¡Libros que Salen! Pugmire, «Copy Machine Manifestos», Gray y más

¡Que entre la pila!

Copy Machine Manifestos. Artist Who Makes Zines editado por Branden W. Joseph y Drew Sawyer, ed. Phaidon

Una muy visual -como corresponde a Phaidon– obra que hace un repaso por la historia de los zines de los artistas norteamericanos -al menos de algunos de ellos- en colaboración con el Brooklyn Museum, que va examinando por décadas -a partir de los ’70s- estas publicaciones, las biografías de los creadores y las interrelaciones con otros artes.

La mancha fúngica y otros sueños de W.H. Pugmire, ed. Aurora Dorada

Para todo el que se quedara con ganas de más Pugmire, más valle de Sesqua, más aproximación personalísima y poética a los mitos, el horror cósmico y toda la pesca… Aquí tiene más de media docena de relatos con su estilo barroco y excesivo, preparados para seguir siendo disfrutados.

Tener de vuelta los libros de Alasdair Gray, el autor de la célebre Lanark, siempre es buena noticia. Su estilo de fantástico es bastante diferente al habitual, con experimentos científicos, viajes por Europa, apuestas y aventuras, amor oscuro e iglesias y un poco de cada en una cínica historia de monstruos en el que la alegoría política marca el ritmo.

Cruje / Crunchy de Jordi Parés i Mozo, ed. Invisibles

Un libro de cocina crujiente que explica y categoriza las diferentes maneras en las que lo es -según la técnica o el ingrediente principal: crujientes deshidratados, fritos, con azúcares, crujientes de piel de animales, con obulato o con pan- acompañado, claro, por las imprescindibles ilustraciones en las que vemos el resultado final. Perfecto para los que buscan que sus platos tengan ‘un crunchy’. Que siempre hay alguien. Sobre todo en las salas de cine.

¡Ocupado! de R.J. Peralta y Blanca Millán, ed. Cumio

Una divertida historia sobre un padre que tiene que entrar en el baño y la que lían sus tres trastos mientras está entretenido cantando, escuchando música o leyendo. Desde un parque de atracciones a un zoo, las diversiones de estos pequeños sin supervisión se irán sucediendo con humor e ilustraciones encantadoras.

Nos leemos.


Creo que entiendo lo que quieren hacer en 1670 (O) (PO), una obra histórica de comedia y con uso de la anacronía. Utilizando como referencias las series de ‘falso documental’. El problema es que lo más conseguido es el aspecto histórico: Todos los chistes suenan a viejo. Repetir como tres veces el que puede tener más gracia – «Quiero ser el Juan Pablo más famoso de la historia de Polonia» – me temo que tampoco le hace mucho bien. Y que podamos ver desde lejos no solo parte de las ‘inspiraciones extranjeras’ (Blackadder, Lo que hacemos en las sombras…) definitivamente ayuda incluso menos. Y no es tanto que sea una mala serie, ni mucho menos, como que da la sensación de ser del montón, todo ya visto y muy pocos aciertos. En fin.

No sé qué esperaba de Carol & The End of the World (USA). De hecho, cuando me la puse y comenzó pensé que sería algún tipo de comedia estilo [adult swim] y algo de eso hay en el piloto. Pero el punto de partida -una mujer de mediana edad se encuentra en mitad de una situación extraordinaria: Un planeta se aproxima hacia la tierra para destruirla. Y quedan poco más de seis meses para que suceda.- no desbarra en una excusa para hacer locuras o vivir a tope o lo que se supone que se hace en esos casos. En su lugar hay una reflexión que sale menos de la tristeza ante la inminente -bueno, no-tan-inminente-pero-inevitable, quizá- muerte que ante la desaparición de las estructuras de lo habitual, de las rutinas. Al final del piloto la protagonista descubre que hay una oficina que sigue funcionando. En mitad de toda esa locura. Y ahí es cuando las cosas cambian, porque para el segundo capítulo entra en esa empresa, con un nombre tan a punto como todo lo demás, para encontrarse con un asidero de cotidianidad gris. Excepto… que ella va a ser ahora la nota discordante. Y no por humor o por algún tipo de barbaridad, sino porque va a querer ‘humanizarlo’, va a darle cordialidad y empatía. Y ese proceso transformador en el que, de nuevo, hay humor (incluso hay humor del tipo [adult swim]) convierte esta serie en un gran ejemplo de cómo darle un giro a esa racionalidad irracional y a esa defensa de la humanidad. No sabía qué esperar de esta serie, y lo que me he encontrado me ha parecido realmente inesperado.

El matrimonio entre Nicolas Winding Refn y The Famous Five (UK) es uno de esos que logra cosas contrapuestas todo el rato y, precisamente por eso, acaba siendo una Tierra de nadie. Para mí es una de las peores cosas que pueden suceder, imagino que para una suficientemente extensa mayoría de personas no habrá tanto problema. Pero lo cierto es que te deja ver lo justo de lo uno y lo otro, sin acabar de ceder la posición a ninguno de los dos. Durante buena parte del capítulo, es cierto, no deja de ser otra aproximación a Los Cinco, un poco más estéticamente cuidad pero tampoco demasiado, en el que la mayor seña de cambio es que George se supone que es una tomboy como siempre, pero en realidad parece una modelo de Gaultier. Así que incluso aunque prefiera pantalones antes que faldas lo cierto es que no hay absolutamente nada andrógino o ambiguo en ella. La trama tiene también un poco de Refn, pero solo un poco. Lo justo como para notar que hay algo distinto pero que no acaba de atreverse a traer un cambio real, solo un poco de travesura. Como un belén en el que han colocado un xenomorpho. Dentro de eso tenemos también el uso de la iluminación y los colores marca de la casa, algunas decisiones de peluquería e, incluso, de la trama. Aunque lo que más claramente tiene la marca del director es todo lo relacionado con su villano: Jack Gleeson se divierte, sin duda, probablemente sea el que mejor se lo pasa, pero lo que nos trae es casi una representación en si misma, su personaje es menos un personaje que algo así como la villanesca versión de un drag king de Sonny Bono. Y, precisamente, según van yendo hacia la parte de ‘pasadizos secretos’ y ‘tesoros ocultos’ es donde se va dejando de notar el dinero y empieza a aflorar un cartonpiedrismo que, lamentablemente, no abraza. Ya que tienes los recursos de Knightmare qué menos que celebrarlo. En lugar de eso decide meter a Gleeson en una especie de ‘tripi’ de imágenes y colores que es muy Refn, muy poco Los Cinco y absolutamente nada interesante. Quizá lo mejor -siempre tras Gleeson– sea la lucha por mostrar una violencia que no puede ser.. De modo que todo acaba en cosas que acaban siendo mucho menos lesivas de lo que inicialmente parece, varias veces. Total, que al final no has reivindicado nada, has ofrecido restos a los dos grupos de interés principales y has dedicado hora y media para hacerlo. Po’fueno, po’fale, po’m’alegro.

Si no fuera porque a su actriz principal la hemos visto en otras series en la misma Netflix, incluyendo La reina del Flow, pensaría que se ha pagado La influencer (O) (CO) y por eso, por no haber, no hay ni un trailer de la propia Netflix. Que ya sabemos que Netflix muchas veces pasa de promocionar sus propios productos. Pero esto de no hacerle ni trailer me parece ya lo que faltaba. Claro que estamos hablando de lo que parece un grado cero de la telenovela colombiana en la que nadie se ha molestado en que ni las tramas ni los escenarios tengan mucho sentido o coherencia. De hecho, no creo que la mayor parte de personajes lograran reunir juntos suficiente potencia cerebral ni como para hacer una tostada. Es difícil saber si es más ridícula la trama sobre los sueños de triunfar como influencer o las intrigas románticas y empresariales. Que en su centro decidan poner una pizzería es más un monumento a la estulticia del guión que algún tipo de referencia o decisión. En un año en el que, además, hemos tenido tantas series sobre influencer -muchas de ellas en la propia Netflix– como Celebrity, Burn the House Down o P#t@s redes sociales no es que esta se quede lejos de hacer una buena marca, es que no está ni en la misma liga. Y no lo van a arreglar ni con un vídeo tocando el ukelele.

Psé. Es curioso que esta Maestra (O) (CS) sea una adaptación coreana de una serie francesa, pero no es que haga mucho por mejorarla -aunque sí que la coreanice– cambiando o matizando los elementos de ¿thriller? y haciendo bastante más insufribles a los personajes, a todos. Que tiene mérito cuando hablamos de franceses como punto de partida. Pero es que es menos ‘todos los personajes tienen su parte de razón’ que ‘todos los personajes tienen su parte de culpa’. Además de eso, la parte musical no me ha dicho mucho pero estoy convencido de que a los aficionados a la música clásica les va a dar jornadas de gloria comentando cosas. No necesariamente para bien. En fin, yo qué sé. Supongo que vivimos en un mundo en el que también está en ‘crecimiento perpetuo’ el contenido. Y es una lástima, porque a partir del original se podrán haber hecho muchas más cosas. Sobre todo los coreanos.

Supongo que Northern Lights (O) (IR) es algún tipo de obra de teatro extendida. Una que, imagino, tendrá unos magníficos resultados entre un cierto público que -me temo- no me incluye. Dos extraños que se encuentran cuando uno de ellos ve a la otra completamente empapada por su ventana. Podría ser un asunto ‘escena del lago’, pero me temo que es más ‘desde la ventana veo su mirada de los cinco mil metros’. Lo que sigue es una serie de charlas, otras charlas, Cambios de escenarios para las charlas y confesiones, intentos de giro y blablabla. En fin, yo qué sé.

El año pasado Jon Pointing estuvo magnífico en Big Boys, aunque tenía que compartir la serie con Dylan Llewellyn. Este año le pasa algo similar, aunque es con Danielle Vitalis con quien le toca compartir espacio en Smothered (2023). En lo que parece una agradable comedia romántica con un piloto mucho más tranquilo, bien es cierto. Supongo que el giro al final del piloto será lo que se explore -o al menos una parte- en los siguientes. Pero también lo es que parece más interesada en seguir lo que es romance que lo que es comedia. No porque no haya ejemplos de lo segundo, que los hay, aunque no muchos. Sino porque se nota que son los personajes y sus secundarios, las historias y relaciones tejidas, expandidas y mostradas las que les interesan. El piloto está bien, sin mucho más, supongo que porque se centra tanto en el encuentro que el resto de cosas va quedando en un segundo plano -o quizá porque entiendo la parte de conexión e interacción de personajes de la escena del karaoke, pero no su teórica gracia- así que supongo que será a partir del segundo capítulo donde la serie demuestre lo que es, o va a ser. Lo que no sé es cuando o si me lo veré.

A favor de Yū Yū Hakusho (O) (JP) he de decir que es capaz de parecer tan noventero como es posible… así que logra reflejar el momento del manga (y luego anime) original. Por lo demás… parece una producción de los noventa que cuenta las cosas de los noventa hace que no parezca ni muy adelantada ni muy actual. Supongo que podríamos considerarla fanservice si fuera lo que significara y no lo que ha acabado significando. Pero supongo que el que busca lo que daba el original lo va a encontrar. Al menos en este piloto. Ya veremos cuando lleguen al Gran Torneo de las Artes Marciales.


¡Libros que Salen! Iles, «Rosas que nacen del pandemonio», Callender y más

¡Que entre la pila!

Una autora principal, acompañada por sus asistentes, intentando llegar a las fechas de entrega a la vez que desarrollaban lo que significaba el manga para una infinidad de gente, porque esta es la historia del shōjo en los años ’70. O, mejor dicho, de un grupo de creadoras y asistentes como la propia autora, Nami Sasou, que fue una de esas asistentes que en aquella década trabajaría junto con nombres propios tan importantes como los de Suzue Miuchi, Fusako Kuramochi, Minori Kimura, Jun Mihara o Ryōko Yamagishi.
Anthony Berkeley fue uno de los más grandes autores del Murder Mystery inglés del periodo de entreguerras, algunos de sus títulos -como El caso de los bombones envenenados– siguen aún entre lo mejor del género. Pero en los años ’30 vió que el público cambiaba y decidió crear el pseudónimo de Francis Iles, para publicar allí novelas de suspense psicológico. Que en el caso de este Sospecha – o Before the Fact en el original inglés- son casi de tortura. Y si bien la editorial WHO ha optado por la famosísima escena de Cary Grant de la adaptación que Hitchcock hizo lo cierto es que las diferencias entre ambas son notables. Lo eran antes de que la productora y la censura obligaran a darle otro final y otro estilo, imaginad después. Porque aquí lo que tenemos es a una pareja en la que ella ha quedado subyugada totalmente por él, tanto que cuando empieza a notar que él tiene una parte oscura decidirá, de forma casi masoquista, seguir adelante. Pase lo que pase. Una historia de enorme fuerza psicológica que llevaba unas décadas sin ser recuperada.
El tercer libro de le autore Kacen Callender, de Santo Tomás, para la editorial, y en esta ocasión toca hablar de la vida trans, los peligros de internete y el amor. Su protagonista se muere de ganas de vivir el amor, es consciente de las dificultades de su identidad – negro, queer y trans- pero no entiende por qué no le resulta más fácil. De ahí que la aparición de unas fotos privadas en su escuela de arte den lugar a una redacción que pondrán a prueba la amistad, la venganza, la honestidad y el derecho a existir.

Sexless de Togame, ed. Fandogamia

Un matrimonio joven, con intenciones de tener descendencia y feliz, se encuentra con un problema: Ella tiene apetito sexual, él no… Y eso hace más difíciles algunas cosas, incluyendo lo de la descendencia. A partir de ahí uno de esos mangas de autoficción en el que la autora cuenta cómo lo vivió ella y todo lo que significó como pareja, desde la búsqueda de interesar a su marido a las dudas sobre ella, su matrimonio, o lo que tendría que hacer.

Pues esto es exactamente lo que parece. Aprovechando que este año ha entrado en dominio público Némirovsky tenemos un volumen recopilándolos. Supongo que no hay mucho más que decir, pero imagino que queda claro que tampoco hay menos.

Legado de Jade de Fonda Lee, ed. Insólita

Concluye la trilogía de Jade de Fonda Lee, con más mezcla de yakuzas y magia, más peleas de clanes y hermanos, más luchas de sangre y un enfrentamiento casi definitivo en el que la familia parece más importante que el poder.

Pues ya está aquí esta segunda parte de Cosmoknights que continúa la historia, creando un cierto arco y ampliando las historias y tramas de estos reinos del espacio y sus queer pobladores. Tan interesantes como siempre.

Miles Morales. Stranger Tides de Justin A. Reynolds y Pablo León, ed. Panini

Un nuevo cómic juvenil protagonizado por Miles Morales, en el que además de los problemas familiares, escolares y arácnidos tenemos, además, un videojuego. Uno al que le invitan a presentar pero que acabará teniendo efectos ¿inesperados? Siempre hay algún villano ha decidido a aguar el día y en este cómic juvenil nos encontraremos con toda una aventura.

Una mezcla de aventuras y misterio para los jóvenes, con un grupo juvenil (perro incluido) que no dudará en investigar los extraños sucesos que están pasando alrededor de un castillo. Un punto de partida clásico -en varios sentidos- que espero que siga dando buenos resultados al tratarse desde la actualidad.
Manuel está dispuesto a echar una mano en casa, por supuesto. Pero también le gusta pasear. Y es un poco despistado. Así que ir a por el pan se convertira en una diversión, casi una aventura, cuando tiene que encontrar una panadería. ¡Abierta, a ser posible!

Nos leemos.


Una semana curiosa esta, comenzando por Analog Squad (O) (TA) o ทีมรักนักหลอก, una serie que propone en su piloto muchas cosas sin que acabe de verse para dónde van a tirar. Por un lado tenemos a los que parecen los protagonistas, un par de jóvenes (no especialmente actores), por el otro a los de mediana edad, que son los que les contratan, y al final tenemos a los mayores, que son los que no saben nada -se supone- del asunto. Pero, además, están las tensiones y conflictos, sobre todo dentro de esta familia real, pero también algo dentro de la falsa. Y es el año 1999, no soy capaz de entender por qué. El fondo, en realidad, es agradable. Pero ni parece tener nada que decir, ni prisa por contarlo. Supongo que hay un tipo de persona al que esta historia haría feliz, pero me temo que no soy yo.

Supongo que este Bami Dweeoseumnida (O) (CS) o 밤이 되었습니다 o Night Has Come llega porque hay una serie de cosas – Battle Royale, Among Us, Ōsama Gemu… – que han funcionado y parece que podrán repetirse. La excusa es un juego de Mafia que se va de las manos, pero lo cierto es que es absolutamente imposible creer que es eso lo que realmente ha pasado y que los adultos no tienen nada que ver con esto. No es que el juego en si parezca molestarse en tener un sentido ni en buscar algo en concreto, ni es que los jóvenes participantes hayan decidido dedicar un minuto a pensar en ello. Así que es el ‘juego’ en si mismo el que tendrá que servir como gancho ante la falta de una trama coherente o de unos personajes interesantes. Y en esas estamos.

La serie más particular -para bien- de la semana es Boat Story (UK), con múltiples recursos peculiares como la recapitulación inicial de personajes, los juegos de perspectivas o los carteles insertados como parte de la narración, la historia de dos personas que encuentran un cargamento de drogas por azar, que intentan sacar algo de él, que viven sus propias tragedias propias y que se encuentran en mitad de algo mucho más grande, repleto de personajes igual de peculiares y con distintas maneras de jugar tanto en la narración como al engaño. Es decir, que lo que podría haber sido un punto de partida conocido -dentro de un orden- y una serie de evoluciones y movimientos igual de esperables logra ir dando las suficientes vueltas como para convertirse, como poco, en merecedor de darle un par de capítulos más a ver por dónde sale. No sé si logrará mantener la imprevisibilidad, pero, al menos, cuenta con el interés por hacerlo. Que no es poco.

Supongo que la idea de Boom Boom Bruno (O) (AL) es contraponer una serie con unos protagonistas y centros de aspecto rancio, grosero y repulsivo para oponerlo con una realidad que iba (y va) por otro lado. Lo cierto es que este ‘torrentismo‘ nos lo podríamos haber ahorrado. Bueno, YO me lo podría haber ahorrado. Lo mismo el público alemán disfruta de estas cosas. Cosas peores hemos visto, supongo. Pero, de verdad, tiene que acabarse en algún momento esta especie de revival de lo que [adult swim] hacía hace una década… pero en más cutre.

Supongo que esto de A História Delas (O) (BR) es llevar al siguiente nivel lo de ‘una saga familiar de tres mujeres’. Porque, sí, hay tres mujeres de una misma familia. Y luego otros dos, de otra familia. En realidad la tercera -la niña- no tiene tanto peso como las otras. Y las protagonistas -más o menos- son las de la segunda familia. A saber. Una joven se encuentra con que su padre parece estar en un gran lío legal por corruptelas. Ella y su madre se encuentran fuera de los círculos bien y teniendo que irse a una casa… que en realidad solo es suya de manera nominal. Porque la que reside ahí con su propia hija -y una nieta- es una antigua criada de la familia. Luego ya el blablabla de siempre sobre raza, clase y ser mujer. Pues bueno.

Sospecho que My Life With the Walter Boys (USA) es una versión de The Fosters pero con menos diversidad y más ganas de ser una obra romántica. Porque lo que apuntaba a ser un Everwood, pero más aburrido, va moviéndose como si en realidad quisiera ser una de esas películas de triángulo adolescente de Netflix. Pero con caballos. Sea lo que sea, ibais avisados.

Lo más particular de Nae Namjaneun Kyupideu (O) (CS) o 내 남자는 큐피드 o My Man is Cupid o como sea, es que parece tener tres series dentro. La principal es la de un ‘cupido’ que cometió el error de pincharse con su propia fecha y cambiar el curso de la historia que tenía que haber creado. A partir de ahí un castigo ejemplar y la actuación en el presente intentando recuperar lo que tenían, más la búsqueda de esa joven del pasado. Lo que explica que haya una línea en el pasado contándonos qué es lo que ocurrió, y cómo, y por qué. Y de qué manera se encuentra conectada con lo que ocurre ahora. Con todo esto habría para rellenar más que de sobra un par de series, pero es que aún queda una tercera pata sin explorar. Porque también se están produciendo una serie de asesinatos. Y parece que el ‘cupido’ en algún momento fue detective. Antes de tener un restaurante. O algo así. La verdad es que no tiene mucho sentido, igual que no lo tiene que uno de los ‘cupidos’ ahora sea un perro. Sí, porque es un grupo de cuatro, el principal, dos más, el perro. Y el piloto es como de una hora y pico. Supongo que teniendo tanto en movimiento tiene sentido, pero lo cierto es que no es tanto que no funcione como que parece que van pasando de una a otra serie sin molestarse en avisar antes.

No tiene mucho que aportar esta Pax Massilia (O) (FR) a las cosas clásicas de policías contra el crimen organizado. Porque, sí, la mayoría de ellos están corruptos y la lucha es violenta y no tiene demasiado sentido esta venganza estúpida en la que parecen decididos a meterse. Así que es un cajón de más de lo mismo con extra de anti-islamismo (es una serie francesa, no sé si lo había dicho), pero yo qué sé. Habrá gente a la que estas cosas le parezcan bien, supongo.

En contra de lo que podría pensarse este Paper Dolls (AU) poco o nada tiene que ver con aquella telenovela ochentera -o el telefilme que lo inspiró-, en lugar de modelos lo que tenemos aquí son cantantes -o algo- de un reallity. Y una joven -la protagonista- que tiene un pasado en el mundo de la música y ha decidido regresar, cueste lo que cueste. Que es algo que quizá os suene haber escuchado alguna vez pero, bueno, quiero creer que el asunto es que este es el piloto y ya habrá un desarrollo después. O algo. Además, claro, de que hay canciones. Supongo que las pondrán a la venta en iTunes o algo. Pero bueno, de esta podría haber sido su público. Pero resulta que no lo soy.

La idea de Platform 7 (UK) es razonablemente distinta. Una mujer está en el andén 7. Un señor llega. Ella intenta impedir que haga lo que quiere hacer. Que es suicidarse. Y que es lo que ella hizo en el pasado. Sí, porque ella es un fantasma que no recuerda demasiado de su pasado. Al menos hasta que se encuentra con la posibilidad de salir de ese sito en el que estaba recluida y comenzar a investigar qué le pasó. Algo que -en un ejemplo más de que esta es una película fantásticas- también decide investigar hasta sus últimas consecuencias un policía. Sí, en lugar de marcarlo como suicidio se pone a investigar. Y así tenemos a la protagonista en el presente intentando recuperar recuerdos del pasado, y al policía intentando desenterrar la verdad. Está bien, las reglas de los muertos son tirando a arbitrarias y no parece tener mucho sentido todo lo que rodea al personaje principal, pero como variación agradable sobre las series de investigación supongo que me vale.

Este Welkeomtu Samdalli (O) (CS) o 웰컴투 삼달리 o Welcome to Samdal-ri tiene, más allá de su bonito opening, una estructura bien conocida. Una joven fotógrafa de éxito decide volver -junto con sus hermanas- a su pueblecito natal después de un escándalo / traspiés en su carrera. Allí se reencontrará con su amigo / amor de la infancia / juventud, un apasionado meteorólogo -yo qué sé, se les habrán acabado las profesiones- con el que tiene una compleja -en realidad no, pero os hacéis a la idea de por dónde van los tiros- relación. Y eso es lo que tenemos, un par de familia, varios problemas ‘cotidianos’, un romance cocinándose, niñas que hablan como adultos. El paquete completo. Tan agradable -y poco creíble- como es de esperar si es esto lo que esperas.


¡Libros que Salen! Ngũgĩ, «Corregidora», Dick y más

¡Que entre la pila!

Una absoluta sorpresa para este final de año. Cielo Eléctrico nos trae al eterno -eternísimo- candidato al Nobel Ngũgĩ wa Thiong’o en un poema épico en edición bilíngüe en gĩkũyũ y español. La historia del pueblo Gĩkũyũ de Kenia central, de sus nueve mujeres originales, y de aquello que nos une tanto a la naturaleza como al resto de la humanidad.
Corregidora de Gayl Jones, ed. Contraseña
No soy capaz de explicar esa espantosa portada o qué tiene que ver con este Corregidora, primera novela de la afroamericana Gayl Jones, publicada a mediados de los años setenta, convertida en una de las más destacadas obras por muy diferentes autores y que cuenta la historia de una mujer, cantante de blues y descendiente de un esclavista, que tiene presente el testimonio de sus antepasadas, gracias a las historias que le transmitieron y que ella transmitirá. Incluida la suya propia, una historia con violencia y dolor por la violencia matrimonial y también por la sensación de que no tendrá a quien transmitir su historia. Mientras busca la manera de encontrar su propia vida para vivirla.

La exégesis de Philip K. Dick, ed. Minotauro

Dick empezó a escuchar voces después de ser fuertemente medicado por una visita al dentista. Así que decidió empezar a apuntar lo que le decían, porque claramente era Dios -o algún subalterno- que quería hablar con él. Años más tarde -casi ahora, de hecho- Jackson y Lethem decidieron cribar esos cuadernos para poner los apuntes más interesantes. ¿Cómo de inteligibles son? Bueno, teniendo en cuenta que esto incluye traducción de Minotauro

Enfrentado a una enfermedad degenerativa, Sam Sherpard decidió hacer una especie de ‘testamento vital’ en el que hacer una suerte de autobiografía -a ratos cerca de la autoficción, otras de las confesiones viscerales- así como con de ese enfrentamiento con la decrepitud física.
La vida empieza el viernes de Ioana Pârvulescu, ed. Báltica
Una historia realmente original, con un misterio en su centro ligado a un cadáver aparecido, pero más centrada en los distintos personajes de esta historia y en los contextos de la ciudad y los distintos momentos históricos a los que se van acercando sus personajes. Un hombre inconsciente aparece junto a otro moribundo en las afuera de Bucarest en 1897, a partir de ahí las vidas de un periodista, un policía, un médico y su hija, un joven recadero de 8 años, entre otros personajes, irán mezclándose en una obra en la que el tiempo ocupa una parte tan importante como el humor, el amor o el suspense. ¡Una obra realmente particular!
Tras su anterior libro publicado por Dilatando Mentes nos reencontramos con Larocca en otro libro de título absurdamente largo, otra colección de historias, historias de horror corporal, deseos terribles, actos extraños, consecuencias espantosas. Todo lo que este autor es capaz de sacar del amor, incluyendo el sufrimiento y la obsesión.

La edición de Diábolo de los cómics de la EC sigue adelante, con el primer volúmen (de 3) de las Shock SuspenStories, y con un tomo único y claramente notable de Impact. Lo que son -o quiero creer que son- buenas noticias. Porque supongo que anuncian una continuidad en el proyecto.

La hora del té de Cero nº 01/06 de Gosho Aoyama, ed. Planeta Cómic

Gosho Aoyama está en plena expansión del Conan-Verso, así que estas historias ‘cotidianas’ de Cero, uno de sus nuevos personajes con más fanses -por motivos que nunca entenderé- casi parecía lógico. Y, por tanto, aquí estamos.

Japan Sinks de Sakyo Komatsu, ed. Minotauro

Uno de esos clásicos de la ciencia ficción japonesa que no había llegado hasta ahora y que Minotauro trae -no necesariamente porque el autor se un hombre- a nuestro conocimiento. Afirmación un poco arriesgada sin haber visto aún la traducción. Sea como sea: Una isla se hunde, unos científicos van allí en poco menos que una lata, y a partir de lo que ahí descubren empiezan una serie de movimientos para intentar que Japón no acabe bajo las aguas. Como es algo que sigue siendo más o menos probable es un libro que no ha pasado de moda, pese a que se le note la edad.

Hay un nicho específico para todo tipo de público, más o menos. Sea como sea en el nuevo libro de La Fuga tenemos un recopilatorio de cuentos humorísticos -como es propio de la colección, igual que publicar prácticamente solo a señores lo es de la editorial- con el tema de… Los trenes. En fin, seguro que hay alguien a quien se puede regalar esto. Quizá incluso acaben de arreglarle a alguien una situación complicada. Pero, desde luego, Decisiones Fueron Tomadas.
Pues sí, aquí tenemos de nuevo la novelización de la película del mismo nombre. Hecha por A.C.H. Smith, autor teatral además de novelista, algo que se nota, y también la misma persona que se encargó de la de Cristal Oscuro y que gustó tanto a Henson que lograría esta versión algo más humorística que el guión original.
Tras la publicación de Angola Janga en esta misma editorial, el también autor de Fugim! nos trae ahora la historia de una mujer real en el Brasil del siglo XIX. Tiadora, una esclava analfabeta que decidió luchar para recuperar su libertad, haciendo una recreación de la época a la vez que echa luz sobre un movimiento y una lucha no siempre recordadas.

Buenos presagios de Terry Pratchett y Neil Gaiman en edición ilustrada por Paul Kidby, ed. Minotauro

Pues nada, unos chicos jóvenes, que están empezando, y que por lo visto no han tenido suficiente en los últimos años y han liado a Paul Kidby para que les haga una versión del libro. A ver si os creíais que no se podía ordeñar más.

La canción de los dragones (2, Anna Kadabra – Aventuras Legendarias) de Pedro Mañas y David Sierra Listón, ed. Destino

Pues parece que con Anna Kadabra la cosa sigue y aquí tenemos el segundo tomo extra con eso de la colección de las Aventuras Legendarias como excusa.

Video Girl AI nº01/09 de Masakazu Katsura, ed. Planeta Cómic

Dentro del target de comprador está claro que los que en los ’90s se pusieron con el manga algo de dinero deben de tener aún. De manera obviamente no relacionada, Planeta ha decidido recuperar Video Girl AI, esa historia clásica de Chico suspira por una chica, la chica no le hace caso, una chica sale de un vídeo para servirle como Video Girl. Japón.

Yawara! nº 01/20 de Naoki Urasawa, ed. Planeta Cómic

Urasawa, ese hombre, nos trae esta Yawara!, sobre una joven promesa del judo del mismo nombre, enamorada de un periodista, pero centrada en su deporte bajo la mirada de su estricto abuelo. Vamos un spokon de tanta raigambre que el objetivo eran los juegos olímpicos de Barcelona. Y si te suena todo esto es porque en Cataluña se llamó Cinturó Negre.

Nos leemos.


Esta The Artful Dodger (AU) deja la sensación de que han elegido a Dodger como podrían haber puesto a cualquier otro personaje razonablemente conocido, igual que la aparición de Fagin o los recuerdos al resto de reparto y situaciones de Oliver Twist parecen más circunstanciales que necesarios para la historia. Sí, han llegado desde Londres escapando y ahora están en Australia, pero poco más hay. Bueno, la edad de Dodger, que hace más sencillo justificar una trama romántica salida de la nada. Así que estamos lejos de, por ejemplo, aquella Dickensian de hace casi una década ya. Dicho esto, la serie es aceptable, los actores competentes, en algunos momentos logran tener hasta gracia y, bueno, queda en la parte superior de estas obras genéricas de época, a ratos pese a su sobreactuación, en otras precisamente por ello. Sobre todo por el trabajo de los actores, que se dedican a tirar del carro en casi cada ocasión que tienen, especialmente una magnífica Maia Mitchell que parece que estuviera haciendo audición para otros papeles aprovechando este.

Hay poco que puedo decir de Bookie (USA) y que sea bueno. Pero es que incluso de lo malo hay poco que decir porque no tiene mucho de lo que rascar. Chuck Lorre parece que cree que haciendo lo mínimo posible va a lograr lo que necesita. Y lo que necesita es, bueno, algo que no hayamos visto mil veces, sea interesante u ofrezca buenas interpretaciones. En lugar de eso tenemos a Charlie Sheen y a gente gritando y dando/ recibiendo golpes. Una cosa tan lamentable que ojalá la hubieran hecho al menos Los payasos de la tele. Habría sido más rupturista.

Hablando de genéricos. No entiendo la recuperación del sexy-thriller genérico que estamos viviendo, menos aún entiendo esta The Couple Next Door (UK) con una mezcolanza de actores que parecen elegidos al tuntún y una trama que era antigua en los años noventa, imagínate ahora. Ah, no, espera, Sexo, mentiras y cintas de vídeo es del ’89. Bueno, pues más antiguo todavía y sin James Spader o Andie MacDowell.

Curiosa y a ratos hilarante -sospecho que no por decisión propia- esta Dhootha (O) (IN) que parece ir sobre un periodista maldito. Que lo puedo comprender, claro, pero no queda claro exactamente qué ha pasado más allá de que hay algo así como un periódico maldito, profecías de muerte y extraños sucesos paranormales. En CGI demasiadas veces. No es lo mejor que nos han traído de La India últimamente, pero las posibilidades con este tipo de historias nunca dejan de sorprenderme. Y, al menos, los capítulos son de unos 45 minutos.

Tenemos otro genérico de época, esta The Doll Factory (UK) es una poco interesante historia basada en lo que debe de ser un libro o una entrada de la wikipedia -probablemente la una en la otra- sobre Lizzie Siddal. Círculos artísticos, misterios poco misteriosos y romances poco románticos, lo necesario para amenizar la siesta.

Hablando de libros malos, alguien ha decidido que Eine Billion Dollar (O) (AL) o One Trillion Dollars, según qué tipo de contabilidad uses. El original alemán era una de esas historietillas que se suponen sesudas y que son bastante estúpidas sobre un chaval que hereda de la nada un billón de dólares con la cláusula de que debe usarlo para mejorar el mundo. A partir de ahí la novela tomaba derroteros ciertamente lamentables y un final absolutamente estúpido. Y esto era, además, inicios de los dosmiles. Veintitantos años más tarde creo que todos teníamos claro que no era buena idea nada de lo que decían en el libro -incluida la parte del SIDA… ESPECIALMENTE la parte del SIDA- incluidos los propios responsables de la serie que han cogido la sobadísima premisa e intentar algo que, por un lado, parece que no se separa tanto del original y, por el otro y al menos en su piloto, procura parecer menos idiota. No creo que lo logre pero, en cualquier caso, tampoco pretendo quedarme aquí para comprobarlo.

Blablabla brujas blablabla señores malos -con túnicas rojas o algo- y luego salto al presente y una joven que descubre unos poderes mágicos y blablabla. Lo de A Magia de Aruna (O) (BR) es una serie de Disney de pinta y colorea, qué le vamos a hacer. Si os apetece ese tipo de cosas, con los problemas del instituto y los poderes y poca prisa por hacer avanzar las cosas… supongo que estará bien.

Toda una serie de decisiones han sido tomadas para hacer esta Obliterated (USA) que a ratos parece que es una parodia bro con dildos y tal de las series de equipo de espías, y otras veces es peor. Es curioso como hace poco más de una década tuvimos NTSF:SD:SUV:: y ahora tenemos algo que tiene más facilidad para los desnudos y la cosa sexual -la violenta ya tal- pero que también es menos -BASTANTE menos divertida-. Aunque un poco más -solo un poco- mejor como obra de acción. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

Sinceramente, no sé si este Onmyōji (O) (JP) es una versión de las películas de principios de los ’00s, si es adaptación de un anime o qué carajo es… ¡Pero lo mismo es de los años ’90s y alguien se lo ha reciclado! Porque ni lo que ya sabíamos -un noble ayuda a un onmyōji a luchar contra demonios- ni lo que se puede ver -esto es, la animación elegida- lo separa mucho de las series de… bueno… magical girls, así que, de nuevo, a mí me ha parecido muy básico. Pero supongo que si me hubiera pillado en las meriendas de los noventa -y no hubieran puesto nada más interesante en la tele- me lo vería.

Poco a poco van llegando series de acción indias, ahora sólo falta que se acercan al despendole de sus películas, poque esta Shehar Lakhot (O) (IN) tiene un piloto de progresión aceptable pero muy lejana a lo que suelen ser estos despendoles. Un joven que tiene que volver al pueblo del que salió, una serie de actividades más o menos criminales y los dramas que tocan. Quiero creer que irá yendo a más, pero lo cierto es que es un inicio simpático pero algo frío. Aunque dos capítulos más creo que aguantaré.