicos, a veces parece salir de ese mismo caldo como un extraño spin off de modo que el estilo de chistes se repite así como el de personajes estrafalarios de modo que junto a errores o ideas que no aparecen acabar de funcionar -la trama de Jacqueline en el episodio tres, por ejemplo- hay una enorme cantidad de chistes apilados que se van desarrollando con tranquilidad y que permiten, además, una mirada en relación a los otros capítulos. A mí me parece un éxito incluso habiendo perdido todo el componente de meta de meterse con la NBC que ha dejado pasar esta serie y se la ha dado a Netflix en bandeja porque están muy ocupados siendo dirigidos por los tipos que hacen microondas. Eso sí, soltar todos los episodios el mismo día va a suponer un ejercicio de control para no verme la serie de una sentada.

Terminamos con Younger (USA), quizá la mejor de las comedias que ha hecho TVLand -que no es algo muy complicado- pero que sigue siendo un acercamiento bastante flojo para lo que podría haber salido de tener de protagonista a Sutton Foster y de apoyo a Hilary Duff. Quizá haya que achacárselo a que Darren Star, el creador, parece estar más ocupado con el sentido de la moda mostrada en la serie que con unos guiones que realmente pasen de lo superficial. Incluso sin contar con que la premisa tiene que vendernos dos locuras como que los menores de treinta controlan el cotarro y que Foster puede pasar por una chica de 26 años. Es todo tan extraño. pero, en fin, por La Foster esperaré un par de capítulos a ver si mejora.


Pilotos Deathmatch de Enero y Febrero de 2015

Otro año, otra colección de pilotos pasados dos meses. Y un año más -aunque este año menos- otra colección de auténtica locura. Más pilotos de los que uno encontraría razonables en solo dos meses. Pero bueno, vamos con el rollo de siempre: Como ya os he contado he decidido aprovechar los Pilotos Deathmatch OS que saco dentro de las minisecciones ¡oneShot! para que esta versión general sirva de pequeño índice.

Seguirán apareciendo todos los pilotos -o, al menos, los que merezcan la pena- que haya visto durante esos dos meses, seguirán apareciendo vídeos en aquellos que me parezcan más interesantes -a favor, en contra- y los datos añadidos rutinarios. Pero en lugar del habitual -y en ocasiones demasiado extenso para una lectura continua- texto tras cada título pondré una frase y en enlace al Pilotos Deathmatch OS original por si queréis más chicha, que ahí seguirán estando mis comentarios.

Como este es el primero del año poco más que añadir. Podéis conseguir más información clicando en el nombre del programa, os llevará a su web oficial —y si no tiene, que ahí está la ITV, a lo más cercano que se me ocurra— y a la derecha podréis leer su procedencia: (AU), (CA), (NZ), (UK), (USA) y, por supuesto (OT).

Así, mientras decido maldecir fuertemente a Amazon por hacer tediosa esta sección un año más vamos dejándonos de comentarios rutinarios y diciendo aquello que estáis realmente esperando oír…

¡Que comience la lucha!

– 12 Monkeys (USA)

No es la película, tampoco es muy original. Aunque podría haber sido peor. Leer más.

– Adam Curtis: Bitter Lakke (UK)

Otro interesante y particular documental, a la altura de su autor y sus obsesiones. Leer más.

– The Adventures Of Puss In Boots (USA)

Netflix sigue intentado sacar algo de personajes ya conocidos, con el éxito habitual. Leer más.

– Agent Carter (USA)

La mejor nueva serie de lo que llevamos de año. Aventura, comentario social, espionaje, ciencia loca y golpes. No le puedo pedir más a una serie. Leer más.

–  All Hail King Julien (USA)

Lo que he dicho antes pero en vez de con Shrek con MadagascarLeer más.

– Allegiance (USA)

La NBC intentado hacer sus propios The Americans excepto porque esta serie no le interesa a nadie. Leer más.

– Asylum (UK)

Inesperadamente divertida gracias sobre todo al trabajo de los actores, esta comedia de pareja extraña en un contexto diplomático y moderno funciona mejor de lo esperado. (Por mí). Leer más.

– Backstrom(USA)

Este intento de hacer House PD es, por el contrario, un completo espanto. Leer más.

– Bag boy (USA)

Peculiar especial cómico. Que tendrá su público. Que no soy yo. Leer más.

– Banana (UK)

Una de las patas del trípode con el que Russell T. Davies ha vuelto a la tv UK y al tema gay. Irregular. Leer más.

– Bella and the Bulldogs (USA)

La idea que algún ejecutivo tiene de hacer una serie infantil/ juvenil más feminista. A.k.a. Pintemos de rosa algo tradicionalmente masculino. Leer más.

– Better call Saul (USA)

Precuela/continuación/tralará de lo de Breaking bad. Tiene entidad propia, se lo reconozco. Aceptable. Leer más.

– Book of negroes (CA)

Como repetir raíces por si alguien se lo perdió en su momento, pero desde una perspectiva del asunto más canadiense. Leer más.

Buddy: Tech detective (USA)

Teniendo en cuenta el nivel general de los pilotos de Amazon esta serie infantil podía haber sido peor. Leer más.

– The Casual Vacancy (UK)

Adaptación poco afortunada de un libro que ya de partida no era gran cosa. Leer más.

– Catastrophe (UK)

Divertida de una forma menos evidente de lo que uno podría esperar. Los actores están magníficos. Leer más.

– Charlie (OT) (Irlanda)

Serie biográfica sobre un importante político irlandés. Sirve para… bueno… aprender cosas, supongo. Leer más.

Cocked (USA)

Tan mal piloto de Amazon que no digo más. Leer más.

– Cockroaches (UK)

Poco afortunado intento de comedia postapocalíptica. Debe ser el año Leer más.

– Crims (UK)

Espantosa serie en teoría cómica. Leer más.

Critical (UK)

Una serie de médicos que realmente va sobre asuntos médicos. Posiblemente porque es de Jed MercurioLeer más.

– Cucumber (UK)

Segunda pata del asunto RTD que, en realidad, es la serie principal.  Leer más.

Down Dog (USA)

A veces uno agradecería que en lugar de votos Amazon permitiera un botón de Sacar de su sufrimiento. Leer más.

– Empire (USA)

Este inesperado éxito popular es una mezcla culebronesca de los clásicos temas shakespearianos, el negocio de la música y mucha representación de minorías. Bien. Podría tener más cadáveres. Pero bien. Leer más.

– Eve (UK)

Serie infantil de la BBC que es un poco como mil series infantiles de las que hemos visto antes. Leer más.

– Eye candy (USA)

Plana y aburrida adaptación de un libro de R. L. Stine. Con deciros que su trama tenía más sentido. Leer más.

– Fortitude (UK)

Pueblecito lleno de secretos y un asesinato a resolver sección grajo en metroLeer más.

– Fresh off the boat (USA)

Una serie sobre los asiáticos-americanos que tenía mejor pinta de lo que al final ha ofrecido. Leer más.

– Galavant (USA)

Un Timothy Omundson superlativo, un gran Vinnie Jones, el descubrimiento de Darren Evans y las canciones de Alan Menken y Glenn Slatera no logran sacar de la mediocridad esta serie humorística musical medieval. Una auténtica lástima. Leer más.

– Gallipoli (AU)

Los australianos y sus cosas. (Also adolescentes desnudos montando caballos) Leer más.

– Haphead (CA)

Webseries de ciencia ficción voluntariosa. Leer más.

– Hiding (AU)

Drama sobre una familia en protección de testigos. Las cosas no salen tan bien como era de esperar. Leer más.

– Hindsight (USA)

Revisitar el pasado para mejorarlo, repetición de la jugada. Leer más.

– Indian Summers (UK)

Buena serie de personajes con la independencia de La India de fondo. Leer más.

– The Jack and Triumph Show (USA)

Rareza de Adult Swim. Pero, mira, le da cancha a Robert SmigelLeer más.

– The Jinx (USA)

Inesperadamente entretenido punto de contacto entre el documental y el true crimen. Uno de esos programas de ver para creer. Leer más.

Just add magic (USA)

A esto le han dado continuidad los de Amazon, así de desesperados estarán. Leer más.

– Little Charmers (USA)

Normalmente diría que esta serie infantil es una de esas para la que no soy público. Y es cierto. Como lo es también que su tecnología es limitada y su trama vomitiva. Leer más.

Mad Dogs (USA)

Absolutamente falto de inspiración y de interés remake americanizante de la serie inglesa. Así que Amazon le ha dado luz verde. Leer más.

The man in the high castle (USA)

Ha costado pero ya está aquí el piloto de la adaptación y la luz verde para seguir. Lógico, era la única de las propuestas de Amazon que merecía algo la pena. Muy BBC, de hecho. Leer más.

– Man Seeking Woman (USA)

Enorme reunión de talento para contar lo mismo de siempre usando de manera literal lo que normalmente serían metáforas. No es lo mío. Leer más.

– Maximum Choppage (AU)

Serie de acción y aventuras, a la vez. Bellas Artes Marciales. Leer más.

– Mel Brooks, Live at the Geffen (USA)

Especial de Mel Brooks. Actual, además. Un gran tipo. Leer más.

The New Yorker presents (USA)

Batiburrillo irregular de Amazon. Luz verde. Leer más.

– The Nightly Show (USA)

Un late como tantos otros. Leer más.

Niko and the Sword of light (USA)

Dibujos animados con cosas buenas que no compensan las malas. Leer más.

– Now you see it (UK)

Los magos están demoda, no hay más que verlo. Leer más.

– The Odd Couple (USA)

Puesta al día de la archiconocida historia con guiones que parecen sacados de la serie de los setenta. Los actores principales logran salvar algún plato. Leer más.

Point of honor (USA)

Si esto lo hubiera vendido Amazon como parodia hubiera conseguido mejores críticas. Leer más.

– Red Rock (OT) (Irlanda)

los irlandeses también tienen derecho a sus propios culebrones. Leer más.

– Richie Rich (USA)

Lo que he dicho antes de Netflix con Shrek y Madagascar pero esta vez con post en ADLO!  Leer más.

Salem Rogers (USA)

Que no es que Amazon no le ponga ganas, eh, que se las pone, pero como demuestra esta comedia… Simplemente no les sale. Leer más.

Sara solves it (USA)

Serie infantil de niños repelentes. Educativa, la llaman. Leer más.

– Schitt’s Creek (CA)

Espanto de comedia canadiense que, por otro lado, no es lo peor que haya interpretado Eugene LevyLeer más.

– The Slap (USA)

Versión americanizada de la australiana. A mí no me gustó ni el libro original. Leer más.

– Star vs The Forces of Evil (USA)

El piloto muy bien. El segundo capítulo URGH. Pero esperemos que logre seguir por el buen camino un poco más. Leer más.

The Stinky & Dirty Show! (USA)

Amazon y sus cosas. Infantiles. Leer más.

– Sunnyside (CA)

Intento de serie de sketches canadiense. No es gran cosa. Leer más.

Table 58 (USA)

Dentro del desastre absoluto de Amazon esta serie juvenil tenía algunos rasgos interesantes a la Parker Lewis. Así que no la han cogido, claro. Leer más.

– Tofu (UK)

El final del trípode de RTD, esta vez en forma de ¿docu-comedia? Yo qué sé. Leer más.

– Togetherness (USA)

Drama cotidiano sobre temas que no me podrían importar menos. Digo… Señores blancos con la crisis de la mediana edad y problemas sentimentales y familiares y… uf. Leer más.

– Young Drunk Punk (CA)

La idea del punk en Canadá. Una comedia, por tanto. Leer más.

– The Wheel of Time (USA)

Lo mejor de este absoluto despropósito es leer la historia de cómo se llegó a estrenar. Leer más.

– Winter (AU)

Serie de pequeño pueblo con un niño muerto y muchos secretos. Sí, otra. En Australia. No, esa era Secret and Lies. Es que los clásicos no se tocan, se recrean. Leer más.

– Wolf Hall (UK)

Poco afortunada adaptación de la estupenda novela de Hilary MantelLeer más.

– X Company (CA)

Ramplona serie de espías en la Segunda Guerra Mundial. No salen mutantes. Leer más.

Con esto hemos terminado y podemos pasar a los siempre divertidos números. Enero-Febrero de 2015 (Total 66 pilotos = USA 39, UK 15, AU 4, CA 6 , NZ 0 y OT 2, Irlandeses ambos) frente a Enero-Febrero de 2014 que tuvo 78 pilotos = USA 48, UK 18, AU 5, CA 4, NZ 1 y OT 2, Irlandeses ambos) Así que pese a todos los espantos hemos logrado al fin una breve bajada de novedades. Veremos cómo va evolucionando. Pero eso será en dos meses, con la avalancha de marzo y el Super Abril de por medio. ¡Nos veremos!


«Diego Valor» (1958)

La televisión llegó oficialmente a España el 28 de octubre de 1956 con la inauguración por parte del Ministro Arias Salgado de las emisiones de Televisión Española en los estudios situados en el Paseo de la Habana. Para entonces ya había habido programas de ciencia ficción en canales extranjeros de entre los que siempre destaco The Quatermass Experiment con la creación del Profesor Bernard Quatermass y sus aventuras, las primeras originales y para un público adulto de la historia de la televisión, un éxito enorme que tuvo lugar en julio de 1953.

La primera serie fantástica de España tardaría en llegar menos de lo que uno podría haber imaginado. En 1958, el 27 de abril, se estrenaría en televisión Diego Valor – Aventuras en el espacio, que durante veinte capítulos de veinticinco minutos llevaría las aventuras del -en aquel entonces- extraordinariamente famoso personaje hasta las pocas casa que en fecha tan temprana contaban con un aparato. Así que ya ven, no hubo que esperar tanto incluso aunque luego no hubiera continuidad por más temporadas por motivos imposibles de conocer.

Como imposible es experimentar lo que eran aquellos capítulos más que en las memorias de espectadores e implicados puesto que las emisiones no se han conservado en ningún formato. Al menos de momento, siempre podemos fingir que está en una caja perdida en los almacenes de la televisión o en la fría catacumba de un coleccionista. Da igual que sea más improbable que imposible.

Dado que no hay mucho que se puede contar de la serie propiamente dicha, al menos poco más de lo que aparece en su ficha del IMDB, siempre podemos explicar de dónde salía este Diego Valor. O, mejor dicho, cómo llegó hasta los televisores. Y ahí la cosa es incluso sencilla: Llegó por los tres motivos que más razonables parecían en el contexto: Era popular, estaba aprobado por la dictadura y había intereses económicos detrás. Y lo mejor es que unos y otros motivos se iban apoyando y entreverando.

Diego Valor podría tener su origen en los cómics y de cierta manera lo tuvo. Antes de su paso a televisión había ya una serie de cómics extraordinariamente conocida. De hecho, para 1958 ya había habido dos series de cuadernillos, la segunda había durado un año, entre 1957 y 1958, publicada por Editorial CID a un tamaño mayor que la primera, ofrecida entre 1954 y 1956 con la misma periodicidad semanal pero en recortes de papel dada la escasez de postguerra que animaba a estas prácticas picarescas de aprovechamiento de papel -que tampoco es que fueran algo extraño ni entonces ni en décadas posteriores- y permitían ofrecer un precio tan bajo a la publicación que para muchos niños era la única que se podían permitir.

La obra, sin embargo, no era original sino derivación de una serie de radio que llevaba en antena desde 1953. Con unos escasos quince minutos por emisión realizaron más de 1200 hasta su cierre en 1958, en parte gracias a un cambio de horario de emisión de medio día a la tarde. Todo ello en la SER, en Radio Madrid, gracias a que Publicidad CID -empresa del grupo SER- había visto la oportunidad de negocio -que incluyó la grabación de discos con sus aventuras- de vender la serie como escaparate para diversos productos. Y funcionó. Tanto que le dedicaron un par de páginas en el ABC al serial.

¿De dónde sacó la idea CID? Bueno, no fue exactamente una creación original. En realidad lo que compraron fueron los derechos de adaptación de las radionovelas de Dan Dare que estaba emitiendo Radio Luxemburgo (RTL) que emitía en inglés seriales viejos de la BBC u otros que la cadena pública inglesa rechazaba. Dan Dare era todo un éxito inglés, adaptación -esta vez sí- de unos cómics muy conocidos allí, que tenían además un aliciente par poder colárselos a las autoridades franquistas. Y es que venían de la iniciativa de Marcus Morris, un sacerdote interesado en nuevas maneras de comunicar sus ideas y hacerlas llegar sobre todo a los jóvenes a través, en este caso, de una revista de cómics: Eagle. Cierto es que se trataba de un anglicano pero al menos era un cura. Y tampoco venía mal que el que podíamos considerar auténtico creador de la serie, Frank Hampson, fuera un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial. Lo único que hacía falta era… acercar el personaje a los españoles. A ser posible con alguien que pudiera parecer cercano al régimen ahora que, como demostraba el decreto de 24 de junio de 1955 sobre Ordenación de la Prensa Infantil y Juvenil, habían decidido ponerse a regular lo que los jóvenes consumían.

De modo que se buscó a la persona adecuada, que acabaría siendo Enrique Jarnés Bergua, conocido como Jarber, militar de carrera en activo -hasta el punto de que compaginaría ambas actividades llegando a ser General de Brigada de Infantería, nombrándosele en 1979 como Jefe del Servicio de Publicaciones del Estado Mayor del Ejército-  sobre el que poca duda se podía echar. Como además se le diera bien la escritura el resultado final fue para todos óptimo. Y los cambios…

De entrada el nombre, claro, del Dare inglés al Valor español. En cuanto a la trama…  Dan Dare era un Coronel humano que llegaba al planeta Venus en el primer viaje humano, allí se encontraba con una sociedad dividida y en guerra. Considerado como la respuesta inglesa a Buck Rogers, Dare se encargaría de enfrentarse a la raza de los Treens y en especial de su líder, el Mekon, frente a estos, los más beligerantes de los venusianos, estaban también los inteligente y pacíficos Therons y los primitivos y a menudo conquistados Atlantines. Dare, acompañado de su asistente Digby, ayudaría a estas dos razas a derrotar las ansias bélicas del Mekon, antes de continuar en otras aventuras por las que asomaba en ocasiones su antiguo enemigo. Para ello Dare contaba con un equipo compuesto por ayudantes internacionales (un americano, un francés, una doctora británica que sería el cerebro del equipo…) y Valor iba a seguir un rumbo similar aunque con algunos cambios que le acercarían un poco más a otros clásicos como John Carter o Flash Gordon.

Aunque quizá el cambio más importante en el reparto fuera la creación de Beatriz Fontana, que incorporaba elementos de la Profesora Peabody a la que le daban el puesto de piloto de la nave y, ya puestos, como novia de Valor, algo que la muy castrense tira original inglesa no incluía.

Pero, volviendo a nuestra historia, lo de CID y la SER pusieron en marcha la adaptación a mayor gloria de Chocolates Matías López y sus tabletas Svylka, a las que hacían mucha publicidad -y que llegaron a llevar cromos del personaje, claro-  y, ya puestos, se favoreció la creación de todo tipo de merchandising, más allá de los mencionados discos y cómics. Incluso se llegaron a realizar un trío de obras de teatros contando alguna de sus aventuras. De manera que para el paso a la televisión buscaron a un nuevo patrocinador, la juguetera Madel -Sí, esa- y se dedicaron a promover aún más las posibilidades consumistas del personaje.

BandoValor

No voy a extenderme más aún en hablar sobre el personaje porque no es este el lugar. Aunque sí me resulta curioso constatar que desde la primera vez que lo hice en enero de 2011 se ha ido recuperando el interés. En tiempos había un par de entradas dedicadas a él como esta de la web Ciencia Ficción y las referencias en libros como el Atlas de Cuadrado o los Cuadernos de la Historieta Española. El paso del tiempo ha servido para que fueran surgiendo entradas en Arte Secuencial o los Cuadernos de Ciencia Ficción de Libro de Notas además de en otros proyectos variados. Entre los que se cuentan los de Joan Navarro para recuperar personajes importante de la historia del cómic español, que llevaron a una nueva serie en cómic con dibujos de Ventura y guiones de Andreu Martín. Aunque como todo lo públicado en sus últimos años por la editorial no tuviera mayor continuidad. Por suerte esta publicación sirvió para recuperar un poco de memoria, como este estupendo repaso del Señor Ogro o la publicación de las aventuras originales de la Universidad Internaciona de Andalucía en colaboración con la Cadena SER

En resumen, Diego Valor fue la primera serie de género fantástico en España y parece claro que en cualquier momento volveremos a saber de ella, por unos medios u otros.


Hablar de Critical (UK) es, sobre todo, hablar de Jed Mercurio. Un creador conocido sobre todo por su drama policíaco Line of Duty pero cuya especialización anterior parecían ser los dramas -y comedias, al menos en parte- médicas. Posiblemente porque además de haber hecho carrera en la aviación militar había sido doctor durante años y contaba entre sus primeros contactos con la televisión la creación de Cardiac Arrest o Bodies -ambas buenos ejemplos de series médicas británicas-  de manera que no era inesperado encontrarse con un drama médico. Lo que ya resulta un poco más sorprendente -para bien, además- es que se centre en el paciente y su problema más que en los rollos y amores de los médicos. No sé si por ser el piloto o para mostrar el punto de vista de la serie, pero la construcción es más las de una competición médica -cooperativa, eso sí- con elementos propios del suspense en el que la duda no es tanto qué tiene el paciente como cuál es el método para salvar su vida. A los que busquen esto en una serie de médicos no puede gustarles más.

Tengo pendiente desde no sé ni cuanto hablar de la Nueva Comedia Televisiva australiana y series como Maximum Choppage (AU) me lo recuerdan de nuevo. Con vocación de serie de acción esta historia, sobre un tranquilo artista que ha pasado años fingiendo estar entrenando artes marciales en lugar de aprendiendo a dibujar que se encuentra a su regreso a casa aclamado como un héroe de acción, logra llevar adelante ambas tramas, mezclando la acción con el humor y la trama más general -con ese estilo de la adaptación anglosajona de los mimbres asiáticos- con los personajes metidos en ella. No es una obra revolucionaria pero sí un agradable cambio en los estereotipados moldes televisivos.